miércoles, 29 de junio de 2011

FALLING SKIES– BURGUESES DE CAMPING

Cartel promocional; que la referencia a (la
envidiada) DISTRITO 9 es casual, vamos
El canal TNT (tal como sugieren sus explosivas siglas, esperando reventar la parrilla) llevaba semanas bombardeándonos con pequeños tráilers sobre el estreno de esta serie que al fin asomó el hocico en las pantallas. Dado que STEVEN SPIELBERG, el MIDAS DE HOLLYWOOD, apostaba por el producto (en su sentido más peyorativo), debíamos estar insomnes y con sudores a la espera del estreno. Él es sigul de calidad.
El primer episodio de Falling skies recalca su poca ambiciosa factura televisiva estilo todos-los-públicos. Es cierto que tratar de ensalzar o criticar una serie por su primera entrega es temerario, pero aquí es donde entran en valor la experiencia y el instinto. Y si bien QUENTIN TARANTINO recomienda empezar las historias con un “bang” para terminarlas con un “big bang”, lo visto de Falling skies promete acabar en ‘big crunch’.
Fotograma de reverberaciones bíblicas (NOAH WYLE
como MOISÉS) que describe el grado de preocupación
que estos supervivientes tienen por los cazas aliens
Pongámonos en situación: empieza esta “gran esperanza blanca” televisiva contando que alienígenas mecanizados paralizan la Tierra con un IEM e inician la conquista. Ese es el “bang”; a ver cómo llega el “big bang”. Tras la introducción, en voz infantil narrada (un truco para hacernos ver cuán pura-inocente/ingenua es la Humanidad, que sufre ordalías sin freno e innúmeros sadismos), pasan los créditos. Y entonces aparece EL NOMBRE: MARK VERHEIDEN, el depre de la ciencia ficción. El que nos angustió con los tediosos vericuetos ‘intelectuales’ de sus guiones de ALIEN para DARK HORSE, el que le ha dado ese lustre suicida al remozado GALACTICA.
Ya está: ´nuff said. Tostón cantado. Que Spielberg aparezca como productor ejecutivo es anecdótico.
Momento Kodak en que TOM MASON (Wyle) abraza a
su hijo menor; todo pasteloso para que nos caigan bien
El primer episodio nos sitúa a unos meses de la invasión. La Humanidad está postrada y abundan la hambruna y los alienígenas cazadores de personas, aguerridos guerrilleros tipo JOHN CONNOR (carcajada cósmica) empeñados en sacar adelante los harapos de nuestra tiroteada civilización.
El héroe es ese doctor de ER que resulta ser un sofocado padre y ex profesor de Historia Militar de una universidad de Boston (lo que conozco de esa ciudad son los exteriores de CHEERS y LOS ELEGIDOS, pero los planos generales vistos no coincidían con nada de eso). Huye de los alienígenas, aparatosamente presentados como haces de láser que aniquilan supervivientes.
El primogénito Mason tocapelotas y su novieta; ADÁN y
EVA contra el Cosmos asesino. Atragantados los tengo...
Este personaje tiene tres hijos (matraca para hacérnoslo simpático) y uno de ellos es rehén, esclavo, víctima, no sé qué, de los alienígenas, cuyas metas no son descritas. Le han plantado en la espalda un trozo de plástico (anda que se han currado el parásito por los cojones) y anda como zombi. Su primogénito es ese adolescente habitualmente camorrista que sabe más que el padre y tiene los huevos como catedrales, y va a ganar él solo la guerra. (Como HEAT LEGDER en EL PATRIOTA, vamos.) Poco visto que está eso, vaya. El resto del multiétnico elenco encaja en ciertos corsés que se han estandarizado en este tipo de “historias de la frontera” y que, más que ayudar a llegar a mañana, hacen bulto.
Los que parten la pana, dispuestos a barrer la Tierra de
seres deformes; detrás, la peña se recuesta contra la
pared esperando que pase el autobús
Falling skies es un producto rutinario, de poca entidad, apenas sin garra, nada visceral. Puede vérsele en la estela del nuevo V (otro marrón de tonos depres e interpretaciones rutinarias, sin la épica del V de los 80) y creado a partir de “desperdicios” de DISTRITO 9, que parece la (envidiada) referencia en que se apoya esta serie; quienquiera que haya visto los trailers habrá notado el ENORME parecido entre los encuadres como se ve la nave-fortaleza de éstos aliens y la que levitaba en Johannesburgo. Hasta las máquinas guerreras guardan parecido con la coraza en la que el protagonista de aquella película se embute al final, sólo que con efectos especiales más cutres, casi de saldo.
Portada de un cómic que será de apoyo
a la teleserie; ya, ya quisiera tener
Noah Wyle la mitad de esa fiereza
NOAH WYLE no convence como héroe; este tipo de relatos engendra un personaje “con pasado” al que este hombre no atiende. No digo que, puesto en el guión, lograse ser John Connor. Le han dado unas líneas que encajan con cierta idiosincrasia autóctona de cómo se ve el (burgués) norteamericano y las ha seguido fielmente: Soy un preocupadísimo padre de familia con un hijo problemático, otro al que han esclavizado y un tercer pequeño que trata de ajustar el nuevo horror con lo que fue nuestra plácida vida de ayer. Pero aún así mantengo mis (liberales) principios, mi Master Card y que in God we trust, como dicen mis dólares.
No vemos a esa fiera brutal que surge en conflictos de esta naturaleza, como en Bosnia. Su edulcorada angustia carece del sesgo de la de alguien que se sabe al borde de la extinción de verdad. Este personaje está convencido de que restaurarán la democracia y el estilo (burgués) de vida americana pasado mañana. Como JOHN WAYNE, puede permitirse ser el hombre tranquilo.
Llevan meses de guerra pero su aspecto es saludable; ni un arañazo, ni suciedad por tener que vivir en escondrijos, la ropa limpia. Todos los personajes que salen parecen, como mucho, acabar una jornada fastidiosa en la oficina; no en el taller, o la fábrica. Sino en Microsoft. Llevan armas y ropas un poco astrosas por hacer el paripé, pero esta gente, pasar angustias, mínimas-nimias.
Fotograma: no es su mejor plano, pero este ser acorazado
recuerda tanto a la armadura que sale en Distrito 9 como
al entrañable ED-209 de ROBOCOP
Y como es una serie de acción, meten un tiroteo de pobre calidad épica en un almacén. Por supuesto, los aliens no hablan: gruñen, farfullan, berrean, y se exponen a las balas del AK-47 del héroe (curioso: un arma comunista –y de terroristas- en manos yanquis) a pecho descubierto. Invulnerable. Empero, no soporta una descarga en los sesos de una escopeta del 12. Todavía le queda cabeza y tiempo al engendro para jadear agónico.
Según parece, la coraza que les recubre no soporta los impactos a quemarropa (lo cual exige un temerario valor a todo el que desee matar un engendro de éstos), así que toda esa munición aterradora, la de alta penetración, blindada y de fragmentación, de uranio empobrecido, sólo sirve para hacer pirotecnia. Poco creíble.
El único y considerable atractivo de la serie:
MOON BLOODGOOG como ANNE GLASS,
la GINEGRA de nuestro Tom Mason
Es llamativo detalle que, en una situación en que los aliens patrullan los cielos, a la espera de eliminar nativos, éstos se muevan abiertamente por calles y carreteras, los parques. Entre ellos, se sabe que hay soldados que adiestran su resistencia; ¿no les han podido advertir que se muevan de noche, o por lugares techados, o algo parecido? No.
El mensaje que desprende Falling skies es el siguiente: somos América en un mal trago pero saldremos de ésta porque… somos América. Nuestra población (reducida a un puñado de harapientos terroristas, y este dato –que replica V- es importante en un país decidido a exterminarlos, pero al que un fanático arrodilló el 11-S-01, obligándoles a modificar su forma de vida) no sólo conservará todos sus sagrados estigmas de valor, grandeza y pureza. Nos importan una higa los rayos de sus cazas: haremos un picnic en Central Park porque… somos América. No nos postrarán.

