viernes, 31 de julio de 2020

KULL EL CONQUISTADOR — SIN BRULE

Afiche saturado de color rojo. Como EL
REY ESCORPIÓN, una actriz asiática tiene
relevancia en la cita, que "tributa" al rey
"pasmado" de los relatos de HOWARD

En algún momento, la tropa decidida a dirigir esta simpática película de aventuras “prehistóricas” sword against sorcery, cuya principal virtud/pretensión está en no tomarse muy en serio y querer amenizar, sin buscar construcciones filosóficas ciclópeas, confiando volverse mítica a posteriori, descubrió esa peculiar “simpatía aparente” entre Brule y Kull, y la enmendaron volviendo a la conspiradora (en los relatos) ZARETA en futura esposa del brioso bárbaro rey del hacha, que parece así más un económico remedo de SLÁINE que el personaje creado por ROBERT E. HOWARD (quien ganaba medio centavo por cada dos palabras; y cuando los cobraba).

Urden, tomando acá-allá elementos impresos por el tejano en la biografía del ambicioso atlante que llega, mediante “golpe de estado”, a rey, una semblanza más leal al espíritu de hazaña contra la hechicería que la presente en los relatos de Kull. Detalle llamativo de esos cuentos es que, excepciones violentas aparte, dibujan a un Kull amargado, reflexivo, cabalístico-filosófico, contrariado por el creciente peso de la esclavizadora corona e hipócrita boato de la corte, que queda perplejo, inerme aun, incapaz de reaccionar con viveza, ante las amenazas que suponen tanto THULSA DOOM (aquí sustituido por AKIVASHA —exótica TIA CARRERE—, antigua Imperatrix diabólica que conspiradores resucitan para reponer su viejo predio impío) como los intrigantes hombres serpientes, introducidos en todos los niveles de la civilización valusiana, a quienes Kull jura destruir, mas Howard lo resuelve con un par de frases estilo: y la sangrienta cruzada fue larga, empero triunfó Kull.

KULL, ¡rey! Lo flipa. Hereda una corona (envenenada) de
manos de un rey que quizás vio la decadencia de su imperio
y buscó sangre fresca que lo revitalizara. Tal vez esa era la
locura de BORNA. Empero ¡qué regalo recibiste. Kull!
Howard, de paso, homenajea a LOVECRAFT al citar a terribles dioses-astronautas allende otros planos, eludiendo desarrollar esas prometedoras batallas antireptilianos.

Sabiendo cuán peligroso es, Kull no galopa su ancho mundo (donde, pese a las milenarias civilizaciones que lo tapizan, no hay avance tecnológico —menudo fracasados eran esos mendas—, algo incongruente, si las comparamos con la nuestra) buscando a Thulsa Doom para apiolárselo. Se agota evitando conjuras destinadas a derrocarle. O aun haciendo de cameo en algunos relatos. Un pasivo contrapunto al vivaz CONAN, es Kull.

Diferente a esta dinámica cinta donde, partiendo del interminable complot contra él, surgen peligrosos elementos sobrenaturales, contra los que Kull, un competente KEVIN SORBO, sin demora navega a eliminarlos radical. El resultado brinda una cinta provista de dignidad, rodada entre fiordos centroeuropeos y ruinosas ciudades bálticas, en los textos descritas no obstante como marmóreas maravillas epatantes, mas imposible aspiren a ser capitales de imperios como Valusia. Lo más: cubiles de bandoleros…

La seductora reina-hechicera AKIVASHA no parará en nada
con tal de volver a gobernar la Tierra. (Debería ser THULSA
DOOM, pero ése ya salió en CONAN EL BÁRBARO.) La
película intenta enmendar "desconciertos" que sugieren los
relatos, dejando manifiesta la heteroX de Kull a rajatabla.
Akivasha, entre otras, puede corroborarlo. ¡Pobre BRULE!
Pese a esta patente falta de medios, Kull el conquistador (salvo a Zareta, pues le “regalan” la corona, no sé qué conquista) honra al personaje de Howard mientras entretiene. Otras más aparatosas, aspirando a “míticas”, ni llegan. Son mero huero artificio. Sin médula.

Dejo a reflexionar que… conforme al nuevo espíritu antimachista-racista del Weird Tales, cuna de estos relatos, que ahora rechaza historias del estilo de las de Howard (cuyo director le considera estúpido, como a Lovecraft fascista —avisos para que no les lean las nuevas generaciones de panfeministas antifascistas fruto de la putrefacción progresista, perdiéndose, así, su rico legado—), este tipo de personajes (Conan, SOLOMON KANE, aun SHERLOCK HOLMES —por misógino—) jamás habrían existido. 

