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MARSOON BOOKS ya está aquí |
De nuevo me pongo insoportable
sugiriéndoos mis novelas como otra ofrenda de Reyes Magos. Llevo años (aquí, o
en TEBEOSFERA) recomendando obras
ajenas. ¿Por qué no las mías? (Otra propuesta
es el arte de TERHLI TERANAMI,
¿vale?) Hoy toca turno a La esclava de
Marsoon.
Prendido a corta edad por la imponencia fantabulosa de STAR WARS, y víctima de este tortuoso espíritu creativo, no podía evitar
concentrar mis esfuerzos, voluntaria o inconscientemente, en ‘imitar’
influencia tan alentadora como la ideada por GEORGE
LUCAS. Había que hacer Historia, y con Marsoon podría conseguirlo.
Para hacerlo, debía generar un relato de
varias secuelas, protagonizado por un elenco fijo/discontinuo, que copiase
(debo reconocer) estructuras que componían mi educación al respecto (como la
saga de EL MUNDO
DEL
RÍO).
Ocurre que me cuesta escribir un cuento, algo que vivirá un corto lapso de
tiempo. Estoy acostumbrado tanto al ‘continuará’
como a que los habitantes de la narración perduren. (De ahí mi excentricidad de
decir que mis personajes me cuentan la historia, que luego transcribo. Me gusta
trabajar con gente que conozco. Sé de antemano qué esperar de ellos, cómo mejor
emplearlos. Escribir una novela con sujetos que harán lo mismo que en relato
anterior pero con distinto nombre o acento me parece una idiotez.)
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Por esta Ylohi en Marsoon habría guerra |
Una novela es especie de hijo; tú no lo
matas tras la Primera Comunión, ¿eh? Deseas que crezca, progrese y todo eso,
¿verdad? Pues mis historias son así. Quieren existir para demostraros sus
talentos. Me han criticado mi falta de cuentos (cierto: apenas tengo) y mi
insistencia en el serial. Los Escritores Buenos de Verdad (al parecer) no
proceden así: diseñan una novela y sacan de su chistera un puñado de personajes
que viven ese limitado segmento de páginas. Luego a cobrar royalties y esperar
la adaptación al cine.
También me han “recomendado” que facture
más relatos de personajillos vulgares a fin de amoldarme al común de la
profesión literaria. Por supuesto: ¿por qué Lucas iba a hacer Star Wars cuando podía contentarse con filmar
un episodio de COLUMBO? Lo mismo.
Idéntico. La posteridad se alcanza por ambas, adyacentes e idénticas puertas.
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Bosquejo de una portada alternativa |
Para una vez que se me brinda la
oportunidad de dejar constancia, pretendo legar algo grandioso, pienso. Sobre
las insignificantes
aunque cotidianas cuitas del SR. PÉREZ abundan los autores, en batería
dispuestos a describirlas con garboso verbo. No quiero ser uno más. Acertado o
errado, quiero ser yo. Se me entiende, ¿verdad?
LAS
GRAVES PLANICIES, contra
todo pronóstico (igual que FACTORÍA CINCO),
fue galardonada, dando así posibilidad de impresionar. Ha recibido excelentes
reseñas, que agradezco de nuevo, y estando plagada de elementos que la
permitían crecer y diversificarse, abordé con brío (aun con obsesión) el reto. Por
suerte contaba con la ayuda del profesional adecuado, JOE HORSEMAN, y juntos
nos lanzamos a la audaz aventura de construir un aparatoso Universo.
Cuanto él me venía relatando atestó la
sala de estar de mi creatividad y generó multitud de historias y eventos,
personajes y referencias cruzadas con las que ni soñar podía. Así, volví a los
Páramos de Marsoon dos o tres años después de cuanto sucedió en el primer
relato. Recordemos: en Las graves
planicies, ALEX HIDALGO cuenta hasta el momento en que se alza triunfante
ante la adversidad y confía vivir feliz comiendo perdices por siempre jamás.
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Otra eventual portada, más abigarrada |
Mas el último capítulo, narrado por otro,
nos desvela algo muy distinto. Este último capítulo no estaba contemplado en el
bosquejo inicial. Lo añadí después, por exigencia del mismo relato y sus
personajes. Eh, tío: hicimos la Primera Comunión. ¿Piensas matarnos ahora? ¿Cuando
lo mejor está por venir?
Yo, no; otros,
sí. Pero al tema: la vida de Alex transcurre durante unas décadas donde hallé
espacio para alojar el día-a-día de los POSTÉPICOS exiliados en el enigmático y
exótico Marsoon. Junto con ellos, podía desarrollar además todo el ancho mundo
que hace de escenario para sus peligrosas vivencias.
Mas no como EDGAR RICE BURROUGHS, en
plan compadre, con un relente de coherencia y continuidad. La cultura YLOHI
debía ser examinada con decencia, como la ROSSUM, y mostrar cómo los PostÉpicos
sobrevivían en tan combativo planeta. Y no podía pararme en simples aspectos
estéticos, pseudorreligiosos, pseudofilosóficos, en falsa Historia que iba
inventándome. Debía profundizar en los personajes. Su catadura psicológica
siempre me ha importado; me interesa mucho explorar qué mecanismos los mueven,
qué influencias causan sus reacciones.
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Lo más extraordinario recala en Marsoon |
Partí, pues, la “Saga Marsoon” en dos líneas: la protagonizada por Joe (que desvela
por qué existe Marsoon) y la de Páramos
de Marsoon, que, aun inmersos en un vigoroso entorno de aventuras y raw action! no descuida el análisis de
cuantos en ella aparecen.
La
esclava de Marsoon
contiene los duelos, tiroteo, peleas y exageraciones grandiosas que
quieras.
Pero también la profunda reflexión de por qué quienes “la relatan” son así, qué
los mueve, agota, satisface. Indispensable era un excelente romance, intenso y
desesperado, protagonizado por el sujeto más refractario a vivirlo.
Pero, aunque importante, no era, después
de todo, el amor el motor de la narración. Era más contar cómo alguien que se
sabe condenado sin remisión atisba su segunda oportunidad, y se jura
aprovecharla al máximo, enmendarse, no repetir fatales errores.
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Plano orientativo sobre dónde transcurre toda la acción |
Y buscaba analizar qué ocurriría si
alguien tan devastado acariciara el Paraíso negado, de antemano, gozándolo
brevemente para luego perderlo por culpa del odio. Por el camino fueron
agregándose secundarios al relato que añadieron (inmensa) grandeza al
planteamiento original.
La
esclava de Marsoon, si
debo resumirla, es una historia de redención truncada para sus dos
protagonistas. Las luchas y duelos deben estimarse como el adorno necesario, un
vistoso complemento, que perpetúa una querida tradición personal.
La novela
está publicada en AMAZON, en formato ebook, por tanto, a P.V.P. de 1 euro. Más extensa que Las graves planicies, en ella apreciareis qué sólidamente atado y
desarrollado está todo, en especial con respecto a su precuela, de la que no
esperaba nada pero que, fíjate, llegó a rozar la gloria.
Vuestro Scriptor.