jueves, 30 de junio de 2016

DISTOPÍAS JUVENILES

Afiche de un filme basado en una novela
escrita con un estilo insulso pero pasable que
no exige compromiso alguno a sus lectores
Vi un rato de DIVERGENTE, relato sobre una chica con superpoderes X-MEN o algo así. Desarrolla su viacrucis en una Chicago del futuro, tras el apoqueclipse fruto del enigmático, pero descriptivo, término de “la guerra”. La ciudad, amurallada (detalle importante, me pareció, y más debido al tribalpunk al que esta muchacha se asocia), sobrevivía de despojos heredados de “la guerra”, e intentando edificar, como AUNTY ENTITY, una Sociedad que eludiese los conflictos que llevaron a la voraz hecatombe. Pero sin Cúpula del Trueno, en apariencia.

Resulta llamativo que este filme (megataquillazo) provenga de un superventas juvenil escrito por una mujer. Hay por ahí dos o tres títulos más, de corte similar, a su vez inspirados en novelas redactadas por señoras, y cuyas protagonistas son chiquillas que empiezan a despertar a la madurez tras una pubertad más o menos caótica. Estas obras, remarco, gozan del favor popular, y seguro que de féminas entre adolescentes y más mayorcitas.

Las ocurre como con el manga: las pirra. Tiene más fieles lectoras que lectores, y se abocan con más pasión al cosplay, compartir y preparar eventos, que los varones. Nos toca la postura lacónica-hierática y fidelidad por el balompié. (Hum. Ese homoerotismo oculto de ver tantos tíos atléticos en paños menores…) Ir de SON GOKUH, adonde sea, requiere unos bemoles y falta de complejos y al ridículo notables. Admitidlo.

Sólo una valoración como la que he
escrito hace justicia a esta novela,
condenada por lo mismo que se
¡ensalza! en
DIVERGENTE o similares
Pensando en conjunto en el tema, reparo en qué fuerte contradicción estas obras presentan cara al tipo de pedagogía social que intenta imponerse, basada en el respeto, la pluridad, la solidaridad y la paz, sobre todo. Estas novelas cosechan amplio respaldo por tener esas consignas, aparte de una protagonista (no un protagonista) que consigue contactar con las lectoras. Establecen comunicación. Se entienden. Los tíos son lo que son: falocráticos de nacimiento, y no comprenden las vicisitudes de la vida.

Desarrollan una temática más emocional que pasional. El epicentro sigue siendo el romance (la chatarra, las pruebas lacedemonias para superarse, el enemigo, amorfo o con rostro, son complementos necesarios para lubricar la verdadera trama: el amorío), añadido a la cooperación y la comprensión. Quizás el entendimiento y el perdón sean otros pilares de estas narraciones juveniles escritas con pobre estilo impersonal.

TROPAS DEL ESPACIO, la ¡aborrecida!, la ¡archimaldita!, es una novela juvenil. La escribió ROBERT A. HEINLEIN durante Década 50. Presuntamente, hace ¡loa! al militarismo y la vida castrense. La veneración de la fuerza, el individualismo, que se hace colectivo al sacrificarse el sujeto por el bien de la patria, la erótica de las armas.

Y ni de coña la niña esta y sus amig@ se
las pueden ver en este páramo. Hacerlo
requiere un ejercicio de madurez que te
restringe tanto público como lectores
Pero ambas obras tienen un elemento común: la violencia. Esta joven de Divergente, en su Esparta (lo que antes señalé de la muralla) postapoqueclipse, se entrena denodada para ser una gran guerrero. La XENA de los eriales norteamericanos tras esta debacle. JOHNNIE RICO quería ser soldado para contribuir a la victoria humana sobre los insectos andantes-pensantes de Klendathu. Ea: ¿no comparten la preparación militar, la fuerza, el despliegue de violencia? ¿Porqué, entonces, condenan a Tropas del Espacio como obra filofascista y, sin embargo, Divergente se condona? ¡Ambas instan al lector: ¡Prepárate, en un severo entorno castrense, para luchar contra el enemigo (amorfo, con rostro) dispuesto a destruir al colectivo!! 

