sábado, 22 de diciembre de 2018

¡PASCUAS FELICES Y 2019 FECUNDO! — UN AÑO MÁS DESEAMOS

´Nuff said! Si no hay sorpresas,
¡hasta 2019!

Es ya tradición de este blog desear al amplio aparato de lectores de estos espacios Fiestas Fecundas, desbordantes de alegría, salud y buenos deseos, y un venturoso 2019.

La recapitulación del año (vertiginosamente pasado) deja un balance agridulce, como es la vida en sí: altibajos que los momentos agradables intentan compensar los que traen malas noticias y/o decepciones. Mejor empero eludir esa materia y pasar, como también es costumbre, al sermoncito navideño, para evitar que el fantasma de JACOB MARLEY o alguno de sus socios nos agobie con una pesadilla antes de Navidad. (Hemos cumplido, por tanto, con un deber “cívico”.)

Quienes denuestan las Navidades, abrazando la saturnalia (todo por fastidiar, creen, a los curas), argumentan que, por encima del concepto religioso (que no les impide, por otra parte, celebrar Halloween, pagana, pero efemérides religiosa), la Navidad es un mercadeo, consumismo. Todo es para gastar Gastar GASTAR. Puro capitalismo, vaya, sólo que adornado de brillantes bombillas callejeras y papel de regalos satín-coloreado.

Estas personas sin embargo no tienen reparo mínimo-nimio en soltar unas perras para que el cachorrito de la casa esté en la onda norteamericana (lo digo por la potente infiltración televisiva) de PAPÁ NOEL, KRIS KRINGLE o SANTA CLAUS. Agasajar a ese señor tripudo, ¿no es también caer en un truco consumista? Parece ser: no. Lo malo y arcaico, encima monárquico y antifeminista, es la Navidad y los REYES MAGOS. Lo moderno y laico es Papá Santa y sus elfos Kringle (alimentados por la SEÑORA Claus, de ahí el feminismo que hace correcta la celebración; claro, que la Señora Claus no sale de la cocina. Incumple el paritarismo, pues no reparte regalos chimenea abajo yendo en un trineo adecuado —color morado—. Todo el éxito es para el Papá PITUFO del Polo Norte).

Reflexionemos, que son nuestras tradiciones, merecen respeto, se hacen entrañables no por la salvaje descarga de dinero que se invierte en estos señalados días. Sino porque son distintos a los restantes del año; con luz especial en las vías y la esperanza de un mejor año entrante, con excelentes intenciones incluso.

Felices Fiestas en la moderación y alegría.

PD: Los animales no son juguetes.

jueves, 20 de diciembre de 2018

READY PLAYER ONE (NOVELA) — LA GUERRA DE WADE WATTS

Cubierta original; hoy día venden la
novela con la 'camisa' del afiche de la
película (lo cual la encarece)

Un problema que encuentra el lector de la novela frente a su adaptación al cine es que a ésta última no la “siente”, la ve distinta, inferior incluso. El problema empero se resuelve así: entendiendo que ambas son independientes, pese a sus muchos vasos comunicantes. Hay incluso que recordar que el autor del libro, ENERST CLINE, es uno de los guionistas (quien ha accedido a la desviación con ignoro cuánto grado de complacencia —o prostitución— voluntaria). Atacan a $TEVEN $PIELBERG por haber deformado un homenaje masivo a Década 80, retorciendo una sobrecarga de nostalgia por la llamada Década Maravillosa, para transformarla en otro de sus cuentos con moralina DISNEY de consumo de palomitas/familiar que ha borrado la identidad del relato casi por entero.

Algo de esto hay. El MIDA$ DE HOLLYWOOD ha llevado a sus pagos la idea  para hacerla algo visto en LOS GOONIES o REGRESO AL FUTURO, esa evocación romántica con la que crecimos y que la esterilidad de las décadas pasadas desde los 80 ha ido cercando de un dorado misticismo clásico-mágico, algo que incluso empieza a tener resonancias artúricas, como que fue la Década que Fue y Será.

ERNEST CLINE posa superchulo en su
DeLorean que le permite regresar al
pasado, como su novela nos sugiere
Ciertamente la mitomanía por los 80 crece, esta novela lo denota, y se debe a que, repito, lo sucedido después eran refritos, carecían de la suficiente (o ninguna) originalidad, la desesperanza ha ido en aumento, porque todavía durante los 80 el futuro tenía una auténtica oportunidad de ser fantabuloso (pese a los malos agüeros de MAD MAX, ROBOCOP o TERMINATOR —que empiezan a ser los que pueden acertar—).

Mientras que el espectáculo visual engrandece capítulos de la novela, ésta es más incisiva sobre lo brutal del entorno en que madura el protagonista adolescente, Wade Watts. Es un mundo a un paso de Soguetto, víctima de una recesión económica bestial sin visos de acabar, donde los empleos giran en torno a la órbita cada vez más potente de los titanes de internet OASIS e IOI. Es transformación laboral que empezamos a sentir. El comercio electrónico liquida grandes superficies (se acabó ser MALLRATS) y la gente empieza a vivir más encerrados en su cómodo/seguro mundo virtual a medida mediante múltiples (en muchos casos, cobardes) avatares de redes sociales decadentes.