¡Esposa y reina ZARETA! Kull descubre que ser monarca no
supone vivir y legislar a su antojo. Debe someterse a leyes,
ordenamientos, costumbres y normas decididos a dificultar
vida y reinado. Un narcisismo arruinado por cosas mundanas
y ambiciones secretas desmedidas. Sobre esta cuestión,
Kull también reflexiona en sus páginas
Lo que amenaza sustituir a esos iconos que proporcionan metraje (o TBOs, o videojuegos, o DRAGONES Y MAZMORRAS…) tiene pinta atroz, deformada, voluble, reflejo de una Sociedad en descomposición, no transformación, digno ejemplo del volátil, incierto y voluble ahora neopuritano, lo definen, acuñado, curiosamente, por los hijos de los “contestatarios” de Década 70 y 80, que pedían ¡MÁS CONAN! y tías sexys dibujadas por RICHARD CORBEN, por citar a una leyenda, hastiados del beato conservadurismo opresor de su juventud. Ahora, resulta que los ‘ilustres’ anticonservadores son los censores.

viernes, 24 de julio de 2020

REY KULL — CRÓNICA DEL REY PASMADO

Portada edición española. Un grupo de
relatos que meditan sobre las amarguras
del trono, la ingratitud, la xenofobia y
la diversidad de razas en una corte llena
de conspiradores, hechiceros y asesinos

Claro que a Kull no le interesaban las mujeres: ¡ya tenía a BRULE, el asesino de la lanza!

Porque no es creíble, o natural, pensar que un poderoso bárbaro heteroX (como describe ROBERT E. HOWARD al soberano de Valusia) que, además, es por su mano monarca, en esos tiempos “olvidados” de la fuerza da la razón, con lustres fantabulosos de arcanas brujerías y peligros sobrenaturales habituales de la robusta prosa del tejano (a este respecto), Kull no tuviese su harén, o favorita, aun hubiese la necesidad de, por cuestiones de estabilidad-poderío entre grandes reinos, establecer convenientes alianzas nupciales. Aunque luego todo “lo humano” Kull lo solventase con su(s) concubina(s).

Mas Kull no tiene harén. Vale que, depuesto el disipado tirano BORNA, respetando algún escrúpulo o equívoco sentido de la moral, o justicia, Kull disolviese el serrallo de Borna, expidiendo a sus integrantes a casa. El nuevo rey acabaría sucumbiendo a sus apetitos carnales. Instauraría su propio harén, más/menos aparatoso que el de Borna, mejor escogido, no sé. Sería lo… natural, y más, digo, en un hombre de su narcisista condición.

ROBERT E.HOWARD, alumno de
H.P. LOVECRAFT, y definido, ahora,
como "idiota" por un idiota. O sea:
alerta para que no le lean los sibaritas
progresistas modernos
Tampoco tiene favorita entre las cortesanas, o esclavas, de las descritas como hechiceras beldades. Kull compone anafrodisia efigie meditabunda, gris, quien queda perplejo ante ciertas graves amenazas, instalado en el trono de topacio con la barbilla apoyada en el rudo puño de galeote. A expensas de los viriles servicios de Brule, ¿su Idaho privado?

Brule es un esplendor masculino de la halterofilia, como mandan los cánones de la sword against sorcery. También es hermético a las tentaciones del bello sexo. Cuanto más, se emborracha con el asesor del rey, alias el embajador picto, que, a la sazón, es el MERLIN de esta sincopada corte, nada cameloteica, de Valusia. Ya está Kull, su señor, para… Bueno, eso.

BOB DOS PISTOLAS, aventajado alumno de HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT, inserta el material brodignaniano, gargantuesco, sobre eras remotas, razas viejísimas, paganos ídolos terribles oriundos de otros Universos, todo el pantagruélico pánico agorafóbico que Lovecraft sentía por los abismos, temporales o terrenales, en las andanzas de Kull, a quien insiste mostrar en abrumada soledad, distinto a CONAN, puro nervio inquieto-aventurero, ávido de gozar todos los placeres (y luchas, y riquezas) de la Tierra. Un ARTURO apoyado en su PERCEVAL (Brule), aunque sin LANZAROTE que corteje a la GINEBRA ausente de este drama. MORDRECS y MORGANAS hay de sobra, no obstante.

