Afiche de un filme que, de forma oblicua, trata de la importancia de las familias bien avenidas, la reconciliación |
Que la lápida de IO esté en inglés rebaja las
expectativas de calidad de esta fantasía mitológica. Es curioso ver que la
producción hollywoodiense, máquina tan ajustada en otras ocasiones, que procura
hasta una minuciosa recreación de hechos históricos, en este tipo de cosas
falle. Porque ahora, a tenor de cómo la educación cultural anda, buena parte de
los espectadores estadounidenses (bastante incultos) estimará que su idioma se
hablaba ya en tiempos de HOMERO. Cosa para hincharles el pecho de orgullo.
Más aún: ¡la lengua hablada en la Grecia
Clásica era el inglés! Esta suposición alcanzará a otros muchos espectadores,
de índole internacional. Aceptarán esta “universalidad intemporal” del inglés
como buena, sin cuestionarla. ¿Qué les costaba poner la lápida en griego,
aunque fuese moderno?
Ira
de Titanes, secuela de FURIA de Titanes, debe contemplarse,
detalles chuscos como el de la lápida aparte, como esparcimiento beneficiado
por una potente ingeniería visual computarizada que debe elevar nuestros
sentimientos de interés o simpatía por los avatares de los participantes en la
batalla. Una enorme, épica, colosal. Digna del negruzco CRONOS que languidece
abatido en el Tártaro. Lucha capitaneada por un PERSEO que acepta sin los
previos complejos la parte de sí con superpoderes, que debe emplear liberalmente
para procurar impedir que ARES y HADES (apocado, marginal, aterrado con su mortal
inmortalidad) destruyan nuestro Universo.
De forma no menos parabólica, IRA DE TITANES trata un tema recurrente en la obra de MOORCOCK: el fin de los dioses, mitos, la llegada de la Era del Hombre, las máquinas |
Si Furia
de Titanes pretendía tener un sesgo simplemente fantabuloso, ser
actualización del filme en que se inspiraba, Ira abraza sin dudar las viñetas más espectaculares estilo DRAGON BALL. Perseo destroza a cabezazos
columnas (impulsado por la furia vehemente de Ares, en todo momento seguro/sobrado
de su poderío), plantando cara a la deidad de la guerra con una exhibición de
fuerza paralela.
Hay esfuerzo de “rigor” más pegado al cine
en Furia que en Ira. Entiendo que: esto debe ir a más. El espectador no puede ver
una repetición (aunque exista) de los elementos de la primera cinta. El
espectáculo debe crecer. Tratamos con
deidades. Lo que conocemos de ellas es el voluntario sacrificio de JESÚS. Estos
dioses, sin embargo, guerreaban con titanes, gigantes, monstruosidades,
blandiendo armas míticas. No puede seguir, por mor del espectáculo, renuente Perseo
a desplegar su lado SON GOKUH cuando todo cuanto ama está inmediatamente amenazado.
Nuestro héroe se beneficia de su lado divino para terminar bien esta gesta; sobre todo: su capacidad para sanar deprisa |
Así que damos a todo esto que ya vimos un
sano aire cómic (al fin y al cabo, ¿no están los tebeos MARVEL, por ejemplo, recreando “a la norteamericana” la Mitología
Clásica, incorporando a la CultuPop iconos que rivalicen para luego anular a
los helenos?), ampliándolo con la presencia de tipos como CÍCLOPES, el
MINOTAURO, el Laberinto, HEFESTOS, y después enfrentamos a Perseo con otro
titán (en este caso, el máximo), pues es su estilo de vida, y al cual vence in extremis, amén.
Lo importante del cuento está en que se
trata de pura evasión efectuada con eficacia, pese a las pegas que observemos. SUICIDE
SQUAD es mucho más deficiente, con un rol de personajes con los cuales
no contactas, teniendo la clamorosa sospecha de ser vehículo de lucimiento de
su protagonista. Insisto en que debemos ser tolerantes con este tipo de
películas porque son HONESTAS: No voy a salvar tu vida. No verás actuaciones de
ponerte los vellos en punta (¡bien lejos queda LIAM NEESON de OSCAR SCHINDLER!);
sólo pienso darte noventa minutos de evasión. Sin traumas. Complejos. Ocio:
punto.
Otro gigantón al que abatir. Con un método algo apurado, quizás. Pero tratándose de sencilla evasión, pues vale |
Y pretendo hacerlo con una muy decorosa pulcritud
digna de respeto. Fracasaron ejemplos más fastuosos. He citado uno. Por eso
defiendo Ira de Titanes frente a
quienes me la denostaron en su momento. Porque va de cara. Sin tapujos o falsas
pretensiones. Tal como está la cosa: es todo un mérito te lo haga pasar bien.