Entiendo que la diferencia estriba, ajá, sí, en el sexo de los protagonistas, en su nicho de lectores. Tropas del Espacio defiende, ante todo, la constante masculina del individualismo; Divergente, sospecho, la comunión, la cooperación. La solidaridad. Sensibilidades femeninas que, por supuesto, atrapan a sus lectoras. (Y no repito lo del romance con el carita de turno).

Me parece hipócrita que obras de naturaleza violenta reciban, en esta Sociedad tan extraña que estamos componiendo, una suerte tan injusta y dispar.

jueves, 23 de junio de 2016

CHERRY 2000 — Y EL CAMELO DE LA MISOGINIA

Explosivo afiche de la ERA RAMBO. Las
chicas son guerreras y todo eso
Con tal pretexto (la misoginia) me ¡elogiaron!, temporibus illis, esta película. La comentó un señor con ramalazos ginofóbos que se ponía como una moto, consecuentemente, con CONAN y demás forzudos en taparrabos tiesos por la mugre y sus espadas. Bueno: no necesitamos a FREUD para explicarnos todo esto tan fálico, ¿eh?

Cherry 2000 es una cinta que fracasa porque no termina, no de decidirse, sabe muy bien qué pretende y dónde dirigirse, de cristalizar sus numerosas posibilidades. Desde un ambiente vagamente distópico, con arcologías de saldo robadas a BLADE RUNNER y una Sociedad SOYLENT GREEN con restricciones de reconstrucción postbélica (siendo de Década 80, la matraca de la guerra nuclear que nos tenía a todos inquietos), a continuación se transforma en road movie por esos pagos australianos madmaxianos donde imperan los tribalpunk de 1997… RESCATE EN NUEVA YORK, para regodearse en ciertas nostalgias western, como refleja el remoto pueblo donde nuestro poco comunicativo protagonista (él sí es el robot, no la pava que le calienta la cama al volver a casa) que, para más inri, busca a un cazador.

¡Ohh! La CHERRY 2000 se ha estropeado. Y es es su disco
duro, repleto de información y (nula) personalidad
Un tracker, en realidad. Mas tradujeron “cazador” por darle, imagino, conexión con los cazarrecompensas estilo LA MUERTE TENÍA UN PRECIO. Y todo, con un vago toque de humor que, difícilmente, promueve la sonrisa.

El filme, con una idea interesante y una construcción singular, fue a parar a manos de un director poco competente. ‘Mediocre’ es un elogio. Pero también cómo define el resultado. El elenco, para colmo, tampoco hace mucho por creerse sus papeles.

Se ve en los páramos aledaños a Las Vegas, pasando calor y tragando polvo, mientras pilotan vapuleados coches (sólo vale el de la aguerrida cazadora, una MELANIE GRIFFITH igual de refractaria que el cliente que la contrata para llevarle hasta ese depósito de robots sexys donde encontrar el repuesto a su Cherry 2000, averiada por cortocircuito) y entablan tiroteos de cachondeo contra un desequilibrado, dueño de unas extensas parcelas de secarrales, y que odia a los cazadores.

La amazona guerrera combatiendo secuaces desérticos en
un malabarismo circense tan exagerado como estrafalario
Lo rodean solícitos pero inútiles secuaces que hacen de bulto y presentan el pecho para recibir las balas que vuelan en un desesperado intento por convencernos que estamos ante pura raw action! Lo habitual en producciones similares, o aun de más enjundia.

La falta de concreción como la historia transcurre termina contaminando las ideas efectivas que contiene Cherry 2000. Te deja ese regusto amargo de saber que pudo dar más. Pese a ser serie B, que tantas gratas sorpresas solía dar. Lo perdonarías todo si los actores hubieran intentado transmitirnos más fe en su hacer. Que eran unos mantas (no sé; estaba el veterano BEN JOHNSON), o el director no supo estimularles, es cuestión a plantearse. La cosa: Cherry 2000 puede pasar a la Historia por lo que casi fue, y no alcanzó.