Fotograma de LOS ELEGIDOS II - EL DÍA DE TODOS LOS
SANTOS. Pues estos dos bostonianos les vendrían de
puta madre a estos supervivientes, en serio

Es Propaganda destinada a alimentar un cierto fuero que, en circunstancias reales, no funciona así. Cosas como el hambre, la necesidad, la ansiedad, la desesperación, el miedo, pulsarían en sus almas. En cambio, ahí están: preparándose para pasar el Día de Acción de Gracias en una tienda de campaña, este año.

No promete cosas buenas, Falling skies. No tiene espinazo. Sólo… FX (y pencos, encima).

lunes, 27 de junio de 2011

DUNE (I) – CAE EL CIELO


Comentario sobre esta
edición

Dudo que pueda aportar ningún dato especial ni relevante, nada nuevo, sobre este grandioso clásico del género. Es verdadera ópera estelar. Los más hábiles, sesudos, indagatorios comentaristas, autores y aun aficionados, llevan décadas proporcionando datos u opiniones, incisivas, agudas, que contemplan todo el amplio espectro que pueda abarcar esta novela. Sólo puedo hacer un comentario particular esperando adornarlo de tal forma que sea atractivo para el eventual lector.
Mi edición está dividida en dos tomos, al ser publicada en una colección económica de las que anuncian en TV, cosa que me brinda la oportunidad de opinar progresivamente sobre el texto, tal como lo fui descubriendo. No creo que esta división perjudique al conjunto de la obra, que ya de por sí está compuesta de “libros” que, a su vez, persiguen mostrar la evolución que el protagonista, PAUL ATREIDES, va experimentando en los sucesivos capítulos.
El autor, FRANK HERBERT, en plan motero guay
(lo delatan las barbas) echándose unas risas
con la cámara
La primera y siempre vigente impresión que desprende Dune es su solidez. Es como una caja fuerte, blindada por todos lados, y la prosa de FRANK HERBERT, su autor, lo remacha. Es firme y seductora, sugerente casi todas las veces, y va sumergiéndote en su peculiar Universo feudal fluidamente. Los neologismos causan poca confusión; ellos mismos se explican o deducen. El lector, como una de esas fragatas que surcan los añorados océanos de CALADAN, navega sobre los párrafos con facilidad. Se desliza a través de los capítulos sin impedimentos.
Esa rotundidad, la de ser una obra ponderada y sellada con eficacia, no obstante tiene la desventaja de que, como te coja en un día travieso, mandas a hacer puñetas el libro y te entregas a la insustancial parrilla televisiva.
Una portada mucho más atractiva
que la primera expuesta, digna de
este hito, sí, señor
Todo el mundo, confío, ha señalado (Herbert mismo lo testimonia en algún renglón) la peculiaridad mesiánica del protagonista (lo que me provoca irritación; detesto ese tipo de historias), aunque me percaté de que Paul no es un mesías. No nace con un destino y del cual es por completo consciente y a él se aboca. No es un iluminado estilo HITLER o los otros muchos que han salpicado la Historia de sangre y matanzas a mogollón. Paul, PABLO, como SAULO DE TARSO, es derribado por la poderosa luz de la revelación (la especia) que cambiará su vida. Él no lleva la religión en sí, como JESÚS, sino que se amolda a la del inhóspito ARRAKIS (la sonoridad de los nombres de esta novela es otro valor). La acaba fusionando consigo mismo, hasta que ambos tejidos, el de su carne y el mito, son indistinguibles e inseparables. Por eso se señalan sus propiedades… hum… místico/taumatúrgicas mesiánicas. Pero no: Paul es la herramienta. No la fe.
Otro detalle que hace sugerente Dune son las fechas. Los sucesos ocurren en un Remoto Futuro (el diez mil y pico largo-largo y no después de Cristo, sino de una “conmoción” feminista, la BENE GESSERIT), cosa que encaja con el aire de denso pragmatismo que desprende la novela (tan enfocada a “adoctrinarnos” con una idea ecologista en época bien temprana -1965-, distinta a la mamela de la que están viviendo muchos ahora con lo del “cambio climático” que piensan “impedir” –jaja; tan absurdo es como querer sacar la Tierra de su órbita saltando todos a la vez en Australia-). Por lo común, los viajes estelares, una cosa ardua y compleja y muy controlada en Dune, ya empiezan a ser cosa habitual antes de 2050 (ESPACIO 1999), lo cual en absoluto casa con nuestro paralizado/en coma programa espacial, cuyo clímax estuvo entre finales de Década 60 y mediados de Década 70.
Ilustración de un peligro constante y casi indestructible
de un planeta cuya riqueza, literalmente, abona el suelo
Oh, bueno, hay algunos robots circulando por Marte, pero las estrechas miras sociales consideran estas inversiones dispendios intolerables sin advertir que la investigación-exploración espacial drena medicinas, materiales y la tecnología actual de la que tan orgullosos estamos conforme nos volvemos sus agradecidos esclavos.
