sábado, 31 de octubre de 2015

LA NOCHE DE LAS RUPERTAS MACABRAS — THIS IS HALLOWEEN!

¡Evolucionando! Qué lujo; este año, ¡a color!
Muchos, los más jóvenes lectores sin duda, no recordarán a la “mascota” del programa concurso donde aparecía; parecía desmitificar, con su apariencia amable y cómica voz aguda, el aspecto macabro que las calabazas adquieren, talladas, hoy. Aunque, por entonces, no celebrábamos Samain.

Y bien que el paganismo comercial norteamericano vía televisiva se nos ha incrustado en la médula, como anoche pude comprobar al ver chiquillos disfrazados portando calabazas de plástico iluminadas por dentro jugando al “truco o trato”. Anoche. ¿No es hoy cuando se sale a hacer la estación de penitencia caramelera? Una de dos: o no nos hemos enterado de cuándo es efectiva la celebración, yo estoy confuso, o la apetencia infantil de caries envueltas en papeles de llamativos colores se desenfrenó ayer.

No sé hasta qué punto debiéramos adoptar esta ‘costumbre’; somos un país con solera y tradiciones propias (aunque prefiero ese aspecto lúdico de Halloween a la visita ritual al cementerio de mañana —supongo que góticos y morbosos no comparten mi criterio; esa adoración por las frías lápidas talladas y las estatuas dolientes que adornan algunos panteones les pone a cien [son ganas y cojones]—) que, al ser nacionales, se desprecian. Un complejo tórrido de la izquierda que no madura así la maten. Y los demás debemos sufrir el complejo para no recibir la etiqueta de fachas, que es lo mejor que saben hacer cuando quedan fritos de argumentos.

Sólo digo eso; no persigo polemizar. Que me parece un poco tonto, esnob, abrazar una “festividad yanqui” cuando después ese país recibe las más duras criticas. Seamos coherentes. Mostremos también respeto por lo nuestro.

Ah, sí, una puya para los laicos: Halloween, pese a ser pagana, es una fiesta religiosa. Tanto criticar a la Semana Santa y luego abrazamos Halloween porque no divisan capirotes. Eso rebaja la inteligencia de estos censores considerablemente.

miércoles, 28 de octubre de 2015

THE SPIRIT — O EL MONSTRUO DE FRANK(ENSTEIN) MILLER

Cartel de una producción costosa que
ha pinchado en taquilla
¿Qué mejor semana para hablar de un muerto andante-parlante que ésta, la de celebración de todos los difuntos, donde la pagana fiesta foránea de Halloween está imponiéndose? Trataremos del detectivesco personaje creado por WILL EISNER antes de la Segunda Guerra Mundial, The Spirit, que sufre una brutal recreación a manos de FRANK MILLER. Filma un vigoroso y confuso esfuerzo de emulación de su siempre ¡aclamado! BATMAN DARK KNIGHT, buscando igualar los elogios que arrastra a través de los tiempos su impactante cómic.

Pero su The Spirit es arisco, a duras penas entretenido. Sigue la estela del SIN CITY que, al alimón, dirigieran QUENTIN TARANTINO y ROBERT RODRÍGUEZ, invitando al propio Miller hacer la realización de algunas secuencias. Éste, lanzado/energizado por la experiencia, persuade a no sé quién para financiarle su The Spirit, encauzado en esa tendencia del implacable justiciero fascista (a Miller se le dan de puta madre magistral los fascismos; sólo debemos leer 300), atiborrándola de ejercicios estilísticos fundamentados en el uso, o abuso, de blanco y el negro y el llamativo rojo (color de la pasión) de la corbata del otrora agente de policía DENNY COLT, hoy The Spirit.

¡Mira, está tocándole el culo! (Por eso EVA MENDES pone
esa cara.) ¡Qué pillo, este THE SPIRIT!
Ciertamente el personaje concebido por Eisner (y cuanto aportara la vasta pléyade de colaboradores que participaron en la larga aventura) sufrió vaivenes; sus inicios aun podrían describirse de discretos, empezando a codearse con elementos, menos dubitativos ya, como SUPERMAN, BATMAN, THE FANTHOM… más otros que el tiempo ha relegado al olvido, salvo para los estudiosos de la Historia de la Historieta.

Mas, tras regresar de la contienda mundial, The Spirit desarrolla una fecunda época de varios años que son los que los aficionados recordamos con mayor entusiasmo y cariño merced a la madurez que las vivencias bélicas han brindado a Eisner. Se alternan los temas, aparecen los asuntos sociales, florecen secundarios que van enriqueciendo las viñetas. Pero Eisner abandona, y The Spirit decae gradualmente hasta “fenecer”.

“Revive” en numerosas publicaciones de forma más o menos seria y serializada. Hasta esta transformación a la que lo somete Miller, quien proporciona al simpático justiciero y sus secundarios de diversa comicidad un discurso en primera persona violento, revistiéndolo de una determinación brutal, vinculándolo a su ciudad como un ente ‘divino’ que le proporciona cuanto necesita para librar su cruzada interminable contra el Mal: armas, refugio, oteros. O sea: reescribe Batman Dark Knight.

