viernes, 28 de octubre de 2022

ARSÈNE LUPIN, CABALLERO LADRÓN — PULP PARA SEÑORITOS BIEN

 

Cualquiera de las tantas portadas
que cobijan el material aquí
reseñado. Dada la ambivalente
y embustera naturaleza del
protagonista... ¿inspiró en parte
a ALAN MOORE para su V,
el de Vendetta?

MAURICE LEBLAC es el Señor de los Puntos Suspensivos. Todos estos relatos (que desprenden la sensación de ser un extravagante divertimento, delicada artesanía volátil que no puede, pese a sus exegetas, resistir la comparación con la más firme prosa, hasta contundente, de SIR ARTHUR CONAN DOYLE) forman vértebra de la denostada literatura pulp. Ocurre que a algún veleidoso lumbreras de los tantos que hay por ahí, pontificando qué debe o no gustarte, les ha caído en gracia y los ha cribado del vigoroso e icónico mainstream compuesta por cuentos o novelas de DOC SAVAGE, LA SOMBRA o CONAN. Como el propio y evasivo protagonista de las historias, Arsène Lupin, nombre inventado para la ocasión (un robo planeado meticulosamente), trasuntan sus andanzas la sensación de caprichosa liviandad que le diferencia de los justicieros personajes citados, más toscos en apariencia. Arsène Lupin puede cifrarse como pulp para señoritos.

Aun así, Arsène Lupin es material que debe tenerse. Porque, para empezar, es bueno. Entretiene, tiene momentos brillantes, cuentos que van oscureciéndose según Leblanc desarrollando al personaje. Por supuesto, es narración bianca en todo punto. No hay leguaje soez, situaciones barriobajeras/muy escabrosas, todo discurre en una esfera de puntillosos miramientos sociales de finales/comienzos del siglo XIX-XX, con la clara intención (de Leblanc) de competir con las gestas del detective amateur de Baker Street. Alude a SHERLOCK HOLMES en un par de ocasiones, al menos.

MAURICE LEBLANC, abogado
luego dedicado al periodismo; con la
escritura seguro ganó una reputación
que podría no obtener en los juicios
 

Como ocurriera con BATMAN, diseñado para competir con SUPERMAN, Leblanc perfila a Lupin como rival de Holmes, una suerte de PROFESOR MORIARY gabacho. Lupin se codea con lo más excelso de la Alta (y vacía) Sociedad contemporánea. Su objetivo, narcisismo aparte, es obtener información que le permita perpetrar audaces atracos (de guante bianco) que luego el periódico (infiero) donde Leblanc escribía difundía por todo el orbe. Magnificaban las hazañas del sibarita criminal y su banda, masa difusa de colaboradores que vegetan en tercer plano, aguardando órdenes.

La audacia caracteriza sus atracos. Todos sus objetivos se estiman imposibles. GARIMARD, el veterano (y amargado) inspector decidido a enjaularlo por siempre, no lo consigue por mucho que se esfuerce. Aun de manera accidental colabora en una de las osadas empresas. Lo devasta tanto TANTO saberlo que liquida su carrera policial.

Descoloca un tanto cómo están compuestas estas historias. Empiezan de una forma y concluyen de otra. La primera persona del cronista, ora Lupin, ora Leblanc, se confunden en las páginas finales. Y descubrimos que aquél que parece estar narrando el suceso, de pronto es Leblanc que, de forma maravillosa, se ha transfigurado a partir del original Lupin. Esto sucede inmediatamente, en el primer cuento, donde encarcelan a Lupin mediante una añagaza… por él mismo ideada a fin de cometer uno de sus robos.

Un duelo que debió serle muy
caro al autor; se refiere en un
par de ocasiones al detective
de Baker Street como paradigma

Mas impera esa sensación de liviandad, de ser casual divertimento para un público poco exigente, que pudiera extenderse a clases obreras que habían tenido la suerte de ser beneficiadas por la instrucción pública, contemplando en Lupin una suerte de ROBIN HOOD galo, ya que Lupin a veces se destaca con generosas aportaciones a beneficencia.