Entre tanto tiroteo y desquiciada persecución... nace el
romance; la genética se da otra oportunidad. Quizás las
"auténticas" no estén tan  mal, después de todo
Lo de la misoginia (en el futuro, las tías están más insoportables a la hora de coexistir romántica/sexualmente y los tíos prefieren serviles máquinas sexys complacientes) es un pretexto propagandístico huero para dar la calidad que la acción, per se, no da a la cinta. ¿Llegaron a plantearse que, quizás, estuviéramos ante una nueva forma de fetichismo; que se prefiera el sexo con sofisticadas máquinas sumisas a mantener relaciones con personas y sus defectos? Así me lo planteé: estamos ante un fetichismo, no ante el miedo, un poco también Complejo de PETER PAN, a soportar a una mujer y sus manías y cambios de humor, etc. Ante un deseo, además, de ganar toda discusión. ¿Iba a rebotarse el robot? No.

Todo el presunto glamour machista cayó. Quedó esta película de acción apoqueclíptica de balcanización americana madmaxiana que apenas salva el rato. Pues vaya. Lástima.

viernes, 17 de junio de 2016

AMBIENTE — OTRO FUTURO EN BANCARROTA

Portada de la edición de Ultramar.
Grosso modo, resume el contenido
La lectura de novelas de corte similar, distópico-cyberpunk en mayor o menor grado, cuya trama sucede sobre el vasto cuero de Norteamérica, permite suponer, desde cítrica perspectiva europea (cínica y desconfiada), que el subconsciente estadounidense está pidiendo a gritos una dictadura.

Ya, ya. El arsenal de la democracia, el líder del mundo libre, todo eso que Propaganda y sus series y filmes nos arrojan para demostrarnos qué alto concepto tienen de sí, comparados con el resto de la Humanidad, y que son capaces de lo mejor. Y, a grandes rasgos, así es. Aunque también arrojan prolongadas sombras. Sin embargo…

…pareciera que Norteamérica precisase de un rito de madurez basado en la derrota de  una dictadura en sus tierras. Más que hombría, quieren saber si están preparados para oponerse a una fuerza central despótica, plantarle cara, venciéndola. Y no sé cuánto del salvaje capitalismo que nos ha sumido en esta brutal crisis económica forma parte del secreto plan para poner un dictator en la Casa Blanca que concentre, en su persona, los vastos poderes que le proporcionen armas o urnas, y luego descubrir si la movilización ciudadana cuenta con tal poderío que derroque al tirano.

JACK WOMACK, autor, con pose
entre la ironía la prepotencia
Es una idea interesante, poco extravagante, aunque parezca digna de X-FILES. Vamos viendo cómo el perfil macroeconómico pule políticas destinadas a garantizarnos una cobertura y asistencia que nos alejase de los abismos de pobreza de centurias pasadas. Van cortándose esas salvaguardas que prometían, ¡al fin!, una Humanidad luminosa y feliz. Los ricos lo son más, conforme aumenta la precariedad (por no decir pobreza) y el trabajador se ve más coartado, aplastado, en su empleo. Pende de él una espada de DAMOCLES: Tras de ti, hay quinientos. Así que… Acabas inclinándote.

Una fuerza silenciosa pero imponente transforma algunos esperanzadores sueños (aunque debe recordarse que fue el comunismo el primero en truncarlos: la URSS, un estado totalitario, no daba tanta cobertura como su Propaganda afirmaba. Así que… ¡cuidado con sus alevines, cargados de consignas populistas!) de igualdad y hermandad para llevarnos a una suerte de vasallaje que rendiría pleitesía no a la nobleza, sino al neofeudalismo tecnocrático corporativo.

