domingo, 30 de julio de 2017

IRA DE TITANES — COMPETENTE ESPECTÁCULO

Afiche de un filme que, de forma oblicua,
trata de la importancia de las familias
bien avenidas, la reconciliación
Que la lápida de IO esté en inglés rebaja las expectativas de calidad de esta fantasía mitológica. Es curioso ver que la producción hollywoodiense, máquina tan ajustada en otras ocasiones, que procura hasta una minuciosa recreación de hechos históricos, en este tipo de cosas falle. Porque ahora, a tenor de cómo la educación cultural anda, buena parte de los espectadores estadounidenses (bastante incultos) estimará que su idioma se hablaba ya en tiempos de HOMERO. Cosa para hincharles el pecho de orgullo.

Más aún: ¡la lengua hablada en la Grecia Clásica era el inglés! Esta suposición alcanzará a otros muchos espectadores, de índole internacional. Aceptarán esta “universalidad intemporal” del inglés como buena, sin cuestionarla. ¿Qué les costaba poner la lápida en griego, aunque fuese moderno?

Ira de Titanes, secuela de FURIA de Titanes, debe contemplarse, detalles chuscos como el de la lápida aparte, como esparcimiento beneficiado por una potente ingeniería visual computarizada que debe elevar nuestros sentimientos de interés o simpatía por los avatares de los participantes en la batalla. Una enorme, épica, colosal. Digna del negruzco CRONOS que languidece abatido en el Tártaro. Lucha capitaneada por un PERSEO que acepta sin los previos complejos la parte de sí con superpoderes, que debe emplear liberalmente para procurar impedir que ARES y HADES (apocado, marginal, aterrado con su mortal inmortalidad) destruyan nuestro Universo.

De forma no menos parabólica, IRA DE TITANES trata un
tema recurrente en la obra de MOORCOCK: el fin de los
dioses, mitos, la llegada de la Era del Hombre, las máquinas
Si Furia de Titanes pretendía tener un sesgo simplemente fantabuloso, ser actualización del filme en que se inspiraba, Ira abraza sin dudar las viñetas más espectaculares estilo DRAGON BALL. Perseo destroza a cabezazos columnas (impulsado por la furia vehemente de Ares, en todo momento seguro/sobrado de su poderío), plantando cara a la deidad de la guerra con una exhibición de fuerza paralela.

Hay esfuerzo de “rigor” más pegado al cine en Furia que en Ira. Entiendo que: esto debe ir a más. El espectador no puede ver una repetición (aunque exista) de los elementos de la primera cinta. El espectáculo debe crecer. Tratamos con deidades. Lo que conocemos de ellas es el voluntario sacrificio de JESÚS. Estos dioses, sin embargo, guerreaban con titanes, gigantes, monstruosidades, blandiendo armas míticas. No puede seguir, por mor del espectáculo, renuente Perseo a desplegar su lado SON GOKUH cuando todo cuanto ama está inmediatamente amenazado.

Nuestro héroe se beneficia de su lado divino para terminar
bien esta gesta; sobre todo: su capacidad para sanar deprisa
Así que damos a todo esto que ya vimos un sano aire cómic (al fin y al cabo, ¿no están los tebeos MARVEL, por ejemplo, recreando “a la norteamericana” la Mitología Clásica, incorporando a la CultuPop iconos que rivalicen para luego anular a los helenos?), ampliándolo con la presencia de tipos como CÍCLOPES, el MINOTAURO, el Laberinto, HEFESTOS, y después enfrentamos a Perseo con otro titán (en este caso, el máximo), pues es su estilo de vida, y al cual vence in extremis, amén.

Lo importante del cuento está en que se trata de pura evasión efectuada con eficacia, pese a las pegas que observemos. SUICIDE SQUAD es mucho más deficiente, con un rol de personajes con los cuales no contactas, teniendo la clamorosa sospecha de ser vehículo de lucimiento de su protagonista. Insisto en que debemos ser tolerantes con este tipo de películas porque son HONESTAS: No voy a salvar tu vida. No verás actuaciones de ponerte los vellos en punta (¡bien lejos queda LIAM NEESON de OSCAR SCHINDLER!); sólo pienso darte noventa minutos de evasión. Sin traumas. Complejos. Ocio: punto.

