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Ambiguo filme sobre gente que, tras el lento golpe de Estado que la extrema izquierda española está perpetrando, va a tener un brutal auge electoral... si nos siguen permitiendo votar |
Cuando menos, esta película es ambigua. Nos
ponen por delante, como un entrante jugoso/masivo, a los neonazis hermanos
VINYARD, con sus cabezas rapadas y la restante parafernalia III Reich, tan vistosa,
tan de HUGO BOSS, capaz de encandilar a una multitud de personas confusas con
su vida, las circunstancias que la rodean, la educación ambiental. El afán de
DEREK V, muestran, es captar, en plan secta, a los desorientados y contarles qué
chachi es lo de la supremacía bianca/aria
y qué chungos son negratas, cholos, católicos y micks (irlandeses) para la Humanidad. Luego se dedica a vandalizar
establecimientos que no encajen con el Manual.
Puesto este cebo por delante, nos impiden
ver que los negros que salen en la cita (con excepciones) son igual de racistas
y violentos que aquellos a los que el director, TONY KAYE, quiere zumbar: los
neonazis. A la Nación Aria. Como decidan tildarles. No escurre empero del todo
el bulto, porque, ahí está ese adolescente negro que putea a los chavales biancos en el instituto, permaneciendo
indómito DANNY V. Le planta cara. Son idéntico elemento discriminatorio aunque de
distinto color de piel. Mas lo básico: lo
mismo.
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DANNY VINYARD planta cara al matón (no menos racista que él) del instituto. Y, fíjate: es negro. Un peligroso pandillero. Por supuesto, nuestra Zoociedad de piel de mariposa no puede aceptarlo. Rechaza de plano una verdad tan descarnada |
Claro, es inadmisible la idea, en esta
repelente Zoociedad TransWokeEcoInclusiva que están montando, gente que, pese a
sus soflamas de la libertad, el respeto e igualdad, actúan con el mismo sesgo arbitrario,
radical y fascista (pero en “rosa”), de que pueda decirse: Hey-hey, fíjate en ese
menda, es negro y está acogotando al inofensivo chaval obeso en los lavabos,
como a él le harían en los años cincuenta de REGRESO
AL FUTURO, y, por lo
cual, debería experimentar repulsión por su proceder y empatizar con su
inocente víctima (una que, traumatizado por la vicisitud, ahora les llamará
siempre “los negratas de mierda”), ¿no es eso una conducta racista y violenta
de una minoría? Un negro racista. ¿A dónde vamos a parar? ¡Qué ideas tienes!
Calla-calla, ¡votante de Vox!
¿Qué sucede en esa secuencia, crítica, de
la cinta? Lo siguiente: Danny V sale en mi defensa, ergo los skinheads son buena gente, porque el
negrata, la minoría asediada y ninguneada, etc., ¡me estaba jodiendo! En
conclusión: nubios, malos; skinsH: buenos. Puede no militar en los skinH, aunque
jamás les mirará con recelo, recordando que un negro le iba a sacar los ojos, y un chaval skinH le salvó las
castañas.
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Entre rejas, empero, DEREK Vinyard, su hermano, descubre cosas que destruyen su idealizado mundo racista. Antes debió verlas, alguien tan inteligente como él |
He ahí la ambigüedad del filme, en el que
Kaye no incide bastante. Porque es la historia de cómo Derek V, obergruppenfhürer de su barrio, debe
alcanzar su martirio en prisión a manos de sus propios “hermanos”, y meterse
con los skinH vende un wevo. El miedo a que se admita, en esta Zoociedad, que
las minorías son igualmente xenófobas, que tienen sus expresiones despectivas y
conductas despreciativas hacia los caucásicos, doblega al regidor, que decide
seguir barrenando en las vicisitudes de Derek, que, sí, tienen su mandanga,
ajá, no lo niego. Mas sé un poco valiente, y muéstraselo al mundo: esta gente,
esas minorías sacralizadas, son racistas, asimismo. Os puse un ejemplo. Y
diáfano.
Otra cosa desconcertante de American History X es que Derek, por
mucha influencia paterna (esta es otra) “negativa” que tuviera (hombre criado
en ambientes poco afables con los negros), demuestra tener una inteligencia
superior a la de casi todos los neonazis que aparecen en la película. Su
mentor: evidencia ser un manipulador caradura que vive del cuento del racismo.
El amigo ese mole: debe tener un adoquín por cerebro. El resto: tres cuartos de
lo mismo.
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Otra escena que pe promueve la ambigüedad: el padre no descalifica a los bomberos negros que han contratado por su color, sino porque no tienen experiencia; le ofende que, por una moda elitista, pongan en peligro su vida por culpa de aficionados peor preparados que unos bomberos caucásicos |
¿Cómo alguien como Derek no vio, pese a
todo, la trampa? Podría alimentar sentimientos raciales negativos, mas
comprendería que tatuarse la svastica en el pecho no arregla nada. Sin embargo,
se deja embaucar por el oropel nazi, y termina pagándolo Danny.