Esta es otra particularidad de Dune: las máquinas tienen una influencia mínima-nimia, relativa a veces, porque un grupo religioso, en el Remoto Pasado, consideró que su uso, el de las máquinas andantes-pensantes y las potentes computadoras, perjudicaban el progreso, ético y físico, del ser humano, y las limitaron, pues perseguían crear una Humanidad cuyos sentidos se hallasen expandidos hacia la superación moral. En esa guerra, SKYNET no llegó a triunfar. Fue antes aniquilado.
Esto tampoco es una gran novedad, porque la ciencia ficción, género distópico por definición, abunda en obras donde se exige la perfección del Hombre y su alma. Pero suele ocurrir que cierto autor, Herbert en este caso, lo presenta de forma tal que parece novedosa y sorprende encontrar, por ejemplo en un relato de 1940, sus conceptos.
Pues debemos intuir que éste es PAUL ATREIDES ante el
 otro gran mito de ARRAKIS: un descomunal gusano
También Dune nos cuenta que la Historia es un circuito y que el Hombre pasará por sus distintos pero siempre repetidos estadios siempre. Al parecer, no aprende nada del ayer (de ahí que sea fundamental no adulterar la Historia, mutándola al antojo del caudillo de turno, para que encaje con lo que él considera que debió ser, y no fue, como pasa en este país ahora, donde las “rectificaciones” han llegado a extremos aberrantes), y repite errores. En un ambiente de HI/TECH controlada, Dune muestra un cosmofeudalismo, con un Imperio que somete a vasallaje a unas Casas nobiliarias que compiten entre sí, como demuestra la encarnizada y rancia disputa entre los Atreides-HARKONNEN, que adquirirá un cariz decisivo cuando la vasta, costosa y retorcida conspiración del BARÓN VLADIMIR Harkonnen cuaje acentuando los ya receptivos recelos del EMPERADOR SHADAM PADISHÁ IV con respecto al más bravío e inspirador DUQUE LETO Atreides.
Un afiche de la película de DAVID
LYNCH. Destinado a dejar volar
la imaginación, ¿verdad?
Aunque provista de adecuadas dosis de acción, aun de violencia, Dune apuesta más por explorar una larga trama de conjuras, conspiraciones y complots en los complots de los complots, algo muy del Renacimiento, muy de los BORGIA, me comentan, tallando una saga de personajes llenos de atractivo cuyos pensamientos Herbert nos expone a fin de que podamos sintonizar con ellos mucho mejor, dándoles mayor calado.
Este enfoque medieval, ¿es en verdad el régimen político de la Humanidad del futuro? ¿La democracia quedará como un ensayo prometedor pero plagado de detractores? Todo lo indica. La autoridad única y firme parece ser una constante, ya sea la del macho alfa como la de la madre alfa (Dune es muy matriarcal; no se apela a Dios, sino a la GRAN MADRE. Para más inri, está la preeminencia Bene Gesserit –cuyo trasunto son los CABALLEROS JEDI; ¡vaya si Dune ha influenciado STAR WARS!- y la de la madre de Paul, DAMA JESSICA). Los días del parlamentarismo: ¿empiezan a languidecer, dado el creciente, y por ellos buscado, descrédito de los políticos, aves de rapiña que husmean únicamente asegurarse sus privilegios excepcionales y prebendas públicas?
Esta ilustración sugiere algunas de las claves de DUNE:
misticismo, misterio, miradas cargadas de sensualidad y
peligro, enigmas y antigua sabiduría
El tomo uno de Dune concluye en un momento crítico para los protagonistas. Una vez los Atreides ocupan Arrakis, se cierra la trampa urdida por el Barón y los gallardos efectivos del Duque Leto (él mismo ha muerto ya) son aplastados por los ejércitos de GEIDI PRIME y los terribles pretorianos imperiales, los SARDAUKAR, enmascarados de Harkonnen. Paul y Jessica emprenden su desesperada HÉGIDA, donde se sucede el momento en que Pablo es derribado del caballo. En su ceguera, oye a Dios con increíble diafanidad. Pero, de momento, la muerte les acecha y el Barón ríe satisfecho al ver cómo sus tejemanejes triunfan y acaricia su sueño de tener un Harkonnen emperador.
Vuestro Scriptor.

Documentación adjunta:

http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/2012/01/dune-ii-esclavo-de-la-leyenda.html
http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/2012/01/dune-el-imperio-matriarcal.html

viernes, 24 de junio de 2011

MEMENTO MORI, FANTASÍA (I) – VERSIÓN PARA QUIENES SE LO PERDIERON

Cartel de un evento donde jamás
contarán conmigo; el de este año es
mucho mejor que el de 2010; pero,
¿transmite, convoca, se ajusta?
No podemos quejarnos: ciertas actividades de HISPACÓN dan para tertulias. Al repasar su programa de actos, una mesa redonda atrajo de inmediato mi atención:

PROGRAMA DE ACTOS – DOMINGO 10 (del 10 del 10):
18:30 - Mesa redonda: "La decadencia de la ciencia ficción y el ascenso de la fantasía".