El COMISARIO DOLAN de los cómics parecía un TINTÍN
maduro; aquí está avinagrado A TOPE. Pero al musculoso
se la suda
The Spirit atrae a las féminas; molan su antifaz y su desvergüenza de aventurero extremo. Así lo blasonó Eisner. Igualmente, Miller le empotra femme fatales que persiguen el cortejo y la piel del vigilante. Mujeres despampanantes que flirtean ora con el fetish, ora el sado/maso, ora la preocupación maternal. Representan un compendio, o abanico, de defectos y virtudes, como gamas de emociones de nuestra misma vida.

El supervillano elegido para esta producción es OCTOPUS. Mientras en los cómics éste era un par de guantes con tres rayas blancas en el dorso, adoptando máscaras para ocultar su identidad (truco habitual del género por donde camina la serie, llena de suspense), Miller también “reescribe” al personaje dándole excesivos dramatismos histéricos que SAMUEL L. JACKSON, todoterreno que lidia con lo que sea, amplifica, desborda, se endiosa en ellos como hace su personaje, genio demente que ha estado trasteando tanto con su genética como con la de The Spirit, convirtiéndoles en seres quasiinmortales, capaces de tolerar severos castigos físicos o regresar de la muerte con mínimas-nimias migrañas, por intenso que fuese el tiroteo.

OCTOPUS, el villano; excesivo en todo, disparatado y más
allá, si es concebible
Mas no todos los experimentos de Octopus son tan afortunados como desea. Y todo empieza a girar en torno a la adquisición de la SANGRE DE HÉRCULES, que le hará el tipo de divinidad que su desquiciada mente piensa merece ser.

¿Le combate The Spirit? Claro; es su labor. Pero siendo esta toda la trama, ignorando la función actoral, Miller se vuelca en lo estético, lo visual, para rellenar los fotogramas; lucha por retorcerlos hasta semejar sus viñetas, impregnadas generosamente de negro, trasvasadas de su celebrado Sin City original.

Empero el resultado deja que desear. Habituados a la amabilidad, aun bondad, de los personajes de Eisner, ver a este COMISARIO DOLAN convertido en un arisco-amargado detective decepcionado con todo, a The Spirit como un violento vengador sarcástico y la ausencia de personajes, como EBONY WHITE, que servían de cierto contrapeso y aun contrapunto al protagonista, rindiéndole incluso algunas tramas accesorias, desconcierta, desalienta.

The Spirit con un confidente ocasional: "Lo que vamos a
garlarle a su señoría, gato. Los 'secretitos' que se van a
desvelar. Para tirarse debajo del tranvía"
Miller ha filmado un The Spirit en el set de HOLLYWOOD CONFIDENTIAL a remolque de THE CROW, sobre todo, y destinado a un público que engulle con agrado cuanto sea desprecio por la vida y sadismo sin más elementos narrativos de peso. Le coloco unas frases chulas de noir al personaje, dos hostias desmedidas al malo, varias tías buenorras, varias decapitaciones y tiroteos tipo WILD BUNCH, ¡y llenamos la sala!

Este The Spirit ‘moderno’ no convence. No. Pero, bueno, por menos ¡ha muerto gente!

martes, 27 de octubre de 2015

E-ZINE — MEMENTO PARA UN CAPRICHO

En Asia, señoras y señores, ¡hasta en Asia Bianca Blaze es
conocida!
Fue erróneo llamarlo “revista”; realmente era un fanzine con vago vaho de voluntariedad. Y si alguna vez le adjudiqué el término ‘revista’, obedeció a una cortesía profesional destinada a los autores publicados (en papel, por editoriales, como debe ser), como BLANCA MIOSI, PEDRO DE PAZ, o yo mismo, y una gentileza que, como copropietario y coautor del fenómeno “editorial”, dediqué a unos amateurs que daban algún cuentecillo insípido e insustancial para que hubiera contraste entre las narraciones que cedíamos los narradores de auténtico peso, o sea, nosotros, y que además prestábamos todo el lustre al pueril e-zine.

Qué estupendo elogios, SR. PUEBLA.
Sin nuestra presencia, era eso: un fanzine (cutre) más de internet, hecho por principiantes desconocidos de relativa (por no decir cuestionable) calidad. Pasaría inadvertido.

Y, como todo este tipo de cosas, u otras muchas, murió. Al tercer número, el mejor, que contenía un notable volumen de trabajo de éste que esto os escribe. Su portada fue vista por todo el Lejano Oriente y eso, qué queréis os diga, es pabellón que dejaba altísima la calidad de mi esfuerzo. Una portada cojonuda vende lo que no un aluvión de elogios mercenarios, y eso lo sabe todo el que entiende algo de estas cosas.

En paz descase y tenga un Halloween
sereno
Por otra parte, como e-zine, no podía esperarse más de él. Dio cuanto contenía. Una revista es un esfuerzo constante que exige abnegación, que hasta bastante tiempo después de su nacimiento, no proporciona el reconocimiento que se espera tenga. Bastante fue que nosotros, los profesionales publicados, dedicásemos nuestro tiempo y literatura generosa y gratuitamente a algo tan efímero e improductivo, con futuro tan incierto, gesto que merece todo el agradecimiento del mundo. Nuestro talento y tiempo no está para chiquilladas caprichosas, como un e-zine.

Supongo que la inminencia de la festividad de todos los difuntos me arranca estas consideraciones; quizás el fantasma del e-zine reviva fugazmente durante este próximo Halloween. Al menos, saqué una conclusión: para e-zines, no estoy ya. Para proyectos serios, de hombres serios y responsables, sí.

domingo, 25 de octubre de 2015

LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA — O CÓMO ROGER CORMAN TRAVISTIÓ A POE

Afiche. Esa cara, esos sudores de
malignidad, ¡qué texto adjunto!
¡Vaya película! ¡VAYA PELÍCULA! Roger Corman fusiona dos cuentos de EDGAR ALLAN Poe adhiriéndoles infantil adoración diabólica disparatada destinada a contentar a un público fácilmente impresionable merced a una desamable atmósfera de presunto terror en un set neblinoso, por donde paisanos embozados y con túnicas pasean monótonos recitando átonas frases, pretendiendo así apabullarnos aún más, imprimirnos que esto es serio DE VERDAD, que la Muerte misma se sienta a tu lado.

Hoy día esto sólo causa irrisión; aburrimiento; desapego. Todo mérito que haya podido acaparar durante los años esta cinta desaparece ante la comparación con la producción actual; desnuda las triquiñuelas pueriles con que Corman pretendía darnos el susto, los estrafalarios escenarios, panteón de las burdas interpretaciones de los actores.

El principal aliciente es VINCENT PRICE, alias despótico PRÍNCIPE PRÓSPERO. Despliega un soberbio histrionismo histérico desmedido en el plató. Impone su elegante corrupción europea ataviado de sátrapa medieval, oculto en una fortaleza de cartón piedra y tras el escudo de soldados tan viles como él. Invita a su mesa a una corte de noble gentuza tan faltos de escrúpulos como Próspero, rana pretenciosa en el centro del estanque de aguas putrefactas, satisfaciendo sus desquiciadas órdenes por humillantes, o absurdas, que sean. Todo vale para contentar al Príncipe, quien les prometió librarles de la plaga que vacía el mundo.

VINCENT PRICE disfrutando como un enano con esta
actuación; le permitía desplegar su carácter histriónico
como PRÍNCIPE PRÓSPERO
El mínimo-nimio cuento de Poe, destacable por los elementos de las extravagantes habitaciones de intensos colores y el pueril detalle del reloj de fuertes campanadas (tanto Próspero como los restantes integrantes del texto son sombras que el caballero virginiano mueve por el proscenio de su prosa cuan robots, carentes de psicología o particularidad), que interrumpía las orgías de los festejantes mientras dichas horas sonaban (alguna especie de imagen del paso del tiempo; nuestra mortalidad, recordada así, a la fuerza, a quienes intentaban huir de ella), no contiene la chicha con la que Corman extiende su metraje; así que adquiere HOP-FROG, la venganza ardiente del enano no menos medieval sobre los nobles que lo torturaban, corte casi calcada de la de Próspero, así travistiendo la obra del ex cadete de West Point para, a base de risibles escalofríos, sacarnos los cuartos y recuperar la inversión realizada en la producción.

Fotograma donde despliega todo su hieratismo tiránico
regado de sardonismo hipócrita
Corman era muy de travestir el trabajo de Poe. Tampoco perdonó el de H.P. LOVECRAFT, que a placer deformó y distorsionó. Travestir sus cuentos evidencia qué escaso respeto por Poe sentía. Hace suponer lo veía como un despojo, despreciable borracho muerto por culpa del alcohol al que saquear sin miramientos porque poco el difunto podía protestar ya. Quizás algunos exégetas quisieran emitir una débil protesta de resonancia limitada. La crítica preferiría recordar, de pasada, que la materia prima era poeiana y atacaría, o destacaría, la interpretación central/general de Price, que no tenía por qué comedirse; la película era barata, y podía aceptar alguna merma salarial a cambio de comportarse como un divo descomedido.

A esta pobrecilla me la traen por el callejón de la amargura
Empero es desdén también el que exhiben los exaltados poeianos, en solitario o agrupados, al ¡exaltar! y ¡aclamar! estas travestidas cintas de Corman que, a duras penas, dan el entretenimiento que nuestro ocio, tras la lucha diaria, reclama. Deberían impugnarlas, denostarlas, escarnecerlas, no abrazarlas con voluble pasión fanática argumentando que ¡mira tío es la edición DVD Plus Rayos Gamma en caja Hulk a imitación del cutis de Vincent Price!, virtudes por las cuales se les perdona todo.