Otro gigantón al que abatir. Con un método algo apurado,
quizás. Pero tratándose de sencilla evasión, pues vale
Y pretendo hacerlo con una muy decorosa pulcritud digna de respeto. Fracasaron ejemplos más fastuosos. He citado uno. Por eso defiendo Ira de Titanes frente a quienes me la denostaron en su momento. Porque va de cara. Sin tapujos o falsas pretensiones. Tal como está la cosa: es todo un mérito te lo haga pasar bien.

miércoles, 26 de julio de 2017

ROAD TO SOGUETTO — ENTREGA 7

Séptimo capítulo. Las complicaciones parecen dispuestas a
ir resolviéndose
—¡Para, Dama! ¡Frena, por Dios!
Dama de Picas: creo aplasta el pedal poniendo su peso entero en él. Dibuja larga estela de arena marcada por las ruedas que asustan a las cacatúas. Polvareda inmensa. El Relámpago Rojo: queda terciado en medio de la carretera de tierra apisonada.
—Retrocede. Fíjate.
Reversa, obedeciendo las ansiosas palabras de Bujías. También me ha contagiado de su estado de ánimo. Tal como el siamés: me pongo a mirar hacia donde creo que él ha visto algo
(Dios, que no sean pasmas, el enemigo, o los mercs de HomeCorp IG)
Los exteriores de este relato fueron
rodados donde esta película
procurando divisarlo. Por la paz de mi alma, especialmente. Soslayo a Bujías. Contempla algo que la noche hace una masa angulosa con una de esas linternas que matan insectos en la puerta, iluminando un poco el porche con su vaho luminoso.
Una Jonathan Kent. Forzando un poco mi memoria, reconozco la pickup. La vimos antes. Nos cruzamos con ella en la carretera el día que diagnosticaron el tumor al gato. Ese que le curé. Así que venía de aquí.
—Es la misma —exhalo.
—¿Qué? —Dama de Picas examina el vehículo junto a la casa de aspecto empobrecido. Como si fuese parte de la Historia que atrapó a John Dillinger por condados similares.
—Nos cruzamos esa Jonathan Kent el día que diagnosticaron el tumor al gato. La de color rojo desvaído —explico.
—Me acuerdo —Dama de Picas se pone, adivino, a carburar cómo esa máquina puede ayudarnos en lo que pretendemos—. Debe bastar hasta que cambiemos de vehículo. Sí. Ajá. ¡Buen trabajo, Bujías!
El elogio le mueve la cabeza un poco, aureolándole de leve vanagloria. Dama de Picas: maniobra hasta situar el Relámpago Rojo dentro del depauperado y polvoriento patio como si fuese un escualo precavido tratando de morder bien en el último momento. Un álamo muere según se contorsiona junto a un pequeño parque infantil que da grima.
—Es una casa tan abandonada que su dueño podría dedicarse a arrancarle la piel a los autoestopistas que recogiera por ahí —emito mirando las ventanas oscuras que distinguen la fachada de madera. Más pintura descamada. Abandono. Desidia. Pobreza.
Hice reciente reseña de este tonto filme
—Espera aquí —me instruye Dama de Picas—. Venga, Bujías. Haz magia.
Bujías: experto abriendo cerraduras. Poniendo motores a punto. Cruzando cables que nos permitan arrancarlo con mínimo-nimio esfuerzo. Se deslizan los adultos fuera del Relámpago Rojo: al ralentí. El gato: maúlla. Lo acaricio. Le susurro palabras dulces. Espío la casa. Ventanas que siguen a oscuras.
Tengo a mano mi calibre por si alguien pretendiera causar problemas. Somos un equipo. Más compacto de lo que la disidencia de antes pudiera permitir sospechar. Los unos dependemos de los otros. Simbiosis en Nivel MAX. Colaboración en ON. Sin espacio para los egos egoístas.
Dama de Picas: vigila también. Bujías, como ha pedido la dominatrix: hace magia. 

domingo, 23 de julio de 2017

SUICIDE SQUAD — NUEVO DESPILFARRO DC COMICS

Psicodélico afichge. Aun reconociendo lo
bueno que es el contraste entre personajes
MARVEL y DC en pantalla... ¿deben ser
éstos últimos tan... tan solemnes?
Lo lamentable de efectuar comparaciones se pone muy en relieve en este filme que aúna a un grupo de “super”criminales potencialmente peligrosos para la Sociedad que son empleados, estilo DOCE DEL PATÍBULO, para combatir amenazas excepcionales, sin  paralelo en la Historia; al menos, reciente. Ser una bala contra el nuevo SUPERMAN.
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Para darle sesgo que atrape la bondad de la crítica, que puede excederse demasiado con el rigor que emplee para lapidar esta inversión millonaria, malogrando los ingresos que esperen recaudar, hacen pivotar la cinta (para lucimiento de WILL SMITH, ante todo) sobre dos sugerentes ejes: la redención y el que, en el esfuerzo por obtener la seguridad perfecta (la norteamericana, léase), la medida elegida como óptima puede ser la que termine matándonos. Es elíptica referencia a la polémica Ley Patriótica.

Idea interesante, esta segunda, que reviste a ESQUADRÓN SUICIDA de ese fuerte regusto institucional, de agencias secretas, casi Gobiernos paralelos a la sombra, que se financian sin embargo del Gobierno “a la luz”, despachos dominados por especialistas carentes de alma, llenos sólo de aterradores propósitos que pueden resumirse en que “más vale matar a cien inocentes que dejar escapar a un culpable”.