Enseguida comprendí que se trataba de una polémica preparada adrede para asegurarse considerable asistencia y que ésta ofreciese una batería de propuestas u observaciones que dinamizasen la actividad. Visto así, ¡genial enfoque! ¡Por fin hablarían quienes pueden asegurarnos si el género está en crisis, decadente en verdad, si hasta morirá! Pero, si lo contemplo considerando que pudiera haber un determinado entreguismo a “la causa de la fantasía” por parte de un grueso de lectores de ciencia ficción, que por el motivo que sea “han desertado”, la cosa es tremenda. La decadencia de la ciencia ficción: ¿decadencia con las cifras de recaudaciones (ergo: público) de los últimos estrenos del género? Porque no nos queda, de momento, más remedio que tasar su decadencia y crisis de este modo… mientras tememos conocer los datos descorazonadores que los editores puedan dar sobre la venta de libros sobre el género y que apoyen plenamente la afirmación de la tertulia.

Afiche de GATTACA, impresionante y
oscuramente predictiva cinta. Y ejemplo
de lo que ciertos sectores afirman debería
ser TODA la ciencia ficción
Por otra parte, tenemos que apreciar que “ciencia ficción” es un término muy amplio y con extremos nebulosos y que suele describírsela según el autor encargado de hacerlo. Para mí, ‘ciencia ficción’ es TERMINATOR, pero para un hipotético vecino mío lo es CÓDIGO 46. Prefiero el espectáculo; ese vecino la reflexión profunda y serena, más prospectiva, sobre los límites de la clonación.

E igualmente esta premisa se puede aplicar a la fantasía. Porque ¿qué fantasía está en auge? ¿PETER PAN (o las historias de BEATRIX POTTER, o EL VIENTO EN LOS SAUCES?) o ELRIC DE MELNIBONÉ? Concededme la licencia de enfocarlo de esta manera: cuando se habla de “fantasía”, el colectivo (la amplia mayoría de personas que no está interesada en el género más que como se lo sirven en la TV o los cines) lo asocia a lánguidos príncipes semihumanos/brujos, marfileñas princesas casi deletéreas, rudos enanos vocingleros y seres feéricos que “ya eran viejos cuando el mundo era joven”, parafraseando a ROY THOMAS. Y no olvidemos al forzudo bárbaro.

Cartel de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS,
LAS DOS TORRES, un hito del cine que
dinamiza un texto plúmbeo, pero que...
Propuestas como STARDUST no las consideran “fantásticas” (son “películas bonitas”) y dudan al juzgar las de los niños-brujos más audaces y listos que el hambre. Con un somero interrogatorio, terminarán admitiendo que sí, son fantásticas, pero no del tipo que consideran que es ese género: la espada y brujería.

Sin duda, la fantasía que defendían en esa mesa redonda abarcaba mucho más que la épica, entrando en regiones sombrías que, en cierto momento, podrían hasta clasificarse de “género del terror”. Pero el daño ya está hecho y fantasía es espada y brujería, un segmento que ha absorbido del todo al resto del espectro, y es gracias a PETER JACKSON y la obra de ingeniería profunda que ha hecho adaptando la trilogía de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS (de apenas nula repercusión en su momento; si los hippies no se hubieran encaprichado de él, supongo que no mucho sabríamos de esta saga, tanto como de EL CABALLERO DE LA CARRETA.) ¿No he referido en las reseñas sobre SOLOMON KANE que su adaptación al cine se adorna de los aspectos más estéticos de la trilogía de Jackson? Aun una historia “liviana”, más DISNEY, como LAS CRÓNICAS DE NARNIA, tiene su troquel estampado fieramente en el cuero del lomo.

...debe enormemente su éxito a filmes
como éste. Como SERGIO LEONE con
el western, PETER JACKSON ha
revolucionado el fantástico-épico a base
de "rostros sucios y sudorosos". Por
cierto, compárense ambos afiches
Jackson, acaso a causa de su origen del cine gore, como SAM RAIMI, cuanto ha hecho de grandioso al adaptar esos libros es emporcarlos. Ha hecho SPAGUETTI-WESTERN del “fantástico”, junto a vehementes contrapicados que producen vértigo. Ha ensuciado el virginal género con rostros sudorosos con barbas de tres días. Ahí está la fuerza de esas adaptaciones. (Además de una imaginería visual prolija y labrada hasta el más mínimo-nimio detalle y emplear programas de la ILM de GEORGE LUCAS para suplir las deficiencias técnicas de la supervalorada WETA.)

Descubierto el truco, sigamos con la prospección: si hay un “género” en verdad decadente es la espada y brujería, o sea: la fantasía según lo entiende la inmensidad del orbe. Porque ¿de qué estamos hablando? El enano, el elfo, el troll, el gigante triste (o colérico), el paladín invicto y níveo, la virginal princesa (y hago este inciso: los protagonistas de esas historias rara vez no son de noble linaje; nunca son obreros, ni los ASESINOS DEL SHOGÚN del reino. Esa épica es deficitaria en democracia), el MAL, multiforme, una suerte de pringosos terribles trasgos, alguna bruja y la bendición, casi inútil, de un dios luminoso del BIEN.

Cartel de EL EJÉRCITO DE LAS
TINIEBLAS. Pues, según se mire,
SAM RAIMI innovó "a lo spaguetti"
el fantástico-épico antes que Jackson
Con estos elementos, ¿cuántas historias no se han fraguado (y servirán de mortero en el futuro)? Siempre aceptando que ‘fantasía’ es ‘épica’, fértil precisamente el género no es; aún está más agotado que la ciencia ficción. Es cierto que el relato, a escala básica, obedece dos reglas fundamentales: el viaje y la lucha entre el Bien y el Mal. Es el patrón oro de toda historia. Hasta las más minimalistas imaginables. Para darle vidilla al asunto tenemos que hacer pausas, reflexiones, evocar con flashbacks… una multitud de recursos que dinamicen el relato. Pero mientras que algunos autores pueden adornar estos dos requisitos con distintos matices de oropel al extremo de casi hacer nueva su fábula (cuando el objetivo que persiguen es, nada más, mostrarla sugerente), si nos centramos en la fantasía (recordad: épica) apreciamos que no ofrece apenas variedad, excepto que cambia el nombre de los protagonistas y los escenarios donde transcurren los capítulos.

