viernes, 27 de abril de 2012

HANCOCK — POWER MAN

Afiche de una película sobre un héroe
digno del tebeo de Década 80:
HANCOCK (WILL SMITH)
Este filme de PETER BERG no es una película de superhéroes en realidad, pues no hay supervillano al que machacar en ella. No persigue ese espectáculo, aunque tenga momentos en que lo brinda, sino que espera más bien profundizar en las circunstancias socio-psicológicas en que se desenvolvería un ser superior que habitara un planeta lleno de mediocres. Es, más bien, una cinta de superhombres. Comparte, con el SUPERMAN de RICHARD LESTER, el que una cruel inteligencia criminal, con cierto revestimiento de astucia, le causa problemas. Pero no es una película rebosante de disfraces o capacidades sobredimensionadas (HULK). Es la historia de un cínico superdotado (sin segundas) que se siente amargamente solo y defraudado.
A JOHN Hancock (WILL SMITH, en ‘estado de gracia’), esa mezcla de LUKE CAGE, alias Powerman, y ELVIS negro, le podemos aplicar la Marginalia XLIII de POE, que rezaba: “Me he entretenido a veces tratando de imaginar cuál sería el destino de un individuo dueño (o más bien víctima) de un intelecto muy superior a los de su raza…”, sustituyendo ‘intelecto’ por ‘facultades’ o ‘poderes’. La película contesta el dilema planteado por el escritor virginiano: Hancock, rodeado de pigmeos, morales y físicos, incapaces de compartir su visión del mundo, donde el horizonte ni se divisa, de lo lejos-lejano que está, termina decepcionado y, finalmente, alcohólico.
Buenos días, señor superhéroe. Uno de los desencantados
fans de Hancock le "visita" en uno de los populosos
"salones" de su FORTALEZA DE LA SOLEDAD:
cualquier banco del parque de Los Ángeles
Bueno, precedentes de superhéroes borrachos hay. TONY STARK, por ejemplo. Pero es una idea interesante el que un ser semejante carezca luego de la resistencia moral que le impida sucumbir a las cítricas oleadas de egoísmo e ingratitud de aquellos que salva. Hancock (nombre que toma de una marca de hipodérmicas) combate el crimen y tal, mas siempre salta algún gilipollas criticándole. Esto ha ido socavando su moral, aparte de inculcarle aborrecimiento, y lo vuelve medroso aun a la hora de actuar. Visto está cuando acude a rescatar a la agente de policía herida; antes de actuar, recita un formulario feminista que espera evitar que le acusaran de sobón. Encima, ¡eso!
Hancock ufanándose tras su última y calamitosa proeza,
que, al menos, le cambiará la vida, pues salvará la de RAY
EMBREY (JASON BATEMAN), su relaciones-escudero
¿Por qué debo seguir sangrando la camiseta por ellos; para recibir su desdén?, debe pensar a diario. No sería ético, por otro lado, no ayudarles, replicaría la parte ‘heroica’ de sí, imponiéndose. Porque, por fuerza, su punto de vista debe ser amplísimo, como su generosidad, sin estar ninguna limitada por los oscuros convencionalismos y tribalismos que nos caracterizan.
Mas, tras la abrasión del desprecio sistemático, Hancock se rinde y toma un anestésico: el alcohol. ¡Ea! ¿Contentos? Acabo de demostraros que soy tan imperfecto como vosotros, pigmeos. Me veis tirado por ahí jalando de la botella como cualquier otro despojo social. Y, pese a todo, aún me pedís ayuda. Vale. Lo haga como lo haga, me criticaréis. Así que… empotro el coche de los malos en lo alto del rascacielos.
Pese a la comicidad de esta escena, conviene reparar en
el 'políticamente correcto' formulario que Hancock plantea
a la agente antes de rescatarla, sigul de lo enfermiza que
se ha vuelto nuestra Sociedad
A tenor de su dilatada existencia (Hancock parece uno de LOS ETERNOS de JACK KIRBY), este superhombre no ha visto un práctico avance en una raza de la cual se ha autoerigido custodio, y que aun se lo reprocha: ¿quién eres para elegirte nuestro hermano mayor? Pues (y más allá del complaciente fetichismo exhibicionista que parece designar a todo superhéroe, sea macho o hembra), porque un SuperHombre tiene tal punto de vista que lo obliga a salvaros de vosotros mismos, esperando impregnaros de un positivo ejemplo moral y ético, de civismo y urbanidad. Y el resto del tiempo, lo pierdo sacudiendo a algún pendenciero histérico grotescamente disfrazado, malvado reflejo del superhéroe en cuestión.
¡Celebrémoslo! Ray y su encantadora esposa, MARY
(CHARLIZE THERON) posan junto al renovado héroe. Ella
guarda, empero, un mortífero secreto que atañe a Hancock
Lo malo es que Hancock comprobó que hacer el bien no se gratifica como debiera, y viendo que la norma es: el peor, prospera, se vuelve un Reverso de sí mismo. Está, pues, en la onda de la Humanidad.
Pese a todo lo innovador que pretende ser Hancock, filme-estudio de que lo diferente debe ser anulado, y lo ‘normal’ prevalecer absolutamente (léase: ¡no necesitamos NINGÚN héroe inspirando a nuestros hijos a ser distintos!), no puede escapar del pozo gravitatorio del mainstream, y se le adjudica su LOIS LANE (el publicista RAY EMBREY —JASON BATEMAN—), que no captura noticias, sino que va por la vida solicitando espacios gratuitos promocionales apelando a la generosidad humana.
Flamante uniforme para un héroe que
sale del infierno. Es una mezcla de los
atuendos escénicos de ELVIS y del
HALCÓN, el compi de
CAPTAIN AMERICA
Bien, un idealista suele condimentar la salsa, por lo general, pútrida, de los negocios, pero la mezquina realidad que nos cobija es muy pragmática (una verdadera mala puta) y nos corta las alas ipso facto, y con regocijo. Y esto, Ray, lo vive diariamente.
La caridad mola, pero en Navidades, y en QUÉ BELLO ES VIVIR. Pero Ray insiste; toma una última causa perdida como esperanza de cambio e intenta reflotar a Hancock. Si consigue el milagro, ¿qué podría resistírsele? Vale, la suya no es una generosidad-sin-ánimo total. Pero tampoco pretende explotar a Hancock para enriquecerse con él. Quiere que sea el fulcro que movilice la concienciación mundial hacia la Era de Acuario.
Y también nuestro nubio superhombre tiene su talón de Aquiles: su esposa de otros tiempos, MARY (la afrikaaner CHARLIZE THERON), mezcla de TORMENTA de los X-MEN, WONDER WOMAN y SHAZAM (había una CAPITANA MARVEL, ¿no?), que parece, en virtud de su sexo, ser mucho más poderosa que Hancock. Pero el peligro está en que su proximidad los hace vulnerables. Todas las crisis de identidad que ha sufrido Hancock a lo largo de su luenga vida procedieron de su relación con ella.
Más sencillo, pero no menos
espectacular es el que luce Mary, una
vez se revela como Mujer Maravilla
Mas Mary guarda celosamente sus poderes, quizás porque percibió, antes que Hancock, la aspereza de la naturaleza humana, y en vez de elegir la autodestrucción alcohólica (harto más difícil, siendo mujer, y teniendo presente el papel de la fémina en la Historia y la Sociedad), elige un disfraz en apariencia invulnerable: el de chica florero que luego adquiere rasgos de maternidad. Bajo esta piel, y como le ocurriera a LOS INCREÍBLES, espera pasar desapercibida el resto de la eternidad.
Y quizás lo hace no tanto porque, descubriéndose como supermujer-en-función-de-superheroína, tema perder su intimidad, sino por el llano egoísmo (comprensible y excusable) de querer vivir cuanto pueda. Unirse a Hancock supone el fin. Ha visto perecer a sus congéneres debido a esto. Y tal vez en aceptar la inmortalidad ellos vieran una virtud. Pero, para Mary, es una aterradora perspectiva que rechaza abrazar.
Mal día para fastidiar a la costilla, ¿eh, Hancock? Puedes
acabar comiendo alquitrán
Queda, para rematar, la pregunta de que si, en un mundo con superhéroes, las figuras ajadas, defraudadas, vencidas, hastiadas, como la de Hancock, abundarían. Sospecho que sí: nuestros contrasentidos los desmoralizarían.
Vuestro Scriptor.