En sus documentos afirman lo opuesto, por supuesto, algo como “matar a cien culpables para evitar maten un inocente”, para contentar a los que asignan la pa$ta en el control presupuestario y/o moral periódico. Pero, no. Es la primera fórmula la que abraza todos sus movimientos y estrategias.

En plata: los anti LOS VENGADORES, aunque se les diseñe
como los anti el 
SUPERMAN que no comulgue con nuestros
parámetros morales o sociales
Aunque Suicide Squad aquí tampoco aparece en exceso original; LOS VENGADORES, LA ERA DE ULTRÓN ya tiene ese concepto palpitando bajo la coraza de vibranium que contiene la inteligencia artificial genocida. En su bienintencionado esfuerzo por protegernos, TONY STARK y BRUCE BANNER desarrollan un ofuscado recurso que pone todo su empeño en nuestra extinción.

El elemento elegido para matarnos, en Suicide Squad, que más parece no obstante un elaborado retablo de flashbacks para contarnos la vida de algunos integrantes de la unidad, no una película de acción fantabulosa destinada al franco ocio, es una fuerza mágica que diseña una extraña máquina (algo que, a su vez, evoca al primer Vengadores) activada más por ‘mecanismos’ sobrenaturales que piezas físicas. Esto ahora revierte a DR. STRANGE, donde la misma alineación “de planetas” empero está mucho mejor conseguida, creando incluso personajes llamativos pese a que, a priori (esto es algo personal), no lo sean a nuestro paladar.

Mira, niñata, esta peli es para mi lucimiento; como te vea
robándome escenas, te cagas, rubia. La otra finge indiferencia
con ese rictus erectus que plasma
DC puede tener una muy veterana y respetada colección de iconos. Pero su traslación a pantalla sigue siendo deficiente. Esperan combatir a MARVEL con derroches en SFX y dinero que enmascaran su incapacidad de darles la empatía y soltura que los iconos de Marvel desprenden. Mientras estos últimos no se toman demasiado en serio, los de DC parecen estar predicando, exhortando, lanzando admoniciones wagnerianas. Apabullan con sus sombrías demencias (BATMAN) o sus sobrehumanos poderes (Superman), sin permitir un resquicio de diversión, o luz, en sus acciones.

Todos sus personajes aparecen como dioses, o semidioses cuando menos. Viven en distantes cumbres borrascosas mirándonos con indecible sentimiento. Les aleja su frialdad, la magnitud de sus poderes o acciones. Los Vengadores son más cálidos. Pese a que tienen parte de imposibilidad, puedes contactar con ellos. No sucede igual con los DC. Y este Escuadrón Suicida, ni te digo qué refractario nos es.

No entro a comentar sobre EL JOKER. Ya lo constató ALAN MOORE: Unas veces recuerdo mi pasado de una manera; otras, de otro. Por tanto: `nuff said. Esta imagen puede encajar en cualquiera de sus maleables currículums.

miércoles, 19 de julio de 2017

ROAD TO SOGUETTO — ENTREGA 6

¡Hey hey! La sexta entrega. Toman decisiones correctas
Nada más. Viendo vía metacril el espanto. Hora-tras-hora. Y nada. Inmóvil.

Matar luego al cabrón responsable original de todo esto, de la precipitación de Dama de Picas a un vacío interminable de remordimientos, al comprobar que pervirtió sus más altos principios permitiendo aquél abominable sacrificio humano: apenas me contentó.

Sus restos comidos por los nanobots que le disparé: recibieron buenas cargas de arena. Era algo, un esqueleto lleno de pegotes de carne que seguían disolviéndose. Pero lo que importaba, el tío en sí: seguía vivo. Increíble, ¿verdad? Pero cierto. ¡Me aseguré!

Y sentía cómo iba muriendo con un atroz dolor sin poderlo remediar. Poco a poco.

Puedes imaginarte a GABRIEL T así. Viviendo en esta era
de referentes fílmicos, JOHN CONNOR era la idea
adecuada para caracterizarle
Era otro espantoso espectáculo que, ya digo, tanto Dama de Picas como Bujías intentaron ocultar. Enterrándolo vivo. Echándole tierra encima. En cantidad. Porque no podían seguir oyendo sus alaridos de agonía. La arena, aun anegando su garganta: parecía incapaz de absorber, anular: sus gritos.

Viéndoles trabajar, mortífera expresión me enmascaraba entonces. Esa cara de Lord del Sith: que tanto TANTO aterrorizaba a los adultos que me la veían. Acariciaba al gato. Como ahora. Ese asesino: no merecía menos.

Dama de Picas: empezó a mirarme de otro modo desde esa mañana, en el porche sentado. Bujías parecía quererme esquivar con más frecuencia que antes.