Vuestro Scriptor.

miércoles, 22 de junio de 2011

THE THING – ¿QUIÉN ESTÁ AHÍ?

(Visceral) afiche de un clásico ¿inspirado
en los MITOS DE LOVECRAFT?
Aprovechando los elementos no explotados del cuento ¿QUIÉN ESTÁ AHÍ?, de JOHN W. CAMPBELL, JR., el realizador JOHN CARPENTER (el otro SAM RAIMI, al que tanto le debemos), a partir del libreto de BILL LANCASTER plasmó en la pantalla de plata un horror polar que combinaba las insidias de las dudas y las sospechas y los fantasmas que ondulan en el espectro del campo visual según miramos de soslayo con los peores estragos de la carne reducida a harapos sangrantes.
Superaba la versión de HOWARD HAWKS de 1951 (aunque no era muy difícil, la verdad) en la que los expedicionarios (y una pava que no sé a qué aparecía en el metraje) se las veían con un HERMAN MONSTER gruñidor que daba menos miedo que el espantajo ese de plástico de la Casa del Terror de la Feria.
KURT RUSSELL como MCCREADY; éste sí parte la pana.
¿No parece el escenario mezcla de ALIEN y EL IMPERIO
CONTRAATACA?
Carpenter vuelve a ofrecer el protagonismo de una película al ex astro infantil de DISNEY que fuera KURT SNAKE PLISSKEN RUSSELL, que encarna a MCCREADY, un cínico piloto ‘prisionero’ en una estación polar antártica y que vive para rivalizar con una computadora en partidas de ajedrez que parece perder siempre. Para comprender la relevancia de su personaje debemos contrastarlo, así como todos los demás, con el del cuento, donde McCready parecía raw action! y decisiones expeditivas, pero que luego renquea por todo el relato dependiendo de lo que los demás quieran hacer y según cómo.
Llega un momento en que la inactividad de ese McCready estraga, y más teniendo en la retina mental la imagen del McCready de Russell; el abismo que los separa no sólo se abre y ensancha, sino que se hace todavía más profundo.
Ahí lo tienes; bajo su lustroso manto se oculta una
inenarrable pesadilla
Desde el principio, The Thing presagia el terror al que los expedicionarios (de marcadas personalidades, no simulacros, como en el cuento) se enfrentarán en breve, y que a modo magnifica la partitura de ENNIO MORRICONE. Si bien el relato empieza fuerte, con una fórmula que engancha pero luego se disipa, Carpenter mantiene la atmósfera buscándole un sucesivo crescendo que termina en un clímax explosivo y una inquietante duda. El filme arranca con la persecución del lustroso perro tiroteado desde el helicóptero. La hermosura del animal nos puede llevar a hacer la siguiente reflexión: el can, magnífico y sano, alberga empero en sus entrañas una fatalidad mortal que no tardará en sembrar devastación y muerte. Es como una advertencia de que la belleza no por fuerza significa gentileza o amabilidad. Puede ser envase del mal.
EL HALCÓN MILENARIO mal estacionado; los agentes
van a multarlo pero que ya
El suceso, la muerte de los noruegos empeñados en matar al perro aun pasando a través de los americanos, lleva a éstos a investigar qué locura se apoderó de aquéllos. Allí, encuentran un catafalco de hielo y una abominable mezcla de cuerpos entrelazados en un obsceno abrazo carnal. Posteriormente, los vídeos requisados ampliarán el terror, plantearán la pregunta de ¿quién está ahí?, en las estrellas remotas del Cosmos.
El trekkie del chaleco azul dice: "Esto no se ve en el
ENTERPRISE; devolvedme allí, pronto". Casi toda la
peña ante un enigma de otro mundo
Mientras, el perro se ha paseado por toda la estación. Todavía no se intuye su amenaza, pero se hará relevante cuando, encerrado con otros canes, empieza a mostrar uno de sus tantos rostros, todos ellos apresados en las células del ser original a fin de obtener una forma definitiva, superior, que le permita conquistarnos, salir de la Tierra, lo que sea. LA COSA es muy poco comunicativa. Lo suyo es gestual, sobre todo.
McCready empieza a cobrar relieve cuando el ‘perro’ esparce sus entrañas tratando de asimilar otros canes. En el cuento vacila en dar ese paso, y no es hasta bien entrada la acción que toma las riendas, y aún así, también tutelado. El McCready de Russell intuyó peligro desde el primer minuto y no piensa dejar su vida al albur de un grupo que, pese a su estupor, de pronto se ha vuelto peligrosamente enigmático.
BLAIR (WILFORD BRAMLEY) en esta autopsia ya se
percata de las dimensiones del problema en que están
Volvemos a toparnos con la sospecha de que quizás Carpenter quisiera hacer parábola de algo, de la alienación del individuo, de lo rápidamente que la masa está dispuesta a discriminar por un motivo, justificado o no, grande o mínimo-nimio, y del horror que le supone al sujeto aislado descubrir, sin haber caído en la locura, que le es casi imposible justificar su propia identidad, cordura y pertenencia al grupo.
Flípalo con el sombrero de McCready. Un desafío a la
autoridad del insulso McCready del cuento
Y uno que, reducido (no como en el cuento, que parecía una estación de trenes de gente que se decía había), puede desarrollar a gusto sus idiosincrasias. Llamativa es la del DR. BLAIR (WILFORD BRIMLEY), quien primero comprende el serio aprieto en que están, afectando su carácter hasta el asombroso final en que desaparece. KEITH DAVID, como CHILDS, semeja un contra-McCready, un DIOSCURO que lo cuestiona todo. GARRY, interpretado por DONALD MOFFAT, que en el cuento es la imagen del líder estable al que poco o nada puede mellar, empero en el filme es un sujeto al que las dudas logran desarmar (como indica el que deje su revólver sobre la caja, un sigul de poder para quien sepa emplearlo, o sea, McCready, como CLARK –RICHARD MASUR- descubre), es otro carácter interesante, pero, claro, una vez que se contrasta éste del celuloide con el del papel.
LA COSA con acidez de estómago;  apabullante engendro
para aquellos tiernos años 80; así de fuerte empezaron
El gran protagonista, empero, es el alien informe, obra de ROB BOTIN, que va saltando de una carne a otra buscando la óptima para sus planes, los que éstos sean. The Thing resuelve qué pasa con los cuerpos de los que La Cosa se ha apoderado. Mientras que Campbell, Jr. sugiere que hay un original y una copia que asesina al primero, Blair explica que las células exóticas asimilan y transforman al anfitrión. No hay un cuerpo por ahí tirado, que dificulte inmensamente la vida al intruso. Fue “superado”.
The Thing es una obra maestra de la ciencia ficción convenientemente sazonada (habrá quien diga que emponzoñada) con enormes dosis de terror, el visceral y el intelectual. El título del cuento, ¿Quién está ahí?, sí se aplica con éxito en The Thing, porque la gélida soledad a menudo a oscuras permite deslizar inquietantes sombras amorfas que parecen ser lo que no son o son peores de lo que parecían.
GARRY (DONALD MOFFAT) es un personaje interesante;
refleja el sesgo antisistema que JOHN CARPENTER lleva
dentro, como "corporeizó" en SNAKE PLISSKEN. Con
este sujeto, critica cierto cretinismo inoperante en que
a veces cae el Poder, arrogante
The Thing es, además, una inteligente, sino excelente, muestra de cómo dos, o tres, distintos géneros en principio antagónicos se ensamblan para crear una cosa mayor, más poderosa, y que pueda, a través de los años, seguir produciendo cierto sobresalto al ver cómo en el estómago de un hombre aparecen afiladas cizallas y luego todos los metros de intestinos del mundo desarrollan una cabeza, enganchada con patas de araña al techo, y ronca un irritado desafío a la aterrorizada concurrencia.
Vuestro Scriptor.

