viernes, 27 de junio de 2014

ELYSIUM — CRÓNICA APÓCRIFA DEL PATIO DE LOS DESPERDICIOS

Afiche de una inquietante parábola social
en catastrófico ambiente futurista
El realizador, NEILL BLOMKAMP, es evidente que está obsesionado con el manga GUNNM (ALITA, ÁNGEL DE COMBATE) de KISHIRO YUKITO. Dos cintas estrenadas que, quienes conocemos ese cómic, no podemos dejar de encontrar relaciones entre las viñetas y los fotogramas. Afortunadamente, Blomkamp lo ha hecho con gran calidad, en plan respetuoso homenaje. En cierto modo, sus películas sobre el triste y tenebroso Patio de los Desperdicios son mejor adaptación que el filme de animación japonés otrora realizado.

Pero no sólo Oriente aporta influencias para este reflexivo drama social futurista sobre la inmigración, clandestina por ende. Otra sólida vértebra del filme es HARDWIRED, de WALTER JON WILLIAMS (imagino que habrá quedado gratamente complacido al ver qué bien manejaron elementos de su notable novela cyberpunk), además de UN FANTASMA RECORRE TEXAS, de FRIZT LEIBER. Hay más, un copioso festín de referencias de riqueza imaginativa y visual, ofrecidos con eficacia y espectacularidad.

Los Ángeles, 2154. Sin cartel de Hollywood ni océano a la
vista. ¿Esqueleto de lo que otrora fuera un titán colosal?
…y esa inquietante analogía entre MAX DA COSTA (MATT DAMON) y JESUCRISTO, por mor de su vigoroso exoesqueleto, la cruz a la que lo han atornillado salvajemente…

Pero estas referencias saltan a la vista, claro está, para quien las conoce, brindándole un mayor solaz al visionar la cinta. El espectador medio se ha encontrado con un desolador panorama del Mañana-Mañana, donde el mensaje es obvio: la inmigración ilegal ahora emplea naves que salen raudas al paraíso HI/TECH en órbita: Elysium, cuyo espectral fulgor plateado en el alto cielo, entre todos los áridos vientos contaminados, embruja a una población… ¿cuartomundista?

Pero, en el espacio, Elysium funciona como un paraíso. Es,
evidentemente, analogía del Thypares de ALITA
Y la transitoriedad del poder: esta población reside en Los Ángeles, California, Estados Unidos. (Donde no vemos ni el cartel de Hollywood ni las orillas del Blanco Pacífico, por cierto.) El poderoso titán del presente ha caído, y entre los escombros de sus huesos se hacina la Humanidad, a caballo de la radical miseria de las favelas y la HI/TECH de los androides-policías fascistas.

Si EE.UU. está así, ¿cómo estarán, entonces, los actuales países del Tercer Mundo? El planeta está socavado por condiciones climáticas extremas; quizás lugares como los USA aguanten mejor merced a su pasado poderío, pero ¿Mali? El Sahara, ¿inunda Ciudad del Cabo? ¿Ha traspasado los Pirineos?

MAX DA COSTA (MATT DAMON) encastrado en lo que
acabará siendo su cruz de salvador del deprimido mundo.
Interesante que SPIDER (WAGNER MOURA) no quiera
acceder, pese a su cojera crónica, a curarla a Elysium, y
sí venda billetes a todos los que lo solicitan
Especulaciones que activan toda mente fértil y con ánimo de estamparlas en un relato. Hipótesis como las que intenta Blomkamp plasmar, empleando sugerentes recursos visuales y de acción. Y el mensaje social, la mejor cualidad de la predictiva ciencia ficción, envuelto en titanio de alta resistencia para soportar la masacre de las críticas adversas o superficiales.

Plantea una cavilación el deprimido Los Ángeles de Da Costa, exconvicto empeñado en no reincidir (pese a las tentaciones), que termina siendo el taumaturgo universal de un populux hambriento de medicación restauradora. Esa ciudad, ¿quedó así de agotada por desgaste de siglos de adaptación al spanglish, o por invasión desde el Sur, acosados por distintas calamidades que les empujaron al Norte?