Portada de edición teutona. Impacta
lo suyo, lo reconozco
JACK WOMACK cuenta algo de esto en Ambiente, detallando una Nueva York donde el ejército patrulla las calles, acotando los barrios; el resto del país padece lo que se dio en llamar “balcanización”, y un dibujo, más borroso, muestra que el planeta baila igual son. El poder político es una farsa para calmar unos instintos arcaicos-gregarios, pues el auténtico gobierno lo ostentan varios magnates (como el que co-protagoniza la novela), que hacen y deshacen ya no tanto porque esto aumente sus ya considerables fortunas, sino por aburrimiento, capricho. ¿No cazan seres humanos por matar el rato?

Lo de la trascendencia sobre esos manuscritos presuntamente sacros que describían a JESÚS como agente del Imperio Romano, posee atractivo. Pero el efecto global del desplome del cristianismo, afectando de manera crítica al orden político y económico global, está bastante exagerado. Imagino que era como Womack quería hacer aún más polémico un texto que supera, bastante y por ejemplo, a ORA:CLE.

No recuerdo esto del libro, una cosa
así, a
GLADIATOR
Su duro ambiente cyberpunk se enmarca, empero, en lo que esperas de una narración así. Por desgracia, es también predicción sobre un futuro que se nos abalanza: la deshumanización, el mercantilismo salvaje, el corporativismo capitalista de conductas feudales, la ruptura con tradiciones y el ciego tanteo por hallar nuevas creencias que nos sostenga, en difíciles condiciones, la violencia extrema, la marginalidad de la ley, el tribalpunk… está todo ya contado. Es en la idea de que América no tiene fuertes las costuras antidemocráticas donde debemos reparar. Y, en este apartado, Womack cumple, mejor, que ERIC BROWN y sus deficientes NOCHES DE NUEVA YORK. Aplaudámosle la inventiva.

sábado, 11 de junio de 2016

BARBARELLA — ‘BARBARIDAD’ DE MITOPELÍCULA

Afiche. A imitación de los FRAZETTA. (A lo mejor,
lo es, aunque reconozco no me consta) Aquí estoy,
con esta
cosa entre las manos, que...
Pues tienen esta cutrez de filme que no veas; y todo porque JANE FONDA exhibe la lozanía de su juvenil serranía entre-y-durante secuencias, siguiendo un “guión” que aprovecha hasta la más mínima-nimia corriente de aire para arrancarle la ropa, aunque por mor de la época, siempre al filo de un casto destape pseudoerótico.

Coproducción francoitaliana, Barbarella, a juicio de vuestro Scriptor, no debe ser juzgada con la benevolencia como lo hacen. Inmerecido icono de la ciencia ficción, por iguales motivos Barbarella merece los tomatazos que recibe FLASH GORDON. Se escudan, para propinárselos, en que Flash iba “en serio” y, por lo tanto, ¡a brearla! Barbarella es Jane “hagamos Propaganda del Vietcong” Fonda y, como enseñaba bastante piel, pues nada, ¡seamos magnánimos!

Pero la cosa es que Barbarella no pretendía ser, siquiera, una parodia. Iba lo suficiente en serio como para comprender que sus realizadores, presentando un producto descuidado y plagado de burdas ocurrencias, estaban insultando a la ciencia ficción y a sus fans mediante un esperpento con un relente esquelético de trama que sirve, una vez y otra Otra OTRA para que Fonda “se desnudase” y pasease el encantador traserito por el set llevando botas de bailarina gogó mientras estrafalarios malos hacían su papel enfundados en retales de escay de sofá.

Su deslucida actuación no le dio para lo que pretendía:
salir en
DOGMA haciendo de ángel
El tío de las alas, el presunto ángel-metrosexual HOMBRE HALCÓN, lo confirma. Ahí estamos, noqueados por el fenómeno, que durante años hemos estado oyendo/leyendo parte la pana y es, además, icono del género que no veas. ¿GEORGE LUCAS y STAR WARS? Purria. ¿GEORGE MILLER y MAD MAX? Cascarria. ¿JAMES CAMERON y TERMINATOR? Basura. ¡Barbarella, hombre, Barbarella! Pues no. ¡Escoria!

El afiche dibuja a la moza sideral como “la reina de la Galaxia” y, efectivamente, por las estrellas extrañas jinetea en una nave espacial con forma de ingenioso orinal. Va la pava cósmica (porque la joven es bastante pava) buscando (en compañía de ULTRAVOX y SPANDAU BALLET) al astronauta DURAN DURAN que, tal como lo presenta, parece uno de esos carismáticos personajes ideados por STANISLAW LEM. 

Impera en los escenarios la presencia del plástico, elemento
básico del Mañana-Mañana, y unas absurdas estructuras
Y la chiquilla, y su vestuario que vuela a soplidos, termina en una serie de sórdidos antros llenos de estrafalarios fumetas inmersos en sádicas evasiones perversas, con el equipaje habitual para dichos enfrentamientos, sosteniendo un singular duelo sáfico final contra el GRAN TIRANO (bueno, tirana) e, invadido el decorado por los cubos de agua sucia, causa del éxtasis que produce el combate, todo acaba repentina y felizmente.

¿Tiene sustancia Barbarella? Ninguna. Capricho que tuvieron ciertos iluminados, no sé si antes o después de VAMPIRELLA, fraguó conquistando cierto éxito. Esta cinta es “abuela” de lo que las coproducciones italofrancesas filmarían cuando resonó el boom de Mad Max y CONAN. Mockbusters de coste irrisorio, peor dirigidas e interpretadas penosamente, pretendían coger algún beneficio siguiendo la estela de blockbuster de turno. Goza, asimismo, de ese defecto imputable a la bande designeé: idea inquietante con un montaje espectacular que luego, conforme avanza, se deshilvana y termina en falacia, o resultado inapetente por doquier.

Fotograma que desnuda toda la verdad tras Barbarella: el
enfrentamiento sáfico que alteraría a los espectadores de
los reprimidos años 60 del estreno, llenado por tanto las
salas con este ardid: l
o hacemos ciencia ficción, y pasa
la censura; no es pornografía. Jajaja
Tebeos que, al llegar al final, pasas la página preguntándote: Pero ¿terminó; de veras? Y ¿este es modo de concluir esta historia, tan poderosa al comienzo? Frente al potente mercado del mainstream, con reglas definidas de producción entre lo comercial y lo estándar, su pragmática sencillez se impone al mercado europeo, que apuesta por lo sublime, lo artístico, mas indefinido, como toda garantía. Al tratarse de Arte, se comprende que debemos tragar con todos sus absurdos sí o sí, y si no lo entiendes, es porque eres un bárbaro retrógrado proyanqui que sólo comprende de dinero, no la sublime esencia del ARTE. Hey, quizás pasó eso. Al ser tan “artística” Barbarella, mi sentido proyanqui de la producción me impidió gozarla. Aunque… No. No lo creo. Es mala. Ni invita a echar unas risas.

miércoles, 8 de junio de 2016

¿PUBLICAN LOS EDITORES ESPAÑOLES CIENCIA FICCIÓN ESPAÑOLA MOÑA? — PHILIP JOSÉ FARMER ¿HABRÍA PUBLICADO, DE NACER ESPAÑOL?

El comienzo, en aquellos entonces. Y
según el cuerpo del comentario: ¿se
obliga a los escritores españoles a
escribir CF moña, o no publican?
Una gran editorial ha rechazado una de mis obras alegando que la novela, no obstante plena en calidad (mi dilatada experiencia y galardones como finalista de dos premios internacionales lo avalan, claro), es dura. Perplejidad en Nivel MAX.

!Dura! ¡La narración le parece demasiado dura! Y eso sin poseer sexo duro o masoquista fuerte (cierto fetish sí hay; pero ¿qué historia con pretensiones de ser adulta no incluye, aunque sean sesgadas referencias, el tema?) o párrafos realmente repulsivos, censurables. Lo más: la vida cotidiana un poco exagerada, pues es una distopía. Y en ellas: las cosas se muestran más descarnadas y pesimistas.

¡Dura! La conclusión que he extraído, por tanto, es que España publica ciencia ficción, SÍ, pero ¡MOÑA!, en el amplio espectro que pueda abarcar el adjetivo: desde lo blandito hasta la connotación homoX usual. O sea: ¡la ciencia ficción española (y, por los continuados relatos de LAURA GALLEGO que inundan los estantes, su fantasía) es DISNEY! La hostia.

Esta es la que tacharon de pornográfica.
Esta, de ser de un español, por tanto,
no ve la luz
¿Tan sensible (o sea, moña) es el paladar del lector medio español? ¿Qué lo tienen, a base de caldito de pollo y buen vino, no sea se constipe? ¿Qué es esto, amig@s? ¡Dura! ¿Carezco, por tanto, de oportunidad en esos sellos editoriales, por atreverme a escribir cosas más maduras, adultas, que los demás que sí publican, pero trasunto de material Disney? (Con todo respeto, y reconocimiento por vuestro trabajo, camaradas.)

Esto es preocupante, porque si miras al mercado extranjero (más amado por el lector, especialmente del género, que denuesta nuestras firmas sin merecerlo), adviertes qué amplio delta de temas tratan. No tienen esos escrúpulos, franjando las obras a un determinado gusto (moña), como hacen nuestros ínclitos editores. Y ellos, luego, ¡traducen esas obras, algunas ¡admiradas!, por la dureza de su contenido/contexto…!

Y ésta también tiene lo suyo. Nos
vemos en el mismo caso, por tanto
Recuerdo los albores de mi pretensión de querer ser escritor profesional (conseguido). Seguí el inexcusable consejo que donan a los principiantes: lee a los clásicos. Debido al rasgo de mi producción, los clásicos, combinados, eran HOMERO, POE, VERNE y WELLS. (Hubo otros más, y variados, porque la formación lo exigía.)

[Junto a este consejo, de valor cuestionable (porque conviene tener un fondo cultural, SÍ, pero anotar que los clásicos no dan la formación que luego el mundo moderno requiere), deberían también prepararte para recibir los numerosos palos que dan las críticas malintencionadas, las envidias personales-profesionales y las constantes negativas editoriales.]

Los clásicos se quedaron, llanamente hablando, pequeños. Cortos. Afortunadamente, la inquietud que a todos debe estimularnos a avanzar y progresar, me hizo fijarme en la obra de Philip José Farmer. ¡Fantabuloso! Era... revolucionario. Trasgresor. 

Y no te digo esta, ya. Pero luego, no
hay reparos en publicar, no sé,
HISTORIA DE O, o similares
Me mostró que los tabúes que encorsetaban a los clásicos podían romperse ¡sin pasar nada! Era momento, sí, ajá, de romper ataduras y botar el fabuloso barco fluvial de mi producción. Con agradecimiento a los clásicos. Pero dispuesto a introducirme en el laberinto mágico de un futuro que podía ser muy prometedor, pese a los momentos que contuviera de oscuro designio.

Y todo eso maduro que ¡aclamo! en Farmer, y aporto a mi material, ¡resulta perjudicial para mí, pues vulnera (por no decir ofende) el (moña) criterio editorial! Farmer no era moña. Era adulto. Desafiaba. Generaba frescura. Qué suerte tuviste al ser norteamericano, viejo. Controversias aparte, al menos, te respetaron. Ya ves, a mí…

sábado, 4 de junio de 2016

EL IRLANDÉS — ANTI LETHAL WEAPON

Afiche de un filme ampliamente
premiado que llega a sorprender
En una suerte de mainstream del cine policíaco de acción, este filme de producción irlandesa rompe bastantes tópicos propios de ese circo de tiroteos desenfrenados y diálogos patentados al tiempo que usa muchos de sus tics habituales para deslizar una interesante e ingeniosa trama donde el humor, notablemente cítrico, impera.

El comienzo ya aventura que no estamos ante convencionalismos ni cutrerías, aun bien intencionadas, debido a la falta de presupuesto habitual del Hollywood. Personalmente, El irlandés supera, con mucho, el último y penoso JUNGLA DE CRISTAL (América enmendándole la plana a Rusia; ahí, nada). Pero bastante. Faltándole, empero reparo, un nutrido cash para montar espectaculares escenas de acción que desafían la lógica, la gravedad y nuestra inteligencia, se centran en labrar el fuerte dibujo de los caracteres de los protagonistas.

Como el del maduro guardia irlandés, GERRY, totalmente anticonvencional, insolente, cínico, quemado, cuya inteligencia sorprende al encorsetado agente del FBI (pegado al máximo al Manual, pero que, a través de Gerry, descubre, con no poco asombro, que el resto del ancho mundo opera con eficiencia fuera de esas prescripciones, obteniendo éxito considerable) con el que termina emparejado. Un tanto a presión, aunque mucho más avenidos de lo que, al principio, el primer contacto de caracteres permitía suponer.

Los malos. Siempre desprenden esa sensación de "quiero
dedicarme a otra cosa". Pero esto es tope lucrativo, y...

Los malos tampoco son los habituales sádicos disparatados, o falsos terroristas llenos de consignas que emboscan querer apoderarse de un volumen considerable de dinero para perderse en países carentes de extradición; tropicales, a ser posible. Aun muestran renuencia a ‘trabajar’ en “lo suyo”. Expresan quejas sobre los tópicos (una vez y otra se resaltan) que nimban su caracterización de despiadados narcos. Hay un psicópata, y asesinato, mas siempre domina ese lastre de hacer las cosas a desgana.

También destaca de la cinta el fuerte, pero común de la Humanidad, racismo que impregna conversaciones y encuadra a los sujetos; ingleses sobre todo. Gerry regala varias perlas al agente de FBI que pueden considerarse directamente xenófobas. Pero notas que no tiene intención de insultar; es un convencionalismo urbano que el cine, de nuevo regido por la influencia modeladora de ideas presente en los productos de consumo masivo-de masas, bajo la guía de lo políticamente correcto, anula, desdibuja.

GERRY BOYLE es un poli poco convencional; carácter
aparte, su dilatada experiencia le hace tomar las cosas de
un modo distinto al tremendismo oficial
Gerry se limita a exponer que una mayoría de negros, hispanos, jamaicanos, etc., se dedica al lucrativo tráfico de drogas. Decir que toda la población negra, hispana, jamaicana, etc., lo haga, es lo racista. Pero si ante sí tiene un libro lleno de fotos de detenidos, y corresponden a esas etnias, ¿qué intenta decirle el competente y atildado agente del FBI? ¿Que lo ignore? Pues sí. Mas la evidencia, está ahí.

[El discurso luego puede torcerse hacia si son víctimas o no de la discriminación racial, cultural, o lo que sea. También conviene señalar que eso de “no permiten integrarme; me discriminan” tiene su Reverso Tenebroso. Pues concediéndole generosamente todas las facilidades, muchos de estos sujetos prefieren la cultura narco-tribalpunk porque es forma muy veloz de enriquecerse… o morir. Una suerte de vehemente respeto produce su actividad. Y eso, agrada. Un honrado trabajador lo que consigue es un magro salario y problemas a mansalva. Pero, siendo capitoste del narco-tribalpunk, o de su órbita, con un grueso fajo de billetes siempre disponible, y obteniendo ese servilismo asustado que suelen recibir… Huau. Cómo (im)pone. No son tantos quienes lo cambiarían por un trabajo mal pagado y rutinario.]

Irlanda, y los irlandeses de la zona, pueden con este
competente agente del FBI. Con TONY STARK me iba
mejor, carajo
El irlandés es un deleite del noir que utiliza sus limitados recursos de forma excelente, permitiéndose un tiroteo a lo grande para cerrar un final con incertidumbre incluida. Agrada encontrarse semejantes joyas ocasionalmente. Rompen la monotonía del invencible antihéroe que triunfa sobre toda lógica, desvirtuándose así su triunfo.