lunes, 20 de junio de 2011

¿QUIÉN ESTÁ AHÍ? – BUENA PREGUNTA

Portada de lo que aparenta ser un
recopilatorio. Este es, en efecto,
el monstruo descrito en el cuento

Una de dos: o este cuento está mal traducido, o mal escrito. Abundan ejemplos que hacen sospechar lo segundo, porque, además, el tan trascendental relato de un autor al que la ciencia ficción le debe tanto, como es JOHN W. CAMPBELL, JR., del año 1938, está desdramatizado, confunde y obliga repasar los párrafos para ver cómo fue que tal suceso se te pasó.
Incluso el título está mal escogido. A su tenor, y someramente conociendo la trama, sugiere que sucede en un lugar remoto donde, de pronto, ocurre ALGO, o ALGO se ha colado, creando una especie de DIEZ NEGRITOS en clave de ciencia ficción. Pero no es así. El correcto título debería ser: ¿Eres tú? Describe mejor la situación.
Veámosla: un nutrido grupo de científicos americanos desplazados al Polo Sur (la Antártida para los inteligentes), se encuentra ante un enigma que resulta ser de otro mundo. Campbell, Jr. empieza con brío, delineando los elementos tal como recomienda LESTER DENT, y atrapa deprisa nuestra atención mostrando un problema inusitado que quizás no tenga rápida, o fácil, solución, aun respuesta. Dado que esta evidencia de vida extraterrestre, por supuesto, escapa al canon doriforo, de inmediato dispara los resortes racistas y los prejuicios humanos y la historia sugería que Campbell, Jr. iba a especular sobre cómo sería el Primer Contacto y si la apariencia exótica, aterradora, repulsiva, de una abrumadora inteligencia allende los zodíacos nocturnos supondría una traba insuperable, excusa para violencias desatadas.
El autor, JOHN W, CAMPBELL, JR, tela
de preocupado con el efecto invernadero
También, conforme leía el relato, y atendiendo a su fecha de aparición (meneo civil en España, HITLER rampante y pre-guerra mundial en el resto de Europa), pensé que ¿Quién está ahí? era una metáfora sobre el espionaje y cómo se contemplaba al espía. H.G. WELLS, en LA GUERRA DE LOS MUNDOS, ya había establecido un precedente. Su parábola veía como una invasión aterradora los movimientos sindicales en auge, que proponían otro mundo, atacando la inmovilista y quasifeudal sociedad victoriana.
Pero, no. Es cierto que la imagen de que es suposición del espionaje, que Campbell, Jr. retrata a los infiltrados como alimañas, deformes entes repulsivos, a perseguir, que duplicaban los rasgos de los nativos pasando por ellos, indistinguibles, dificultando su erradicación por lo tanto, persiste según avanzan las páginas, como crece la certeza de que en absoluto pretendía hacer tal analogía. Campbell, Jr. sólo quería demostrarnos cuántas nociones científicas poseía y cómo se analiza el ADN alienígena contrastándolo con el vacuno o el de los conejos.
Añeja cubierta de ASTOUNDING
SCIENCE FICTION, el 'reino particular'
de Campbell, Jr.
De inmediato, una vez plasmado el Mal (el alien congelado que gotea sobre el suelo), Campbell, Jr. describe a su antítesis, al Héroe, a MCREADY, presentado como un HOMBRE DE BRONCE barbudo, del cual, con tales credenciales, por supuesto se espera que parta la pana y derrote al enigma de otro mundo en épico combate. Qué va. Va a remolque casi todo el tiempo. Mcready es un poco mejor que el resto de la partida (donde unos pocos tienen derecho a frase y apellido, mientras la mayoría permanece, casi siempre, arrinconada, amedrentada y al borde de la luz ambiental), aunque eso no le hace protagonista.
¿Quién está ahí? es un peculiar fracaso, porque contiene una cantidad suculenta de elementos que se podrían haber desarrollado de mejor manera, lo cual lo situaría en un contexto mucho más rutilante del que tiene. Creo que este cuento es grande por el cine, por sus adaptaciones a la pantalla de plata, y que quizás no pasaría un filtro a la hora de elegir unos cuantos relatos de tal o cual época, designándolos como los mejores, o los ejemplares, o lo que se le ocurra al compilador. También, que tratándose de obra de Campbell, Jr., pues merecía una consideración especial. Al fin y al cabo, ¿no fue coautor de las TRES LEYES DE LA ROBÓTICA de SAN ISAAC ASIMOV?
Afiche nacional del filme rodado sobre
este cuento, donde HOWARD HAWKS
se las hace pasar canutas a los
HERMANOS MARX, o algo así