Curiosa es la caníbal duplicación de las semblanzas del atlante Kull, cuya energía (no engañen los cuentos donde combate como felino acorralado contra enemigos terribles) se consumió al abandonar Atlantis, al desertar de su tribu. Ocupar el absorbente trono, ODIOS aparte, sólo le reporta la repetición de amoríos “imposibles” entre bellas damas y aventureros foráneos, al estilo ROMEO Y JULIETA. Y está bien sea argumento de la primera historia donde se usa, empero ¿en tres? Y casi idénticas.

Menos lobos, tío Juan. La portada
foránea es un tanto embustera.
Aunque listo para la acción, a
KULL a veces le cuesta arrancar.
Queda a expensas de BRULE
Kull empieza fuerte. Contra los seres serpiente (que astutamente JOHN MILIUS recicla paraConan EL BÁRBARO) que complotan desde evos pretéritos en ruinas recónditas para dominar la espléndida Valusia, etc. Cuando el cuento acaba, también sus secuelas, ¡con el juego que daban! Aun la contrapartida de Kull, el brujo THULSA DOOM (por cierto, MICHAEL MOORCOCK debió recordar ese relato para componer parte de ELRIC DE MELNIBONÉ), queda reducido a un cenagoso gruñido agresivo final. No repite.

Kull aborta conspiraciones sin fin-sin fin. Es esclavo del trono, no amo, como pensaba. Es presa fácil de los ensalmos que tejen las retorcidas cábalas de TUZUN THUNE, cuya verborrea rinde tributo al genio inspirador de EL SOLITARIO DE PROVIDENCE. No es agresivo conquistador dispuesto a legar un inmortal imperio mundial. Eso, le hermana a Conan: cautivo del trono de Aquilonia, perece toda previa desmedida ambición. Peculiar rasgo éste, en hombres de codicia tan desmedida: perderla toda al brillo del oropel áulico.

viernes, 17 de julio de 2020

EL EJÉRCITO DE LAS TINIEBLAS — NECROPENURIAS NECRONOMICÓNICAS

Afiche foráneo. ¡Al loro! Llega el tipo
que hace sombra a CONAN y demás
barbarería: ¡ASH WILLIAMS! Bocazas
y entrañable como ninguno

Debería empezar a hablar del entrañable icono interpretado por BRUCE CAMPBELL (al que, tras esta cinta, muchos veíamos en el Olimpo de los Grandes Héroes de Hollywood; empero renunció a ese glamour para dedicarse a actividades más pacíficas y familiares) por POSESIÓN INFERNAL, aunque como El Ejército de las Tinieblas no transcurre en un apartado pago boscoso, sino que busca las graves planicies de la supersticiosa Edad Media, aventura para todos los públicos estilo JASÓN Y LOS ARGONAUTAS, con pretensiones de diversificarse en futuras entregas, al salirse de su “ámbito” natural, pues merece comentario aparte.

Hay controversia (hubo, más justo) sobre esta tercera entrega de Posesión Infernal. Al parecer, un sector del público (al parecer, de la crítica melindrosa) consideraba bastarda la secuela porque abandonaba la cabaña y el bosque impregnado de la pagana y terrible hechicería arcana de LOVECRAFT, cumplido que recibe citando al Necronomicón. SAM RAIMI contraatacó, como el Imperio: ¿vamos a seguir allí recluidos? ¿Por cuánto más?

Búsqueda de espacios más abiertos, define a El Ejército de las Tinieblas. Más opciones narrativas para todos, desde el equipo productor-director, al elenco. La cabaña servía para darse a conocer, pues parece que el cine de terror tiene más salidas comerciales que otras historias (y coste más reducido); luego, para pontificar hacia esta última entrega, donde pisamos los horizontes de grandeza que nuestra propia estima creativa solicitaba.

Nuestro (anti)héroe reemplaza la mano sacrificada por una
artesanía
steampunk que le hará un buen servicio. Todo lo
divertido, estrafalario y humorístico vale en esta cinta de
puro culto, apostaría
Haciendo generosa comparación, especulo que entre El Ejército de las Tinieblas y los EPISODIOS I, II y III hay vínculo. El de la nostalgia de sus creadores que recuerdan, en tiempos supuestamente más simples, su juventud dorada por esos clásicos, más/menos baratos, que conseguían encadenar/encandilar/exaltar su fantasía. GEORGE LUCAS evoca en esos Episodios algunas cintas con las cuales creció: BEN-HUR, o CENTAUROS DEL DESIERTO, las matinés de los cincuenta de estrambóticos monstruos radiactivos.