$pielberg hace un apresurado bosquejo de todo eso; elude hablar de la violencia callejera o escolar o cómo OASIS ha permitido la asistencia a clases virtuales para que los alumnos no sean víctimas de tiroteos, agresión de otros compañeros, o secuestro en las calles de los que pretenden jóvenes para sexo, para sus órganos. Esto, borrado del filme. Cline lo apunta en varias ocasiones. Hay momentos en que pareces estar leyendo EL FUGITIVO: un futuro contaminado, depauperado, tribalpunk, coto de Corporaciones. Los poderosos Estados Unidos a punto de economía tercermundista.

Otra obra de este señor. Sobre su
estilo como escritor: es limpio,
resultón, nada provocativo. El
típico estilo anodino al gusto
del lector insípido actual
No obstante, podemos entender Ready player one bajo otra más interesante sublectura subyugante: denuncia las sectas. El autor de la competición, un mitómano freakie con trastornos mentales, fuerza a la juventud de su futuro desolador a ser mitómanos de los 80 en toda su extensión. Y lo aceptan. Participan. Se hace forma de vida, religión, más que experimento sociológico sobre cómo gustos ajenos pueden influirnos. Sacrifican su individualismo (esto también consta en el libro. No hay un héroe, sino un conjunto internacional-racial de ellos) al sometimiento a un credo. Los ateos de esta novela, sin modelos que seguir en su tiempo, como sucede ahora, se hacen acólitos de la atractiva Religión de los 80, y al autor del juego lo elevan al papel de apóstol-papa-dios, como insinúa su avatar, pese a su traza de personaje de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS.

Por ahí van también los tiros en la novela. Sin embargo, la lucha de Wade y su banda lo difumina, para que $pielberg acabe por borrarlo del todo/completamente en el celuloide. De ahí la acusación de banalidad que sufre la cinta. (Aunque el asalto al castillo que ofrece $pielberg es mucho mejor que el escrito en la novela.)

viernes, 14 de diciembre de 2018

TEAM AMERICA - LA POLICÍA DEL MUNDO — DE CAPULLOS, ZORRAS Y MARICONAS

Afiche. Los protagonistas, a la vista. Una
crítica, en momentos feroz, contra el
artisteo
progre capaz de convertirse en aquello que
dice combatir sin problema alguno

Un puñado de marionetas bordes critica en esta alocada comedia de sal gruesa cuestiones sobre la Sociedad Occidental actual o cómo ciertos sectores del mundillo artístico pueden convertirse en lo que dicen combatir. Occidente, desde que los Bloques se esfumaron, es un fangal de contradicciones, inconsistencias y naderías que le hacen fácil presa de los antiguos enemigos, los Soviéticos, reconvertidos en perjudiciales populismos o mafias que argumentan las películas norteamericanas (como JOHN WICK).

Team America cuenta, grosso modo, cómo un destructivo comando estadounidense de elite (los anti G.I. JOE, S.H.I.E.L.D o THE A-TEAM) viaja por todo el ancho mundo aniquilando terroristas islámicos, surtidos de maletines llenos de bombas para hacer la gran puñeta. El T.A. empero causa más daño (como casi asolar París) que el que pudieran originar los terros. Eso sí: tanta hecatombe inmola a los malos. Algo salimos ganando.

Enrolan a un actor con montones de dudas sobre sí mismo y la misión que le encargan. El comando lo compone la mezcla habitual de sujetos con moral que lamentan tener que hacer tanto tiroteo, dos tías buenas, el duro e irascible con una historia chunga en su pasado y el líder, máquina de disparar consignas y patrioteradas así como frases estilo CHARLTON HESTON de: O lo haces, o todos nos vamos al carajo.

He aquí el grupo de "capullos" dispuesto a dar caña a quien
sea para preservar los intereses estadounidenses en el
Universo y más allá de la Cúpula del Trueno. Una sátira de
los patriotas extremos que tampoco paran en barras
Todo esto permite (junto a los chistes groseros) contar que los “capullos”, como los del T.A., es gente más legal de lo que a priori parezca. La descreída confusión de Occidente, viejo motor civilizador (no siempre con las mejores intenciones, o resultados), abona el que el primer ‘pacificador’ buenista de Ixquierdas mequetrefe con cierta notoriedad pueda, desde el púlpito televisivo o las redes sociales, arengar contra los estamentos “arcaicos”… aunque estabilizadores. Su pretexto: son tiempos nuevos, nuevas formas de pensar y entender la Humanidad. A esos, les definen “zorras”, (y en nuestro aparato actoral, político y cultural nacional abundan).

Finalmente están las “mariconas”. Los malos absolutos. Mas saben camelarse a las zorras (halagando su vanidad) diciéndolas que esto tiene arreglo, soy víctima del prejuicio de los capullos, los curas y los reyes, ay fíjate mira cómo me tienen… y las zorras, ahítas de una progresista culpabilidad tontaina, engullen el marrón hasta la última cucharada. Son incapaces de ver la supina maldad, velada con astucia, de las mariconas.

Claro, que sujetos de este tipo, acaso un poco estereotipados,
no dejan más opción que proceder expeditivamente a veces
Resaltan la estentórea pasión destructiva de los capullos, los tíos con ideales y firmes convicciones sustentadas en defender la patria y su bandera, cosas que las zorras estiman insidiosas, decadentes, anquilosadas. Empero: son el esqueleto, la musculatura incluso, que permite a las zorras decir sus tonterías, porque las zorras, de por sí, no tienen más valor que el vapor caliente de sus aberrantes consignas, vistosas y atractivas para un populux que ha dimitido de su deber de juzgar qué mierda están vendiéndole, tanto unos como otros, para abrazar un muelle conformismo cortoplacista.

El plan de la maricona, o sea, el tirano de Corea del Norte, es liarla parda so pretexto de una falsa conferencia de pax. El tiroteo mundial nuclear posterior le permitirá gobernar el planeta después. Vaya plan. Da igual: es el Mal. Actúa así. Como cuando arroja al estanque de los tiburones al embajador de la ONU, institución zorruna dibujada tal cual: ornamental, torpe, inútil. Cuanta condena pretende hacer de las violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte es remitirles una carta de protesta.

Uno de los tontainas supremos de Hollywood, que pasa más
tiempo desorientado defendiendo "causas perdidas" que ante
las Panaflex, pues su carrera actoral está más que acabada.
Un ejemplo de "zorra" abundante en España
Irreverente y bastante profunda, Team America sorprende porque, en una época de cuestionar (las cuestionables) políticas norteamericanas en Oriente Medio, de BUSH, JR., los siniestros lobbys y personajes anejos que le sustentaban, la cinta posee el valor de denunciar lo indenunciable por hipócritas y aberrantes simpatías; léase: que el bando progre tiene tanto o más peligro fascista que el conservador. Pero ODIAN admitirlo.

martes, 11 de diciembre de 2018

BIANCA BLAZE EN EL MAGAZINE NJOY — ¡HEY HEY!

Aunque el escaneado haya cortado un poco el contenido, me
vale como prueba irrefutable de que, ¡sí, ajá!, estamos en los
papeles, donde conviene aparecer, donde eres alguien

Tal como el encabezado cuenta: ¡Bianca Blaze (junto con otras llamativas muestras de mi actividad literaria y gráfica y un concienzudo resumen de mi CV) en los papeles, donde cuenta estar incluso en esta moderna era de los píxeles y los bytes! El papel, materia prima esencial que permite al autor estar más vinculado con su arte, sigue poseyendo vigencia, y nada mínima-nimia. Y Bianca Blaze no aparece en un formato cualquiera. No, no, ¡qué va! Sino en la lujosa presentación papel couché de una revista cuyo soporte muestra el buen hacer profesional del Sr. NACHO ARCO, director de NJoy, y su equipo (a quienes, ahora de forma pública, agradezco haber tenido la esplendidez de divulgar mi contribución a la Historia de la Historieta y la Ciencia Ficción reproduciendo estos ejemplos), como testimonia el conjunto de este magazine divulgativo.

NJoy, refirió Nacho, es una publicación veterana oriunda de Huelva, donde se fogueó, y ya constituyó el éxito que prolonga aquí. La revista da gusto verla, de verdad. Es de esas cosas que están bien hechas a conciencia, que presta esmerada atención al detalle y el acabado final.

Además de su amplia sección informativa,
quiero destacar el seguimiento cultural que
este
magazine realiza
Njoy me hace recordar aquellos lejanos días de ER CÓMI! Una publicación modesta que, sin embargo, evolucionaba de forma favorable número a número. Dentro de mi magín estaba darle, tras la fase fanzine, este acabado que destaco tanto de NJoy, un portal para autores, no esencialmente locales, que tienen este estupendo escaparate para exponer una porción de su labor. No entraré empero en los detalles de qué pasó con Er Cómi! que tanto TANTO prometía. No deseo evocar esas amargas circunstancias, rodeadas de egoísmo, envidia e inmadurez.

Me remito a la difusión de esta buena noticia personal y volver a subrayar la alta calidad tanto del contenido como del continente de la curtida publicación, a la que deseo notable longevidad y que pueda seguir sirviendo de guía para el ciudadano que, en sus páginas, halle la recomendación que necesita, recogida en su apartado publicitario.

Una vez más: gracias. Es todo un detalle de generosidad y admito qué ampliamente complacido he quedado al ver mi trabajo en tan significativo marco.

viernes, 7 de diciembre de 2018

ESA GENTE — MÁS SOBRE DON CAMILO Y SU ESTRAMBÓTICA PARROQUIA


Cubierta. Un delicioso conjunto de
anécdotas de un tiempo con un
lenguaje que, felizmente, pensaba
se había superado. Qué va
El libro (¿obra del sutil fantástico?) contiene veinte cuentos que, infiero, fueron escritos entre 1948 y 1953. Todavía fresca la postguerra, en toda su dramática extensión. Relata la lucha eterna del párroco Don Camilo, firmemente fiel en su fe en JESÚS y en su conciencia, y el alcalde comunista PEPPONE, hombrón que evidencia dificultades a veces entre obedecer a su conciencia (que perenne apunta en la dirección de hacer lo correcto) o guardar disciplina al Partido. Siempre en tono humorístico, ameno, amable, que no ignora el alcance de la maldad humana.

GIOVANNI GUARESCHI halló un excelente estilo narrativo que le ha popularizado (aunque sospecho que, hoy día, es autor bastante olvidado) y le permitía contar unas monstruosidades ideológicas de su época que, fíjense ustedes, ¡son las de la mía! Sus personajes, mediante su prosa, tanto le consentían decir lo que precisaba como daban voz a muchos otros (u otras) contemporáneos de Guareschi.

Guareschi, acérrimo enemigo del comunismo, trata empero con respeto a Peppone y sus camaradas: EL FLACO, EL LARGO, EL BRUSCO, etc., encontrándoles que su humanidad también chocaba contra el elemento implacable del intolerante Partido. Más de una vez, frente a una estupidez (porque la Ixquierda las comete tan mayúsculas, o más, que la Derecha) que ordena el Partido, Peppone confiesa a Don Camilo, que le reprocha cuán aberrante es la situación, que “es el Partido; cuando habla, se obedece”.

GIOVANNI GUARESCHI joven; tal vez
en la época que concibió a su grueso
párroco y a su grueso alcalde de La Baja

Don Camilo también tiene un partido que le impone disciplina. Mas, ante todo, obedece al Crucificado y a la nítida voz de su conciencia. También Peppone hace eso: imponer su criterio de lo correcto a la monserga política. Para él, ser honrado, estar en paz con su conciencia, es prioritario. Más que todo lo demás. Arrostra por tanto valeroso a los intransigentes sectarios de su banda, sabiéndose consecuente, blindar la verdad.

Y el primer cuento tiene un lúcido diálogo entre él y uno de sus camaradas donde éste le expone que abandona el Partido alegado que luchó contra el fascismo italiano por la libertad, y no mancillará ese sacrificio para someterse a un Partido que exige obediencia absoluta a la causa, ordenándole perder su libertad individual. No luchó tanto para eso.

La España actual está inmersa en esa turbia situación. Muchos de la Ixquierda (léase: ese aborto populista similar a un pútrido tumor) hablan de libertad y tolerancia, mas desde postulados intolerantes, negando expresarse a quien opina distinto. Persiguen la crítica o la disidencia. Poseen dos poderosos aliados: viejos con la mente podrida por el ODIO y sus mentiras amontonadas sobre una utópica II República que, ni de lejos, fue el embuste que cuentan a los jóvenes, y jóvenes incapaces de usar el celular con conexión a internet para INDAGAR si cuanto están contándoles es trola o verdad. Lo tragan todo.

Presumen de anarcos libertadores; aun así, obedecen fieles como perros amaestrados a sus guías, sin cuestionar por absurdas, antidemocráticas o inmorales que sean, sus órdenes. Es nuestro drama: la “progresista” juventud ignorante, incapaz de respetar a su conciencia, y menos ser consecuente con su decencia. Lo suplen formando remolinos de coercitivos “antifascistas”, cuando ellos actúan exactamente así: como FASCISTAS.

Nuestros protagonistas. Llegaba un momento en que, por
encima de sus creencias e ideologías, concordaban por
honradez e inrtegridad, por conciencia, hacer lo mejor para
todos. Hoy día se atisba que sólo hay un ansia de ODIAR a
quien no comparte criterio y aprovecharse del populux
Lo sucedido en las aún recientes elecciones es por su culpa. De su sectarismo. Sus injusticias. Sus insultos e implacable ODIO han cabreado a gente ya muy hastiada de la falta de soluciones a sus problemas cotidianos, aquéllos que el 15M iba a arreglar ¡ya!

Pero no han resuelto nada. Salvo generar ODIO. Por todo esto, sé del entrañable Peppone lo bastante como para afirmar que: asqueado de la vil hipocresía cínica del individuo, daría por miserable farsante dos buenas hostias (muy merecidas, además) a cierto líder populista mediático y lo volvería un hombre de provecho, cosa que no es ahora, y nunca será. Peppone, hombre ante todo íntegro, no comunista de salón, eso haría. En efecto.

viernes, 30 de noviembre de 2018

EL HOMBRE QUE PUDO REINAR — AMISTAD, LEALTAD, SORTILEGIOS

Colorido afiche. Bajo la capa de una
audaz aventura se oculta un proceso
histórico que escapa al juicio moderno

Excelente clásico del cine familiar de aventuras, o de todo espectador. Desde el relato de RUDYARD KIPLING, uno de los grandes promotores del Imperio Británico, el cineasta JOHN HUSTON construye un imperecedero elogio a la lealtad, la amistad, la aventura, con una singular dosis de magia, o sortilegio, que impregna la narración efectuada por un desventurado MICHAEL CAINE.

La otra gran baza es SEAN CONNERY, el sólido DANIEL DRAVOT que encarna los arrebatos terrenales, el brío e impulso a veces desmedido, opuesto al truhán que Caine interpreta, astuto y calculador hombre de Estado (y finanzas) que tiene la mala suerte de emparejar su destino con el de Dravot. El trágico desenlace no tiene una gota de rencor o resentimiento, sino la triste sonrisa que suelen esgrimir los hombres que tienen una fuerte y vitalista pasión por la existencia, y desdeñan lo material (pese a llevarse toda la vida persiguiéndolo). Comprenden que cuanto llevamos con nosotros al final es el cartapacio de nuestras obras, buenas o malas, y serán las pruebas a presentar al Altísimo en el Juicio Final. (Cosa de creer en esto último, esto es.)

El conjunto de estos elementos, sazonados de una fina capa de humor, a veces negro, puede sin embargo desviarnos de una más interesante perspectiva que quizás no se haya tenido muy presente: la cuestión colonialista. La entrañable camaradería de ambos ex militares labrándose una suerte de majestuoso porvenir en una remota tierra pasado Afganistán en verdad distrae mucho.

Estos caballeros, puntales del expansionismo victoriano en la
India, serán asimismo testigos de sucesos extraordinarios

Gran Bretaña gobernaba parte del ancho mundo de manera rigurosa, llegando a acuñar aquello de que “las costumbres del mundo son las de Inglaterra”. No tenían dudas. Era lo del Destino Manifiesto norteamericano pero con las costumbres de su isla, que conseguía disimular su desdén por el resto de Europa con una suerte de elegancia y sofisticación, a qué negarlo, envidiables.

Mientras que a nosotros nos imputan crímenes sin cuento tanto entre las naciones que antaño constituyeron el Imperio donde jamás se ponía el Sol como los anglos en general, ingleses y norteamericanos celebran su expansión imperialista como una maravillosa gesta, sagrado deber civilizador que no temía pampas, páramos o roquedales de doquiera la Tierra se extendiera. Y Huston lo retrata de forma ejemplar. No ve en las maquinaciones expansionistas de Inglaterra (o Estados Unidos) agresión a las culturas indígenas, a las que embroman para arrebatarles todo y algo más, sino como eso: una cristiana obligación educadora, enriquecedora, en pagos sin temor a Dios, paganos que deben llevar levita y chistera y polisones las señoras. Té, a las cinco, please.

¡Misión cumplida! Al menos, uno de estos rufianes logra
coronarse. Esta cinta también puede tomarse por buena
parábola sobre cómo el poder corrompe; y el absoluto,
absolutamente. Tarde lo descubren los protagonistas
Nadie decide censurar esta conducta no exenta de sangre. Repito: pueden afearnos excesos de todo tipo, aplaudidos aún por según quiénes, que si hicimos esto en tal sitio cuando HERNÁN CORTÉS o aquello otro en Cuba, o si martirizamos tribus en no sé dónde del Alto Nilo (por disparatar, no quede), mostrándolo con maligna crudeza en cuantas películas se les antoje, ora también relatos o novelas.

Empero ¿hablar sobre cómo los británicos expoliaron la India, Virginia, Australia, Nueva Zelanda, donde ondease la Union Jack? ¡Ni hablar! Es la Civilización. Con Mayúsculas. Buena, pues es Inglesa (o estadounidense). Cui-dado. Algo sí debemos reconocerles: qué hábilmente emiten su Propaganda. Su poderosa y eficaz diplomacia lo logra todo como por ensalmo. Por desgracia, España rebosa de incompetentes y un desgarrador complejo de desorbitada culpabilidad inculcado por la progresía miserable y cretina.

Una desafortuna elección que precipitará el desastre
Las virtudes que acapara este western (lo es, si lo reflexionamos bien) deben asimismo contemplarse desde el que es también enaltecimiento del imperialismo blanco británico, inmaculado para esas mentes “bien pensantes” que nos satanizan donde sea y como sea. Aun así: esta disquisición no debe impedir disfrutar de este magnífico filme.

viernes, 23 de noviembre de 2018

HISPANOFOBIA HOSTIL DE MINORÍAS NORTEAMERICANAS — URGE ERRADICARLA

Los movimientos indigenistas (creo se
definen) prefieren ignorar que, antes
de nuestra llegada, entre ellos se mataban
como perros, se esclavizaban y puteaban
de mil modos. Nosotros somos los malos.
Vaya, hombre

Lleva tiempo la Sociedad Occidental inmersa en una serie de perniciosas estupideces y contradicciones que denotan su fatal desorientación. Una de esas imbecilidades es juzgar la Historia con los actuales parámetros de justicia, dignidad, o decencia.

En el ayer, se pensaba de otro modo. Los intereses eran distintos, aunque si valoramos que veinte mil niños esclavos mueren al año, no tanto; a la ONU se la refanfinfla como a CANTINFLAS (hace alguna cosilla inútil de las suyas; postureo, nada más), y las geoestrategias militares, políticas y económicas obedecen patrones del actual Imperio, donde no se habla el latín del ayer, sino el inglés USA de hoy.

Han arrancado de Los Ángeles, por culpa de un subnormal herido en lo más profundo de sus sensibles entrañas minoritarias, la estatua de CRISTÓBAL COLÓN por estimarlo un terror nazi genocida, una calamidad bíblica receptora de todo el ODIO que puedan procesar la bilis de las minorías racistas (¿qué creen ustedes; que el racismo es artículo de uso exclusivo del Blanco? No, señor. Es internacional, y a todo-color), arrojándoselo a la cara del Blanco Opresor como un inmundo trapo mojado pestilente. En este caso, el rostro agredido es el español.

En tiempos de Colón, perpetuando tradiciones mediterráneas (o de donde hubiera quien quisiera esclavizar a sus vecinos), esto de la colonización, el comercio mineral o humano, era habitual, y ensanchar los límites del Viejo Mundo, un sagrado deber (KIPLING dixit). Juzgar eso con nuestros hipócritas estándares modernos es una soberana GILIPOLLEZ de Nivel MAX.

Pues tampoco Acción de Gracias. ¿O los que llegaron a bordo
del
Mayflower u otras expediciones inglesas o francesas lo
hacían como los Reyes Magos, cargados de regalos? Una
exhibición de la más sórdida hispanofobia hipócrita
En realidad ocurre que: «La palabra latino aplicada a los habitantes de las naciones que van desde Méjico hasta Tierra del Fuego es usada en sentido despectivo por los estadounidenses, especialmente por los racistas wasp (white anglo saxon protestant), que consideran la conquista de los territorios yanquis como una epopeya y la colonización española o portuguesa como un crimen.» (CARLOS FISAS. Frases que han hecho historia, pág. 19.)

Nunca empleo el término “Latinoamérica” o “latinoamericano” por esto: sé que es un agravio norteamericano. Uso Hispanoamérica o hispanoamericano por pudor histórico. Mas ese insulto ha calado nefastamente. Y algo lo empeora: toda la porquería progre patria, sea de Ixquierdas o Derechas, ¡se ha apuntado a la movida sin escrúpulo!

No es WONDER WOMAN, sino COLUMBIA. Nótese en el
ángulo inferior izquierdo cómo los nativos huyen del puro
avance civilizador blanco anglo. Y todos sabemos qué
trágicas secuelas comportó ese "avance civilizador"
Tres puntos deben indignarnos; uno está expuesto en negrita; dos: cómo nuestra progresía de memoria selectiva acepta el desprecio norteamericano por nosotros con completa complacencia, y tres: la selectiva memoria hipócrita estadounidense, de los anglos en general. ¿Olvidan qué azote supuso para las tribus aborígenes de las graves planicies de América del Norte (Canadá incluida) la llegada a sus tierras de los blancos de LA CASA DE LA PRADERA? ¿Cómo les sometieron, exterminaron, alcoholizaron, vejaron hasta convertirlos en lo que son hoy día: parias dipsomaníacos o ebrios dueños de casinos? Al parecer, todo quedó resuelto con que KEVIN COSTNER hiciera BAILANDO CON LOBOS.

Las naciones hispanoamericanas SON naciones independientes (sometidas, como todas, al flujo de los intereses económicos). Empero, NO HAY en EE.UU. una nación apache, o kiowa, o comanche propiamente. Están todos amalgamados en la barra de un bar, o haciendo collares, o abalorios tribales. ¿Vienen ahora a lincharnos por Colón?

En todo caso: esas injurias quedaron
perdonadas y olvidadas con este filme.
O eso parece ser
No sé qué respuesta diplomática ha tenido esta agresión. Intuyo que: nula. No tenemos bemoles de contestar estas actuaciones racistas acomplejados por mor de escrúpulos que la Ixquierda Progre ha insertado en nuestra Sociedad, porque protestar equivale a defender nuestro pasado poblador en Hispanoamérica (y parte sustanciosa de Estados Unidos), cosa propia de franquistas falocráticos. Eso, ¡jamás! Ser patriota es idiota y lo que mola es el republicanismo cosmopolita cobarde vendido a ofendidas minorías insaciables que nunca se cortan al exhibir su racismo rampante. Si fuese el caso de algún personaje francés, seguro que habría habido reacción. No digamos inglesa. Española…

Por amor propio, debió haber habido réplica. Últimamente USA está hispanófoba (como los traidores “socios europeos”) y se permite estas pasadas ignorando sus propios genocidios. Le sale mejor culparnos que asumir sus crímenes. De Manual del Racista. Sería aconsejable crear una Comisión, o Agencia, u Oficina, de Asuntos Hispanófonos que denunciara con toda dureza estos excesos internacionales.

Pero mucho exijo a un país a punto de fractura, enfermo a causa de una Ixquierda Intolerante incapaz de construir futuro porque sólo sabe revolcarse en críticas constantes, no aportar soluciones, que así está propiciando el auge de la UltraDerecha.

Sobre este terror genocida norteamericano, ¿nadie protesta?
Imitando el espíritu de esta aberración colombina, propongo empezar a expurgar cuanto legado romano haya en la península. Tildar a CÉSAR o a AUGUSTO de genocidas, reclamando a Italia daños y perjuicios por su colonización esclavista.

viernes, 16 de noviembre de 2018

LA CARRERA DEL SIGLO — LAS SUFRAGISTAS TAMBIÉN QUIEREN BODAS


Añejo afiche, del siglo pasado. Una vez más,
reúne los principales elementos de la cinta
BLAKE EDWARS hace homenaje a STAN LAUREL y OLIVER HARDY con esta inocente comedia de competiciones automovilísticas a comienzos del siglo XX. Es un humor blanco, sin leguaje soez ni escatologías innecesarias, que recuerda un tiempo, más ingenuo, aun elegante, de hacer reír al público. Lo sazona un supervillano y su secuaz con un repentino fondo moral que se destapa al final de la competición. El DR. FATE es toda una galería de tardíos artefactos steampuk cuyo epítome es su bólido, cuya hechura tiene su aquél, comparado con otros vehículos. Excepto el del protagonista, EL GRAN LESLIE, hombre-paragón políglota paradigma de nobleza, caballerosidad y esgrima sin par. Por no hablar de su apolíneo aspecto, inmaculado y níveo siempre.

Tercera e importante rueda de esta película (que a carcamales como yo debe recordarles a la serie animada LOS AUTOS LOCOS) es la feminista (aunque en ese momento, es sufragista) MAGGIE DUBOIS, atractiva y emprendedora repórter que pretende derribar las barreras entre hombres y mujeres, estas últimas muy capacitadas para desempeñar cualquier tarea que un hombre pueda acometer. Hasta mandar un importante rotativo.

EL GRAN LESLIE, derroche de viriles virtudes caballerosas
que tiene encantado al ancho mundo; siempre asesorado por
su fiel ayudante y mecánico (el sombrío cruzado de brazos)
[De entrada, es cierto. Pero hay límites para unos y otras que los femirulismos no quieren admitir por imbécil tozudez. Del mismo modo que un hombre ni puede gestar ni parir, una mujer no puede (supongamos) levantar ciento cincuenta kilos. Un hombre, sí. El fememccarthysmo está instalado en que esa “proeza” es una agresión a la mujer, y por lo tanto, los hombres deben reprimirse para no ser tachados de machistas y no levantar más de, no sé, cincuenta y cinco kilos.]

[Esto suena disparatado, ¿verdad? Pues vamos por ese camino. Y entre la grey masculina (idiotizada, politizada, temerosa, pensando en los populismo populares que aportan votos, sobre todo) hay quienes recomiendan dejar de levantar cien kilos o parecerse a ARNOLD SCHWARZENNEGER de joven, porque eso es el epítome del machismo. Los niños, tomándole como ejemplo, pueden culturizarse con mancuernas, no con libros de SIMONE BEAVOIR o alguna de estas pencas que tenemos por España predicando discriminación y humillación, y ser de adultos machistas ejemplares.]

MAGGIE DUBOIS, heraldo de una revolución sufragista que
no teme a nada ni nadie; en los albores de esta gran aventura
La carrera del siglo dispara con mucha sutileza contra los excesos feministas como satiriza ciertas “posturas heroicas”. Maggie demuestra cabezonería en sus tesis femirulas pese a que los elementos están dándola a entender que va a palmarla. Que el calor del desierto, o el frío del Polo, no tienen ni afiliación política ni sexual: acaban contigo.

El Gran Leslie (según mueve ficha para trajinársela) se lo explica de continuo. Que no es cosa de que lo diga yo porque sea un hombre. ¡Es la Naturaleza: asexuada y apolítica! La respuesta recalcitrante de Maggie es la de que “cualquier mujer puede hacer lo que un hombre”… hasta elegir el modo más estúpido de morir por pura obstinación.

Surge un factor que derrota a Maggie. Cuando Leslie intenta un acercamiento amoroso (previamente propiciado por Maggie), empleando los argumentos dados por Maggie del “sexo libre”, ella lo rechaza con firmeza de señorita bien no-sufragista y aun se indigna. Bueno, termina asumiendo Leslie: son así. Tornadizas. Hasta las sufragistas liberadas.

Los villanos (toda buena película se precia de tenerlos, de
calidad): los inefables DR. FATE y MAX. Depósitos de trucos
ruines, tienen trampas de todos los tamaños
Y al final, substanciando todo el metraje con peleas a tartas, aventuras de capa y espada y maquinaciones del Dr. Fate, cuando Leslie la propone matrimonio, ¿qué hace la sufragista que rechaza tal tipo de esclavitud social? Aceptar. Vestirse de blanco. Pasar por el altar. La victoria se decanta al final por el hombre; el factor amor triunfa. Aunque supongo que a Leslie le quedaba ahora una laaaarga vida en común aguantando murgas sufragistas que, sin duda, terminaría apoyando.

Entonces el Dr. Fate, viendo que no gana como quiere, exige se repita la carrera. ¿Cómo quiere vencer? ¡Demostrando ser el mejor! Por tanto, tan ruin, no es en el fondo.

martes, 13 de noviembre de 2018

NOTIFLASH: STAN LEE FALLECE — UNA PLÉYADE DE PERSONAJES, DESOLADOS

El protagonista del comentario.
Dentro del mundo del TBO,
repasando su creativa trayectoria,
descubres cuán influyente ha llegado
a ser. Nos deja a la edad de 95 años

Como millones más de comentarios en internet hoy, debo sumar el mío para confirmar la noticia que titula esta entrada. Sin duda, muchos de esos textos harán, con mayor o menor profundidad, repaso a la trayectoria personal, aunque más profesional, de STANLEY LEIBER (creo era su nombre auténtico), un hombre entregado a la historieta y que trató, como muy pocos, de dignificarla definiéndola como “literatura gráfica”.

El término ‘literatura’ se aplica para definir a un género grandioso y respetable, fuente de obras cuyo contenido ha inspirado, divertido, consolado, asombrado o apenado, al mundo entero. Da prestigio a quienes invierten tiempo en la novela. Eso pretendía Lee con sus guiones: honrar algo desacreditado al entenderse de niños y locos, los ahora llamados freakies, labor que pienso al final ha logrado mediante las populares y exito$a$ adaptaciones al cine de sus más emblemáticos personajes.

Personajes insólitos, aunque tuvieran en
qué o quién basarse, abrieron la puerta a
otra infinidad de creaciones que rinden
hoy pingües beneficios
Creación compartida y que, a veces, es causa de polémica, como la que indujo al otro gran arquitecto (o quizás, EL arquitecto) del Universo Marvel, JACK KIRBY, a alejarse de La Casa de las Ideas y el trato con Lee. Rumores afirmaban que, pese a las palabras elogiosas que Lee dedicaba a Kirby y su trabajo, éstas no eran tan sinceras como pretendía. Siempre esa sombra ha perseguido a Lee, las disputas con otros autores de los albores de Marvel, un tinte que haría decir a ALAN MOORE que Lee se había enriquecido a costa del trabajo de hombres muertos.

Eso lo juzgará la Historia ahora. Trapos sucios y virtudes se disputarán pronto el campo de nuestro conocimiento o morbo. Pese a todo, quisiera quedarme con el aspecto más positivo. La Industria no trata bien a sus autores. Lee formó parte de esa Industria; hasta pudo llegar a ser LA Industria. Y, probablemente, en ocasiones no fue todo lo generoso o justo que correspondía. Como un ejercicio de justicia poética, fue despedido de Marvel a comienzos de la Década 00.

No obstante, debemos a Lee la dignificación del TBO. Empleando la fórmula de DC, de sujetos en bizarros uniformes con pasmosos poderes, supo cómo recrearlos para apresar la imaginación de decenas de millones de lectores de todo el planeta mediante una galería de identidades que podían conectar con esos lectores. 

Aun esta pandilla debe su popularidad, en gran medida,
a la imaginación de STAN LEE
Su PETER PARKER es un adolescente que siente las punzadas de su juventud y puede errar. No es un alienígena invulnerable, o un perturbado vestido de animal totémico que combate el crimen. Sufre SPIDER-MAN desamores, desempleo, enfermedades. Dudas. Como todos nosotros.

Hoy toda una generación de personajes de ficción, que han redefinido y reconstruido un poderoso medio de escapismo y divulgación, quedan huérfanos. Saludos a Stan Lee, quizás el más relevante nombre de la Historia de la Historieta.

viernes, 9 de noviembre de 2018

THE FLASH 1990 / THE FLASH 2014 — COMPARATIVA

Que sí, macho; que era mejor. Lástima que
no poseyera los recursos de su remake.
Hoy sería más que mítica

Hace unos años ya escribí sobre el remake, o reboot, o como sea, que hacían de la serie, casi mítica, de The Flash de 1990, a la estela del tirón del BATMAN de TIM BURTON. Me equivoqué con lo de su continuidad, pero los demás apartados (el irritante refractario elenco, sobre todo) siguen vigentes. Y más ahora, una vez visionada completa la primera temporada de la saga de 2014.

Quien decida ponerle algo de rigor analítico a la temporada (no revisarse fotograma por fotograma los episodios; sólo cierta atención), descubrirá que, en Laboratorios STAR, entra quien le da la gana cuando desea. No hay mínimo-nimio control de seguridad. Los supervillanos penetran en la sala de control a placer, igual que los cargantes secundarios.

Léase: el grupito de asistentes científicos de este joven BARRY ALLEN. No digo ya cuando aparecen encalomados de la serie de ARROW. Recuerdan a los presuntuosos de CSI: DONDE-SEA, con su frase tonta y una conducta atolondrada que permita al villano en silla de ruedas incrementar la sensación de suspense (que va acumulándose con cierto donaire) y explicar cosas sucedidas, casi todas sobre el asesinato de NORA ALLEN.

Esa panda de engreídos es lo que más detesto de la serie nueva. Cuando los comparas con los personajes de la serie de 1990, descubres que aquéllos eran más llanos, simpáticos, empatizabas con ellos. No te ofenden con sus masters y conocimientos supremos sobre todas las ciencias habidas y por haber. El Flash de WESLEY SHIPP era amable, divertido, entrañable. Cargaba con una pequeña dosis de drama, pero lo remontaba, hacía impresionante al borrón rojo justiciero de Central City.

El moderno FLASH. Hará el muchacho cuanto pueda. Pero
no termina de convencerme
El moderno Flash es su antípoda. Es otro listo que parece único encargado del CSI de Central City, aunque nunca investiga un caso (algo tangencial) distinto al que aporte un supervillano. Además, siempre está preguntando: ¿Puedo hacer esto? ¿Puedo hacer aquello?, dejando a sus ayudas expresar su sabihondez académica y resolver el problema.

Esta es otra. La serie actual evidencia los problemas que estropean los remakes de filmes de Década 80: desapareció el héroe. Todo es cooperación feminizada, todos tienen algo que aportar. El Flash de los 90 pedía consejo en momentos clave; empero, todo el peso de la acción la llevaba solo. Por instinto o inteligencia, aun astucia, aquél Barry Allen sabía que su poder le permitiría afrontar los peligros que se le presentaran. Este chico está en constante ON LINE, cuestionando sus facultades. Como si le acomplejaran.

Esto me revienta: la panda de sabihondos secundarios que
acompañan al héroe al punto de robarle el protagonismo
Luego está la candente cuestión militar. Un fenómeno (o más, supervillanos incluidos) como Flash apenas recibe su atención. La vida real revela que, encontrado lo que podría ser el Arma Definitiva, o la amenaza definitiva contra la Seguridad Nacional, se volcarían con infinidad de recursos para saber dónde, cómo, cuándo, cuántos, pueden clonar. Aquí, hay un esbozo, una tontería para dar argumento a unos episodios. Pero nada más.

[Esto puede aducirse, eso es, de la serie de los 90. Pero lo soslayaron tan airosamente que impedían pensar en la existencia de un espinoso asunto como el criticado.]

Y el final. El supremo error esencial de los viajes espaciotemporales. Si el PROFESOR ZOOM es autor de Flash, al morir su antepasado, ¡no nace para retroceder al pasado, construir el acelerador catastrófico de partículas, generar la descarga que origina a Flash! Y, sin nada de eso, ¡tampoco hay agujero negro listo a jalarse Central City!

La nueva aparición de MARK HAMILL (el del traje de
flamenca roto) es tan innecesaria como burda. Los dos o
tres episodios previos al climax son insustanciales
¿Cómo han fallado en algo tan ELEMENTAL? Por engreimiento. Sin duda. Habrán dado un mogollón de explicaciones que lo contesten, pero el error está ahí en garrafal tamaño. Lástima que los impresionantes recursos que este Flash de 2014 faltaran al de 1990. Porque estaba más conseguido. Sientes carecieran de esta inyección de medios y dinero. Hicieron lo que pudieron con lo que tenían, dejando aun así algo que evocas con afecto.