Un apalancado haciéndole la pelota a Próspero. Se chotean
de la corte, del julandrón travestido de Catwoman
¡Esos poeianos! Voces airadas y ariscas de nula autoestima, teatrales enrocados en lo diminuto de su plaza y entendimiento, que tanto TANTO aman al Maestro, intentando imitarle aun en la última coma, la falta de sentimiento de sus personajes, la trasparencia inapetente e impúber de sus cuentos de fantasmas, produciendo por tanto abortos infames, no literatura, no homenaje, que luego, eso: condonamos el travestismo que Corman hizo de la obra del ¡admirado! porque, primero, la interpretaba Price, luego Corman era un mago de la serie B y con poco, hacía mucho, y después porque… porque… proporciona la posturita estética con la cual desmarcarse, deslumbrar a la masa inculta. Y se ven envueltos en la capa, bajo el sombrero de ala ancha la pálida carita de poeta trágico tiritando de frío y mono de láudano, enfrentados a un piélago de novelas pulp cuya calidad profesional les supera, implacable.

El parchís viviente desfila hacia otra cutre película
La grandeza literaria de Poe queda profundamente humillada tras advertir qué escasa repercusión cinematográfica tiene. Los grandes directores, le ignoran. Poe ha quedado para bibelot cursi de cursis, esperpento de mamarrachos que ven en su vida, u obra, drama a imitar; excusa para arrancar el ¡ay! de conmiseración a damiselas bobas por ese pobrecito poeta incomprendido al que ponen borde del suicidio porque su ‘literatura’ jamás se publicará, en serio, por parecer persecución… cuando, en realidad, lo escrito no vale una mierda. ¡Pobre Poe! Capricho de caprichosos.

El único que gana aquí: Corman. Supo rentabilizarle.

lunes, 19 de octubre de 2015

HUMANS — NEXTXUS

Imagen promocional. Esclavos sofisticados, fríos y de
limitada personalidad... ¿buscando la libertad?
De nuevo me lanzo al riesgo que tiene comentar algo sólo a base de breves tráilers, pero me parecen demasiado evidentes esas imágenes como para no establecer algunas conjeturas que pudieran andar muy acertadas.

Han estrenando una serie, Humans. Va de androides superavanzados (o así), en plan las elaboradas IA del filme AI, y desprende la sensación (deducida por ese goteo de fotogramas) que la cosa cuenta que esas supermáquinas van apoderándose del hogar donde debían servir fiel y abnegadamente a sus dueños desde su posición de superelectrodoméstico más estilizado que EL HOMBRE BICENTENARIO.

Me llama la atención porque he escrito un serial donde unas IA muy avanzadas reemplazan a la Humanidad que está entre las últimas y extinguida. Los NEXTXUS dejaron atrás (hace mucho) toda frontera que les diferenciara de sus creadores, siendo casi indistinguibles de ellos. Están apuntalando su propia Sociedad, bastante basada en la CultuPop humana, no obstante.

Parecen proceder de este filme
Pero van rompiendo también con ese vínculo; o mejor: están desarrollando su propia CultuPop referencial. La idea ha gustado a un sello editorial con el cual he empezado unas embrionarias negociaciones para ver estas historias publicadas en su firma.

Lo que quiero observar es, aparte de ver la misma idea en divergentes desarrollos, que el tema sobre el miedo a ser sustituidos por máquinas muy sofisticadas es antiquísimo. Tal vez, en el Génesis, esté el primer indicio de la rebelión de las máquinas. Dios nos crea, nos torcemos, acabamos rebelándonos. Tomando decisiones/opciones libremente. Con frecuencia, erradas. Pero el valor del asunto está en eso: la libertad de acertar o equivocarse. Por nuestra mano, sin influencia Superior/Externa… si esto es posible.

Y ahora nos toca vivir que nuestros engendros artificiales de última generación se nos ‘sublevan’; quieren nuestro puesto en el sofá. Criar nuestros hijos como si fuesen fruto de sus entrañas. Emularnos para, un día, descubrir que pueden ser ellos mismos. Individuos quizás no mejores. Pero con auto-libertad para decidir qué errores cometer o aciertos destacar.

Porque también lo que creamos desea
ser individuo; y aquí se expuso
SAN ISAAC ASIMOV desarrolló bastante el concepto con aquello del COMPLEJO DE FRANKENSTEIN (quizás el primer ejemplo en ciencia ficción del androide que pide independencia) y las TRES LEYES DE LA ROBÓTICA; a su sombra, distintas firmas han apoyado/renegado de ese concepto. Los últimos quisieran, parece ser, ver bondad superior a la reacción temida por Asimov y adláteres en los superrobots. Que podrían aun instruirnos en llevarnos bien, conservar la Naturaleza, comprendernos mejor, al tenerlos a ellos, no como referentes, sí como espejos.