Raimi se “refugia” primero en la idea. Homenajea a Jasón y los Argonautas “pensando” rescatar algo del más familiar cine de aventuras, de su infancia/adolescencia. El Ejército de las Tinieblas persigue incansable la humorística evasión. Mas el espectador ha madurado, es más duro, aun cínico, de ahí la aptitud chulesca (o misógina-machista, en el garlar de los carajotes modernos) de Ash, que no ve motivos para alargar su romance “prehistórico”. Fue algo casual, amistad con derecho a roce, nena. Charla de almohada.

Dos actores que, entonces, veíamos propulsados hacia lo más
rutilante del
star-system hollywoodiense. Algo pasó por el
camino y no fue así. Lástima
El humor alivia las secuencias de brutalidad inherentes a la trama. Muy fan de lo exagerado, Raimi filma momentos de EL COYOTE y EL CORRECAMINOS, de los de tirarte encima una caja fuerte. Es un brioso esfuerzo frenético el que el equipo desarrolla para servirnos una historia clásica reinventada para nuestros más áridos paladares. Es un sutil aguijonazo, visual, en pos de rememorar esas fantasías del ayer, que sin ser un prodigioso espectáculo de SFX computarizados, emocionaban gracias a la vívida, o torpe, interpretación, la complicidad con los FX “baratos”, o el despliegue de una historia. Así, consigue un adrenalítico fantástico de montaje delirante, con grandes golpes de acción, aventura, emoción, suspense, miedo y humor más/menos negro.

Así el cine era antes: actuación e historia. Hoy, exagerado cuidado preferencial a las “diversidades” aparte, es impresionantes escenarios digitales que, sin embargo, merman la actuación y la historia (como tener que representar a las minorías). Nos noquean con soberbias imágenes imposibles de hacer con maquetas (que, curiosamente, se añoran) o stop-motion. Mas pasado su efecto, ¿qué recuerdas del héroe, el villano, toda la historia?

Homenaje sarcástico a lo que, de niños, daba miedo de veras.
Un rastro de inteligencia que, por fortuna, no se ha perdido
Lo opuesto al broche de esta saga de la cabaña maldita. Raimi recuperó resortes del ayer que parecen hoy día, más que oxidados, olvidados. Los nuevos regidores desprecian esa "chatarra". Prefieren sus potentes computadoras. El resultado, a la larga, será que querremos stop-motion pues, pese a su ‘lentitud’, revela el amor y encanto de lo artesanal.

viernes, 10 de julio de 2020

EN LA CRIPTA — EL QUE TEMÍA A LOS ABISMOS

Portada. Los libros de Alianza, pese a
ser "de bolsillo", siempre me han
parecido de prestigio. Cuidada selección
de autores y formal presentación de los
textos

Atisbo en el cuento El ser en el umbral rasgos biográficos del atormentado autor, HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT, a quien considera cierta “progresista” intelligentsia oficialmente racista. No a un escritor al que la bomba atómica popularizó.

Son estos tiempos, ‘iluminados’ por una nueva puritana “pureza” ideológica (nada de machismo, todo feminismo; nada de racismo, todo multicultural...) que tiene un efecto pernicioso: convence al joven lector inexperto, inmaduro, con las ideas “progresistas” de constante rictus erectus, superpopulista (multicultural/sexual, funambulista-feminista, sectario como el peor fanático conservador, intransigente con todo quien no siga su liturgia, prodigada por biliosos líderes tan mezquinos como rencorosos/retorcidos, que ven en el comunismo censor y violador de derechos humanos, supresor de libertades, panacea a todo problema —mas feroz con sus intocables privilegios—) que es una AMENAZA leer a Lovecraft, sin reparar en la época del autor o que, éste, ni siquiera hace política. Lo que nos llega de él, de verdad: es su obra (que contactó mejor con el Hombre que ya viajaba al espacio y “convivía” con mutaciones radiactivas).

