domingo, 25 de junio de 2017

MAD MAX - FURY ROAD — EL FIN DEL SOLITARIO HÉROE SOLAR

Afiche de un reinicio que ha causado no
poco desconcierto a quienes crecimos
con este personaje
Creo algo desafortunado titular este filme como Mad Max. Porque el personaje, años ha creado por GEORGE MILLER y JAMES MCCAUSLAN, ha cedido gran parte (o casi todo) protagonismo hacia la andróctona lisiada EMPERATRIZ FURIOSA. Este nuevo Max ROCKATANSKY, abrumado por visiones de arrepentimiento y tormento personal de los que no logró salvar en el pasado, tiene una aparición aquí que frisa lo anecdótico.

Es como si tuvieran un peazo historia apoqueclíptica que te cagas pero que necesitaba de un tirón/nombre prestigioso para venderla a los estudios y luego, a nosotros, los sufridos espectadores. A la masa inmensa de seguidores de Mad Max, los tenemos seguros con sólo poner su nombre en el afiche. Al resto, los convenceremos gracias a su leyenda urbana y potente influencia en la CultuPop que tiene Mad Max. Hacemos taquilla, Miller queda tranquilo agregando otro título al personaje, el espectador cree salir convencido de la sala, una historia que tenía poco futuro vive en este metraje.

Creo que Miller tomó muchas notas sobre DOOMSDAY, película que, a su vez, tanto tributa a la trilogía australiana como a SERPIENTE PLISSKEN. Se ha establecido un (incómodo) nudo de referencias entrambas cintas. Miller se ha dejado “influir” por “sugerencias” de Doomsday, deformando el carácter genuino de su saga y la relevancia del protagonista. Ved ambas. Cuántas cosas “las unen”.

Nuevo todo aunque con suficientes guiños al pasado como
para hacernos, a los veteranos, sentir tranquilos con lo visto
Lo primero que Miller anotó: que, pese al curioso planteamiento de Doomsday, necesitaba un héroe puro/duro que vendiese la moto, el V8, en este caso. Porque Fury Road sería sólo otro rollo sobre catástrofes “futuristas” medioambientales con núcleos detonados que corría el riesgo de pasar apenas percibido por las salas de cine. Doomsday sufrió esa suerte. ¿Qué exceptuaría, pues, a Fury Road del apoqueclipse?

Pues Mad Max. El espectador sabe ya de qué va. ¡A vender palomitas, tíos!

Pero Max, repito, es anecdótico, casi un cameo, en una aventura nitropropulsada por los secarrales más aterradores del ancho mundo, con regusto a muchas viñetas de JUDGE DREDD en la Tierra Maldita. Como MEL GIBSON tampoco estaba por repetir rol, el mundo se ha movido, otras (climáticas) inquietudes nos barrenan, Miller aprovecha, realizando un reinicio del superviviente por excelencia con vistas a secuelas que permitan seguir explotando la licencia.

¿Un ejemplo? INMORTAN JOHN fue, en su momento, el
líder de moteros desquiciado CORTAÚÑAS. Uno que repite
procedente de la primera saga
Como fan de Mad Max, la verdad: me desconcertó el aparatoso resultado. THE ROAD WARRIOR ni tiene la mitad de lo que vemos aquí (en chatarra motorizada) y su poderoso espectáculo logra fijarte al filo del sillón. Miller, con un buen puñado de dólares, mete SFX computarizados a chorro para compensar la energía ausente de su Road Warrior pensando así superarlo. ¡Craso error! Primero: diluye a Max. Luego, copia Doomsday. Después: $ a mansalva para crear una arquitectura loca/caótica de personajes extremos.

Otra lectura, empero, de esta cinta es que el héroe solar casi todopoderoso agoniza. Las féminas cobran cada vez más peso; cooperar, compartiendo la gesta heroica entre muchos, disolviendo la individualidad rebelde, fagocita cada vez más la ficción. Es un aplauso a la mediocridad. Critica al que, por su esfuerzo, despunta. Deja mal a la masa incapaz de imitarle, creando feos/malos sentimientos que atentan lo políticamente correcto tan en boga. 

La salvaje ferocidad rapaz de THE ROAD WARRIOR la
sustituyen en
FURY ROAD por un mesianismo demente cuyo
premio es el Valhalla. Adonde vas sin camiseta, además
Cada vez, lo políticamente correcto corre hipócritas velos más tupidos en la Sociedad. Transforma en delirantes ciertas situaciones. Y Mad Max, el hosco y malhumorado misántropo, no ha encontrado esta vez Interceptor lo bastante veloz como para escapar a esta nefasta influencia. Ahora es otro ladrillo en el muro.

No creo Miller haya estado a la altura. Aun así, ha superado a J.J. AMBRAMS y su más pobre recreación de STAR WARS en el EPISODIO VII para jóvenes del siglo XXI.