domingo, 23 de julio de 2017

SUICIDE SQUAD — NUEVO DESPILFARRO DC COMICS

Psicodélico afichge. Aun reconociendo lo
bueno que es el contraste entre personajes
MARVEL y DC en pantalla... ¿deben ser
éstos últimos tan... tan solemnes?
Lo lamentable de efectuar comparaciones se pone muy en relieve en este filme que aúna a un grupo de “super”criminales potencialmente peligrosos para la Sociedad que son empleados, estilo DOCE DEL PATÍBULO, para combatir amenazas excepcionales, sin  paralelo en la Historia; al menos, reciente. Ser una bala contra el nuevo SUPERMAN.
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Para darle sesgo que atrape la bondad de la crítica, que puede excederse demasiado con el rigor que emplee para lapidar esta inversión millonaria, malogrando los ingresos que esperen recaudar, hacen pivotar la cinta (para lucimiento de WILL SMITH, ante todo) sobre dos sugerentes ejes: la redención y el que, en el esfuerzo por obtener la seguridad perfecta (la norteamericana, léase), la medida elegida como óptima puede ser la que termine matándonos. Es elíptica referencia a la polémica Ley Patriótica.

Idea interesante, esta segunda, que reviste a ESQUADRÓN SUICIDA de ese fuerte regusto institucional, de agencias secretas, casi Gobiernos paralelos a la sombra, que se financian sin embargo del Gobierno “a la luz”, despachos dominados por especialistas carentes de alma, llenos sólo de aterradores propósitos que pueden resumirse en que “más vale matar a cien inocentes que dejar escapar a un culpable”.

En sus documentos afirman lo opuesto, por supuesto, algo como “matar a cien culpables para evitar maten un inocente”, para contentar a los que asignan la pa$ta en el control presupuestario y/o moral periódico. Pero, no. Es la primera fórmula la que abraza todos sus movimientos y estrategias.

En plata: los anti LOS VENGADORES, aunque se les diseñe
como los anti el 
SUPERMAN que no comulgue con nuestros
parámetros morales o sociales
Aunque Suicide Squad aquí tampoco aparece en exceso original; LOS VENGADORES, LA ERA DE ULTRÓN ya tiene ese concepto palpitando bajo la coraza de vibranium que contiene la inteligencia artificial genocida. En su bienintencionado esfuerzo por protegernos, TONY STARK y BRUCE BANNER desarrollan un ofuscado recurso que pone todo su empeño en nuestra extinción.

El elemento elegido para matarnos, en Suicide Squad, que más parece no obstante un elaborado retablo de flashbacks para contarnos la vida de algunos integrantes de la unidad, no una película de acción fantabulosa destinada al franco ocio, es una fuerza mágica que diseña una extraña máquina (algo que, a su vez, evoca al primer Vengadores) activada más por ‘mecanismos’ sobrenaturales que piezas físicas. Esto ahora revierte a DR. STRANGE, donde la misma alineación “de planetas” empero está mucho mejor conseguida, creando incluso personajes llamativos pese a que, a priori (esto es algo personal), no lo sean a nuestro paladar.

Mira, niñata, esta peli es para mi lucimiento; como te vea
robándome escenas, te cagas, rubia. La otra finge indiferencia
con ese rictus erectus que plasma
DC puede tener una muy veterana y respetada colección de iconos. Pero su traslación a pantalla sigue siendo deficiente. Esperan combatir a MARVEL con derroches en SFX y dinero que enmascaran su incapacidad de darles la empatía y soltura que los iconos de Marvel desprenden. Mientras estos últimos no se toman demasiado en serio, los de DC parecen estar predicando, exhortando, lanzando admoniciones wagnerianas. Apabullan con sus sombrías demencias (BATMAN) o sus sobrehumanos poderes (Superman), sin permitir un resquicio de diversión, o luz, en sus acciones.

Todos sus personajes aparecen como dioses, o semidioses cuando menos. Viven en distantes cumbres borrascosas mirándonos con indecible sentimiento. Les aleja su frialdad, la magnitud de sus poderes o acciones. Los Vengadores son más cálidos. Pese a que tienen parte de imposibilidad, puedes contactar con ellos. No sucede igual con los DC. Y este Escuadrón Suicida, ni te digo qué refractario nos es.

No entro a comentar sobre EL JOKER. Ya lo constató ALAN MOORE: Unas veces recuerdo mi pasado de una manera; otras, de otro. Por tanto: `nuff said. Esta imagen puede encajar en cualquiera de sus maleables currículums.