Él mismo (pudiera mentir en esto, porque eso le define: el disfraz, la máscara, la indefinición, el embuste ingenioso) procede de las humildes clases trabajadoras. Cuenta su refinada venganza contra los señores que maltrataron a su pobre madre, mas dejándote en la incertidumbre de si, en efecto, pasó eso, o lo inventa, a partir de un suceso criminal real, que emplea para construirse un pasado, una coartada, raíces.

Es, en resumen, agradable lectura que debe atesorarse, porque Lupin está incrustado en la CultuPop, como otro de sus contemporáneos, FU-MACHÚ, digno rival suyo.

viernes, 21 de octubre de 2022

ROBOT JOX — CHOCA Y FULMINA

 

Afiche. El ánima de MAZINGER
Z parece sobrevolar esta cinta de
serie B hoy día convertida en una
de culto, tras su vapuleo durante
el lejano estreno

Durante Década 80 habían ido rompiéndose limitaciones imperantes muchos años en la industria del cine. Los planteamientos eran más audaces; la visión del sexo y sus desviaciones, más tolerantes. Las distopías, casi principal argumento de Década 70, exploraban nuevas vías, aunque sólo fuesen distintas facetas de la misma pesadilla.

Sin embargo, entre 1992-1994, todo eso acabó; Década 90 resultó ser bastante estéril, pese a que aquí/allá chispearan fogonazos que permitían esperanzarse un poco. La atonía se extendió a los 2000. THE MATRIX, por ejemplo, no dejó de ser un becerro de oro cuyas secuelas avinagraron al envolverla en confusión y aburrimiento.

Mas durante los primeros años de los 90 surgieron diversos filmes que compartían la misma factura, aunque procediesen de distintas productoras. Tenían una fotografía similar, repetían recursos y hasta protagonistas. Eran póstumos de las cintas de los 80 hoy día icónicas, importándonos un ardite si tienen una stop-motion cutre o no. Había incluso una idea sugerente, desplegada en un simple y noble propósito: entretener.

El escapismo ha estado mal visto de siempre, porque alguien decidió que todo debe ser un dramón que recuerde mucho a tu vida y así puedas sentirte el doble de amargado con tu misma existencia. Empero la evasión se las apaña para fugarse a sí misma y triunfar. Luego resulta el motor de la industria y soporte económico de esos dramones que nadie ve basados en novelas que nadie lee por el mismo volumen de su pretenciosidad.

Un importante trío en esta historia; nuestro héroe
es del medio. Bien cabreado porque las batallas
se pierden merced a la influencia de un JUDAS

Robot Jox juega con un puñado de ideas en pos de un difuso pacifismo centradas en esa especie de mantra de EINSTEIN de que no sabía cómo sería la tercera guerra mundial, pero sí la cuarta: librada con palos y piedras. Cincuenta años después del Apoqueclipse, dos potentes bloques (el MERCADO y la CONFEDERACIÓN) siguen guerreando. Dirimen las querellas con gigantescos robots-arsenales por las porciones de Tierra que aún ofrecen algo valioso. Entramos cuando se disputan Alaska, y toda la cinta va del vaivén que el protagonista, AQUILES, tiene entre si debe o no seguir batallando y si el objeto final es tan ilustre como van vendiéndole al distópico populux, hacinado en grandes bloques, vestidos todos casi igual y circulando con las mascarillas puestas.

El autor del libreto, JOE HADELMAN (Gran Maestre de la Ciencia Ficción), inspirado en las ocurrencias del productor STUART GORDON, mezcla varias conocidas referencias del cine del género; podemos atisbar un guiño a ESPARTACO, en el rizo en la nuca de los probetas (humanidad mejorada genéticamente, y otra fuente de conflictos —románticos, sugieren— para Aquiles), que designaba a los esclavos gladiadores de la finca de donde escapa Espartaco. Insinúa eso que los probetas son esclavos, Nexus, no personas libres.

ATENAS, la ¿clon? que pretende marginar al héroe
AQUILES. Tienen una pega. Sus refinados ADN
no entienden de ambición ni ansias de triunfo. No,
al nivel humano, al menos


Robot Jox refiere fuerte a ROLLERBALL y MAD MAX MÁS ALLÁ DE LA CÚPULA DEL TRUENO. Dos combatientes entran en una arena, sólo uno sale. El Jox, el piloto del robot gigante, parece más un ¡aclamado! roller-baller que un soldado. El resto es la comidilla habitual del austero mundo que recicla para vivir como pueda, drogado a base de pan y circo (los Robot Jox), mientras sus gobiernos totalitarios malgastan miles de millones en robots luchadores en vez de mejorar las difíciles condiciones de vida de sus ciudadanos.

La película se beneficia de la Guerra Fría y la política de bloques resucitada estos meses. Aunque el mensaje que Hadelman incrusta en la historia, para que tenga más miga que la de ver maquetas volando en pedazos, es que el Hombre no piensa cambiar pese a las condiciones. Es guerrero nato. Esclavo de pasiones básicas (incomprensibles para los clones; por eso fracasan), siempre buscará pretexto, justificado o no, para matarse. El final, ese brumoso entendimiento entre Jox rivales, puede tener su simbolismo en la búsqueda de una pax duradera pese a las diferencias. Mas sientes hay algo en él que bordea el cretinismo. Debió ganar alguien. Aun el jactancioso ruso, ALEXANDER.

Sufrido fotograma de Aquiles en el campo de batalla.
Al final, no hay vencedores ni vencidos. O, al menos,
como suele entenderse estos extremos. Un empate
que suena a concesión buenista de los EE.UU. al
comunismo, tras derrumbarse el Muro de Berlín,
su tumba

viernes, 14 de octubre de 2022

ESTE DÍA PERFECTO — SPIRIT OF MAN

 

Portada española. No sé cuánto
de
cyberpunk es también este
libro, que refiere a las distopías
populares hasta entonces habidas
de un modo u otro

CHIP (LI RM un chorro de números más) es el hombre que venció a la distopía. Rara vez sucede. Y descubro que desconcierta: lo suyo es la derrota del díscolo. LA ÚLTIMA ASTRONAVE DE LA TIERRA funcionaba bastante bien mientras relataba qué entorno opresivo de la Correcta Ortodoxia cuestionaba el protagonista, de forma más/menos pasiva, hasta que el autor desarrolla aquél pueril tinglado de los capítulos finales, donde preconizaba una victoria again the machine. Rompía el ensalmo.

IRA LEVIN al menos deja abierta la puerta a que Chip, esa anomalía de la heterocromía ocular, aunque vencía a la FAMILIA y su estomagante buenismo marxista-pseudorreligioso basado en sacrificar al individuo por la masa, suprimirse por servir a la Familia negando las propias metas (eso tan trekkie de que las necesidades de uno pesan menos que las de la mayoría, etc. —pesan menos cuando no son TUS necesidades, necio; ¡verás qué rebote coges cuando te anulan por la masa!—) y todo para garantizar la expansión universal (de momento, el Sistema Solar) de un dogma que, pienso, terminaría deformado por el mismo azar de los accidentes, la distancia, el inmanente deseo de autocracia del sujeto, latente bajo la capa de drogas “hipnóticas” (o así) que administraban con regularidad a los miembros de la Familia, Chip, repito, cambiaba una distopía de estériles arcologías sin ventanas y sexo sabatino de diez minutos por un caos donde el personal debía organizarse en nuevas distribuciones gubernamentales ahora.

IRA LEVIN; no tiene escrúpulos
de escribir ciencia ficción. En este
texto, preconiza los portátiles,
aunque limita la TV a una hora
diaria. Una TV oficial, esto es

El GRAN HERMANO de Este día perfecto (libro sólido, lleno de suspense, de lectura grata, quizás perjudicada por la noción de notar que casi toda la ciencia ficción es compendio de distopías; lejos están los días en que la distopía era un elemento más contra el cual combatía FLASH GORDON, tras viajar tres mil millas —o años luz—, hasta un planeta remoto, y la aventura, en frívolo plan insensato JOHN CARTER, vencía sobre el pesimismo cyberpolíticopunk) es UNICOMP, monstruosa IA instalada en Suiza que contiene y regula toda la información global y de sus ciudadanos, mientras expande sus entrañas subterráneas para ampliar sus bases de datos sobre los colonos extraterranos.