¿Quién está ahí? es mal título, pues lo que el alienígena hace son duplicados de los seres que ve más óptimos para sobrevivir. Cada hombre de la expedición lo que se plantea es si su compañero es realmente él, no qué ente espeluznante alborota en la oscuridad. No ve a un clon que, en cualquier momento, lo va a transformar en una copia, transmitiéndole sus gérmenes (amén de sus sueños, porque la criaturita es además telepática, y abruma a todo quisque con visiones que datan de veinte millones de años atrás).
El monstruo efectúa réplicas, y tan entusiasmado está Campbell, Jr. contándonos lo de la sangre, que se olvida decirnos dónde el alien arroja los cadáveres de los originales. Sencillamente, los suplanta. No los amalgama en su anatomía, o los disuelve, o los devora. Hace un doble y ¡a vivir, que son cuatro días!
Hay dos casos fortísimos: uno es KINNER, el cocinero. Encerrado en su dependencia, resulta ser un alien que mata al original y después ¡aparece muerto, Dios sabrá cómo, por mano de quién! Pero el cadáver-Kinner no aparece. Ni se le espera. Otro es BLAIR. Encerrado en una caseta distante de la base, destruyen su duplicado, pero ¿dónde echó al original? Campbell, Jr. lo sepultó bajo especulaciones sobre qué ocurriría si el alien alcanzase la civilización.
Fotograna de EL ENIGMA DE OTRO MUNDO, donde
aparece el alienígena. Compárese este HERMAN
MONSTER con el ente de la cubierta del libro
¿Por qué opino que está mal escrito? “Connant rió silenciosamente, sin alegría”. Esto del “rió silenciosamente” se repite varias veces. Excepto la que prorrumpa un sordomudo, ¿me cuenta alguien cómo es una “risa silenciosa”? Perlita dos: “Mientras sonaba la voz, McReady sólo notó vagamente al principio que algo parecía faltar. Aunque estaba acostado, la voz de Kinner llegaba a sus oídos con bastante claridad, a pesar del acompañamiento sonoro de las películas. Bruscamente, le llamó la atención que ya no se oía a Kinner en el otro cuarto”. Es un gran hallazgo, éste, el de que reposas la cabeza en la almohada, y los sonidos desaparecen.
Más del filme. El niño egoísta dice: "Esto, pa mí;
 pa estampas de furbo cuando lo venda ar peso"
No sé si son fallos de premura, de traducción, de que ¿Quién está ahí? es un borrador a medio corregir, o defectos de impericia. Tras estos detalles, aparece lo desaprovechado que están sus elementos, así como la falta de tensión dramática. El monstruo desarrolla unos poderes, como filtrarse a través de las rendijas de las puertas, de lo que te enteras porque alguien lo comenta; Campbell, Jr., no escribe un párrafo mostrándolo, y obliga, con fastidio, a repasar el texto a ver dónde pasó que te lo saltaste. Desde luego, ¿Quién está ahí? no atiende a la magnitud de su reputación.
Vuestro Scriptor.

viernes, 17 de junio de 2011

SIETE RESPUESTAS – ENTREVISTA

¡Diversificándose! Tras JUDGE
DREDD, probé suerte con SLÁINE;
esto es parte del portfolio remitido
a 2000AD
Por si mis lectores no lo sabían, recientemente LITERATURA PROSPECTIVA (http://www.literaturaprospectiva.com/) me entrevistó efectuándome SIETE PREGUNTAS (nombre de la sección) que a continuación reproduzco, por si os da pereza ir al enlace adjunto.
Reitero mi gratitud a IGNACIO ILLARREGUI, de Prospectiva, por su interés y cortesía. Sin más preámbulos, las respuestas, a las que debo añadir el que LAS GRAVES PLANICIES pueda ser película, como informé recientemente.
¿Qué puedes contarnos de Las graves planicies?
Que, junto con Recalibrados, fue mi último intento por abrirme una brecha en la literatura. La concebí directamente para el Premio Minotauro de 2009, pues había leído que el cyberpunk “ya no mola” e intuí que era el momento de lanzar una propuesta más convencional y que podría encontrar un público al que le apeteciera leer una sencilla historia de aventuras, no falta de contenido, eso sí, con viejos-fiables iconos, como alternativa a concepciones más puristas, sombrías, técnicas, intelectuales o espirituales. Hubo suerte.

Otra plancha "de prueba". Sláine
es el único 'bárbaro' que respeto
Algo que tenía claro (aparte del “es el regreso a la gran aventura”, jactancia que espero me perdonen) era que los protagonistas principales peinarían ya canas, como una reivindicación de la experiencia que proporciona la edad en esta Sociedad que ha ido creando una estructura a lo La fuga de Logan (opino). Eso lo trasunta Alex-Alejandro. Vanidoso, vacuo, veleta. Serían héroes muy baqueteados y desencantados, mellados por culpa de la actitud hipócrita y desagradecida que recibían por parte de la opinión pública, que hasta se mofaba de su honesto desprendimiento. La novela gráfica Superman – Paz en la Tierra ayudó a darme ese concepto.