Documentación adjunta:

martes, 24 de abril de 2012

CAGE — MARVELXPLOTATION


Cubierta de RICHARD CORBEN. Un
piñote con este hierro, y te vuelves loco
QUENTIN TARANTINO le habría sacado punta a esta miniserie, en la que BRIAN AZZARELLO ha puesto todo su buen hacer en intentarlo, aunque en verdad se ha limitado a remozar en clave guetto un clásico, YOJIMBO, esperando así jugar sobre seguro y evitarse un fracaso. Su Cage es un moderno tratamiento, o ‘acercamiento’, de un personaje que los habituales de BIBLIOTECA MARVEL (no importa cuál) reclaman insistentemente que sea publicado: POWERMAN, sólo para ver burlada una vez tras otra su demanda por el editor.

Quizás Azzarello no vio menoscabo en acondicionar (una vez más) Yojimbo pero esta vez en versión historieta. Reprochárselo significaría que él nos replicaría mencionando apuestas igualmente afortunadas, como POR UN PUÑADO DE DÓLARES, o EL ÚLTIMO HOMBRE. Así que mejor analizamos su labor en vez de andarnos con hueras reclamaciones. Cage desarrolla la historia de un THE PUSHER BULLETPROOF, su Cage, cínico y duro protagonista, resaltado por los lápices del vet del underground RICHARD CORBEN, capaz de plasmar con inquietante verismo el ambiente de miseria y decadencia presentes en el guión/telegrama de Azzarello, curtido en el noir con su serie 100 BALAS.

Y que no falte el sexo tórrido en estas
páginas repletas de sangre y sobornos
especialmente indicada para adultos
Su Cage (hagamos un poco de historia) revitaliza al popular HÉROE DE ALQUILER de MARVEL, que tanta nostalgia concita, concebido en 1972 por ARCHIE GOODWIN (guión) y GEORGE TUSKA (dibujo). Para aquellos lectores un tanto en ayunas del personaje, recordaremos que aquel LUKE Cage (personaje favorito de NICOLAS Cage, de quien toma el apellido artístico) era un pusher de poca monta a quien su socio se la juega, le mata a la parienta y redondea la jornada metiéndole en el trullo largos años. Así contado, la trama semeja un borrador de KILL BILL, y, dada la fijación por el cómic de Tarantino, no creo estar disparatando tanto.

Entre rejas, el recluso LUCAS (Luke Cage es su alias de fugitivo) se presenta voluntario a un experimento concebido por el DR. NOAH BERSTEIN (un judío dándoselas de MENGELE) que acaba curtiéndole la piel y nutriéndole los músculos con una fuerza sobrehumana. PRISON BREAK mediante, Lucas recala en Nueva York, donde lo fagocita la moda ERA DE ACUARIO y los superhéroes prosperan como champiñones. Viéndole negocio a sus poderes, se mete a héroe de alquiler, especie de superpoderoso segurata, lo cual puede entenderse también como un tibio intento de LA CASA DE LAS IDEAS por diversificar su material, extendiéndose al género negro para captar otro tipo de lectores, línea de cómics alejada de las sagas cósmicas y los rumbosos supervillanos desquiciados, de paso haciendo algo por las reivindicaciones sociales de entonces.

El héroe, CAGE, sobrao como pocos.
Demasiado insinúa la viñeta
Y, bueno, Luke Cage podría ser antibalas, pero no antimalas ventas; la serie se canceló, pero no sin antes apañárselas para ser un mito nostálgico.