Esta idea del computador maestro no es nueva (LA FUGA DE LOGAN, por ejemplo), y veo estamos distorsionando nuestra realidad e Historia para encajar en este esquema del Gran Hermano Virtual, viviendo conforme a parámetros elaborados por ecuaciones cuánticas. Ya nos maceran mediante Propaganda y Consignas (como eso del WOKE) para transformar nuestra mente en una atribulada masa obediente con el femirulismo, el ecocoñomunismo y el Transcompromiso LVDRA+, y, ay de ti, si los criticas.

Cercenamos tus propias ideas, acertadas o erróneas, te redirigimos hacia donde las heurísticas ordenen estés (una labor frustrante, como la de Chip de ingeniero genético de tercera, cuando deseaba ser arquitecto) e inhibimos tu propia identidad. Porque toda la miga del libro (cuan secuela computarizada de UN MUNDO FELIZ) va de que Chip quería diseñar casas, empero le asignaron a genética. Más: le impiden procrear. El chute mensual garantizaba su esterilidad, como no tener que afeitarse. A su pareja, LILA (otro mote), igual: de descendencia, nanay. Aquí prima la uniformidad, mental, racial, física.

Otra conocida obra (y filme) del
autor. CHIP destruye una distopía
aunque quizás engendre otra; lo
intuye, y por eso huye a Mallorca

Si la servil/bondadosa/empalagosa Familia se hubiera tomado unos minutos en disuadir con una elaborada charla (de las semanales con su psicólogo) de sus aspiraciones a Chip (destinado a morir, por decreto, a los sesenta y dos años), seguro que, drogado como iba, acataba su triste destino sin causar más que algún disturbio mínimo-nimio anual, o así. Fue tan presionado, el innato espíritu del Hombre en pos de su identidad y libertad no lo soportó, que acabó cargándose el egoísta sistema. Todo: por inflexible dogmatismo.

Valorado en conjunto, esta es una de las distopías que más papeletas tiene de convertirse en nuestro auténtico futuro. Echadle un vistazo al (fascista) “mensaje” WOKEDISNEY. Están dando ya pasos en esa dirección: un “familiar” progresismo represivo buenista, cuyas elites dirigentes disfrutan excesivos privilegios, seducidos por la erótica del Poder, con la cual el "venerable" fundador de la Familia, trasplantado a los mejores cuerpos disponibles para seguir gozando de gulas que niega a sus súbditos a lo largo de los siglos, tienta a Chip.

miércoles, 12 de octubre de 2022

DÍA DE LA HISPANIDAD 2022

 

FRANCISCO PIZARRO, conquistador
del Perú. Con 136 tíos y unos cuantos
jinetes. Y la ayuda de los incas (esto,
poco se quiere orear) en sublevación
a sus reyes. Los españoles usaron esa
coyuntura, y los nativos se aprovecharon
de los españoles para ganar sus guerras

Va a haber que recordar que el 12 de Octubre de 1492, CRISTÓBAL COLÓN desembarcaba en playas de la actual Cuba. Una obviedad para muchos... de mi época. Empero mirando los libros de texto actuales, es un hecho que debe recalcarse porque les molesta incluirlo. Hay una nube por ahí queriendo acomplejar (a escala nacional) por la gesta. Hoy es la celebración no sólo del descubrimiento de un mundo más amplio del conocido, sino de una sucesión de impresionantes gestas, por cierto, que tienen muchas glorias y cosas que deplorar. Gestas que lo son porque cuando comparas los medios y los peligros, te asombra se llegara tan lejos con tan poco.

Así es España y los españoles: listos a hacer lo más grande y sufrido y luego… Bueno.

Problema de escribir sobre fecha como ésta es que te pases de patriota y acabes estrellado en el patrioterismo. La delgada línea es difusa en demasiados tramos. Incluso “patriota” tiene una connotación maleada por oscuros intereses: puede prestarse a ambigüedad. El patriotismo reaganista encarnado por RAMBO causa cierto rechazo por ser patriotero. El patriotismo, el sentimiento de Patria, debe definirse como pertenencia a lugar o pueblo, argumento que algunos emplean sin embargo de espuria manera perniciosa.

Hasta hace unos años, en España lo único patriota-patriótico, era la selección de fútbol, y si ganaba. Acabado el partido, pasado un ratito de efusión, debías agachar la cabeza, despreciar al país, convertirte en eso tan borroso del “ciudadano progre-cosmopolita” que llama “subsaharianos” a los negros y maldice a EL CID, a HERNÁN CORTÉS y, de paso, a AGUSTINA DE ARAGÓN, porque habían hecho Historia de España.

Lo rojo, lo que nos perteneció. Hay que medir la
grandeza del hecho por los medios y número de
conquistadores como se realizó

Cuanto suponga defender España (que España son también sus médicos, científicos e ingenieros, ¿vale?, que deben emigrar por el cochino maltrato que aquí reciben —es lo que tiene asimismo la Madre Patria: comportarse como Mala Madrastra—, no sólo los de la camiseta encarnada que patean balones) se entiende de fascistas, aunque esa defensa incluya tener que consentir a esos mamelucos malnacidos majaderos decir semejante barbaridad aberrada/descerebrada.

Sorteado ese argumento, debe precisarse que: España fue el Imperio donde no se ponía el Sol (y mejor debió tratarlo, para no perderlo como lo hizo); ninguna otra nación puede atribuirse tal mérito, ni siquiera la Gran Bretaña que “dominaba” sobre las olas. Los indios eran españoles, equiparables a los nativos de Hispania, mientras que los de las colonias brutánicas eran ciudadanos de segunda, aun tercera, y no protestes.

Y lo señala un testigo imparcial. 
Pronto será ese cacareado Día de
Acción de Gracias tan televisivo.
Los anglos a quienes los indios
ayudaron les pagaron el detalle
masacrándoles. ¿Eso lo hizo el
Imperio Español? No creamos
tanto la interesada leyenda negra

Civilizamos, colonizamos, expandimos la visión del mundo que la Europa del naciente Renacimiento tenía. Intereses espurios podrían dominar ese empeño, conforme; empero ¿ingleses o franceses-quebecquianos pueden negar que no ambicionaban el oro y el poder comercial? O la misma Norteamérica y su Destino Manifiesto: sioux al carajo. Galos y anglos iniciaron metódicos progroms en sus colonias y praderas. Los españoles lucharon por integrar en la Corona a sus nuevos súbditos de piel más oscura.

Juzgar aquellos tiempos con estos brumosos estándares sociomorales actuales es tan descabellado como imbécil. Supone pretender exigirle a Italia compensaciones por habernos civilizados desde los tiempos de CAYO JULIO, por decir algo. Recordemos la audacia de encontrar no sólo el Nuevo Mundo, sino el Novísimo Mundo; este 2022 se conmemora la primera circunnavegación al globo, gesta realizada por… españoles.

Estos, y otros hitos, debieran hacernos sentir un orgullo noble, y trabajar por conservar esa memoria (histórica auténtica), aprendiendo de sus errores para hacer una España futura más fuerte, mejor y responsable, justa con sus ciudadanos, notorios o anónimos, que contribuimos a su sostenimiento.

jueves, 6 de octubre de 2022

TRAINING DAY — CÓDIGO X

 

Afiche. ¡Peligro, JAKE HOYT,
peligro! Lo que piensas puede ser
la promoción perfecta en tu carrera.
puede convertirse en tu fosa

Esta película parece cruce de guiones entre JAMES ELLORY y QUENTIN TARANTINO. DAVID AYER, autor del libreto, imposta esa sensación a los que estamos versados en sus literaturas. El comienzo, cuando el corrupto ALONZO HARRIS cita al voluntarioso (y, aun incluso, ingenuo) JAKE HOYT en la cafetería, permite sospechar que Tarantino ha dejado ahí la huella que recuerda a RESERVOIR DOGS. Un comienzo de charleta, a lo SEINFELD, toma de contacto donde falta el elemento freakie de Tarantino, empero la escena, en general, reproduce sus tics. El resto es ya Ellroy puro.

Un Ellroy alejado de sus rincones oscuros, las Décadas 40 a 60, omitiendo a las estrellas de Hollywood, sus perversiones y drogadicciones. Lo que nos lleva a sospechar “su influencia” en este filme son dos temas habituales de sus novelas: la corrupción de la inocencia y Los Ángeles, ciudad que vemos siempre en coche. Comentan que es impropio de un angelino ir a pie a cualquier parte. Van al lavabo aun en sus coches.

Y Alonzo, un Oscuro Señor del Sith, nos pasea por los distritos más deprimidos y peligrosos de la ciudad de las estrellas, lo cual induce otra reflexión llena de interés.

Es asimismo Ellroy por albergar otro de sus tópicos: la policía como una mastodóntica institución corrupta y racista que se ampara en el lema servir y proteger para perpetrar sus fechorías. Es como una especie de quid pro quod: os salvamos de las bandas de cholos y negratas pero, a cambio, no cuestionáis metamos mano a sus cajas de caudales y alijos de drogas, ¿hace, blanquitos acojonados de Beverly Hills?

Esto, al cuarto de hora, o así, de estar de servicio.
ALONZO HARRIS se rebota enseguida, como su
asombrado compañero comprueba en este instante

En medio está la gente corriente y moliente (tú, yo, los familiares…) que acaba sufriendo tanto de uno como de otro bando. Unos, porque te roban. Los otros, porque lo permiten al estar en tratos con los manguis, pese a fingir trabajar en nuestra protección. A menos que, por una asombrosa concatenación zodiacal con el karma, al pasma convenga desaparezca de circulación el mangui en cuestión.

Cuando analizas la película (Hoyt creo termina teniendo que admitir, a su pesar, que la siniestra filosofía de Alonzo tiene bases sólidas), descubres que estás entrando en una especie de pararrealidad donde las leyes están subvertidas para que lo que prime no sea cumplir el código, X o cualquiera, sino sobrevivir. Enriquecerse. Bien clarito se lo deja al agente en pruebas. Aprende la jerga. No muestres la alianza. No permitas sepan que estás casado. Muéstrate como un Oscuro Señor, o te comen. Hoyt, en el autobús, vapuleado por los pandilleros mejicanos, reconoce la verdad implícita en todo esto.

Miembros de una de las aterradoras bandas
que pueblan los guettos de Los Ángeles. Gente
que no quiere vivir el sueño americano porque
prefieren construir su pesadilla. De este modo,
contribuyen a que nadie ni nadie cambie,
beneficiando a quienes viven de los programas
de lucha anticrimen

Ocurre que su objetivo, el foco de su ira, no debe limitarse a los que trafican o asesinan, sino al mismo DPLA, refugio de una patulea de agentes corrompidos, en cualquier estadio, que permitan sucedan cosas malas por conchabeos con los traficantes. ¿Cómo lo justifican luego? Ese tío vendía drogas a los niños. Muerto está mejor. Es una estructura moral/mental que Hoyt acaba asimilando, como los protagonistas de las novelas de Ellroy, fascinado por cómo termina pudriéndose la virginidad, qué aspecto adquiere luego la inocencia, y deja la duda de si, mañana, volverá a patrullar o dimite de la policía. Ya ha visto su Reverso Tenebroso. No es limitado, o circunstancial. Está extendido.

Llama la atención que nación tan poderosa como Norteamérica críe guetos como los filmados. No aprecias haya un auténtico deseo de beneficiar a la población y rescatarla de la miseria, el analfabetismo o la delincuencia. Permite existan esos pudrideros para que la sensación de guerra contra el crimen vuelque millones en programas de lucha contra el delito que lucra, sin duda, a honorables sujetos que dicen hacer cuanto pueden por protegernos... cuando persiguen un gran continuismo, beneficiado a su vez por esos individuos que desprecian reformarse. Cambiar su estilo de vida.

Sí; sorprende ese tercermundismo de Estados Unidos, que no remedia en absoluto.