Mi espectacular genialidad magnificaba mi maldad, estimaron. Mucho. Intentaban comprenderlo, encajarlo, asumirlo. Pero… esa mirada de Sith… las sombras anejas…

Dama de Picas: engrana primera. Gira el volante. Norte. Canadá.

Desapruebo la decisión. Empero guardo silencio. Porque, de momento: permite distanciarnos del jaleo que tanto la pasma, el enemigo, como los mercs de HomeCorp IG: tienen montado en lo que fuese nuestro rancho.

Y a DAMA DE PICAS de este modo.
Hay días que Gabriel la enoja bastante
Buen Rey queda atrás, mucho: pocos minutos después. Una gigantesca incertidumbre con sabor rancio a Tejas, tan vasta como el firmamento: se abre ante nosotros. En plan the fast and the furious Dama de Picas nos sumerge en ella. Su rostro (adivino): todo un poema de concentración. Intentando vislumbrar la senda correcta en esta velocidad.

En plan Jedi. Pero: al caer, como Lucifer otrora, perdió puntos para ser de las buenas. Ya no era la Cowgirl que confió poder cambiar esta atrocidad de mundo creado por el PragmaSoc de un modo distinto. Que no comportase sacrificar inocentes ni, tampoco, los más nobles principios que la animaban, adornaban, distinguían de la ralea infame.

—Hay que cambiar de buga —diáfana declara—. Algo menos cantoso. Pero seguro. Si veis algo que promete, avisad. Por aquí abundan las granjas con vehículos que se ajusten al perfil.
—10/4, Dama —confirma Bujías.

Nada digo. Miro por la ventanilla. El enojo me hace egoísta. No obstante, como punzón que rompiera una capa de hielo: la certeza de que necesito colaborar con ellos, porque me juego algo MUY IMPORTANTE si no lo hago, termina inundándome.

El borrón raudo que son las cosas cuando las pasamos acelerados, por miedo a los helicópteros o cruzarnos con patrullas reclamadas como refuerzo: dificulta ubicar algo. Sin embargo, ahí están los reflejos de Bujías.

domingo, 16 de julio de 2017

COBURN — BUSCANDO REDENCIÓN

Ya su interesante presentación nos
previene del contenido

Conozco al autor, PABLO GARCÍA NARANJO. Allá, en sus “titubeantes” comienzos, me solicitó valorara sus primeros escritos. Ya denotaban su promesa. El habitual tópico del diamante en bruto. El esfuerzo, los años, que una editorial, con su arsenal de recursos, haya estado supervisando, ha permitido limar todas las aristas entonces advertidas. Lo inhábil del principiante. La intensidad, la garra, la fuerza que le hacían entonces sugerente: perduran.
En Coburn, relato de un envejecido sicario que intuye su fin y al que piensa entregarse sin lucha, porque, en el fondo de sus sesos, el resquemor de que ha desperdiciado su vida se torna cada vez más insistente, y parece que encontrar una muerte envuelta en un blaze of glory justificaría una vida vana dedicada empero a matar, las constantes de aquella temprana producción han alcanzado sólida madurez. Es el sigul que caracteriza su consistente prosa, llena de numerosos aciertos estilísticos e imágenes que barrenan sobre un mundo sórdido, despiadado, implacable, que está justo a nuestra espalda, o allá donde hemos elegido ignorarlo.
Narra de principios de Década 70, elección óptima porque nuestro moderna realidad HITECH permitiría un seguimiento rápido vía celular/internet como la que porquerías pretenciosas como CSI:LO-QUE-SEA nos han acostumbrado. Aún hay relentes de oscuridad de Década 50 prendidos por doquier. Los personajes parecen sostenerse en alcanfor de “aquellos entonces” según atisban un futuro donde la supervivencia se hará cada vez más difícil. Acaso alcanzando la redención encuentren forma de encajar en él.
Es muy similar a lo que este clásico del
subgénero de vigilantes ofrece
Las eternas constantes de la violencia, la corrupción, los sujetos de moral mínima-nimia (si alcanzan a tanto), impregnan estas páginas que encontraron formato muy adecuado para exponerse. Un punto para la (desgraciadamente) desaparecida editorial, que supo encuadrar los párrafos de Pablo en una novela cómoda, sólida, que entra por los ojos reclamando tu atención.
Conviene apreciar que Pablo se arriesga con la temática. No es noir, aunque lo aparenta. Es más hardboiled que una investigación poblada por pintorescos personajes en la jungla de cemento de Los Ángeles. Ha redactado una novela, con características pulp que en nada deshonra, de vigilantes.
Los vigilantes son tema incómodo hoy día. O lo percibo. Lo último que recuerdo fue la de PUNISHER WAR ZONE. El oropel supersónico de los superhéroes está reemplazándoles (en verdad, sí, ajá, son visión más cromática del vigilante). Porque la Humanidad necesita ese reposo del día-a-día caótico lleno de miedo que ha supuesto la crisis económica global y su persistente inestabilidad. Los enmascarados dan ese asueto.
Que en el cine ha tenido esta más que
digna representación
Un vigilante es un sujeto más/menos desequilibrado que nos retrae a los momentos más avinagrados de la actualidad. Al vecino yonqui. Al que vende drogas. Al despreciable sádico de las noticias. El terrorismo internacional islámico (dejémonos de zarandajas: lo es. Los católicos no estrellan aviones en los rascacielos) es una amenaza que exige un esfuerzo común (léase: THE AVENGERS, más/menos compuestos por una coalición de elite internacional) y que Propaganda sin cesar pregona. Posee vistosidad la gesta. ¡Alabanza! al empeño grupal. Se ve mal al tirador solitario neurótico (en esta categoría entras tú, BATMAN) porque… los terros actuales son… tiradores solitarios neurotizados por la asimilación enferma de un credo que permite la malinterpretación.
Pero aquí está nuestro hombre, escribiendo sobre un sujeto de tal traza, siendo además publicado. Y nos deleita con una fuerte composición de crímenes, vileza y bajeza humana que no dejará indiferente. Garantizado.

miércoles, 12 de julio de 2017

ROAD TO SOGUETTO — ENTREGA 5

Quinta entrega. Muchas cosas que resolver dentro de un
espacio claustrofóbico acentuado por la salvaje persecución
—No permitiré que el fantasma de esa cría joda nuestra vida. Ni ahora. ¡Ni nunca! —rechaza Dama de Picas vehemente. Al fondo: diviso un cruce. Van desfilando, a diestro y siniestro, los ranchos acobardados por la noche, la inmensidad del territorio, los ruidos de guerra que llegan desde nuestra propiedad—. ¿Me oyes? ¡No lo consentiré!
»Aquello DEBÍA hacerse. ¿Me gustó? ¡NO! —desacelera conforme se acerca al cruce. El vaho luminoso de los faros: muestran dentadas sombras afincadas en los arcenes. Huesos de perros atropellados—. Pero DEBÍA hacerse. Era una forma formidable de dar tal golpe al PragmaSoc que la gente ¡despertaría! de una vez por toda, ¡mandándolos a sus tumbas a patadas!
—Sacrificamos a una muchacha inocente en una ordalía de dolor interminable para nada —y pronuncio su nombre real, pues sé que eso la dolerá. La despertará. Cópiate cómo reacciona. Hasta Bujías parece sufrir el azote—. ¡Por el amor de Dios, vivimos en un orden político que tiene edificios llamados “Pabellón Once” donde aplican en cadena, de manera industrial, la eutanasia! Están bajando tanto el puto Protocolo que, a cualquiera que pillen tosiendo en la calle, ¡le enchufan la inyección letal!
Os hablaré un poquito de nuestros protagonistas. Llevan
casi toda la vida tratando con personajes
como este traficante de armas. Vaya educación, ¿eh?
»¿Crees que difundir esa pátina de un vídeo de una chica asesinada de aquella atroz forma por Capitostes de segunda del Partido iba a causar rebelión? ¡Santo Cristo! ¿Has olvidado dónde nací? ¡En las Barricadas, esa cosa que ha implosionado formando lo que ahora llaman “Soguetto”! Las Barricadas ¿qué eran, sino apartaderos para personas con una “genética inadecuada”, donde esperábamos la muerte, fuese durante una redada, o por las luchas tribalpunk entre los Neoskinceltas, los Neorrojos o los Últimos Cowboys…, bueno, los Desperados…, o por simple desasistencia médica?
»¿Y eso querías cambiar con un vídeo? Bendita Bianca Beauchamp, ¡estás más desesperada de lo que pensaba! Tú y la “santa cruzada”. ¡Todo acabado! ¡Hace mucho!
—¿Has terminado ya? —su voz templada. Fría. Consigue: inducirme un escalofrío. Está frenando. Para decidir la dirección adecuada a tomar en el cruce—. ¿Acabaste?
—Creo que sí.
—Luego, cuando salgamos de ésta, resolveremos esto. ¡Definitivamente! Pero ahora —y me llama por mi nombre— ¡no me jodas presionándome más, ¿me oyes?! No me jodas.
—Luego, Gabriel, luego, por favor —interviene conciliador Bujías. Mirándome. Implorando, adivino en la penumbra.
—10/4.

Para quienes hayáis leído SOGUETTO, ésto es el famoso
AK 74 modificado estándar de las bandas tribalpunk
Cruce. Frenada. Polvareda envolvente. Vago relente de claridad al Este. Parece anticipar el alba. El motor del Relámpago Rojo: al ralentí. Tictaquea redondo. Ajustado. Dama de Picas mira a derecha. Izquierda. Al frente, un sembrado interminable, mustio todo. En el alto cielo se atisba la silueta de un Trueno Azul segando con sus aspas todos los vientos. Norte: Canadá. Sur: Australia, interpreto su indecisión.