JODIE FOSTER como DELACOURT. Implacable regidora
de Elysium que quiere proteger sus privilegios a toda costa,
aun abrazando doctrinas inhumanas
Aquí abre interesante línea de especulación Elysium. Continuamente, surten los telediarios imágenes de inmigrantes ilegales asaltando nuestras fronteras, convencidos de estar llegando a Elysium. Y ¿qué hacen, una vez aquí? Los ecosistemas están planteados de modo riguroso. Contienen finita cantidad de recursos. Si los sobrepoblamos, ¿qué ocurre?

Se agotan. Todo se empobrece. La calidad de vida, mengua. Y no gusta nada, a quienes gozaron de privilegios, perderlos. Esto es lo que materializa JODIE FOSTER en su interpretación de DELACOURT. Ha visto más allá del esplendor centrífugo de Elysium y sus mansiones de tinte californiano, obsesionándose con el que su agraciado paraíso tiene caducidad y limitaciones, e impedirá, como sea, que se degrade.

Y para llevar a cabo su misión administrativa, en tierra cuenta
con el apoyo de estos tres sociópatas, liderados por KRUGER
(SHARLTO COPLEY), enchufándose a un poder mecánico
superior
Su actitud está dibujada con crueldad, desde luego. Necesitamos un cerebro frío y despiadado tras el músculo brutal de KRUGER (SHARLTO COPLEY), que acaba manifestando sus propias ideas presidencialistas. Pero es la actitud de alguien con visión y control de sus existencias. Encomendado perpetuarlas, si hay cien unidades indispensables, no puede repartirlas.

Lo ético, por supuesto, en el planteamiento sanitario que ofrece Elysium, es enviar las naves hospital-robot a la Tierra y curar a los enfermos. Pero Delacourt no ve esto, sino que una ingente masa quiere abordar un privilegiado islote de privilegiados que cuenta con recursos fijos, quizás irreemplazables. Al final, el egoísmo conquistó todo su corazón.

Y una fuerza androide fascista sin sentido alguno del humor
Blomkamp también intenta explicar que la solución no pasa por abrir indiscriminadamente las fronteras. El pensamiento cosmopolita será muy hermoso y paritario y todo eso, pero altas murallas hacen buenos vecinos. Esta es la clave: buenos vecinos. Blomkamp traslada las naves hospital a la Tierra como analogía de que el problema de la inmigración ilegal se soluciona desarrollando sus países origen, que decidan así luchar por su dignidad y la de su patria, en vez de vagabundear por el Elysium europeo, brindando argumentos a la radicalización xenófoba y los skinheads.

El viejo amor infantil de Max, FREY (ALICE BRAGA), es el
motor que lo obliga a cometer el máximo sacrificio
Hay también que concienciar a los ilegales de que aquí hay un presupuesto y que, de la nada, no surgen las cosas. Si sobrecargan Europa, su Elysium, lograrán trasladar aquí su pobreza (y no lo permitiremos; está en la naturaleza humana), y cuanto habrán ganado es un respiro antes del implacable odio racial.

Deben construir sus países. Aprovechar la buena voluntad de Occidente (¿por qué siempre nosotros; qué hay de Rusia?), que traslada, una vez y otra, hospitales a sus naciones. Pero si éstos caen en manos de déspotas y tiranos, y ellos se lo consienten, acabarán descubriendo que el cierre de fronteras acarreará la falta de buenos vecinos.

Parece ser que nada hay más peligroso que un hombre con
un justo propósito, dispuesto a pelear abnegadamente por su
consecución. Y Max tiene buenos motivos para luchar
Astutamente, Blomkamp ha empotrado todo esto con el poderoso espectáculo del wrestling de los exoesqueletos, pero dejando bien visibles las consignas: mejor empleáis vuestras vidas en levantar vuestros países y que Occidente ceda allí un tanto de su riqueza para luego, aquí, no verla mermada por oleadas de ilegales, que a posteriori pueden aportar más desestabilización que ayuda.

Revolucionaria HI/TECH combatida, desde los suburbios,
con armas rudimentarias
Es llamativo que la rotulación en los muros primero esté en español y luego en inglés, en un país de eminente habla inglesa. Recapitulando: Elysium es espectacular adaptación de JOHNNY MNEMONIC. Pero debió existir aquél Johnny Mnemonic para disfrutar, con gran plenitud, de este Elysium, cargado de visión y reflexivo mensaje.

Vuestro Scriptor.

Adjunto:

sábado, 21 de junio de 2014

QUEMANDO CROMO — ¿SUEÑAN LAS DISTOPÍAS CON OVEJAS ELÉCTRICAS?

Cubierta de la edición bolsillo
El plato ‘fuerte’ de este recopilatorio de cuentos cyberpunk de WILLIAM GIBSON es, a priori, JOHNNY MNEMONIC; especialmente (o acaso) por haber gozado de una adaptación cinematográfica que, al menos, entretiene.

El resto de relatos: EL CONTINUO DE GERNSBACK, FRAGMENTOS DE UNA ROSA HOLOGRÁFICA, LA ESPECIE (coescrito con JOHN SHIRLEY), REGIONES APARTADAS, ESTRELLA ROJA, ÓRBITA DE INVIERNO (junto a BRUCE STERLING), HOTEL NEW ROSE, EL MERCADO DE INVIERNO, COMBATE AÉREO (con MICHAEL SWANWICK) y QUEMANDO CROMO, tienen dificultosa capacidad para quedarse en la memoria; todos van de lo mismo: miseria HI/TECH, guettos y tribus urbanas convulsas. Dejan pequeños fragmentos en el recuerdo, con cierto poder para situar su argumento.

WILLIAM GIBSON, el autor reseñado
(se parece a CLARENCE BODDICKER)
Son, empero, tramas “pioneras” del subgénero, o eso defiende el llamativo (y algo jactancioso) prólogo de Sterling, donde resume que Gibson plantaba la bandera en el vasto (y sugiere: caduco) entorno de la ciencia ficción con gran ardor y arrojo, listo para la batalla, llena de feas artimañas enemigas, de proteger al cyberpunk de concepciones más clásicas (y aun clasistas) de la ciencia ficción y sus ramales.

Y más que hacer pormenorización/resumen de cada cuento y destacarle algún valor al contenido (mejor lo dejo al lector; podría verle más ingeniosas facetas que las descritas por mí), prefiero efectuar una digresión sobre el cyberpunk y su influencia, partiendo, eso sí, del material provisto por Gibson.

Material que puede resumirse en un concepto sombrío y distópico del futuro, el fracaso estrepitoso del Estado del Bienestar, hundido tanto por una salvaje rapacidad mercantil (constante en estas narraciones: el traslado del mayoritario poder-de-las-urnas al de las minoritarias acciones bursátiles, la liquidación del poder político por el económico), como por desafección del populux, incapaz de pelear con justeza por los derechos civiles y sindicales tan arduamente conseguidos. El neofeudalismo HI/TECH. El fin de la democracia.

Sugestiva portada de una edición
foránea
Vamos viéndolo, día-a-día, ahora. A cambio del empobrecimiento de nuestras vidas y su calidad, tenemos un google de velocidad de descarga en nuestras conexiones a internet, HD en las jpg porno y sobreabundancia de cracks para piratear películas.

Ahí nos han clavado, al ciberespacio-sin-fronteras, mientras la demolición de un futuro que nos prometieron dorado se planifica, inicia y continúa inexorablemente. Oh, hay aspavientos defensivos, ajá, sí, pero tan cargados de veneno demagógico y cínica duda de qué persiguen estos adalides del inconformismo multipartidista y prorrepublicano (quieren lo que los bipartidistas: ¡privilegios a mansalva y coche oficial!), que parecen peores que la ‘alternativa’ contra la que “luchan”.

El cyberpunk (concedamos, en interés del comentario, su paternidad a Gibson), es la plena manifestación del carácter de CASANDRA de la ciencia ficción. (Por otra parte, aspectos del contenido de estas narraciones han quedado superados por la misma HI/TECH puntera sobre la que escriben, o terremotos sociales como el 11/09/01).

Bizarro afiche de JOHNNY MNEMONIC, cuento que abre
el recopilatorio. Bueno, como peli, entretiene
Ha predicho que nos espera un mundo del Mañana-Mañana sin espiras de tacón de aguja del planeta Mongo, viajes interplanetarios a los Planetas Prohibidos, anulando todo un futuro rutilante de hedonismo ocioso, con las alimañas de la guerra, el hambre, la enfermedad, las contracturas sociales y raciales, curados y vencidos.

Es un futuro cegador por mor de LED y neones de permanente brillo, y conquistas médicas casi totales, pero franjadas a un delta muy exclusivo de la población. Vivirán en apabullantes arcologías que permitirán diseñar nuevas generaciones de edificios que ni podemos imaginar. Los nuevos palacios y castillos de los privilegiados estarán ubicados en la órbita, más que en mundos familiares del Sistema Solar, y la Vieja Madre Tierra sustentará a una Humanidad al constante filo de la cochambre, el hacinamiento, las carencias, que soñará con los inalcanzables Camelots del espacio.

Para algunos, esta novela de PHILIP
K. DICK es la auténtica pionera del
subgénero
cyberpunk
Y habrá marginales luchas, de individuos o colectivos, interesados en cambiar esto, que puedan contener mayor grado de lealtad, o compromiso, con la causa, que sus demagogos, que sólo predican la palabra. Pero el nuevo Sistema absorberá el golpe, consintiendo a esos luchadores el instante, ilusorio, de creer que otro mundo es posible.

El Sistema contará (ya los posee) con recursos para reconducir a los triunfantes rebeldes a una situación donde los privilegiados no pierdan sus estatus de nueva nobleza tecnosacralizada. Y les podrá una dura prueba: privilegios o democracia. Veremos cuán fuerte es la naturaleza de tus convicciones.

El feroz dibujo de Gibson del futuro (atragantado de marcas e imágenes coloristas en pantallas de plasma y hologramas) no contiene ni clase política ni religión, sustituida por “evangelios”/manuales de computadoras. Imperan descomunales Corporaciones a través de una intrincada y tupida red de filiales. El Ejército y la policía persisten por su poder represivo, que impunemente bordea (o lo dispensa) el fascismo.

Un ejemplo del cyberpunk en el cómic: esta
ultraviolenta propuesta de FRANK MILLER y
GEOFF DARROW
El ciudadano es un anónimo descreído superviviente, hundido en la arracimada masa que puebla las aceras, su domicilio también. Y no reza, tampoco vota; mira al nuevo señor feudal (el Ejecutivo de la Corporación) aguardando de él la merced de una dádiva defectuosa, y barata.

Así, el cyberpunk entró fuerte en la ciencia ficción, aprovechando el impulso trasgresor/contracorriente propio del género y que a todos nos golpea alguna vez. Su predio (Corporativo) sobre el resto de subgéneros se hizo absoluto, dominaba; si lo que escribías no tenía gente con los sesos llenos de cables o chips, no vendías.

Tanto fue el cántaro a la fuente que hastió. El lector (ergo, la editorial) renegó del subgénero, quizás no tanto por la saturación de Corporaciones pirateadas, como por miedo a que estuviesen leyéndole su futuro, más tenebroso e imposible de impedir y asimilar que el “habitual”.

Otra más, que nos llega de Japón, a
la altura de
HARD BOILED 
Deseó, asustado, volver a concepciones más amables (también, ingenuas) del género, como si eso conjurase el peligro. Por otra parte, el cyberpunk requiere de cierto grado de conocimiento tecnológico en computadoras. De ahí que su incursión en el cine sea tan limitada. Las prospecciones imaginarias de los futuros posibles, más que alternativos, contiene grandes elementos cyberpunk, sí. Pero GEORGE LUCAS no necesitó detallarnos las especificaciones técnicas de la IA del HALCÓN MILENARIO para hacerlo volar. Gibson, sí. Si no, no concibe el relato. Es suerte de tara creativa.

Recopilatorio con inquietantes visajes del porvenir, en resumen. Confiemos aún podamos modificarlo, y ofrecer utopía, no distopía.

Vuestro Scriptor.

Adjunto:

sábado, 14 de junio de 2014

1997: RESCATE EN NUEVA YORK — DECÍAN HABÍAS MUERTO

Espectacular afiche foráneo; vende admirablemente la
película. (Y entonces, cualquier cosa nos alucinaba tela)
En atención a su sustento y carrera, puede que, sin proponérselo, ni esperarlo aún, JOHN CARPENTER gestó, para la CultuPop, uno de sus más destacados iconos antiheroicos: el desconfiado e iconoclasta SNAKE PLISSKEN (KURT RUSSELL), que, a modo, servirá de patrón para personajes de pelaje parecido (y peor avatar, tanto en el cine italiano como el americano).

ESCAPE FROM NEW YORK, cinta con nítidas trazas de cómic filmado (personajes entre el tópico y lo original, situaciones heroicas forjadas ex profeso para destacar las cualidades del protagonista, un mundo “imposible” que, no obstante, se desarrolla desde facetas del actual, llevándonos a preguntar si evolucionaremos desde esa ficción, o será la consecuencia inevitable de nuestros actos presentes…), recrea una de las fantasías norteamericanas “favoritas”, excluyendo la clásica del western y el mal hombre bueno que pintara SAM PECKINPAH en filmes como DUELO EN LA ALTA SIERRA o el más celebrado GRUPO SALVAJE.

Uno de los sicarios de EL DUQUE (ISSAC HAYES) aprieta
las clavijas, ahora que puede, al Poder, representado por el
jefe de policía HAUK (LEE VAN CLEEF)
Por la pertinencia del tema en distintas obras, algunas tratadas en este blog, la fantasía americana “por excelencia” parece ser su mutación en dictadura, como si fuese una prueba de madurez que tienen pendiente: saber si cuentan con el carácter para oponerse a algo así, saliendo reforzados, victoriosos, de la prueba, aun purificados, o fracasarán. Algo (en este caso, una elevada criminalidad) transforma Estados Unidos, Arsenal de la Democracia, en fortín que ha cuarteado sus más elevadas virtudes democráticas e imitados principios, sean legales o morales. Su mayor ejemplo: la isla-prisión de Manhattan, donde han volcado toda la población reclusa, dejándola al pairo de sus propias reglas.

Providencial antihéroe de visita: SNAKE PLISSKEN (KURT
RUSSELL) recibirá la misión de su vida, en todo sentido
Se terminaron las reducciones de condena, la libertad condicional, la reinserción. Allí sólo hay reclusos y “el mundo que han creado”, liderado por EL DUQUE (ISAAC HAYES), despiadado convicto que ha agrupado, a su alrededor, suficiente número de adeptos (y a BRAIN —HARRY DEAN STANTON—).

El predio de El Duque es incompleto. En distintos puntos de la isla-prisión mandan otros, lo que permite suponer que, pese a las soflamas de El Duque, su poder puede quedar circunscrito a un puñado de calles, no todo el recinto carcelario.

Estos gráficos cutres, ahora, eran la bomba en 1981, en serio
Aquí aterriza, en misión claramente suicida, Snake Plissken. Debe rescatar al PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS (DONALD PLEASENCE), que ha sido lanzado, por una facción terrorista de izquierdas, al más destacado logro de su Administración, racista y tiránica: la isla-prisión.

Carpenter, con limitados recursos aunque de indiscutible aprovechamiento, incita a reflexionar sobre la seguridad, sus extremos, y cuántos sacrificios en libertades sociales e individuales estamos dispuesto a hacer. También, si realmente el futuro (aquél 1981, año de realización de la cinta, hacía 1997 todavía un momento lejano del mañana-mañana) será tenebrosa distopía por mor del pertinaz hábito del Hombre de torcerlo todo al Reverso Tenebroso. Y otro estudio, inserto en la película, es la figura del Héroe, distinto al aseado galán del tradicional sombrero blanco.

Un trío fundamental en la aventura de Plissken y el rescate
del PRESIDENTE. (ADRIENNE BARBEAU, como
MAGGIE, nos alegraba la película)
Plissken es “residuo” de algunos antihéroes que CHARLTON HESTON había ya protagonizado, como el DETECTIVE THORN de SOYLENT GREEN y el ROBERT NEVILLE de OMEGA MAN. También Snake tiene raíces en los pistoleros crepusculares de Peckinpah, que, al filo del fin, acorralados por la cierta idea de haber malgastado sus vidas, intentan remediarlo con un sacrificio de extrema generosidad.

El Presidente (DONALD PLEASANCE) en una situación en
la que más de uno querría ver a muchos políticos. Aquí, su
vida no vale apenas nada. Su resonancia es estéril, inútil
El retrato del poder que Carpenter hace, mediante Pleasence, Presidente-bulto de clase alta, tratado como un baúl, ora por El Duque, ora por Plissken, es muy desamable. Puede haber un pequeño sarmiento de anarquía en 1997: Rescate en Nueva York, en cómo se dibuja al Presidente, cuya gratitud por el rescate, oneroso en vidas, la resumen en una frase tópica e insincera. Carpenter creo que, mediante ese político, ‘previene’ sobre la naturaleza del líder electo, “pide” recelemos de ellos. Sólo son caras-y-nombres, ubicados en un reino remoto.

Plissken, de larga leyenda urbana, procura abrirse camino
por la ruinosa Manhattan, rescatar al Presidente y evitar
que la bomba en su cuello estalle
No les conocemos de nada. No son “íntimos”; tampoco “familiares”. Su mensaje: sarta de mentiras, elucubradas al gusto del populux, masa aborregada que sigue esas propuestas irreflexivamente, porque son las que quiere oír, sin reparar en su contenido (fatuo, falso, populista), ni cómo pretende materializarlas, su coste.

El veterano ERNEST BORGNINE es otra pieza clave de la
trama; este TAXISTA, ¿por qué acabó en esta isla-prisión?
Acaso el apoyo a este Presidente vino de convertir uno de los más representativos puntos de Norteamérica en inexpugnable prisión, donde ningún derecho reconocido, o aplaudido, impera. El dilema, empero, no tiene fácil contestación. Ante una criminalidad desbocada, unas leyes obsoletas, o incapaces, una creciente saturación penitenciaria, la verificación de que las habituales medidas de gracia redentoras son ganzúas que los convictos emplean para reincidir… ¿qué hacer?

¿Cuánta mansedumbre tiene el cordero social? Porque conviene señalar que muchos de los que abogan por medidas penales tenues, lo hacen desde un parapeto de comodidad, lujo y seguridad que el ciudadano común no disfruta. Desde tan espléndida fortaleza, puede pedirse la abolición de las cárceles. Pero, cuando el crimen vive en el portal vecino, y sufres sus terribles secuelas…

Snake Plissken bastante harto de todo, pero temiendo morir
a cuenta de la bomba alojada en su cuerpo
El equilibrio imposible: ¿qué derecho sacrificamos, ahora, para garantizar la seguridad? Porque la mano dura podría, repentina e indiscriminadamente, golpearte también. Por infracción mínima-nimia aún. ¿Quién te defiende ahora; cómo? El ejemplo lo aporta la Revolución Francesa, o la rusa, cuando el Poder descubrió que los adalides del Cambio eran, también, ¿por qué no?, ¡adelante!, culpables. Sediciosos. Conspiradores. Lo que fuese, con tal de que, quien trincó las riendas con republicanas promesas de mariscadas diarias al famélico pueblo, retenga el mando y sus privilegios para su goce exclusivo.

Imagen interesante del héroe, bastante vapuleada durante
Década 70, por cierto: tiene una discapacidad. Antes, los
héroes eran apuestos, leales, aun serviles, aseados y
desprendidos. Plissken, MAD MAX, representan sujetos
dañados, codiciosos, renuentes a servir a la comunidad,
de la que desconfían considerablemente
Plissken representa al hombre torcido en mal sentido pero que, en virtud a su prístina buena esencia, se reivindica gracias al extremo heroísmo. LEE VAN CLEEF (HAUK) lo pone en un aprieto, pero adviertes que urdido para mostrar el carácter indómito y descreído de Snake, para constatar que no es sujeto/héroe plano. Ahí dentro, debajo de su arraigado cinismo, hay facetas, grises.

Es lo que diferencia a los grandes autores de los del (gótico) montón. Pueden mostrar, con éxito, la complejidad de sus personajes junto al esbozo de una inverosímil Sociedad creíble al límite, y preguntarte tanto cómo se llegó a esa situación, como si estamos abocados a ella…

Vuestro Scriptor.

Adjunto:

domingo, 8 de junio de 2014

REBELDE — APOQUECLIPSE A LA ESPAÑOLA

Cubierta. BILLY IDOL contra el mal punk de
los
Skin Heads neoyorkinos
Francamente: para contar la historia del TENIENTE LAWRENCE, reconvertido en pandillero superviviente-cabecilla de una pequeña banda de marginados, en la ruinosa Nueva York de 2002 post Segunda Guerra Civil norteamericana, no se precisaban tres guionistas (nacionales bajo alias extranjeros, imagino que para darle relumbrón de internacionalidad y así atraer a más lectores, desconfiados de la eficacia de firmas hispánicas). Inmodestamente: me sobra talento para la tarea y hacerla, todavía, mejor. Sin embargo, hay que reconocer el mérito de realizar una historieta de este corte; expresa un deseo de aventurarse con proyectos muy ambiciosos.

Rebelde, aparecido por entregas en la revista Zona 84 (esfuerzo por tener en las estanterías un “tebeo alternativo” a los que empezaban a dominar el mercado —los superhéroes—, y portal abierto a autores patrios), es un cómic lleno de furia, fuerza y energía, muy fiel a su objetivo: ¡evasión! Por desgracia, sus notables características luego se derraman descuidadamente por una trama tópica, tratada al descuido, víctima de clichés que abortaron sus grandezas.

El elenco; la mayorían hacen muy tortuosa la
vida en la degradada Nueva York de 2002
Está influido por los miedos al desastre nuclear y los Máximos Estragos de Década 80. Generaron grandes cintas (MAD MAX, o la más aleccionadora EL DÍA DESPUÉS) que, a su vez, “degeneraron” en esas producciones italianas baratísimas (en todo sentido) que el tiempo, piadosamente, ha sepultado bajo capas de generoso olvido. Rebelde, es de lamentar, acaba encuadrado en esa onda, aunque bien insinúa que pretendió llegar a la división de honor, esfuerzo que podemos atribuir al trabajo de PEPE MORENO.

También eran años en que la ideología punk de “vive deprisa y deja un bonito cadáver” tenía validez para ciertos entes del Sistema; apreciaban este lema antisistema como una contraseña para pasárselo bien durante la recordada Movida. (Viví la Movida: no sabía que estábamos de Movida hasta que terminó la Movida; así que menos mitología con la Movida. Basta de fantasmadas sobre la Movida.) Además, las viñetas de esta clara novela gráfica, de una época donde el término ni se soñaba acuñar, desprenden un concreto trasfondo anarquista, encarnado en las andanzas del grupo de Rebelde.

El héroe que cuida de los suyos aún en la
más peligrosa circunstancia, campando
sobre la desolación
Son, en su mayoría, adolescentes tadullitos, armados hasta los dientes. Renegados del hogar paterno, se lanzaron a la peligrosa, y vertiginosa, aventura de una zona de guerra donde vivir día-a-día es lo más. No pretenden legar nada (lo fundamental de todo ser humano que se precie), sino depredar y esperar el próximo orto. Y Dios ya dirá.

Desprecian el Sistema (señalado como una dictadura HI/TECH), dominado por adultos y ancianos viles, retorcidos, llenos de cicatrices, tanto en su carne como en sus ánimas. Ambiciosos y traicioneros, los paisanos de Cosmo City (la nueva capital norteamericana), no son cooperativos, ni desprendidos. No viven de consignas libertarias (un tanto atolondradas, pero deslumbrantes por su resonante sonido), como los pandilleros de la caótica Nueva York.