Pero Powerman ha reflotado, con diversa mala suerte, en distintas ocasiones. Ésta no sería diferente, pese a que, bajo el dudoso palio de lectura para adultos que aparenta ser el sello MAX, Azzarelo le permite a Corben explayarse con sus tías neumáticas y tíos cachas de remarcados abdominales, esperando así prolongar su existencia. Y ya está, pues Azzarello apenas se ha cocido los sesos tramando algo fuera de los estándares reseñados: forastero codicioso que llega a un lugar en litigio entre dos fuerzas mafiosas y trata de exprimirlas mercenariamente. Con falsa renuencia acaba apiadándose de las víctimas y, redimido de su codicia mediante una paliza mala y de verdad, reivindica a los débiles, saliendo triunfante.

Tiempos duros y difíciles en el guetto que pueden resolverse
a tiros o puñetazos; tú eliges
La baza que juega Azzarello es quemar los recursos del “negro” (el género, no la raza) para darle lustre ‘genuino’ a su historia. Frases cortas, cizalladas. Selección de palabras poderosas. Viles instintos. Arrabales. Tortuosas motivaciones para enmascarar eternos instintos básicos. Sexo (diluido) y codicia, balas y villanos estrafalarios, dueños de la vida y la muerte. Un errante mercenario sólido, aunque de turbio pasado.

De todo esto, es Corben sin embargo quien cosecha los éxitos, mientras que a Azzarello debemos limitarle los triunfos, aunque podamos remarcarle los suficientes para quedar con la conciencia crítica tranquila. Están, por ejemplo, el que, fiel al espíritu del clásico (la novela COSECHA ROJA, o filmes), el protagonista carece de nombre (todos le dan uno; le suponen uno; él jamás lo dice) y aunque la saga se titule Cage, podemos arriesgarnos a intuir que, dadas las connotaciones que posee la palabra en inglés, hace referencia a la situación social del guetto. Otro mérito es la galería de personajes. Otro crédito es el estilo elegido para la narración, tan conciso como cicatero en el detalle, idóneo aun así para el tipo de historias y personajes que deben nutrir este Cage, que comparte, con el del 72 (caramba, parece un modelo de coche), turbio pasado delictivo y una novia cadáver. Azzarello describe, en una frase, todo un tortuoso proceso experimental, como simiente de una explicación más extensa en entregas sucesivas.

Esta cubierta, del superdotado de los
abdominales cincelados, trata de
aclararnos si este
POWERMAN es, o
no, también antibalas
Y sobre los poderes antibalas del protagonista: todo está en el aire. En las últimas páginas sospechamos que sí, que el HOMBRE SIN NOMBRE es antibalas de verdad, pero también es un final ambiguo que remacha las preguntas, sin aclarar enigmas.

Se puede destacar de esta obra de Azzarello que, si algo deja bien claro, es la falta de esperanza. El sórdido ambiente del guetto perdurará, no tanto por el declive urbano, como por la imperfección humana, empeñada en traer maldad y decadencia, vicio y pecado, a su biosfera. El uso de clichés (los mafiosos italianos) ha resultado positivo en el conjunto de la historia, tan empeñada en resaltarnos este trágico sino.

Cage repartiendo estopa de lo lindo,
sean ninjas o macarras de
guetto; a él
le da igual. Todos cobran
Las mermas que podemos imputar a la historia, con un alto porcentaje de procacidad, feo lenguaje y perversos instintos, se centran en el conciso estilo literario de Azzarello, que a veces no cumple bien su función descriptiva. Tiende a dejar a medio entender, a causar aun ambigüedad. Alguna frase más, ¡incluso un solo adjetivo más te pedíamos, Brian!, hubiese otorgado mayor gloria a su Cage, que Corben logra inyectarle merced a su dibujo, ajustado a los monstruos deformes (del alma, especialmente) que pueblan estas páginas, compucoloreadas con lo que se intuye ya es un patrón con aspecto de norma, y le resta oportunidades al infocoloreador de mostrarnos su sello distintivo, ese aplicar la paleta de tal modo que le destacara de otros. Así, lo que gana en efectos, lo pierde en arte. Esto plantea la pregunta de que si acaso el canje no es excesivo…

Vuestro Scriptor.