El polvo que se asienta tras amortajar el Relámpago Rojo: me recuerda el día que cremamos a Crepúsculo. Céfiros coléricos hicieron de las suyas, pretendiendo arrancar de su carne quemada partículas que no eran aún ceniza. Los adultos se encargaron de amortajarla. No podía verlo. Todas mis pesadillas versan de cómo la dejaron a golpes.

¡Me abrasaba la culpabilidad pues permití que la mataran con mi inacción! Pude intervenir. Impedirlo. Pero me encerré en mi Rancho San Brandan, a mirar. Nada más.

domingo, 9 de julio de 2017

THE WARRIORS – LOS AMOS DE LA NOCHE — ¿Y DE SU FUTURO?

Afiche. Parece, no obstante,glorificar la
violencia de los estratos deprimidos de
la Sociedad
Película de WALTER HILL que se encuadra en lo que definen como “viaje del héroe”, o sea: emprender un desplazamiento (de la Tierra a Barsoom, o cualquier exótico paraje que DOC SAVAGE hallaba) durante el cual el protagonista no sólo pisa nuevas tierras, sino también senderos internos donde su carácter, se espera, evoluciona.

Nueva concepción de sí arraiga en su mente, mientras parte a sablazos incontable cantidad de Terribles Trasgos o siniestros caballeros oscuros. Se unen dos grandes clásicos de la narración, el de la venganza aparte: el argumento per se (el viaje) y el héroe, que debe servirnos de ejemplo moral, conducta, elemento de superación de nuestras trabas cotidianas y problemas anejos.

Si él pudo, lo conseguiré yo, pretenden adoctrinarnos. Pero sucede que: el héroe suele ser un poderoso individualista (algo mal visto hoy día) destinado a destacar de todas-todas. Y la Sociedad la compone una cada vez más nutrida cantidad de mediocres y gente que comprende que mejor eres invisible, porque la masa de mediocres piensa brearte de lo lindo como despuntes. Las envidias personales o laborales, la insidia de los rumores, sutiles ODIOS, todo eso, empiezan a trabajar contra el que destaca.

Eso: pasa inadvertido. Aunque poseas la capacidad de levantarte un poco por encima de la media. La admiración que dicen sentir por personas así: es efímera. Traicionera.

Este tío en plan mesiánico pretendía crear un poderoso
submundo de bandas que derrocase al Gobierno y lo demás
Pero lo que interesa: esta cinta. Hill rueda, basado en una novela que se supone rompedora en su momento, un arduo viaje por lo caótico de Nueva York. Muestra una visión desencantada de la Ciudad Que Nunca Duerme. Está plagada de tribus urbanas que han meado por las distintas esquinas de lo que estiman su territorio y las fuerzas del orden parecen incapaces de eliminarlas.

Enseña asimismo una urbe sucia, desatendida, violenta, decadente, con servicios sociales deficientes mientras las estampas habituales de los poderosos skylines siguen tapando la mugre del entorno. Las bandas descritas en el filme, pintorescos personajes a un paso de las viñetas, víctimas de un exacerbado Complejo de Peter Pan, parecen ser realmente no sólo amos de la noche, sino de todo momento del día.

Pero este menda  y sus macarras tienen otro plan
Una amilanada población contempla el auge de este poderío tribalpunk hasta el punto de evitar enfrentarse a quienes no tienen escrúpulos de acuchillarte porque la cárcel supone hasta distinción honorífica para ellos y el resto de la banda. Un fulano, en plan el DUQUE de Nueva York de 1997… RESCATE EN NUEVA YORK (hay ciertos paralelos entre ambas producciones), pretende aglutinar/liderar a todos esos salvajes encauzando de forma “productiva” la fuerza que desperdician combatiéndose entre sí. Mas lo matan, imputan su asesinato a Los Warriors, quienes se las ven y desean por la jungla pétrea neoyorkina para regresar a su territorio, donde, a salvo ya… son los amos.

THE WARRIORS en su territorio. Ahora que lo pienso,
este filme fue borrador para otro de HILL sobre bandas:
CALLES DE FUEGO. Le pone el tema, al cineasta
Me pregunto: un plantel de juventud aseguran compone la banda. Dentro de una Sociedad que, pese a todo, insta a progresar, sentar cabeza, tener hijos, hipoteca y monovolumen… ¿qué va a ser de Los Warriors cuando maduren? Por ahora presumen de chupa de cuero y de dar hostias. Mas ¿mañana? ¿Qué serán?