Coches rápidos artillados para circular por
las peligrosas calles
Es llamativo este rasgo de la historieta, cómo han desarrollado estereotipos que la edad permite valorar con acierto. Rebelde está en la ola, muy publicitaria (sólo debemos asomarnos a la parrilla televisiva para verificar que es verdad), de que si antes de los veinticinco años no tienes cacho buga, piva de infarto, chavalín preprogreecologista de dos años de edad, chalet adosado, currando de bróker de éxito que hace los fines de semana puenting, ¡eres un fracaso! Pues a los treinta, eres carcoma de asilo, decrépita y enfermiza carne que consume recursos sanitarios egoístamente.

También destaca de Rebelde el ‘culterano’ vocabulario de sus integrantes, lejos de ese argot que se ha infiltrado en nuestro parlamento cotidiano. Al filo quedaron de recitar a QUEVEDO, o GÓNGORA, mientras ametrallan bandidos, en los combates entablados por el dédalo ruinoso contra los integrantes de otras bandas, a las cuales Rebelde saquea sin el menor escrúpulo.

Algo de lo que puede presumir esta pre-
novela gráfica es de acción a raudales. Y un
llamativo trabajo de PEPE MORENO
Luego maldice las ambiciones del siniestro GOBERNADOR KANE (la máxima figura de la corrupta y vil senectud) y su “mano derecha”, el codicioso GENERAL KESSLER (ese tuerto que en unas viñetas tiene el parche en un ojo, y luego, en el otro), tildándolos de sanguijuelas y rémoras y cuanto él quiera: es Rebelde. El masca. Rompepanas titulado. ¡Pero bien que decide asaltar los almacenes de “sus camaradas antisistema de armas”! ¿No hay honor entre ellos, y los ladrones?

Estos pequeños detalles van minando Rebelde. La autoría de tres guionistas, que han procurado no obstante dar empaque y cohesión a la historia, se descubre en este tipo de circunstancias. No digo que el cómic funcione a ocurrencias repentinas, improvisaciones súbitas, pero la unión no ha sido del todo perfecta, pudiendo detectarse esas arrugas en lo que debió ser la tersa piel de un buen entretenimiento.

Siempre hay uno dispuesto a mandar más que
el jefe; pero jamás osa arrebatarle el poder
Imagino que convertir en sicarios del poder a un grupo como los Skin Heads obedece a otro tic de la época: acabemos con los fachas ¡incluso en las viñetas! Pero, viendo a esta patulea que debe poner en aprietos a Rebelde y demás THE WARRIORS de la historieta, y contrastándolos con los que aparecen a veces en los noticiarios, les ves la poca entidad, cómo sufren desprecio… tópico, basado en la automática descalificación del enemigo por ser de una ideología aborrecida.

No esperes ver aquí a HUMUNGUS (aunque se persiguió que saliera, a modo), o al rimbombante DUQUE DE NUEVA YORK de 1997, RESCATE EN NUEVA YORK: han plantado a un travestido extraño, que parece líder de algún grupo punk, llamándolo encima DOLL (ahí lo llevas), para hacer de absoluto terror de la isla de Manhattan. Cuenta con cierta oposición entre sus desquiciadas filas, pero ¿dónde no hay, siempre, un acólito que se cree mejor preparado para mandar?

¿Splash-page premonitoria...?
Resalta que entre esos abigarrados Skins no haya féminas. Al parecer, ellos mismos se bastan y consuelan. (¿Más desprecio “de clase”, al insinuar con esto que todos los skins son homoX?) Mientras, la banda de Rebelde cuenta con atractivas sonrisas que alegran el día a estos audaces bribones de las ruinas. La historia cobra giro sustancial cuando Doll rapta a la novia de Rebelde, empleándola de carnaza para tenderle una trampa. Ese debió ser el motor inicial/principal del relato, pero el triunvirato guionista de alias lo emplaza a momento tan tardío que pierde toda su fuerza; sugiere: ocurrencia.

Rebelde concluye con un nítido mensaje de “Continuará”. Seguimos esperando. Creo que merece esa secuela.

Vuestro Scriptor.