domingo, 18 de enero de 2015

LA ROCA TARPEYA, 2 – EL NIGROMANTE — PRIMERA POTENTE RESEÑA…

La luminosa portada, obra mía
…en SITIO DE CIENCIA FICCIÓN, y de la incisiva mano de FRANCISCO JOSÉ SÚÑER, que desliza su atinada capacidad de análisis sobre la rugosa cubierta de este episodio, viéndole esencialmente virtudes. Señala ciertos ‘fallos’ que, en realidad, él mismo aclara son inevitables una obra fraccionada, en serial. Impone que estamos ante un pequeño remanso de “paz”, si eso es posible en el tumultuoso mundo donde transcurren los sucesos (amenazado por una deidad salvaje y alocada que pretende sumirlo en un caos sangriento, destinado a crear la Nada), donde un rol más extenso de personajes, de cara al futuro desarrollo de la trama, se descubre.

Sigue valorando la intensidad de la narración, su vigorosa prosa, la imaginación de los escenarios. A título personal, intentaba obtener esta positiva apreciación al escribir. No sólo La Roca Tarpeya; todo lo demás. No persigo tanto la ¡aclamación! por un estilismo refinado, pero estéril, como ganar con narraciones ‘sencillas’ la fidelidad, el interés, la energía, del lector, no complicarle la vida con espesa gramática insustancial, y que un remedo de adrenalina sacudiera sus venas, imprimiéndole querer continuar leyendo para saber qué sucederá después.

Detalle de su proceso de ejecución
Me era, siempre resalto, indispensable por tanto crear personajes con tantas dobleces como fuese posible. Nada de figuras principales planas, o llevadas un tanto al albur en su descripción. Ahí dentro crepitan furias y emociones, que el lector debe descubrir. Acción no significa anular pasión, pese a lo que diga el cine. Aunque, de entrada, mi novela parezca un deleznable Tiroteo Mundial sin Tregua, su interés se centra en las emociones de sus participantes.

Los tiros lubrican la historia. Sus complejos personajes le brindan fuerza. Espero que perpetuidad. Quienes leen mis textos acaban notando qué abigarradas, profundos, aun humanas, aunque sean ALFIOS o ELFIOS, son esas figuras. Y, conseguirlo, es difícil.

¡A disfrutar de la lectura! (Y agradecido por tan acertado examen.)

Vuestro Scriptor.

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