Por tanto, signado el SOLITARIO DE PROVIDENCE como racista (y fascista, y onanista, y toda cosa mala acabada en “ista”), ¿qué hacemos con su obra? Porque Lovecraft, al menos, es de las firmas pilares de la reciente literatura universal, si no de la CultuPop. Para empezar, notable es la inspiración que ha generado (y seguirá haciendo), como testimonian ROBERT E. HOWARD, o ROBERT BLOCH, aun MIKE MIGNOLA, o SAM RAIMI. ¿Logran tanto TANTO los escritores progres?

El poco favorecido HOWARD PHILLIPS
LOVECRAFT, un hombre que inspiró a una
saga de autores de más/menos resonancia en
la posteridad. Un mérito que se le está
despreciando, por cierto. (Eran otros tiempos.
El hambre de ilusión y fantasía, mayores)
 
¿Se quema, se esconde (recordemos: CAPERUCITA ROJA se considera machista y debe desaparecer, como PETER PAN y no sé qué más), se sataniza, se reescribe para adaptarlo a lo políticamente correcto de esta Caza de Brujas Inquisitorial Izquierdista, emprendida por quienes siempre condenan las censuras, empero ansían practicarlas? ¿Qué hacemos con sus relatos, siendo tan tóxicamente xenófobos? Para leerlos, ¿los pasaremos, clandestinos, debiendo preservarlos como en FARENHEIT 451, temiendo nos aprese la Policía del Pensamiento Comunistamente Correcto? ¿Qué vamos a hacer, Howard?

Suena a exagerada sátira escabrosa, mas los tiros ya van por ahí. Un mameluco de Izquierdas/Progresista (los peleles de Derechas ni merecen mención) suelta una perla parecida sobre un escritor, y lo condena por los restos, porque aquellos que siguen al memo tienen tan carcomido el cacumen por las consignas desvariadas que ni se plantean investigar por su cuenta; acatan, serviles, las doctas injurias extraviadas.

Lo que nos interesa, empero, es el sondeo a la obra de Lovecraft, como la presente en este recopilatorio. Revela, aparte su erudita y prolija prosa, su “preferencia” por lo arcaico y deforme, físico o mental, junto a qué pánico tenía a los abismos, subterráneos, siderales, oceánicos, boscosos, temporales, sigul de intensa agorafobia personal. Va ese detalle de que paseaba de noche para evitar a la gente, pues quizás su poco agraciado aspecto produjese, si no repulsión, muestras de repelencia. Un glorioso apocado era, el autor.

Donde se forjó la mitología "ocultista"
de Lovecraft, alimentada por su escuela
con abundancia. Por los cánones del
relanzado título, esta portada es ahora
inadmisible por sexista., Las tonterías
con que están estrangulándonos
Repelencia que Lovecraft exponía por los extranjeros (el racismo que le imputan) que mancillaban la puritana y aun virginal Norteamérica que sólo existía en su cerebro, que anhelaba el siglo XVIII por ignoro qué motivo. Entendería en clave steampunk el XIX, pero ¿el XVIII? Da igual. Manías.

En todo caso, Lovecraft es un campeón de la literatura; cuando menos, fantástica. Desde sus influencias (POE, MACHEN, DUNSANY…), edificó un poderoso imperio de terrores basados, sobre todo, en su pavor por lo gigantesco, lo cósmico, los cultos pasados cuyo légamo era tangible, no sobrenatural, fe en amorfos astronautas de estrellas remotas que, como PREDATORS, cayeran cuan indescriptible color a tierra para dominarnos.

El ser en el umbral le retrata, grosso modo, así: el débil coprotagonista, escritor ocultista, cuyas siglas tienen también tres letras; su esposa, a la cual va caracterizando como ente usurpador (la mujer, que va mutando la conducta del marido-soltero), cosa que quizás Lovecraft temiera le pasara (recordemos su matrimonio bianco, poeiano…); la posesión del sujeto, cuan analogía de su cáncer fatal.

No veo nada maligno (sí ameno) en estos relatos, germen de esa fantástica Era Hyboria o Valusiana. Interesa parar a estos mentecatos de la intelligentsia cultureta, porque, de dejarles, cuanto gustamos y es viejo, como CTHULUH, lo reemplazará no sé qué mierda genérica zombificante homoX-minista. Esos sí son la amenaza. No HPL.

viernes, 3 de julio de 2020

IN TIME — SPENDIND MY TIME

Afiche. Gente forever young, de pago la
inmortalidad,, calibres, bugas potentes. El
desenlace dispara el frenesí. No apta para
niños de mimbre ansiolíticos

Un par de cosas me desconciertan de esta película, que sugiere se inspira en LA FUGA DE LOGAN; la principal es la moneda de curso legal como esta Sociedad se gestiona: el tiempo de vida. Supongo que estoy tan habituado a que haya una transacción basada en lo físico (dinero) que abonar lo que consumes en minutos, horas, días, etc., de tu existencia, algo en el fondo intangible, me cuesta aceptarlo. Cierto que, durante un tiempo, los Países Bajos usaron como metálico los tulipanes (qué gilipollez, ¿verdad?), así que ¿por qué no tu tiempo?