¿Despojos carcelarios que lamentan sus oportunidades derrochadas? ¿Carcamales comido por las nuevas generaciones, más agresivas? ¿Qué anima a estos tíos, en el fondo? Los Warriors son unos fracasados muertos de miedo con la idea del futuro. Pelean duro hoy (y por muy poco, o nada) para… ¿qué? ¿Qué legarán? ¿Qué les sustentará cuando tengan cuarenta? ¿Un conjunto de anécdotas? ¿O un trabajo mísero, que acabará deprimiéndoles aún más? Eso valoro de esta película, ese desperdicio de vida y recursos, no su atrezzo salvaje tribalpunk tan llamativo para la crítica de su época.

miércoles, 5 de julio de 2017

ROAD TO SOGUETTO — ENTREGA 4

La huida a la desesperada prosigue. Los ánimos se encienden
cada vez más...
—¿Crees que pensarían haríamos algo tan loco, Dama? —veo el perfil de Bujías. Cierta luz difusa presta empero energía a su mirada; contundencia a su decidida expresión—. ¿Cruzar tal infierno de controles, a través de un país violento a un paso de la guerra civil, para perdernos en las vastedades boscosas canadienses?
»Pensarán que regresaremos al Sur. A Brasil, quizás. O buscar nuevamente apoyo entre los Barones de la Coca colombianos. No venezolanos; ya sabes lo proPragmaSoc que son —Dama de Picas cabecea. Malos recuerdos: inundan nuestra memoria—. Somos los padres putativos de Gabriel T. ¡El terrorista adolescente más peligroso del futuro! El genio sin precedentes. ¡A la mierda Stefan Roslov! Gabriel T tumbó Pekín. —Intentan soslayarme, hundido en las sombras del asiento posterior, acariciando al gato como un villano de Bond, James Bond. Con tal semblante enmascarándome—. Preocupados por su seguridad, procuraremos por tanto lo conocido. Porque aún puede haber contactos. Gente codiciosa que nos ampare a cambio de sus conocimientos.
Incluso aquí, en el remoto planeta Marsoon,
estos acontecimientos tienen su eco
»Pero ¿Canadá? Desde lo más remoto y pobre de Tejas, a un metro de Méjico… ¿cruzar Norteamérica en su actual convulso estado? —Cierto aire de arrogancia nimba fugaz el perfil de Bujías—. Descartarán la idea, si alguna vez llegan a tenerla, ya te digo.
»Hemos aprendido a escondernos de puta madre magistral, Dama. ¡Lo conseguiremos!
Veo: que Dama de Picas intenta ensayar una réplica capaz de aplastar la argumentación de Bujías. Pero él es muy listo. Profe del MIT. Expulsado por Impuro. Antecedentes de cáncer en la familia. Podía perpetuarlo. Inadmisible en el mundo futuro que los Probetas de las Arcologías Aurora diseñan con el apoyo genocida del PragmaSoc.
Bujías: digno ejemplo del ciudadano estándar de Las Barricadas, que hoy tampoco existen. Las ha reemplazado un Malebolge que llaman Soguetto. Lo que he visto en la metaTV: te corta el rollo. ¡Completamente! Hacinamiento. Miseria. Violencia extrema.
Bandas de malhechores gobiernan. Crecen en torno a las Arcologías Aurora como una costra cuartomundista de polución urbana/humana donde metódicamente la pasma, el enemigo, va aplicando el holocausto programado por Pekín y los “éticos” Probetas.
Me pregunto cuánto de nuestra vida real
actual está siendo influenciada por este
tipo de distopías
—Tú querrás ir a Australia, ¿no, chico? —Cómo se resiste Dama de Picas a llamarme ‘Gabriel T’.
—Claro. Aún más lejos. Más seguro. Esa parte del ancho mundo reniega más del PragmaSoc, pese a que China está más cerca de sus costas.
—En Canadá hay también montones de enemigos del PragmaSoc —defiende Bujías su tesis—. ¡Potenciales aliados en la Provincia de Quebec!
—En Australia —me enroco— sólo seríamos nosotros en alguna parte desolada de Broken Hill. No dependeríamos de nadie. Como creíamos sería aquí, en Buen Rey.
»Pensabas reconstruir Ivy Manor en el racho, Dama, ¿recuerdas? Vivirías del sadomaso, como cuando me recogiste hace años, mientras planeábamos cómo intentar derrocar al PragmaSoc. Pero algo ha fallado. ¿Sabes qué? ¡Crepúsculo! —espeto.
—¿Aún indignado con eso? —Dama de Picas se revuelve, dolida/ofendida, un instante.
—Karma, Dama. ¡Mal karma! ¿Has visto en Canal Reposiciones Me llamo Earl? ¡Va de eso! —me empotro hostil en las sombras que me rodean—. Esto va de eso. ¡Mal karma!

domingo, 2 de julio de 2017

BARB WIRE — LA DISTOPÍA Y LA FURIOSA

Afiche. Pese a mis especulaciones sobre lo
triste que debe ser la consideren sólo una
mujer objeto, PAMELA ANDERSON sabe
explotar ese recurso. Parece no importarla
Poquísimo bueno a señalar de este producto de lucimiento de PAMELA ANDERSON (LEE). Tampoco en esto la película puede destacar. Los momentos fetish alegran tu día (especialmente si te va el rollo), pero como este tipo de ejercicios se valoran de forma global, el incentivo del prieto cuero cincelando la silueta de la Anderson no basta.