Como coletilla final, no sé aún si la serie es estadounidense o canadiense. Pero llevo observando que éstos últimos producen considerable número de series de ciencia ficción. (Luego podemos disertar sobre el argumento, el elenco, qué están filmando.) Y da envidia. Porque, ¿qué nos diferencia de ellos? ¿Por qué no podemos imitarles en eso? Joder, es Canadá. Dicen que un país tela de aburrido. Llamativo pues todo lo poderoso (en ese sentido) suele proceder de EE.UU. (Menos MAD MAX.)

La IA que lo cambió todo
Más salero/creatividad podríamos exhibir, ¿no? Este Agosto quedé prisionero de la programación vespertina de Antena 3 un día. A merced de la cacareada producción propia. 

Vaya dos series consecutivas. Qué actuaciones. Menudos diálogos. Ni un catedrático declamaría así, ¡y los emitían fámulos decimonónicos excluidos de la EGB!

Algún día, si hay oportunidad, veré Humans y verificaré la exactitud de mis palabras. Una cosa no puedo ni quitarles ni negarles: se arriesgan. Y con ganas. Aquí…

viernes, 16 de octubre de 2015

EL DESPERADO DE MARSOON — EN VENTA

En venta, ¡reciente! Hoy mismo
Ya está ON LINE la anunciada secuela de LA ESCLAVA DE MARSOON, primera entrega del serial PÁRAMOS DE MARSOON, surgido todo de la celebrada novela finalista del Premio Minotauro LAS GRAVES PLANICIES.

Si algo destaca de esta fábula, narrada de forma rápida, amena, con acción trepidante e interesante programa de personajes, es el enfrentamiento entre lo pasional (la venganza, sus causas, las consecuencias) y lo disciplinado (la ley, las necesidades de control y orden, la contención personal), lucha constante que nos embarga a menudo pero que no tiene, afortunadamente, ni de lejos las secuelas que relato en esta ficción destinada a proporcionar, ante todo, buen esparcimiento.

El amplio paréntesis habido entre las novelas (‘rellenado’ con el serial de LA ROCA TARPEYA, además de las andanzas ilustradas de BIANCA BLAZE) ha permitido, tanto al autor como a sus personajes, contemplar diversos aspectos de la vida y las relaciones de forma más madura. Lo que sufre uno se “lega”, de forma un tanto alterada/sujeta al entorno donde viven, a los otros. Y sucede un singular estado de reflexión, de comparación, aun una suerte de “coloquio” interno, que beneficia actos y diálogos.

Todo ese “ejercicio” de introspección enriquece. Tanto, que escoges mucho mejor los adjetivos, la construcción de los párrafos, qué persigues con ellos. Cosas que rinden todavía más/mejor si posees la capacidad de brindar a tus protagonistas un carácter y perfil psicológico particular. No se trata de coger un personaje sin carácter propio, a modo de títere moverlo sin voluntad por un polvoriento proscenio, y luego tirarlo a un rincón rumbo al olvido. Eso es de vagos.

Hasta esta novela gráfica, en curso, ha
contribuido notablemente a la novela
Algunos personajes tienen alma; solicitan las cultives para demostrar qué clase de personas podrían llegar a ser. No todos. Pero cuando descubres quiénes son, llegas a cogerles ora simpatía, ora desprecio, divirtiéndote, entristeciéndote, desconcertándote. ¿Cómo es posible? ¡Los he imaginado! Pero manifiestan ese extraño grado de “independencia” que llega a provocarte hasta respeto.

Espero que El desperado de Marsoon cumpla las expectativas de quienes se aventuren en estos páramos. La magia, la sorpresa, el terror, están ahí, en parajes ilimitados plagados de letales peligros.

P.V.P.: 1 

jueves, 15 de octubre de 2015

EL DESPERADO DE MARSOON — SINOPSIS

La cubierta realizada por el autor del manuscrito.
Todo queda en casa. Atentos a esa zarpa
Ante la inminente publicación del libro, presento esta sinopsis confiando sea el gancho definitivo que incite vuestra adquisición, y lectura. (Recordad: el P.V.P. ¡no llega al euro!)

El Desperado de Marsoon es la continuación de LA ESCLAVA DE MARSOON, segundo título de la serie iniciada con la premiada novela LAS GRAVES PLANICIES, y segundo libro de la colección PÁRAMOS DE MARSOON.

En este relato, las consecuencias del asesinato de SIXELA DE CAER ZENLA empujan a una cruenta venganza al PostÉpico MAX, obsesionado por obtener al asesino de la mujer que amaba. Dispuesto a todo, traspasa todo límite moral con tal de conseguir su meta.