Cuando empero vives en un mundo donde la vida se limita a veintiséis años, para gozar de la perpetua juventud exenta de enfermedades (no de muerte, que puede ser accidental o violenta), y que para continuarla debes comprarla, sobre todo con tu trabajo (que así se vuelve la manera más agresiva de esclavitud, más que el actual capitalismo salvaje, o la barbaridad del comunismo donde todos eran igualmente pobres, en equitativo reparto de la miseria —excepto sus capitostes—), pues es una fórmula como cualquier otra para granjearte lujos o cubrir tus necesidades. Quizás sea el modelo definitivo de la esclavitud, la analogía de CHAPLIN de TIEMPOS MODERNOS donde el obrero era engullido por la máquina. En este caso: el Sistema fagocita sin compasión alguna al empleado.

Entre las beldades, elija la de más edad, y la de menos.
Una Sociedad donde la decrepitud está detenida. El precio es
una constante renovación del plazo vital. Como siempre:
las clases obreras lo pagan más caro que el resto
Hoy día puedes volverte uno de esos sargazos que mendigan o duermen en portales, en sus “casas de cartón”, pero vives, a la espera de la dickensiana redención. Un golpe de suerte o bondad pueden mejorar tu desamparada situación. Mas en este mundo del tiempo-por-vida, si caes, es para siempre. Revientas sin esperanza de remisión.

El ritmo de la película, que se vuelve más dinámico conforme avanza el metraje, se hace angustioso considerando que WILL SALAS, el proletario que hereda un siglo y decide emplearlo haciéndole pagar a los potentados de esta Sociedad la muerte de su madre (por sólo segundos no consigue donarla un plazo que pudiera haber prolongado su existencia), vive al minuto. El tío además se jacta de semejante hazaña.

Hasta que aparece una suerte de JOHN DILLINGER y
ROBIN HOOD con su novia sobrevenida, que padece
Síndrome de Estocolmo. ¿Resultado? BONNY AND CLYDE
Y aumenta ese desasosiego viendo en qué apuros se mete con su BONNIE PARKER de acomodada familia (resentida con su padre, magnate del atesoramiento bancario del tiempo), pensando que no, ¡imposible pueda conseguirlo! Los dígitos del reloj tatuado en su piel, activado como el de todos a los veinticinco años de edad, se pondrán todos a cero, concluyendo esta historia. La gente fallece así: de golpe. Merced a esa modificación del ADN que les hace forever young.

Es sin duda un perverso (aunque eficaz) sistema de pacificar a las masas, porque nada, salvo la donación de tiempo, prolonga tu existencia. ¿Te vuelves un indeseable? Impiden renueves tu cuota. ¿Quieres vivir más? Produce más. Paga mis impuestos, por elevados que sean. ¿Cómo lo hago? Currando más. ¿No puedes? Extínguete. Deja tu lugar a quien sí pueda. Es otro modo de evitar la superpoblación, que permite gozar a la elite de sus privilegios. Una cadena de brutalidad empresarial (que los comunistas adoptarían sin vacilar un segundo) que acaba consumiendo al empleado, que vive sólo para producir, no para existir como individuo, con sus ventajas e inconvenientes.

El tiempo en sus manos, literalmente. Y, con el tiempo,
infinidad de vidas. El banquero sin escrúpulos, o tan roído
por el cinismo que olvidó lo que es la compasión. Su
supervivencia, por encima de todo
¿Cuánto puede durar una Sociedad así? ¿Cuántos esclavos pueden producirse antes de descubrir que tan alta tasa de impuestos les consumen más deprisa de lo que se reponen los empleados? Los ricos menos solventes: ¿se convierten en neoproletariado? La situación no obstante elude la solución de estas preguntas; se transforma en una ágil road movie de atracos a bancos de tiempo cuyo fruto se revierte a los más desfavorecidos, en un intento de colapsar un Sistema que fermenta ideas para interesante secuela.