El mejor elogio que he recibido de las planicies es que los personajes están bien construidos (eso me interesa muchísimo, siempre y desde siempre lo he procurado, en todas mis obras), e incluso que “les han sorprendido” (sobre todo, Forson).

Aunque es una novela argumentalmente cerrada, forma parte de una saga de novelas. ¿Qué hay detrás de Los PostÉpicos?

Esto pertenece a las siguientes
secuelas que tenía previstas realizar
de BLITZTEAM
Ganar dinero.

Y, por supuesto, que la saga sirva para interesar al público y mostrarle el resto de mi producción.

Pero si la pregunta es algo como “intentar cambiar el mundo, ampliar horizontes, hacer mejores personas”, o algo así, no. No hay testimonio, testamento o manifiesto. Ves lo que lees. Sin trapisondas ni mensajes cabalísticos ocultos. La gente merece pasarlo bien y con una evasión de calidad, que no esté falta de un mensaje y que éste se articule de una forma interesante para que llegue con más profundidad al lector. (Entre otras cosas, Las graves planicies trataba sobre la xenofobia.)

Quizás sí tenga el prurito de querer devolver la fantasía y la aventura a un estado más elemental, para a continuación reconstruirla con matices más complejos, evitando lo que pudiera haberla hecho fallar.

También has publicado recientemente Recalibrados. ¿Vivimos buenos tiempos para las distopías?

Ídem. Ëste era el músculo (una
versión HULK en simio); el otro, el
cerebro (se nota, ¿verdad?)
La vida es distópica. No es tanto una cuestión de oportunidad como que se nos prometió un mañana maravilloso y nos encontramos sin él, inmersos en una convulsión vertiginosa donde internet y los celulares están jugando un papel importante, en algunos casos, fundamental, y ahondan esa sensación de pérdida.

Y, pienso, es algo malo, pues, como ocurriera con el cyberpunk, las obras distópicas corren el riego de producir saturación. Po otra parte, quizás una masiva presencia de novelas de ese corte podría indicar una expresión de catarsis.

Parecen dos novelas bastante diferentes entre sí. ¿Qué influencias reconoces en ellas?

Son muy distintas, pues creo que un escritor debe tener registro, diferentes estilos, como lugares donde oxigenarse de cierta rutina. Además, Recalibrados expresa derrota y las planicies esperanza en que, mañana, todo irá mejor todavía.

Y creo que las planicies refleja fielmente cuáles son mis influencias, numerosas por otra parte. No obstante, hay un núcleo (Farmer, Wells, Dent, Bunch, Guareschi, Gómez de la Serna, Moorkock, Alan Moore, Frank Miller, Williams, Simmons, Leiber, Ellroy, Richard Stark, Lem) que es el que impera.

Y la coña seguía: estos eran los
anti-BlitzTeam. ¡Cuánto material
perdido por culpa de un miope
concepto editorial!
Siempre me ha sorprendido el que aquellos autores que se suponen deben ser ‘tus maestros’ (por ejemplo, Asimov o Clarke), carecen de influencia en mi obra. Sólo son referentes. David Morrell, o Don Pendleton, me han “enseñado” más que Verne. Me interesan los autores que imprimen algo visceral en sus historias a los que persiguen una pureza total. Esa esterilidad le quita esencia a su trabajo, me parece.

El cine (por no decir el cómic) también me ha proporcionado influencias.

¿Qué te ofrece la ciencia ficción que no te permiten otros géneros?

Esencialmente, fuga. Me atrae su capacidad evasiva y de ilusión; además, está esa inquietante fuerza predictiva que contienen algunos relatos.

También, creo que es uno de los géneros más complejos que hay. El noir va de crímenes; el romance, de pasiones; la novela histórica, de contar trolas supuestamente acaecidas. Cuando escribes un Dune, debes construir un imperio, naves, estructura socioeconómica, etc., que, aunque se base en la nuestra, en algo habrá cambiado por influencias externas (como ¿de qué modo afectan las relaciones extraterrestres, o con humanos cuya fisionomía ha cambiado debido a la gravedad de su mundo de origen? ¿Anula o exacerba el racismo?) Eso hay que currárselo.

En tu blog http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/, entre otros contenidos has publicado una serie de entregas explicando, por ejemplo, el origen de El Valle que aparece en Recalibrados. En ellas destacan los dibujos que lo acompañan y que has realizado tu mismo. ¿Qué conexión existe entre el texto y las imágenes a la hora de ponerte a escribir?

Me ayudan a dar consistencia al relato. Rara vez empiezo a escribir si antes no he abocetado algo. A su vez, los dibujos contienen microhistorias; por ejemplo: “Este personaje tiene una cicatriz, ¿por qué?” ‘La explicación’ luego se incorpora al escrito, y suele abrir una senda mucho más interesante que la primero imaginada.

¿Algún proyecto para el futuro?

No sólo CARLOS PACHECO o
SALVADOR LARROCA 'tienen
derecho' a dibujar LOS 4
FANTÁSTICOS. Osadamente,
¡también me postulé ante
MARVEL!

Bueno: está la novela sobre Billy el Niño (a la que quiero darle el máximo rigor histórico posible), La esclava de Marsoon, Dragones, 8 años después, Patrulla de tumbas, la ucronía que une a Doc Sav y Joe Horseman, La esclava de luz, La caída de Babilonia, darle forma final a la última novela de la saga de las planicies, la versión más desarrollada de Factoría Cinco, Los imperios perdidos y El ogro de hierro.

Luego están los proyectos de animación y cine aquí en España y ese inesperado asunto que ha salido para Hollywood. Está muy crudo, pero, quién sabe…

Pues esto fue lo que dio de sí la entrevista.

Vuestro Scriptor.

Documentación adjunta: