miércoles, 29 de septiembre de 2010

Y NO OS PRIVÉIS DE LEERME TAMBIÉN EN...


Portada del tebeo que he reseñado
El siguiente fragmento se consideró inadecuado para incluirlo en la reseña. Aducidas las razones, me pareció bien (y en algunos aspectos, aun oportuno, motivo por el cual no “forcé” alegando cualquier cosa para que lo mantuviesen) y se eliminó.

Pero, ¿por qué lo rescato? Pues porque, pese a todo, considero que tiene cierto sesgo razonable. Mas debo confesar que esta “descripción” no es mía. La oí en un conocido centro de la localidad dedicado al tebeo, y en gran parte se me grabó. 

No puedo dar el nombre del auténtico autor de esta opinión. La oí una tarde de Agosto de 1992, en un coloquio improvisado. Ha llovido bastante desde entonces…

El fragmento considerado inapropiado es:

Afiche de la película citada. Vaya, en referencia
a Mortadelo y Filemón, si hace "cuá" y va
por el agua, es...
«Los rasgos de su idiosincrasia podrían ser: Filemón, elegante con su pajarita, es el retrato de un aspirante a cosmopolita, de exótica educación, aunque sigue impregnado del provincianismo que arrastran sus padres, llegados no hace tanto a la capital. Es como la cara del “nuevo orden” social que sepultará al Régimen. Vanidoso, jactancioso, falsa y engreídamente culto, no duda en apelar a “bajezas” y trolas con tal de escaquearse del trabajo o rehuir un encargo y largarse al fútbol. A Filemón se le supone incluso votante de centroizquierda. Mortadelo es arcaico: usa corbata de lazo y levita. Es esa imagen “sacralizada” y convencional del funcionario  y del señor decente que JOSÉ LUIS LÓPEZ VÁZQUEZ encarnó con éxito en distintas películas. Es un trasunto de saldo de los Grandes de España que se pretendía mantener vivo en la población. Pero Mortadelo embroma: consumado maestro del disfraz, metamorfosea su imagen desgarbada, quijotesca, en multitud de falsas identidades. Mortadelo, como votante, estaría tan indefinido como sus disfraces. Uno aspira a TONY LEBLANC con utilitario y chalet. El otro va en autobús o tranvía y repasa la quiniela a ver si es millonario. Uno es de pijama; el otro, de camisa de dormir. Ambos tratan empero de escapar de el Súper Vicente, encarnación del jefe, autoritario y campechano a un tiempo, viejo sargento chusquero demostrando las limitaciones intelectuales de su extracción.»
José Luis López Vázquez como "Torcuato"; a ratos
Mortadelo, a veces Filemón. Creo que hubiera sido
un excelente PEPE GOTERA
 Por cierto: antes de LA GRAN AVENTURA DE MORTADELO Y FILEMÓN, en 1970 FERNANDO FERNÁN GÓMEZ (como ‘SALOMÓN’ -¡toma ya! ¿Cuánto le falta para rimar con “Filemón”?-) y José Luís López Vázquez (haciendo de “TORCUATO” –este no rima con “Mortadelo”-) interpretaron un trasunto de ambos personajes en CRIMEN IMPERFECTO.

Vuestro Scriptor.

ACERTADO "PREFACIO" - SOLOMON KANE EN CELULOIDE

Uno de los afiches (quizás el más
espectacular) de la película
De la “panoplia” de personajes que ROBERT E. HOWARD ‘alumbró’ para ganarse un sueldo de otro modo que no fuese el habitual en su pueblo, Solomon Kane siempre me ha parecido extrañamente cautivador. Tanto CONAN como KULL son, en el fondo, culturistas desbocados con ambiciones monárquicas en entornos de extrema violencia y sombras sobrenaturales. Sus complejidades pueden aun resumirse como que muestran una sofisticación de sus necesidades básicas pasando luego a la habitual barrena de especulaciones de cierto cariz psicológico sobre que la longitud de sus espadas compensa no sé qué y tal. Bobadas. Era gente de “la ley de su época” y, por su hacha, gobernaban. No comprender esto sería tan absurdo como querer llevar hoy a Esparta ante un tribunal por infanticidio, pues así se regían y no les parecía cosa mala a los de entonces. (Pero con la oleada de estupidez que últimamente recorre Europa –un fantasma del que ni MARX [KARL] ni ENGEL escribieron nada-, igual la acusan.)
Portada del nº 1 de la colección, obra de
nuestro compatriota JESÚS MERINO,
del relato SOMBRAS ROJAS

Solicité, por tanto, parecer a un profundo conocedor de la obra de Howard que también se ha visto la película: MANUEL BARRERO. Es evidente que su sucinto apunte, que reproduzco a continuación, delata la presión que le impone su trabajo y la atención que dedica a  TEBEOSFERA, así como el tiempo que le roba su incipiente ‘salto’ a los medios de comunicación donde, como un CARL SAGAN de la divulgación de la historieta, da a conocer los logros y pretensiones de la mencionada web.
Pese a su brevedad, atentos que hay un par de aspectos de su opinión que atacan el problema y conducen nuestra atención hacia ciertas facetas que los autores de la cinta podrían haber considerado.
Según él, Solomon Kane, la película, es:
»Yo he leído toda la saga literaria y todas las historietas. Roy Thomas practica un acercamiento al personaje bastante respetuoso, yo diría que incluso modélico, aunque el plantel de dibujantes elegidos no me gustó, y tampoco me gustó que lo mezclaran con Drácula y tal, si bien es verdad que pudieron coincidir en el tiempo.

¿Imagen de un pecador que ahoga su
remordimiento en crímenes? 
»La película tiene un pase porque es una producción mínimamente cuidada, con una introducción interesante con eso de los mercenarios buscadores de reliquias y tal. Pero el personaje está desvirtuado. No es el de Howard y no resulta interesante. En una era de puritanismo los sentimientos religiosos vuelven a un hombre circunspecto y frío, apagado, pero este tipo de la peli parece un pequeño saltamontes con traje de chulo. Un Ghandi de barrio. Y no. Eso de dirigir el afán de venganza de un hombre en función de unos amiguitos que hizo en una acampada, o en virtud de que una chica le bordó un traje a la luz de las fogatas.... no cuela. Solomon era un tipo atormentado por la culpa, por los muchos muertos abatidos por él y las muchas muertes contempladas. Un tipo que huía, constantemente, lejos de su puritana Inglaterra, en busca de un nicho sin esa comezón culpable que sólo proporciona, como no, el catolicismo.
»Y qué decir de la escena de la crucifixión. Ridícula.
»Lo del monstruo del final está de más, pero a una peli de estas o le metes un monstruo o, previamente, tienes un buen guión. 
El monstruo de la polémica. Este salía en EL
SEÑOR DE LOS ANILLOS - LA COMUNIDAD DEL
ANILLO, ¿no?
»Cuando el director llegó a esa altura de la peli se dijo... "tengo que meter un monstruo, maldita sea". 
Quizás el monstruo que apareció por la producción fue… la propia película en sí.
Vosotros, ¿qué opináis? No estaría mal saber si acertamos o no sobre la elección de nuestros comentarios.
Vuestro Scriptor.

lunes, 27 de septiembre de 2010

MENSAJERO DEL FUTURO (THE POSTMAN) – EL SUPERVIVIENTE BURGUÉS

Cubierta del libro, cuya lectura 
considero un ejercicio de masoquismo,
por muchos premios que posea
Es curioso observar cómo una sencilla producción australiana de 1979 ha influido en nuestra cultura y el modo de “comprender” el mundo después de la bomba, como durante mucho tiempo se entendió la escombrera que quedaría tras la Tercera Guerra Mundial. Había matizaciones sobre cómo sería EL DÍA DESPUÉS, y algunas de esas visiones no tenían nada que ver con la energía atómica; en las más célebres, la debacle procede de pandemias (como DOCE MONOS). 
MAD MAX, y en especial THE ROAD WARRIOR, dieron un ‘revolcón’ a la idea del superviviente y el mundo que surgiría después. Hasta entonces, teníamos supuestos  (como EL PLANETA DE LOS SIMIOS, EL PLANETA DE LOS BUITRES, LA CARRERA DE LA MUERTE DEL AÑO 2000 o NUEVA YORK, 2012) en absoluto conciliadores. Pero, para más inri, llegan GEORGE MILLER y un desconocido guaperas, MEL GIBSON, y ¡lo empeoran todo! La impronta que dejaron con un filme relativamente barato (EL GUERRERO DE LA CARRETERA, no; ése fue la mayor producción de Australia) ha calado en nuestro acervo cultural de modo tan profundo que sólo nos basta decir “un mundo como el de Mad Max” y sobran las palabras.
El guerrero de la carretera: todo un
verdadero icono de la CultuPop.
Y estoy hablando de unas películas, sin aspiraciones culturales, cosa casi nueva, y no de uno de esos tochos ceremoniales del siglo XVIII o mucho más remotos en la Historia, esos clásicos con los que algunos se permiten despreciar el que, en la actualidad, se cree algo capaz de superarlos.
Eso se esperaba de Mensajero del Futuro (The Postman): otro “paseo” por “un mundo como el de Mad Max”, otra vuelta de tuerca en el tema post-Cataclismo (léase: LA CARRETERA, EL LIBRO DE ELI), otro escenario salvaje donde el héroe, pese a la brutalidad del entorno, contiene unas trazas aún puras de decencia que le hacen marcar la diferencia. KEVIN COSTNER ya había probado las ‘amargas mieles’ del mundo tras la Catástrofe en WATERWORLD (y su controversia y problemas agregados), y, casi de inmediato, en absoluto escocido por la experiencia, ¡se mete en el pellejo de otro superviviente!, sin respiro ni casi tránsito, pasando de las marejadas al secano.
Todos sabemos (quienes hayan visto la cinta, esto es) qué decepcionante es la película. Es como un western con AK-47 y M16 en el marco de un Gran GRAN Desastre que jodió la Civilización, y aquí nos tienes: malviviendo del despojo.
Esta jeta puso WEZ tras la lectura y el visionado
de su "rival"; se dejaba pillar por un tren
La cinta es “blanda”, “blanca” y su argumento tan incoherente como el de SALVAR AL SOLDADO RYAN. Pues bien: comparada con la novela, es un espectáculo de violencia bárbara y brutalidad descarnada.
Escrita por DAVID BRIN, novela PREMIO LOCUS 1986 y PREMIO JOHN W. CAMPBELL MEMORIAL 1986, podemos comprenderla como una “reacción alérgica” al mundo “legado” por Mad Max (notemos que es de cuatro años después del estreno de El guerrero de la carretera; no es descabellado imaginarse que Brin vio la peli, se le motorizaron los sesos y parió esta historia, el ‘anverso’ de Max). Toda la novela aspira a regenerar el mundo, sacarlo de la sima, reconstruir, mientras que en Mad Max siguen reptando sobre una superficie desértica aprovechando lo que quedó; aun el esfuerzo de TINA TURNER por recrear un trasunto de nuestra Sociedad se va al carajo (culpa de Max), como una alegoría de que estamos apresados en un ciclo eterno de creación-destrucción del que no podemos escapar por mucho que queramos. En ese sentido, el final de la novela The Postman es desconcertante, pues se contradice con el espíritu del libro: el protagonista parece ver algo (quizás esta alegoría de orden-caos) que le obliga a seguir vagando por las graves planicies, con una sensación de consternación.
Reparando en sus premios, una vez leída, cada día tengo más claro que sí: The Postman se galardonó meritoriamente no tanto por su calidad (en mi opinión, ¿eh?, es mediocre) como porque América debía tener su Mad Max, uno civilizador, opuesto al australiano cínico, buscavidas y mercenario. Podría demostrar que ellos, aún tras la peor catástrofe, seguirían horneando tarta de manzana. Ese aire de puridad e inocencia, de virginidad, que impregna mucho de lo que Norteamérica publicita a través de teleseries y filmes, tenía que salvaguardarse como fuese, aun con estos premios.
Este fotograma lo refleja claramente: la desorientación del
personaje procede del material del que surge
Pero no por eso The Postman deja de ser el Mad Max de los timoratos.
Casi todo lo escrito en la novela se refleja en la película, excepto (y a más destacar): la supuesta IA superviviente que “aconseja” cómo es mejor cultivar los campos (en principio) bombardeados por el átomo, y…, bueno, esto, sí, lo de los superhombres.
¡Oh, sí: SUPERHOMBRES! Brin juega con la física del Cosmos con dados cargados que arroja a la oscuridad. Superhombres. Salen Superhombres. Fruto de un proyecto como el del CAPITÁN AMÉRICA. Por si su melíflua situación post-cataclismo no fuese suficientemente desconcertante (acostumbrados a HUMUNGUS y a WEZ, a los demás SALVAJES DE LA AUTOPISTA): ¡superhombres!
Radiaciones y optimismo
post Invierno Nuclear
Con Mensajero del Futuro, Brin refleja el ansia de control y normalidad que una burguesía norteamericana acomodada mitifica en su televisión. Ellos sí necesitan otro héroe. Sólo este afán nos permite comprender lo “coherente” que es que un tío, un solo tío, vestido de cartero, logre concitar esperanzas a un pueblo barrenado hondamente por la devastación, viviendo en situaciones medievales en el mejor de los casos. Ese detalle desconcertaba a la crítica, a todo aquél que ve la película, pero así se explica.

Toda la miga de esta obra, no obstante, reside en que su protagonista, un hombre culto, se resiste con todas sus fuerzas a degradarse cayendo en la barbarie consecuencia del día-a-día. Brin no logra encontrar el equilibrio entre el ser civilizado y el salvaje que le ayuda a sobrevivir, cosa que sí consigue CORMACK MCCARTHY en La carretera.
Superhombres, viejo. ¡Lo más opuesto a lo que se espera en una ‘peli de supervivientes’! 
Vuestro Scriptor.

viernes, 24 de septiembre de 2010

EL ASALTO A AMÉRICA (I)


Es legítimo-legítimo, tengo testigos que lo confirmen.
Sólo eliminé mi domicilio.
Sí, señor, el sobre es de los buenos; directo desde MARVEL, la aclamada y seguida, propiedad de DISNEY. Venía con la respuesta al material que adjunto escaneado (al que intenté darle un sesgo divertido) y que, merced a su instinto comercial, atrajo la atención de los mandamases de la CASA DE LAS IDEAS. Pero como todo va lento en palacio, y más si careces de los contactos adecuados, pues ahí seguimos, planeando el siguiente asalto. Aunque ahora que sus ‘salones ilustres’ son pisoteados por el ambiguo MICKEY MOUSE, el exhibicionista PATO DONALD, el pervertido PLUTO, o el gilipollas de GOOFY, como que mi entusiasmo por la carismática firma se ha enfriado.Pero sigue siendo un blanco al cual dedicar el esfuerzo; da prestigio al currículum…

Plancha 1 de la muestra remitida a Marvel

¿Por qué elegí HULK? Bueno, es un mazacote, un tocho (una forma compacta) que rompe tanques y aviones y se las ve (o lo hacía) con robots colosales estilo MAZINGER Z y podía con todos… siempre que sus músculos y limitada inteligencia fuesen la respuesta. Aguanta lo que ningún cristiano soporta. Y ahí sigue: berreando y resistiendo, alcanzando una salida sui géneris al problema.
Ciertamente, Hulk no es sofisticado, o brillante, un personaje con el que casen los sofismas, revueltas y profundidades psicológicas. (Para eso, ya está  BATMAN, al que considero un voyeur.) Es primitivo, básico, instintivo. Una fuerza de la naturaleza con tendencia a desbocarse. Se han dado, no obstante, largas sagas en que el personaje se ha sumergido en honduras que dudo mucho que STAN LEE o JACK KIRBY alguna vez concibieran introducirlo. Para ellos, por su singularidad era un desperado (dándole así todo su elemento dramático), con una fuerza rabiosa y desbordante. Otra forma de amasar dólares y que el espectáculo continuara, vaya. Pero, y en obediencia al SOAP HISTORY, introdujeron al ‘CANIJO BANNER’, que carga con todas las preocupaciones, angustias y temores que Hulk desprecia y barrería de un manotazo. Sobre esta situación se ha escrito (y se escribirá) bastante, así que no voy a seguir amontonando adjetivos sin más mérito que el de contribuir a la estática general (y a la que he contribuido también un poco).

Plancha 2; ¿mola la historia hasta ahora?
DARZ ROAM es de mi cosecha, ergo
está registrado
¿Puede, empero, haber una sublectura que se nos haya hurtado del personaje hasta ahora? Hulk representa lo salvaje, lo animal, el espasmo de furia latente bajo la piel del urbanita, sofisticado y reprimido por toda suerte de convencionalismos y leyes sociales. ¿Se le teme concretamente por eso, por carecer de inhibiciones? El contrapunto de Hulk suele ser TRUENO ROSS, un militar, estampa del orden, el control, incluso la razón, si se quiere; encarna la jerarquía estructurada que impone la Sociedad. Que sea general permite a la Sociedad arrojarle encima todo el arsenal con que pretende sofocar, encadenar, amaestrar, dominar, amansar, a Hulk. (Sino, un detalle: de lo primero que hacen es darle un nombre: Hulk. Bautizándole, deja de ser un terror informe, mucho más temible por ser amorfo. Así se torna familiar, tratable.) Hulk es alguien que: A) persigue la ‘anómala anarquía’ de no querer tratos con la Sociedad. No es directamente un misántropo, pues suele buscar interrelacionarse con otros “semejantes” (léase: BETTY ROSS, que no sabemos hasta qué punto es un elemento para aplicar una intachable heterosexualidad a Banner/Hulk), pero quiere hacerlo con sus tiempos y a su capricho. La Sociedad nos impone rituales de conducta que repudian la misantropía. No entiende que alguien quiera apartarse de la comunidad. B) Hulk es salvaje; coge lo que quiere, como quiere, cuando quiere. Atenta directamente a la estructura normativa de la Sociedad. Pasa del consumo; no se deja (im)presionar por los mensajes, los dogmas, las políticas. Va por libre.
Detalle-viñeta; el trabajo de HERB
TRIMPE me inspiró para concebir
"mi" imagen de LA MASA
Naturalmente, este predicamento no puede venderse en un mercado donde predomina la adolescencia, cuyas mentes deben formarse, trillarse, encarrilarse. Por lo tanto, Hulk es un idiota; a duras penas farfulla con coherencia sus frases. Le hacen tan tonto que su forma de vida no puede ser apreciable.
Bajo este prisma, llega la pregunta: ¿se acosa a Hulk por la amenaza que supone (un poder desencadenado capaz de causar ruina sin cuento), o porque, dándole la espalda a nuestro estilo de vida, es un tipo de ciudadano que hace sentir amenazada a la Sociedad, abocada a controlar hasta los más íntimos aspectos de nuestras vidas? No es tan descabellado; una ojeada a la promoción publicitaria nos indica la hora y el producto que nos dará las deposiciones óptimas en el momento más indicado…
Si no hay más novedad, buen fin de semana.
Vuestro Scriptor.


miércoles, 22 de septiembre de 2010

MALDITOS BASTARDOS: EL JOVEN NICK FURY


Uno de los afiches de la cinta. Quizás el
que mejor refleje el sadismo de algunas
de sus escenas.

Mientras  coletea en TEBEOSFERA (http://www.tebeosfera.com/) el especial dedicado a los agentes secretos, voy a aprovechar para hacer una pequeña digresión sobre una película de otro tipo de “agente secreto”: Malditos Bastardos.
Breada por la crítica especializada, debemos admitir que muchos de los defectos señalados a sta película lo son con razón; la cinta transcurre por dos horas largas de extensos y casi tediosos diálogos donde de vez en cuando repunta alguna frase brillante o una serie de observaciones interesantes. Por supuesto, la crítica especializada ha ido a degüello señalando las referencias cinematográficas “baratas” de QUENTIN TARANTINO y qué ha sacado de dónde y por qué. He aprendido que mucho de lo que reprocha la ‘crítica especializada’ suele basarse en superficialidades estéticas, ignorando o prefiriendo desconocer por voluntad propia otras fuentes de las que mane la obra reseñada. En esta ocasión se han regodeado recordándole al “tío de las pistolas” lo que el LENI RIEFENSTAHL de los dictadores zocatos hispanoamericanos, OLIVER STONE, le espetó cuanto tuvieron su enfrentamiento respecto al enfoque de ASESINOS NATOS: que es un directorzuelo “barato”, destinado a hacer siempre “peliculitas” (y, si mal no recuerdo, también lo comparó, al demérito, con MARTIN SCORSESE). Menos mal que Tarantino se estrenó con dos obras maestras sucesivas. La sombra de cierta envidia siempre planea cuando se valora su trabajo, al parecer. (Donde la cagó bien fue en JACKIE BROWN, pero tampoco la novela de ELMORE LEONARD es una joya.)
´Nuff Said: macho alfa triunfante. Ese
día cayó hasta el apuntador.
Pero, sí: muchas de las deficiencias criticadas están fundadas objetivamente.
Mas Malditos Bastardos debemos nosotros enfocarla también desde otra perspectiva; el autor no crea en solitario o de una sola influencia. Yo no leo solamente ciencia ficción. ¡Pobre de mí! Apelo a numerosas referencias para tratar de enriquecer mi trabajo, y las más intensas han resultado ser ciertas experiencias personales. A Tarantino le ocurre igual. Como ROBERT RODRIGUEZ, SAM RAIMI o KEVIN SMITH, él es un voraz lector de tebeos. En su infancia, era fan de los X-MEN, y comentaba con su madre, CONNIE ZASTOUPIL, distintos aspectos de las tramas de las series que ambos leían (esto era principiando los setenta, más o menos). Todo eso ha legado, por supuesto, un rico légamo del que, como burbujas de gas de pantano, emanan influencias que sazonan sus trabajos. Algunas podemos identificarlas; otras, cuesta más. Dado que el autor americano de cómic es un lector omnímodo, el entramado de ideas, influencias y situaciones puede ser hasta casi indistinguible, estableciéndose una simbiosis y un proceso de retroalimentación con otras obras.
Quiero referirme, por tanto, a que el personaje que encarna BRAD PITT, el TENIENTE ALDO RAINE es Nick Fury. ¿O no? ¿Creéis que un chaval que se leyera los ‘gloriosos’ títulos de MARVEL en su infancia no encontró en algún momento un referente al superagente tuerto de S.H.I.E.L.D, picadora humana de siniestros nazis, junto a sus no menos estereotipados compañeros de comando, y que eso no ha aflorado en esta película? Fury y los suyos no podían andarse con sutilezas (censuradas en las planchas de su colección); era cuestión de ganar la Segunda Guerra Mundial. Y hacerlo por cojones. Y es lo que, descarnadamente, con su mezcla a lo ABBOT Y COSTELLO de chiste y susto, Tarantino ha hecho en esta cinta.
Hans Landa: como siempre, el papel de malo el mejor.
Es quien más se divierte.

En el apartado de lo “notable” de Malditos Bastardos podemos encontrar un elemento inquietante: exceptuando el largo prólogo (basado en la secuencia en que LEE VAN CLEEF aparece en EL BUENO, EL FEO Y EL MALO), donde CHRISTOPH WALTZ ya apunta las singularidades del coronel HANS LANDA, los alemanes no cometen tropelías o brutalidades evidentes, filmadas. Todas corren a cargo de los comandos elegidos por Pitt para exterminar alemanes. ¿O no es este Nick Fury traspapelado quien exige a sus hombres una recompensa en cabelleras arrancadas al enemigo? ¿No son particularmente sádicos sus agentes a la hora de ejecutar a los rivales? El final, de verdadera ucronía, también tiene un elemento de salvajismo, al disparar y bombardear a la elite alemana y al FHÜRER en el cerco del cine.

Fran Castle: otro que sabe de capar
enemigos hasta para aburrir.
Asimismo el tratamiento de ciertos aspectos de la disciplina que guardaba el soldado alemán está reflejado con gran detalle, quizás con auténtico verismo. Recordemos la forma como el tirador de elite se cuadra ante el mando: cuida la distancia a la que la mano debía estar de las tiras de su pantalón. En la amplia oferta de filmes parecidos, los alemanes siempre son caracterizados de una forma burda, un tanto chulesca en los oficiales, y rara vez vemos tropa casi adolescente entre las que se enfrentan a los norteamericanos. Es una forma más de demostrar el poderío del vencedor aliado sobre el derrotado, una manera de seguir humillándole décadas más tarde, celoso y temeroso de su eficacia. ¿O no siempre los altamente entregados soldados alemanes, esos que en poco tiempo devoraron media Europa, son presentados como torpes, descuidados, hasta desmañados? Una organización compuesta por tales ineptos no podría haber llegado tan lejos… a menos que los rivales fuesen aún más mantas que ellos, ¿verdad?
Para ir rematando, y de vuelta al papel, en PUNISHER – MADRE RUSIA, Nick Fury adquiere un papel protagónico cuando implica en la nueva GUERRA FRÍA a FRANK CASTLE, aventura que servirá para sacarle lo poco humano que aún reside en sus entrañas. Con guión a cargo de GARTH ENNIS (cómo no), Fury manifiesta lo más áspero de su carácter poniendo en su sitio, sin sutileza alguna y con un lenguaje ácido y cuartelero, a los altos mandos de un PENTÁGONO que enfrenta la situación como una partida de STRATTEGO o el MONOPOLY, o una novela llena de rizos de TOM CLANCY.
El Hombre del Rifle Heston en su mejor día de acidez
estomacal.
Nick Fury se ha visto ‘retratado’ en el cine en otras ocasiones. La más directa, en MENTIRAS ARRIESGADAS, interpretado por un auténtico ‘hombre del rifle’, como fue CHARLTON HESTON, y que, es pura conjetura, quizás fuese la estampa en que se basó Ennis para concebir al peculiar coronel en la aventura de  Punisher.
Y si en plan lírico… ¿puede ser la ANGELINA JOLIE de CAPTAIN SKY Y EL MUNDO DEL MAÑANA un cameo femenino del personaje? G0bernaba aquella fortaleza volante tan parecida a la que TONY STARK le concibió a S.H.I.E.L.D, ¿eh?
Da que pensar, oye…

Un ojo espía desde el alto cielo y entre todos los
vientos. Así que portaros bien. Ella lo ve todo.

Vuestro Scriptor.







lunes, 20 de septiembre de 2010

UNA TEORÍA CUALQUIERA

Afiche de Avatar: monumental fracaso de
la ciencia ficción, máximo exponente de su
crisis
Un solo vistazo a la cartelera y a las estanterías de las librerías, al entorno de los libros electrónicos en internet, a las webs y blogs que prosperan, me impiden comprender la rotunda afirmación de que LA CIENCIA FICCIÓN ESTÁ EN CRISIS.
¿Cómo es posible? ¿En crisis? Acabo de enumerar casi todos los elementos donde podemos verificar que esto no es así. Y, sin embargo, por ahí rulan simposios y mesas redondas donde se afirma que SÍ, la CIENCIA FICCIÓN está en CRISIS. Terminal, casi.
¿Qué significa concretamente esto? ¿Que no venden cuanto quisieran? ¿Que hay pobreza argumental en la mayoría de las propuestas? ¿Que hay tantos dedicados a lo mismo que el género ha perdido lustre? No he tenido oportunidad de presenciar ni de participar en ninguno de estos debates (así que aprovecho este foro para arrojar mis especulaciones), pero me gustaría saber qué conclusiones se obtuvieron, o en qué dirección se apuntan las soluciones, o si todo quedó en un derrotista lamento de resignación ante una oscura suerte más próxima que futura.
Esta cara puso JOHN CONNOR cuando se enteró
de la crisis de la ciencia ficción
Hay sectores que vinculan la prosperidad de la ciencia ficción a un carácter político; o sea: cuando la sociedad está reprimida, disfruta de regímenes autoritarios y demás, el género es una salida brillante para efectuar la denuncia de las faltas de libertades merced a distopías y/o elaborados entramados filosóficos y psicológicos. Esa ciencia ficción sí vale. Las payasadas imperialistas estilísticas de GEORGE LUCAS, no.
He encontrado “puristas” de este tipo. Entonces, carecía de la voz o los conocimientos para oponerme a su criterio o discutirlo, cuando menos. Ahora, creo tener algunos.
¿Que la ciencia ficción está en crisis? Tengan la amabilidad de concretarme cómo, o en qué. JAMES CAMERON acaba de apuntarse un tanto enorme con AVATAR (a falta de verla, la creo una mezcla de LA PRINCESA DE MARTE y TROPAS DEL ESPACIO), y seguramente en próximos meses veremos otros estrenos también impactantes. Esto de la ciencia ficción deficitaria me suena a lo que STAN LEE confesaba: que ya cuando él empezó en la industria del cómic, oía que el tebeo estaba “en crisis” (y ya saben muchos cómo “de crítico” está Lee con la “crisis” de la historieta).
Boceto para un proyecto que
desarrollé para la extinta Editorial
Rara Avis. Es de 2003; nótese el
parecido de la chica-gato con
la del afiche de Avatar. (Imagen
registrada.)
Sí puedo entender que algunos consideren en crisis el género por la masificación (por no decir sobreabundancia) de historias sobre un mismo subgénero: el CYBERPUNK. De pronto, todos nos volvimos locos llenándoles los sesos de cables a los protagonistas o al COMPAÑERO DEL CAMPEÓN ETERNO. Y, vale, durante una fase, está bien que haya historias de más de ésas. Pero es que la cosa continúa. Y no es cuestión de que el CyberP se integre con el resto de las facetas del género: aquí es preponderante, cuando ahí afuera está amalgamado, casi difuminado, con los demás argumentos.
También comprendo la reluctancia por el subgénero, que “ayuda” a considerar a la ciencia ficción en crisis, en fase crepuscular, y las causas de la aparente hegemonía de la “novela histórica”: opino que responde a una contracción cultural que teme el negro futuro que pinta el CyberP.

Aquí, con mayor detalle
De todos los pronósticos posibles, los suyos tienen más papeletas de cumplirse (algunas de sus ‘predicciones’ empiezan a “encarrilarse”, pero “no hay mejor modo de predecir el futuro que inventarlo”, ¿de acuerdo?).
Considero que el auge del fantástico también obedece a esta secuela; son huidas deliberadas del lector, atropellado por la oscura perspectiva del presente y que refleja grosso modo el CyberP. Pero de esto hablaré en otra ocasión; una crisis por vez, si no os importa.
La ciencia ficción en crisis… sí-sí.
Aunque... ¿y si hubiera un interés espurio en que esto sea así?
Si a alguien se le ocurre una opinión o una sugerencia, os agradecería conocerla. En el fondo, parece ser que nos estamos jugando la permanencia de un antiguo género.
Vuestro Scriptor.

viernes, 17 de septiembre de 2010

UNO DE LOS NUESTROS

Por ejemplo: como lector novel (y con aspiraciones de creación literaria) de ciencia ficción, te dejas guiar evidentemente por los consejos que sugieren obtener una sólida base a base de clásicos: JULES VERNE por un tubo. Luego, desarrollados los bíceps del gusto literario, tanteas los otros monstruos (H.G. WELLS), recomendándote ante-y-sobre-todo a ISAAC ASIMOV, el gran dios predominante. Luego, con cierto regusto a cerebro positrónico, descubres a R.E. HOWARD, H.P. LOVECRAFT, E.R. BORROUGHS… y el fascista máximo: ROBERT HEINLEIN (“¡Peligro, WILL ROBINSON, peligro!”). Las cosas empiezan a torcerse a la izquierda. El mundo es mucho más amplio de lo que los expertos aseguran. Hay gente perniciosa con ideas viciosas allá al fondo: PHILIP JOSÉ FARMER. Pero te han asegurado que por esa parte no conviene tirar, porque fíjate lo sombrío que es todo.
Si eres audaz, tomarás ese camino, pese a lamentar los errores que se cometan después.
El peligro de estos consejos está, más que en que en el fondo son opiniones sometidas a querencias personales, en los nombres. En las ‘leyendas’. Como fue un autor que publicó en no sé dónde en 1933, POR FUERZA es bueno y hay que leerlo. Que sea pueril como los TELETUBBIES y amargo como el esparto, no cuenta. Hay que leerlo. Y punto. Y, ¡ay de ti, hereje!, como expreses desagrado o desencanto.
Víctima de esas corrientes de criterio, fui a dar con uno de “esos clásicos que no deben faltar”: EL LIBRO DE PTAHT, de A.E. VAN VOGT, relato desestructurado, pueril y sin carga dramática; ya quisiera el conjunto tener la fuerza de la portada. El libro de otro de los grandes maestros de la fantasía y la ciencia ficción. Zafiamente escrito, es de esos escritores que se la pone como el as de bastos a ciertos “opinantes”. (Pues si toda su literatura es como este tostón, va siendo hora de plantearse los criterios que siguen los ‘expertos’ para recomendarnos algunas cosas.)
Conforme a la sinopsis, vas a leer una epopeya épica repleta de fantasía, combates y rescates de princesas en peligro cada dos o tres párrafos. Acción pura y dura, adrenalina y sudores, síncopes y dolores de quijadas por odiar al malo y su vesania. Es evasión absoluta. Entrados en materia, ¡resulta que no pasa nada de nada! Es roña del año 1943, sad copy de los relatos de Howard o Lovecraft, presuntuosa y huera; no comprendes cómo, en alguna parte, pone febril a un buen puñado de lectores.
Venga, seamos audaces, veamos de qué va la cosa (cuidado con las zarzas que pinchan): el protagonista dice ser un dios todopoderoso y absolutamente invencible que viene a reclamar, después de un largo exilio mágico, lo que es suyo que para eso es suyo. Y ¡ay del que se atreva a negárselo!: lo hace un ocho y lo tira a la basura o lo fulmina con cualquiera de sus ilimitados poderes divinos.
Ya la idea de su restauración debería hacer temblar a todos los que han vivido a renta antigua y escote en sus reinos, pero… ¡no, qué va! Resulta que el dios éste está atrapado en el cuerpo de un pringao absolutamente lerdo que se limita a quedarse callado y arrumbado en un rincón, como la mesita de noche, y a verlas venir desde todas las direcciones, sin saber cómo actuar. Ptaht (nombre de presunta inspiración egipcia, ¿verdad?) asegurará que es todo-poderoso todo-el-tiempo, pero omnis-ciente como que no nos ha sa-lido. De vez en cuando, el ‘todopoderoso’ atrapado dentro del cerebro del pringao le lanza alguna idea, pero como el tío tiene menos capacidad de reacción que un átomo en lejía, acaba recibiendo hasta en el DNI.
Su rival es una diosa intrigante y “todopoderosa” (ese año -1943- debían estar de oferta los “todopoderosos” de ficción; el todopoderoso HITLER ya estaba de retiradas) cuyas estrategias tienen escasa brillantez. Realmente no sé qué meta persigue (porque el celebérrimo Van Vogt se ha olvidado contárnoslo), pero al menos es la que tiene la voz cantante en la novela. A veces, el pringao dice algo, pero, con él, se aplica la leyenda que inmortalizó MARK TWAIN: “Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda”. El pringao cuenta con la ayuda de la que es su eterna y sufriente esposa (siempre hay una en este tipo de tramas), prisionera de la diosa intrigante (para eso es la mala, la que tiene ideas, redaños y el traje de látex ajustado), pero para el auxilio que le presta, el pringao como que no necesita lavativas.
Y toda esta candente historia sucede en el maravilloso mapamundi de un planeta Tierra de dentro de 200 millones de años (¡hala, échale!), habitado por 54 mil millones de humanos (¡más, más!) junto a una cantidad indeterminada (pero de subidos millones) de fieras extrañas y pseudomitológicas.
Pese a todos estos elementos, me da una tremenda pereza acabar el libro, lo confieso. Me faltan unas 100 páginas, pero es que la cosa no mejora. El pringao sigue incapaz de reaccionar, la diosa mala se pone histérica contando todos los entresijos de sus planes malévolos y la diosa buena está tan perdida como el pringao. Y, entre medio, 54 mil millones de humanos moviéndose de Norte a Sur, de Este a Oeste, con difusa meta.
Y esto, os recuerdo, “es” literatura de alcurnia, un gran clásico, de los indispensables. ¿Cómo serán los prescindibles?
Vuestro Scriptor.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

RECALIBRADOS

En breve, me comentó hace poco el editor J. M. CARRASCO, de VIAJE A BIZANCIO EDICIONES, podréis disfrutar de su lectura. Os puedo adelantar algunos rasgos de la obra, esperando con eso concitar vuestro interés.
También me interesa mucho empezar hacer promoción de esta novela no tanto por el hecho en sí como por la particularidad de como está escrita. No os preocupéis: es puro Hollywood (con esto lo sintetizo diciendo que es espectáculo y evasión-diversión del todo/completamente legible). Pero el estilo no es ‘académico’, no es el habitual de:
“El hombre entró por la puerta, y lanzó una mirada en torno registrando la habitación.”
sino:
“Ante la puerta. Echa un vistazo a la habitación. Degradación, muebles viejos. Leonera. Cubículo cutre de puta barata.”
Dura, directa. Sincopada. Como una piedra dentro de una bola de nieve debe golpear.
Recalibrados es, esencialmente, noir. Una novela negra distópica en un mundo futuro de tiranías, tanto colectivas como del individuo, y tan asumidas que no existe ningún afán de rebelarse a ellas. También es uno de los pilares que describe el Universo de “la frontera”. Incluye un plus, un Breve Glosario donde una cantidad concreta de “sus” términos ya orientan sobre todo cuanto podáis esperar encontrar en el conjunto de las “facetas del Prisma Universo” de “la frontera” (dos términos acuñados en mis historias de fantasía heroica.)
También quiero recordaros que fui finalista del PREMIO MINOTAURO de CIENCIA FICCIÓN de 2009, por LAS GRAVES PLANICIES, que creo también está en puertas, y de la mano del GRUPO EDITORIAL AJEC. Me dirijo ahora al lector de ciencia ficción que pueda encontrarse con ambas obras: las dos están redactadas con distinto estilo, porque algo en lo que creo es que el autor debe tener registros. Puede desarrollar, para su completa comodidad, una vertiente determinada, de su preferencia, pero también comprobar si es capaz de adaptarse a un mercado distinto al suyo. Igual se lleva una sorpresa y descubre que es mucho mejor en ese otro campo.
Intento con estas novelas cubrir el mayor radio posible de acción; Recalibrados es, por como está escrita, ligeramente experimental. No es tan convencional como Las graves planicies, más ‘doméstica’, más ‘usual’, pero que contiene los mencionados giros de mi estilo particular y que la hacen, por tanto, “una historia de la frontera”.
De corazón espero que disfrutéis con ambas lecturas. Con tal intención las escribí. Recordad que comprándolas estáis contribuyendo a una buena causa: la de poder seguir surtiéndoos de más amenos relatos. De momento, me conformo con hacerlo así.
Más adelante veremos qué otros campos podemos cultivar.
Ah, sí: Las graves planicies es la primera de cinco novelas. Por vanidoso que suene: ya veréis qué cosas ocurren a continuación. Qué gran tipo es JOE HORSEMAN.
Vuestro Scriptor,
Antonio Santos.

UNA HISTORIA DE LA FRONTERA

Bajo este epígrafe suelo iniciar todas las historias que escribo, y pretendo hacer ver que se tratan de relatos que, en cierto momento, se salen de la cotidianeidad y penetran en un lugar extraño, con salidas imposibles y giros inesperados. ¿Qué rápido ejemplo práctico podría describir “una historia de la frontera”? Ya está: Arma letal: un poli a punto de jubilarse que se ha llevado años y años sin tener un roce particularmente violento con el mundo de repente se ve implicado en un huracán de balas, destrucción y psicópatas. Eso es una historia de la frontera.
Se me ocurrió como subtítulo cuando remití un guión cinematográfico a Filmax, porque la historia que relataba cumplía con los preceptos que acabo de citar. No era un relato de esos llenos de imágenes simbólicas y onirismos y demás: era Hollywood puro. Pero los señores responsables de esa santa casa no lo entendieron así.
Al menos, durante la redacción de ese guión aprendí cosas. Supongo que la máxima es correcta: “Ningún trabajo será en balde”; es una sentencia hebrea que, me dijo una vez un amigo, consta en el aparato respiratorio de Darth Vader. La verdad, no soy tan freakie como para comprobarlo. Quizás no sea así. Pero es una anécdota curiosa.
Y me gustó tanto eso de “una historia de la frontera” que lo adopté como emblema. En mi primera novela publicada: Factoría Cinco, ya aparece.
También, y quizás pueda ser un elemento que me esté perjudicando (me identifica en el primer renglón, así que ¡a la porra el pseudónimo!), es una forma de marcar el texto; quiero que el lector sepa ya quién es el autor. Qué pueda esperar de la lectura, o llevarse una completa sorpresa al cambiar por completo de registro. Más adelante, empecé a agregar a mi estilo literario ciertas particularidades, construcciones de frases y un determinado vocabulario (que ya iremos viendo), del mismo modo que, como dibujante, tengo un cierto trazo preferido por el cual identificarme ante la comunidad. Eso es: son mis señas de identidad, vaya, y espero que tengan la suficiente calidad, o complejidad, como para evitar que sean copiadas por cualquier otro y que intente adjudicarse una obra mía.
De todos modos, cualquier lector que haya seguido mi estela en Tebeosfera, ya habrá podido comprobar la exactitud de este propósito. Y en este “prólogo” quiero reconocer la deuda que tengo contraída con esa santa web, porque a lo largo de los años ha sido la más eficaz piedra de toque para ir puliendo mis asperezas.
Bueno: creo haber dejado claro los motivos de por qué este blog se define como lo hace.
Os pido un poco de paciencia; poco a poco, iremos adornándolo y haciendo que todo tenga un aspecto más atractivo.
Vuestro Scriptor,
Antonio Santos.