Sus compañeros PostÉpicos son presionados por las autoridades de las urbes reinantes de Marsoon para que le apresen antes de que lo hagan ellos, sometiéndolo a su terrible ley. La negativa a capturarle es exponerse a una guerra de características mundiales que obligaría a los PostÉpicos a cometer abominables excesos bélicos.

Emprendida la captura de Max, y su singular camarada SCHRODINGER, el omonimal felino "andante-parlante", el Primer Ciudadano PostÉpico, el asombroso científico-aventurero DOC SAVANNAH, descubre que la tarea, pese a la superioridad de medios y los aliados con los que cuenta en esta misión, serán insuficientes para detener a los renegados, que demuestran una capacidad de supervivencia mayor a la estimada.

Pero Max y Schro deben terminar huyendo. Naufragan en el punto más remoto y desolado del planeta Marsoon, donde descubren que enemigos naturales de los PostÉpicos, que se autodefinen "PostÁcratas", están dispuestos a emprender una salvaje cruzada de exterminio contra sus adversarios PostÉpicos, acaparando armas de destrucción masiva.

Imagen hasta ahora empleada promocionalmente
Los PostÁcratas han sellado alianzas con los nativos más letales y viles de Marsoon, que pretenden emplear los conocimientos tecnológicos superiores PostÁcratas para dominar al resto de sus compatriotas, habitantes de zonas más prósperas del planeta.

Para empeorarlo, los PostÁcratas han encontrado un tenebroso dios maléfico olvidado en los páramos, y esperan beneficiarse de su poder a cambio del refugio que le proporcionan. Uno de los dos líderes PostÁcratas posee los conocimientos hechiceros indispensables para conseguir ese trato.

Max y Schrodinger deciden emprender el regreso al Marsoon más civilizado para prevenir a sus camaradas PostÉpicos del peligro que se les avecina. Los PostÁcratas intentarán impedírselo, y la lucha por la huida, y la supervivencia, se volverá más dramática aún, debido a la ayuda del siniestro dios respaldando las violentas acciones de los PostÁcratas.

El viaje de las tres mil millas de retorno ha empezado. Pero no ofrece garantía ninguna de concluir exitosamente.

martes, 13 de octubre de 2015

HEROES REBORN — ¿DE AQUÉL PESTIÑO, ESTA PLASTA?

Apenas vi el huevo frito eclipsado, temí lo
peor. Fíjense en el menda ese de las gafas.
Con tal arrogancia, ¿piensas vender
la serie?
Confieso haber escrito siempre muy mal de la teleserie HEROES, que nos plantearon como una gigantesca revolución televisiva (tuvo la suerte de pillarle la ola innovadora que supusieron THE SOPRANOS o THE SHIELD) y ¡ay de aquél! que no estuviese ante el bombardeo de rayos catódicos a la hora de emisión del gargantuesco fenómeno.

Y subrayo esto: redacto esta entrada sólo tras el visionado de un poster y la lectura de una sinopsis tan breve como reveladora. El margen de error del comentario (remarco) puede ser enorme.

Heroes, ya constaté, se vendió como algo que terminó siendo el parto de los montes; sus autores urdieron una línea de suspense tan interminable que causó tedio; lo que acabaron contando podía haberse resumido en seis episodios. Pero deseaban exprimir la gallina de los huevos de oro superheroicos, para acabar sacando estiércol. Y malo.

Un enjambre de paisanos con ciertas facultades que no sabían correctamente cómo emplear. Un entreverado X-FILES. El suspense inacabable, que causó hastío.

De aquí viene esto. Cómo no: el nieto de FU-MANCHÚ
dando la nota. (Qué hambre le tenía)
Los metidos en la pomada mainstream gráfica veíamos todas las referencias y cagadas y sólo obteníamos salpullidos masoquistas tras acabar cada episodio. Masocas éramos porque parecía que, al siguiente capítulo, iba la cosa a despegar ¡ya!, y queríamos verlo. Qué va. Torpezas sin fin-sin fin servían.

Los neófitos le veían su aquél. Caía su maravilla empero cuando les señalabas qué cagarrutas estaban sirviéndoles en bandeja televisiva. Pero no vas a ir en plan apóstol desmintiendo algo que ni te va, ni te viene, ¿verdad?, a la Humanidad. Es de tarados.

Lo chungo vino luego: cuando la segunda temporada… ¡calcaba la primera!, siendo aún más átona, ¡si esto era posible!

Por un instante creí que MARVEL nos
jugaba esta "jugarreta"
Así que veo un anuncio donde consta: Heroes Reborn. ¡Anda! ¿Y esto? (Heroes Reborn fue una iniciativa de finales de Década 90 destinada a reflotar la torpedeada MARVEL, a cargo de los más punteros autores —JIM LEE, WHILCE PORTACCIO, JEB LOEB…— del momento. —El resultado no fue tan redondo como podría esperarse de tal pléyade de talentos—.) Bueno, vivimos esta marveloleada de películas. Mas… ¿tan pronto se han lanzado a re-crear AVENGERS?

Pues, no. Re-crean Heroes, partiendo de una catástrofe que empotra a varias personas “superpoderes”. Pienso que tiran de la dinámica TIERRA-X, que un suceso traumático-excepcional rompe la semilla de grandeza de cada cual, desarrollando superpoderes. Cosa que el vulgo considera anatema porque se persigue al diferente y empezamos el acosamiento. Para aumentar el suspense, añadimos drama al estilo EL FUGITIVO.

Cuando fracase este "reborn", tocará
el "
return". Al tiempo
Tal su fuente, no creo que Heroes Reborn vaya a darnos sorpresa. Intentará aprovechar la fecunda estela de estrenos de superhéroes en la gran pantalla para brindar una dosis mínima-nimia de capas y trajes fetish más o menos ridículos (como la puta mierda de KICK-ASS mostró) en pequeña pantalla. Expectativas, suspense, persecución social (con presunto mensaje moral) a lo X-MEN… y flatulencia como resultado final.

¿Por qué siguen funcionando los superhéroes en pantalla de plata? Pues porque combinan de puta madre magistral la mitología (siempre hemos sido mitómanos) con el afán de aventura y épica del ciudadano corriente aplastado por las cargas impositivas de nuestra mediocre Sociedad y la solidaridad, la desprendida generosidad del buen samaritano, tan necesaria en estas jornadas procelosas de crisis económica, corrupción y desorientación populista política. Hay nobleza en los superhéroes. No en Podemos ni nazionalistas. Y eso ansiamos: pureza en medio de este estercolero cotidiano.

sábado, 10 de octubre de 2015

EL DESPERADO DE MARSOON — INMINENTE AMAZON-PUBLICACIÓN

Un contraste para estimular el interés del respetable,
resaltando que una subtrama del relato versa en el
enfrentamiento de lo pasional contra lo racional
Como lo anuncio: en pocos días estará ON LINE la nueva continuación de LAS GRAVES PLANICIES, que adquirió, para exhibir sus secuelas, la colección PÁRAMOS DE MARSOON, cuya primera entrega fue LA ESCLAVA DE MARSOON.

El concepto acuñado bajo el epígrafe ‘Marsoon’ era demasiado grande, atractivo, sugerente, como para confinarlo únicamente a Las graves planicies. (Hubiese sido un desperdicio.) Es vasto proscenio donde casi cualquier cosa puede ocurrir. Para que suceda, sólo hay que prestarle un poco de imaginación y cierta complicidad, más que condescendencia, con las libertades que me haya podido tomar.

Y no podemos desperdiciar buenas ideas; demasiadas se malogran ya para seguir esa tendencia. Hay que explotarlas, con sabiduría y habilidad.

Y si bien el escenario, el planeta Marsoon, poseía matices llamativos per se, su impresionante capítulo de habitantes, a la fuerza allí retenidos por causa desconocida, es aún mayor aliciente para querer adentrarse en sus desolados páramos y solazarse con aventuras que proceden de “la vieja usanza”, actualizadas con lo que ahora dispara el pulso del espectador, en este caso, el lector.

Otro bosquejo. Si algo predomina en esta
secuela de
LAS GRAVES PLANICIES, es
la lucha entre lo visceral e instintivo
contra la disciplina organizada
Evidentemente, no se le hurta al avezado lector, que ‘Marsoon’ es una ‘corrupción’ de Barsoom; por fortuna, me distingue de EDGAR RICE BURROUGHS, hombre de fecunda imaginación, lo reconozco, querer proporcionar algo más que un puñado de improvisadas ocurrencias al descuido lanzadas a los párrafos para articular una nueva andanza de JOHN CARTER. Me ha tomado tiempo ir construyendo una Sociedad (tres, más bien) nativa rica en elementos culturales, económicos, sociales y religiosos, algo que diese fondo a los relatos, pese a ser una fantasía sin más trascendencia que la de proporcionar un grato rato de esparcimiento. Todo está atado, y muy bien atado.

También he cuidado, cuanto he podido, los perfiles psicológicos de los participantes en las novelas. Eludí al máximo presentar figuras planas, al menos, en lo concerniente a protagonistas o secundarios de interés, porque eso envenena toda la narración. Eso es otra cosa que me toma bastante tiempo, procurando prestar a los personajes “ese algo” que les diferencie de los demás: muestran manías, un vocabulario, una forma de pensar/actuar peculiar. En plan la vida misma, vaya.

Lo comentado: lo salvaje/animal contra lo disciplinado.
(La figura femenina, para hacer bulto)
Era muy fácil limitarse a maquear ligeramente algunas de esas grandiosas figuras “tomadas” del pulp y dejarlas correr por estos pagos actuando según sus características de origen. Eso no va conmigo. Quiero que evolucionen. Puedo equivocarme con lo que al final he conseguido, pero jamás me negarán haber intentado hacerlo genuino.

Finalmente apelaré, confiando se reconozca un mérito, a mi estilo narrativo particular. Gusta a lectores sin complejos, pero no tanto a los ‘eruditos’, a personas con un sentido “clásico” de la narración que, amigos míos, está anquilosado. O lo estará pronto. Por supuesto, terminas aceptando que no escribes para contentar a esos escrupulosos lectores, pues tienen tan elevado el listón que imposible es contentarles. Escribes el tipo de libros que quisieras realmente leer.

Detalle
Y descubres que otros muchos comparten tu criterio. Eso se llama: ventas.

Pronto, más sobre una épica llena de atormentados personajes que procuran acertar en medio de un entorno violento y proclive a causar errores fruto de la precipitación.

sábado, 3 de octubre de 2015

EDGAR ALLAN POE — UN CASO DE HIPOCRESÍA

Esperemos que, con esta desagradable manía
moderna de deconstruir la biografía de los
grandes hombres, no "descubran" que durante
un oscuro periodo de su vida le dio por los
niñitos negros. ¡Lo que faltaba!
Al escribir, poco ha, algunas mínimas-nimias apreciaciones estivales sobre la figura del coloso de las letras góticas norteamericanas, pretendía únicamente, apelando a la información biográfica aportada por JULIO CORTÁZAR y WALTER LENNIG, reflejar más su figura como persona que como autor, y si sus defectos como sujeto influían, de qué modo además, en la reputación de su obra. Dan, además, indicios sobre la arquitectura oculta de su narrativa.

Al autor le prodigan elogios. En grandes capazos, sean de palma o mimbre. Sirvieron para que un espabilado ROGER CORMAN le ‘sangrase’ en una sucesión de filmes de serie B (lindando lo execrable) únicamente recordados por la histriónica/histérica interpretación de VINCENT PRICE, que daba a su actuación, en esos travestimos hechos a presión de diversos cuentos poeianos, ese aire de decadente elegancia europea, macerada en perversidades de profundo corte sexual aberrante.

Las que, empero, Poe (¡ese titán del verxo, impotente para el sexo! —al menos, con mujeres vivas—) impregnaba a su prosa o poesía, cosas que resaltan con sólo prestar una mínima-nimia atención.

ROBERT E. HOWARD listo a ganar
un puñado de dólares. Arrastra una,
quizás, injustificada fama de majara.
¿Enfatiza o desvirtúa eso su obra?
Y aquí llegamos al meollo de la cuestión: Poe arrastra larga leyenda urbana de ser alcohólico, drogadicto, hemos visto: impotente sexual (con las vivas), contrajo nupcias con una menor (bastante joven, conviene resaltar —¿pederastia, sugiere eso?—), mentía sobre su vulgar tespiana cuna, adjudicándose ascendencia notable, si terciaba foránea/germana, hasta una profusa (aunque fantasiosa) agenda viajera, trufada con vibrantes duelos a espada… defensa de ultrajadas beldades… siga usted contando. (Qué triste, ¿no? No le bastaba su valor como persona, o su talento como autor. Debía mentir desesperadamente sobre esas cosas. —¿De veras es de admirar; no le desacredita?—)

Esto, en cualquier otra persona, provoca en el populux irrisión, o desdén, según el día, la enormidad del camelo, el carácter del receptor del embuste. En cambio, procediendo de Poe, inspiración del mediocre BÉCQUER, se aparta, se esconde, se ignora. ¡Tapujos, tabúes! Selectiva amnesia hipócrita sobreviene entonces. Y cuantos defectos se destacan en esa otra persona, marginándola por mor del conjunto de sus vicios, en Poe (y, atentos: es sólo uno entre tantos nombres a subrayar) ¡desaparecen!

DALÍ. Salga usted con esas pintas a la calle. ¡La
irrisión universal! (Antes de ponerle la camisa
de fuerza). Sin embargo, siendo Dalí, ¡se le
perdona! Y aun alaba
¡Loas a Poe! Poe ¡se exalta!, apelando a la innegable calidad de su producción. Bueno: ¿y si esa persona a la que discriminan por sus “debilidades” resultara luego un artesano competente, o soberbio trabajador? Su habilidad, ¿no le exonera, o lo suficiente, para ser clementes con él? No. No es Poe. Como LORD BYRON, o TENNESSE WILLIAMS, u OSCAR WILDE (más nombres de la larga lista), destacables también por sus vicios, depravaciones y, siendo su época tan represiva, el duro baldón de la homosexualidad, ¡por obviar sus problemas psicológicos!, se excluyen. Se salvan.

¿No es una perversa hipocresía que habla muy mal de nosotros y nuestras costumbres? Mostremos tolerancia, y ¡humildad!, sobre todo, ¡HUMILDAD!, porque, por mucho menos, ha muerto gente. ¡Por mucho menos calvario! Nadie está libre de pecado, ni defectos, o corrupciones. Sólo que, en según qué caso, se olvidan, soslayan, perdonan…