viernes, 20 de abril de 2012

LA ISLA – LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA

Afiche foráneo con coña: como si huir
hacia LA ISLA fuese por puro ocio, no
la cuestión de apurada supervivencia 
que esboza la pareja de la imagen 
Como en DOCE MONOS, esta dinámica propuesta de JERRY BRUCKHEIMER (y que nos dure, pese a TRANSFORMERS III), ‘ataca’ a la profesión médica de modo tangencial. Más que a una rama específica de galenos, a la ética hipocrática que les prohíbe causar daño al paciente. También, de forma elíptica, La Isla, de MICHAEL BAY (ídem que con Bruckheimer, aunque su elaborado sentido del Gran Espectáculo tienda a saturar la pupila de efectos epatantes y secuencias adrenalíticas, al punto de causar hartazgo) trata sobre la inmortalidad y su coste, cómo la ‘beatífica’ Humanidad no mostrará escrúpulos con tal de obtener cierto fin. El filme, pletórico de estilizados planos rebosantes de chatarra, refiere finalmente al egoísmo intrínseco del sujeto.
El filme recuerda LA FUGA DE LOGAN, aunque con un toque mucho más restrictivo y sanitario condicionando al ciudadano. Han avanzado las tecnologías y la pobre, por no decir chapucera, domótica de La fuga de Logan alcanza en La Isla aspectos más refinados que, no obstante, no brindan al usuario mayores cuotas de libertad u ocio; lo encarcelan en sutiles pero férreos controles médicos y sociales que chequean desde su orina, recomendándole una dieta apropiada, hasta la calidad de sus sueños, pasando por qué tipo de amistades debe cultivar.
Una mala (pero esclarecedora) influencia para el ingenuo
LINCOLN 6 ECHO (EWAN MCGREGOR): la de JAMES
MCCORD (STEVE BUSCEMI)
Todo por vuestro bien, podría ser la consigna. La pregunta ahora es si “por nuestro bien” (y ¿quién establece qué nos conviene, o no?) queremos una longevidad insípida (en casi todo sentido), donde el individuo transite trilladas sendas que una autoridad, en calidad de omnipresente dictador benevolente, nos “recomiende”, o la rechazamos.
Después, se comprende que todo el rigor médico, las ocupaciones pacíficas y socializadoras, el “no te inquietes; ya pensamos por ti”, hasta la suave pero caladera regañina de “no se os puede dejar solos; siempre os metéis en líos”, obedece a un macabro “programa de inmortalidades” de pago sólo asequible para los más pudientes, siendo empero uno de los aspecto morales que Bay no desarrolla con plenitud, dejando al espectador que piense en la cuestión.
El masivo MCHAEL CLARKE DUNCAN, ADNATE de un
futbolista, despertará los terrores de Lincoln y la realidad
que camufla el sorteo a La Isla
Pues, ante la posibilidad de vivir muchos más-y-mejores años, ¿ponemos alguna cifra? No. Nos quejamos frecuentemente de esta perra vida, pero arañamos todo segundo posible a la Muerte…, para luego exponernos a actividades de riesgo de toda índole. Nuestras contradicciones.
Y a prolongar la vida de los más ricos o afortunados se dedica la empresa que gobierna el doctor BERNARD MERRICK (SEAN BEAN). Es el rostro amable de una corporación que ha construido, en un búnker computarizado, un mundo-cápsula post-cataclismo donde “recalan” los afortunados “supervivientes” de la Plaga (concepto nebuloso pero eficaz), que esperan su turno para ir a la Isla, paraíso libre de los contaminantes mortales que han despoblado el plantea. Una vez allí, se encargarán de repoblar la Tierra. La existencia dentro de ese búnker, la estricta vigilancia que no obstante tiene algo de la cretina filosofía buenista de DEMOLITION MAN, impulsa a los espíritus más inquietos a anhelar la Isla, o, como mínimo, y en el caso de LINCOLN 6 ECHO (EWAN MCGREGOR), a obtener respuestas sinceras.
SEAN BEAN como el DR. BERNARD MERRICK; se las da
de listo ante este escáner, pero cree que es la foto de una
coliflor; ¿lo ven? Aqui están las raíces
La Isla penetra un poco en el plano metafísico, planteando la persistencia del alma en un sujeto distinto al ‘original’. Lincoln sufre recurrentes pesadillas y sueños que, siendo ADNATE (un REPLICANTE, para que nos entendamos), no debería poseer. Más que enfocar la cuestión desde lo del innato espíritu rebelde del Hombre sublevándose ante toda tiranía y de modo instintivo e invariable, lo contemplaremos desde el aspecto espiritual. Un clon, ¿también manifiesta alma? Ésta, ¿se duplica (esto son malas noticias para el Más Allá: ¡amenaza de superpoblación!), o se divide? Si aceptamos sin reservas la liturgia, recordaremos que el ánima es el motor/depósito de nuestros sentimientos, pensamientos, recuerdos.
Recreando el Génesis en una instalación fabril. Esto parece
un lucrativo negocio cara al futuro que nos alcanza
Lincoln (esto va por el Gran Emancipador, ¿verdad?) manifiesta un carácter propio que comparte, sin embargo, rasgos del de su ‘donante’, TOM Lincoln, un tipejo vanidoso y desagradable, cuyo temerario estilo de vida (por no decir depravado) le ha sentenciado. Desarrolla talentos (que incluyen sablearle unos tragos a JAMES MCCORD —STEVE BUSCEMI—) que no debería expresar. Esto plantea: en cada partícula de ADN, ¿reside el alma también, y mis clones disfrutarán de sus ‘grabaciones’, aportándoles carácter, ambiciones, flaquezas, talentos, sueños?
Siendo una película de MICHAEL BAY,
si no hay destrozos a mansalva, no es
película; he aquí el ejemplo
Estos aspectos plantea La Isla para nuestra reflexión mientras ALBERT LAURENT (DJIMON HOUNSOU) emprende una cacería estilo BLADE RUNNER (donde todo esto igualmente se valoraba, junto al concepto de una neoesclavitud que también padecen los adnates) llena de estragos metálicos, tiroteos y persecuciones a alta velocidad con vehículos de un futuro más bien cercano. Y, como adecuado transporte del mensaje, se elige a una pareja aria que encaje con un elaborado canon de belleza, como SCARLETT JOHANSSON, en la piel de JORDAN 2 DELTA, recambio de la comatosa SARAH Jordan, y presta para el sacrificio (ganó la lotería para ir a la Isla), presenta.
Entre tanto, Merrick vende, a un grupo selecto, la idea de que un adnate sólo es una vegetativa vejiga llena de huesos y órganos absolutamente inconsciente, aunque luego deba admitir que, sin “la chispa de la vida”, el desarrollo social, aun adolescente, del adnate, su “cosecha” es estéril. Siendo pues este el caso, ¿con qué ética esos médicos abordan sus tareas? Abre, extraen y eliminan a sujetos emocionalmente desarrollados y coherentes, hacen un daño deliberado sin sentir el menor escrúpulo o vacilación. ¿Bajo qué responsabilidad moral están? ¿Cómo lo soportan? ¿Sufren remordimientos tras la intervención, o encontraron una excusa para volver, frescos y radiantes, al quirófano al día siguiente?
ALBERT LAURENT (DJIMON HOUNSOU) entre cascotes
y en función de BLADE RUNNER a sueldo de Merrick
Tenemos antecedentes históricos al respecto, y no creo que la laureada profesión médica, tan inestimable y necesaria, sin embargo sea esa barrera moral y ética suprema que vendía M*A*S*H*. Experimentan aun con sus pacientes, recetándoles tratamientos que, quizás, causen perjuicios. Y anotan las secuelas mientras la cláusula de “efectos secundarios” los ampara y exculpa. Y, bueno, si sucede lo peor, alguna suma de dinero compensará la pérdida...
La Bella (SCARLETT JOHANSSON, como JORDAN 2
DELTA) hace frente, repentinamente espabilada, a la
Bestia de su aterradora realidad, lo que es su vida
en verdad
La Isla presenta el debate de la duplicación biológica y sus límites; si un clon posee identidad propia o desarrolla parcialmente la nuestra. Qué lo ampara y ante quién responde. En este caso, y con tales “pruebas de vida”, ¿cómo debemos tratarlos? ¿Como “ciudadanos de segunda”, o “productos”? ¿Serán nuestros mellizos, o algo así, y padeceremos los daños o alegrías que sufran o gocen?
Finalmente, lo peor de La Isla está en que, algo como ese búnker/criadero de adnates, ya puede estar en funcionamiento. No es tanta “ciencia ficción” como parece.
Vuestro Scriptor.

lunes, 16 de abril de 2012

LA NAVE DE UN MILLÓN DE AÑOS – FARMER PARA INTELLIGENTSIA

Portada de la obra reseñada.
Si esto es un hito de la actual
ciencia ficción, vamos listos
Sostengo que esta extensa, reiterativa y árida novela de POUL ANDERSON no merece sus galardones: finalista de los premios NEBULA, 1989, y HUGO, 1990. En la página trescientos, cuanto pase a sus poco simpáticos protagonistas deja de interesarte absolutamente. ¡Y aún quedan cuatrocientos y pico páginas por leer!
El veterano Anderson acomete con fallos de principiante el querer legar una obra de resonancia trascendental a la literatura universal. Sus defectos inducen la sospecha de que La nave de un millón de años fue premiada porque Anderson era amigo del jurado y éste convino en que alguien con su trayectoria y obra merecía recibir una mención de importancia. ¿Qué nos cuesta?, se dirían. Al jurado, nada. A quienes debemos leernos el mamotreto, un Potosí. Ni siquiera lo salva el intento de trartar de explicar cómo un inmortal organiza sus recuerdos, amontonados a lo largo de siglos sucesivos.
POUL ANDERSON a la espera de un fan
al que firmar ejemplar. Qué lejos está esta
novela de NO HABRÁ TREGUA PARA
LOS REYES. La desdice entera
Por la lógica que explica la concesión de estos méritos, y en atención a la temática de la obra, a PHILIP JOSÉ FARMER, por la saga de EL MUNDO DEL RÍO (gran GRAN inspiración para esta novela), tuvieron que volver a galardonarlo; como mínimo, compartir con Anderson estas menciones. Y crear un premio especial, accésit, lo que sea, para LOS INMORTALES (RUSSELL MULCAHY), porque, sin desdoro, el autor absorbe conceptos del filme para trasplantarlos al libro. Pero en versión trekkie: larga vida y prosperidad. Acrobacias, ¡ni una!
La nave de un millón de años desarrolla un colosal marco histórico que, durante quinientas páginas largas, en poco es ciencia ficción, reclamo con el que nos venden el libro. Sólo en la página quinientos cuarenta y siete DE VERDAD entramos en la ciencia ficción (y hard, ¡anda!), pero tampoco con un material novedoso. La utopía de la Tierra futura convertida en una distopía hedonista previa a la decadencia de la especie cuenta con antecedentes.
Una cubierta foránea, mucho más
apropiada para lo que cuenta el libro
La novela intenta, con un aire doctoral aun pedante, enseñarnos Historia, empezando en la Edad del Hierro. Anderson elige diversos momentos históricos (evitando otros más importantes) que considera claves para entender por lo que pasan sus personajes, que luego embarca rumbo al Cosmos, en una misión estelar pacífica idónea para quienes detestan STAR WARS, y que hace entrar en contacto a estos ocho inmortales con unos sapientísimos extraterrestres que encajan, milimétricamente, con lo que la NASA desea que sean los aliens: inteligencias amocionales de inmensa pureza.
El argumento, aun válido, también desprende cierto cretinismo buenista: una cultura avanzada-y-unida que abolió la guerra estará más preparada para el espacio que otra dedicada al imperialismo beligerante.
Por supuesto. Un infinito afán de conocimiento y amor por la cultura empujó a Roma a constituirse imperio; idéntico anhelo impulsó a los Conquistadores a hendir las feraces junglas sudamericanas; el cariño por conocer los ritos y costumbres nativas hizo a los ingleses fundar las Colonias y luego expandirse al Oeste. Para nada la codicia y las ganas de territorios influyeron en sus decisiones.
EL FABULOSO BARCO FLUVIAL, de
PHILIP JOSÉ FARMER. La novela de
Anderson es un remake de esta saga
Bastante ciencia ficción “de calidad” vive de la fantasmagoría de los aliens beatíficos. Sus autores son incapaces de imputarles deficiencias, filias y fobias autóctonas, cuando quizás una colisión armada con nosotros ni siquiera les parezca inmoral. Igual sus sesos, víctimas de un hígado irritable, nos hallen tan horripilantes que sólo nos ven aptos para alimentar a sus mascotas. También un propio sentimiento de imperio podría estimular a esas especies a moverse hacia los Mundos Exteriores. Es posible, ¿no?
Anderson desdeña valorar estas posibilidades; comulga por completo con el Catecismo Del Buen Contacto Estelar (que puede ser el correcto al final; aunque mejor estar preparados por si nos llevamos el Gran Sobresalto) y éste impregna su novela. Y los personajes que ha ideado para esta tarea apostólica, imbuidos por tal Paráclito, responden al instante a las necesidades materiales y emocionales del bendito credo.
Afiche de HIGHLANDER, película que
también inspira esta novela, pero sin
atrapar su donaire. Es sólo jactanciosa 
La nave de un millón de años la cuentan once (vaya, falta uno para ser cuadrilla apostólica) inmortales que van naciendo desde la época de las pirámides hasta el siglo XIX, arco que permite suponer que algunos otros existieron pero que cayeron víctimas de mil guerras. Porque, al contrario de los inmortales de la película (¡en todo no iba a copiarla!), éstos la diñan por muerte violenta. Además, Anderson elimina tan pronto como puede a los inmortales problemáticos. Y creo que lo hace como un predicamento de que los entes hostiles tienden a desaparecer con mayor facilidad que los mansos.
El relato es muy políticamente correcto, con cuotas raciales y sexuales equilibradas. La tripulación la componen cuatro hombres y cuatro mujeres, ADANES y EVAS destinados a fecundar los Mundos Exteriores con una nueva generación humana sin colmillos. Estos inmortales han vivido siglos de sin razón y brutalidad y por nada desean extender tal cáncer por el Cosmos. Es una noble idea que nos dignificaría como especie, pero que la biología terminaría defraudando. Dentro nuestro sigue agazapado el cazador primordial/territorial que, alguna vez, reclamaría su lugar entre las estrellas.
SEAN CONNERY en su memorable personaje
de LOS INMORTALES. Siendo el nuestro uno
de los más vastos imperios históricos, Anderson
no le dedica una sóla sílaba a su existencia
El autor desluce su novela al no emplear un protagonista central (que debería ser el marino fenicio HANNO), que nos conduzca a lo largo de la trama, recalando en los secundarios cuando fuera oportuno. Al distribuir la acción entre tantos personajes, la energía motriz de la obra se disipa, de tal modo que, en la entrevista con el CARDENAL RICHELIEU, sentimos la más absoluta indiferencia por ellos. Algunos te caen mal, directamente, y, para más inri, Anderson se repite: cada inmortal, cuando adquiere una nueva identidad, recapitula sobre su pasado reciente aludiendo a los mismos factores: esposas, hijos, nietos, etc., que ha sepultado. Así, durante seiscientas páginas. Ya me enteré la primera vez; ¿por qué repetirte tanto, tío?
La nave de un millón de años (título equívoco; sugiere otra historia) hace gran hincapié en el triste papel de la mujer a lo largo de la Historia, donde aparece como una especie de moneda, o propiedad, nunca como un individuo, con albedrío propio, canjeable para obtener ciertas metas. Y quien peor lo pasa es ALIYAT, que experimenta, con gran severidad, la posición de nulidad que reserva el Islam a las esposas, de total sumisión a un varón que tiene permiso ‘divino’ para tratarlas como a la peor escoria si quiere.
Un ALIEN. Para Anderson, criaturas como
ésta son impensables en el Universo. Pero
¿y si existen realmente?
Esto, por supuesto, a nuestras estridentes y estrafalarias feministas no las indigna. Lo encuentran étnicamente disculpable aún. Pero bien protestan cuando algún cura, fiel a la liturgia, dice algo que, ese día, creen ofensivo. Ah, la hipocresía…
Vuestro Scriptor.
Documentación adjunta:

jueves, 12 de abril de 2012

LA ESCLAVA DE MARSOON – MUY PRONTO

SCHRODINGER, SCHRO para los amigos; nuevo personaje de las
planicies, y que hace su aparición en La esclava de Marsoon
(imágenes registradas; originales en venta)
El de Marsoon era un concepto demasiado amplio como para dejarlo confinado a LAS GRAVES PLANICIES. Urgía, empero, resolver antes sus enigmas, cosa que hizo JOE HORSEMAN, llevándome por senderos de lo más increíble e inesperado. Aclarados, empezaron a fluir las historias que ocurrían a la sombra de tales misterios.
Esta es la clave de la colección PÁRAMOS DE MARSOON que EDICIONES 42  publicará en formato e-book. Supone una gran muestra de confianza la que el editor, RAFAEL HERNÁNDEZ, ha efectuado al elegir esta novela mía para iniciar su acariciado plan editorial, con el que espera labrarse una decente reputación. Ratifico mi opinión de que le he dado la mejor historia que he sido capaz de escribir. La esclava de Marsoon posee más de cuatrocientas páginas, que incluyen completo glosario, y continúa ofreciendo los mismos elementos de parodia, aventura y "grandes héroes" de Las graves planicies, y que tan buena acogida han tenido.
La idea de la novela surgió de este boceto. No tenía una
intención clara de escribirla, pero el concepto fue
creciendo según perfilaba estas líneas
Y quizás en estas virtudes estén también sus defectos; a saber: este relato va de buenos contra malos, con complejidades mínimas-nimias, y donde se persigue el triunfo de la virtud. Es evasión grandiosa poblada de seres sorprendentes, máquinas fabulosas, rescates audaces y proezas de superhombres. Perpetúa una forma de narración que alimentó el presente panteón de iconos que convulsionan tantas opiniones, blogs y webs, fuentes que se minusvaloran por aquellos “que saben”.
Si el lector busca complicadas (e insípidas) tramas, deprimentes personajes confusos, giros psicológicos abstrusos y una abulia narrativa académica, pero plúmbea, puede olvidarse de La esclava de Marsoon. (El editor me va a matar por escribir esto.) Lamento haberle causado esta decepción, pero la literatura de esparcimiento también existe y merece el mismo respeto que se le otorga a obras más ampulosas pero menos cautivadoras. No digo que el PULP deba ser hegemónico, sólo que se le admitan sus virtudes con el ahínco como se le encuentran fallos, costumbre corriente entre los miembros de la “alta literatura” y los “escritores señoritos”, que se permiten mirarnos con desdén a los “escritores obreros”.
Y adquirió mauor dimensión cuando
decidí hacer una serie de dibujos al
respecto, como éste
Quizás pierda lectores tras este ataque de sinceridad, pero mi experiencia me aconseja efectuarlo, recordando las veces que mi obra fue rechazada víctima de un escrúpulo sectario como el que he aludido antes. Lo que resta es el veredicto del público, que será el juez que dilucide si he hecho el trabajo de calidad que defiendo desde estas líneas.
La esclava de Marsoon se sitúa pocos años después de los sucesos narrados en Las graves planicies. Algunas cosas se han asentado, pero aun así los POSTÉPICOS, los héroes “de ficción” arrancados de sus Facetas quizás por haber perdido el favor del público en aquellos lugares donde se los estima “fantasía”, no encuentran la tolerancia que quisieran dentro de las barrocas sociedades YLOHIS o las brutales de los ROSSUM, y los enemigos que deben combatir no adquieren únicamente presencia física. Conspiraciones y estratagemas se multiplican a la sombra de los fastuosos salones de las Torres de Gobierno de los Caer Ylohis, o en palacios aledaños. Todos estos turbios movimientos tienen una consecuencia que hará correr la sangre.
El resto ya fue rodar y rodar, ampliando
la complejidad y riqueza de Marsoon,
 ese enigmático lugar que, cada vez,
se parece menos al BARSOOM
paródico de LAS GRAVES PLANICIES
La esclava de Marsoon se beneficia del desarrollo efectuado para las novelas sobre Marsoon/Marte que protagoniza Joe Horseman. Ha crecido mucho, Marsoon, desde el boceto de Las graves planicies, que inicialmente concibiera como parodia de LA PRINCESA DE MARTE o FLASH GORDON. Ya he admitido que, poco a poco, la historia fue atrapándome, apartándome de las payasadas para que el relato tuviera identidad propia. Estaba bien afianzarse en algunos aspectos desarrollados por EDGAR RICE BURROUGHS (al fin y al cabo, así funcionan las parodias), pero la trama, los personajes, FORSON sobre todo, exigían su propia cuota de verdadero protagonismo. No querían estar a la sombra de nadie.
Y al desarrollarse La esclava de Marsoon, y su secuela, EL CIRUJANO MAESTRO DE MARSOON (trilogía que concluya en la historia, en principio titulada, LA ASESINA DE MARSOON), empezaron a aparecer nuevas situaciones y aspectos de la idiosincrasia Ylohi y Rossum que repercuten, a su vez, en las novelas de Joe, en concreto en el último título, LA ASOMBROSA TRIPULACIÓN DEL RENDEVOUZ.
Primer borrador de portada; enseguida
presentó un fallo...
Consideré fundamental desarrollar esas culturas, mostrando sus ritos, usos y costumbres, el bosquejo de su religión politeísta, y sus fricciones con la democracia que impera en Caer Hidalgo, la residencia de los PostÉpicos, para darle mucho mayor empaque al conjunto. No podía limitarme a soltar algunos chistes esporádicos y satirizar no sé qué capítulo de tal novela, abundando en acciones sangrientas y tiroteos. Eso es una invitación al fracaso. El lector podrá apreciar, cuando se sumerja en estos párrafos, la sólida construcción que los respalda, y lo mejor, que está libre de la ampulosidad artificiosa que otros autores suelen dar a textos parecidos.
Y, por supuesto, el romance; desesperado, sincero, trágico, la última oportunidad que tiene un hombre para reconciliarse con la Humanidad que abomina y el de una mujer por recuperar su lugar en la dignidad que un desalmado le ha arrebatado forzándola y vejándola ante sus compatriotas. La esclava de Marsoon va realmente de eso: de la redención, de querer una sincera segunda oportunidad para rehabilitarse, pero no tanto frente a los semejantes como ante uno mismo. Con los demás convivimos, pero con nuestra conciencia debemos vivir a cada instante. Y si te remuerde, se puede volver el más espantoso flagelo posible.
...que procuré enmendar, como se aprecia
en el boceto añadido
Espero no defraudar a nadie con este “Episodio Uno” de una saga que, de coronarse con éxito, proporcionará una larga lista de títulos que depararán alegría, acción y aventura en un entorno que no excluye la reflexión o la filosofía. Creo que necesitáis esta opción, que confío mantenga su frescura por mucho tiempo.
Vuestro Scriptor.

domingo, 8 de abril de 2012

STAR WARS CONTRA STAR TREK – CONCLUSIÓN OCIOSA

Afiche de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS. Tal imagen,
poblada de tanta espectacularidad no podía sino atrapar
nuestros jóvenes corazones
No pienso emplear el “vs” (versus) porque ‘versus’ no significa “contra”, sino “hacia; ir hacia”. Es una incorrección popularizada que deberíamos dejar de usar. Pero hoy día lo equivocado es bueno, y lo correcto, detestable. Y la gente se ha acostumbrado a los trámites fraudulentos. Cabalgamos una ola de vertiginosos cambios (que no progresos, necesariamente) y adaptarnos a la onda ya exige demasiado esfuerzo como para andarse con pijotadas.
Bueno, al grano. Recientemente reseñé STAR WARS, EPISODIO I — LA AMENAZA FANTASMA, obteniendo un notable éxito de opiniones. Pocos tertulianos, vale, pero sí de calidad, que me han ilustrado sobre el movimiento de ciertos flujos, recibiendo una dosis de decepción, aunque aún no estoy del todo convencido de considerarlo así.
Cartelera del último STAR TREK, fuente
de cisma entre sus fieles. Al final, se han
rendido, lo han admitido:STAR WARS
marca estilo
En verdad aguardaba cinco, o seis con suerte, acotaciones de leales que me siguen, aportando alguna valiosa información o ameno cotilleo. Sin embargo, conseguí atraer la atención de los TREKKIES de forma “masiva”. Fueron educados opinantes, tolerantes, que evitaron polemizar, lo cual es muy de agradecer. Quienes “me fallaron” fueron los denominados WARSIES. Esto ¿qué es? ¿Arrogancia, ignorancia, pasotismo? Hubiera querido tener algún comentario suyo para equilibrar las cosas. ¿Estáis ya en la torre de marfil donde acusáis viven los trekkies, muchachos? ¿Tan obnubilado está vuestro sentido de LA FUERZA que no percibís la totalidad de los matices de la trama?
Lo primero que esperaron los trekkies (en plan ‘¡venga estas ofensas!’), fue un enfrentamiento con un tal SARLABAG (¿es así?), que domina MUNDO STAR TREK; ‘provocado’, le eché un vistazo, ya que me habían ‘invitado’ a hacerlo. Es un espacio frío y oscuro lleno de radicales asertos de personajes de Star Trek que Sarlabag bruñe para demostrar la indiscutible calidad y superioridad de la ficción de GENE RODENBERRY sobre la de GEORGE LUCAS. (Bobadas.) La que más destaqué fue un “Al final, Star Trek prevalecerá”, o algo así, que deslumbraba por su total y ciego fanatismo.
SAN ISAAC ASIMOV en el apogeo de su altanería;
¡aclamadlo, hostias! Su filosofía es la gran fuente de
los problemas que minan Star Trek. (Pintura de
ROWENA MORRILL)
Denosté que no fuera un lugar abierto, donde pudieras dejar un comentario, y dedicarte a otra cosa. (Resulta que un ‘blog’ y un ‘foro’ se rigen por normas distintas.) Para opinar, te pide te inscribas. Inimaginable, por supuesto. No tengo tiempo que perder en discusiones bizantinas sobre las fantasías ajenas cuando mi propio Universo de ficción debe ser afianzado con la mayor solidez posible. Y, ¿yo relacionado con algo trekkie?
¡Pero, los galácticos siguen las mismas reglas! Quería que participaran. ¡Y me veo con los mismos cerrados espacios donde te exigen el DNI! Ídem que con Mundo Star Trek.
La conclusión, sin embargo, a la que he llegado con todo esto es que los trekkies, aun estos tan cordiales, no opinan: efectúan un bombardeo masivo de datos con el cual esperan estragarte, aliviado con algún comentario personal para demostrar criterio. Los galácticos que han opinado tan sólo plasmaron su adhesión con mis apreciaciones y aportaron varios datos sobre la cuestión. Ya está. No han acribillado. No querían convertirme a la Iglesia de la DOBLE SANTA TRILOGÍA (que ya lo soy). Han sido fluidos como el movimiento de la Fuerza al que alude YODA. Ha sido, incluso, un poco SITH la política: eres, o no eres.
DAVID PROSEW como DARTH VADER.
Este es un problema del trekkieverso: carece
de un malo, fijo, de gran carisma y relevancia,
como éste
La ‘obsesión’ trekkie por dar datos a mansalva se puede interpretar, psicológicamente, como una profunda inseguridad que anida en el corazón de su vasta ficción. En comparación, la de Lucas es muy pobre: seis películas y unas series. Star Trek acumula un capital más abundante (que no mejor) y una leyenda urbana más arraigada. Y, sin embargo, no le aportan calidad. Ahogándote en circunstancias, series, claves, personajes, derivadas, ¿sobrecompensan alguna carencia?
Star Wars, merced a su juventud, posee una frescura de la que carece Star Trek, si la tuvo alguna vez. La saga ha sido endiosada por los ‘sesudos’ (SAN ISAAC ASIMOV, por ejemplo) que han vituperado la ficción de Lucas por no verla “hard science fiction”. Que si las naves viajan a más de la velocidad luz, que si las razas, que si los blasters- matan-los-fasers-aturden (como un puñado de trekkies pregonaba a las puertas de los cines donde estrenaban La amenaza fantasma en sus pancartas; ¿manda, o no, cojones la cosa?), que si… Hasta los pedantes de la NASA consideran Star Trek el futuro. La épica galáctica (pues esta es la base del asunto) les causa sectario sarpullido.
Y, seamos serios: no se puede salir al Cosmos con esta
pinta. (Fotograma de FRASIER; el trekkie calvete de
mostaza no les deja en muy buen lugar, por cierto)
Star Wars, frente a Star Trek, ofrece heroísmo, fantasía, horizontes muy, muy lejanos. Duelos a espada, nobleza, vileza, héroes, el ocaso de grandiosas civilizaciones y el auge de tenebrosas energías. Se adujo que en el episodio tal, KIRK se pone farruco y desafía a no sé quién. Vale. Pero si el problema no es que Kirk haga o deshaga, acate o rete. Kirk es el chulo del cole, el sobrao que en CARRIE la tortura. Kirk, MR. SPOCK, toda la peña apiñada en el puente de mando de la ENTERPRISES, encarna la Burocracia. Los chandals con los que exploran el espacio (“más trillado que el pasillo de un supermercado”) les identifica con la Administración. Los JEDIS tienen identidad propia y diversa. La capacidad de rebelión, de albedrío, es mayor.
Pintura que engloba la majestuosa variedad y riqueza del
entorno Star Wars, donde soñar es gratis, agradable, y
la FEDERACIÓN DE PLANETAS no te corta el rollo
Star Trek es una ficción confortadora para quienes necesitan en su vida una impresión de orden militar. No voy a ser descortés elucubrando sobre botas de cuero y fustas. Star Wars se mueve por ámbitos más familiares al espectador. LUKE es un granjero, HAN SOLO, buscavidas, CHEWACCA, la mascota hirsuta, LEIA, la PRINCESA DE MARTE que, de niños, queríamos rescatar. Lucas acciona motores internos ancestrales, mientras que Star Trek alude a burocracias fatigosas; podría tener su equiparación con las legiones romanas que llegaban a Britania dispuestas a domar las tribus celtas. Traen una idea uniforme y ramplona: la organización administrativa. Los galácticos sueñan con los extensos páramos y los brezales, donde comulgar con los arcanos dioses aún es posible. Star Trek no. Te espera su publicano con un decálogo de buenas maneras.
Vuestro Scriptor.