Barb Wire se encuadra en una tanda de cintas de principios de Década 90 cuya factura oscila entre la purria y lo deleznable. Ni son de culto, que ya es grave. TANK GIRL es otro desgraciado experimento (acaso más fallido) que comparte la baja factura de Barb Wire, cuyos realizadores ni se partieron lo mínimo-nimio el tarro en darle empaque.

Veamos (debió ser el planteamiento): tenemos a la tía buena de Canadá que viene bronceada de menearlas en la playa; una historia distópica de Norteamérica balcanizada y nazis a lo estadounidense (¡vaya originalidad!), clima de ¡anarquía! en calles de lo que sería el pre SOGUETTO, un dibujo de tribalpunk basado en repetidos clichés estériles. Empero… ¡esto debe venderse! Que la crítica es feroz. Ah, bueno, ¿qué tal si lo hacemos estilo CASABLANCA? ¡Tribalpunk con la tía buena canadiense!

Casablanca… ¿eh? Hum. Vende. Hay mucho pirado de esa película todavía. ¡Un clásico! Vale vale vale. ¡Cuela! Adelante.

Producen una mierda llena de tiroteos díscolos y uniformes SS con estereotipos de villanos irrisorios inútiles incluso en las viñetas donde esta bizarra bombshell vio la luz. Cierto: el papel lo soporta todo. Hasta situaciones como las filmadas puede tolerarlas. Aunque, cuando se transfieren a flesh and blood, interpretándolas, las proezas priápicas imposibles se hacen absurdas… el invento se desploma. Entero.

Neonazis de pacotilla indiferentes a las espléndidas virtudes
que la aguerrida BARB WIRE manifiesta 
Como los atributos de la Anderson fajada en látex dejaron de fascinarme a los pocos minutos del metraje, empecé a pensar en esta señora. Había que terminar la peli. Me concentré en eso: imaginar qué pensaba Pamela Anderson cuando estaba haciendo este manido aburrimiento. Se lo propusieron.

Porque: venden la película por la presencia de su esculturalidad curvilínea. Nada más. Ni drama, trama, SFX. Otros detalles anejos. Y si la juzgamos por la expresión: se atisba poca materia gris tras los sensuales labios. Imaginemos, sin embargo, que hay verdadera sustancia intelectual ahí dentro. Una licenciatura universitaria, lograda con esfuerzo. ¿A esto me veo reducida: a bibelot de babosos?

Pues a estos tribalpunk también les deja fríos. (Anda, que si
llegan a ser los HERMANOS FORSON...)
Miren ustedes, señores guionistas, señor director: la película es basura. La trama está clonada de un clásico, los diálogos son para matar a pellizcos al escritor, las situaciones desdramatizadas, pueriles. Hay materia para dar empaque a la propuesta. Uno en que mi lucimiento físico realce mi lucimiento actoral también. ¡Que tengo lleno el cacumen!

Ajá. Sí. Vale. Entendemos. Haz lo que te decimos. Cobras por fachada. No por ingenio. ¿Quién te has creído? ¿VIVIAN LEIGH? Andando, a bambolear el cuero, digo, el culo.

¡Cuidadito conmigo, tía, que seré padre de un ejército de
clones que conquistará una galaxia!, dice el de la izquierda.
(Parece igual de desafortunado lo de que Barb Wire se rebote
porque la llamen "muñeca")

Sería profundamente frustrante esta situación, ¿verdad? Ignoro si el caso se dio. Si, de verdad, Pamela Anderson es lo que ves y tiene el coeficiente justo para ir tirando. Mas no dejo de considerarlo: Pretendo demostrar que soy más. Sin embargo, ¡me confinan a un estereotipo (que me labré pensado trampolín de mis demás facultades) que perpetúan en una película que, años más tarde, aun me producirá sonrojo reconocer haber hecho!

El elenco (y el técnico) de este filme ¿debe andar por esas consideraciones? Pero la pa$ta es la pa$ta, y sin duda en su momento, esto, pensó la Anderson, me retornaría al futuro. Proporcionará filmes de mayor entidad. Categoría. Que: jamás han llegado. En fin: ¡triste es la sabiduría que nada reporta al sabio, Pamela! Y Barb Wire sólo te consiguió esto: un destello de gloria que el tiempo apaga e imputa defectos. Lástima.