viernes, 29 de noviembre de 2019

LA VUELTA DE DON CAMILO — EN IMÁGENES

Afiche de entonces. Nuestros protagonistas
unidos/divididos por la torre de la iglesia, que
tiene cierto protagonismo en estas campestres
vivencias... con reflejo actual

Vencido el miedo a posibles represalias comunistas (en serio) por el primer Don Camilo – Un mundo pequeño adaptado al cine (tuvieron que buscar un regidor galo para filmarlo, pues los italianos temían… represalias), JULIEN DUVIVIER lleva a las pantallas de plata otra tanda de cuentos del célebre párroco de La Baja y su también popular alcalde, PEPPONE, metraje en B/N que realza el dramatismo de las secuencias trágicas, haciendo un tanto etérea esa época que podría antojársenos remota, superada en muchos aspectos, mas, ¡vaya por Dios!, está tocándonos revivir.

Si bien los cuentos oscilan siempre entre el humor, la comprensión, la humanidad y la Propaganda (que desenmascara la desfachatez cínica hipócrita de la Izquierda, que embauca al populux apoderándose de sus preocupaciones, que no pretende solucionar, sino ahondar, para crear una malsana dependencia de las “clases trabajadoras” a “ellos”, “redentores” del proletariado zombificado a base de consignas y severa disciplina de Partido), adquiriendo un tono genérico-general literario que procura no excederse (porque, los del otro bando, tampoco son ejemplares) y se granjea el cariño respetuoso del lector, las películas mimetizan ese tono de general-genérico para no convertir la cinta en un pasquín sectario, perjudicial para la taquilla.

Una visita al viejo feudo reaviva una amistad que, a veces,
avanza a trancas y barrancas. Empero ambos, amigos del
buen yantar, siempre encuentran un espacio de entendimiento
De todos modos, inevitable la alusión al tema político, dejando al espectador que medite, si quiere, sobre lo visto o narrado. Por desgracia, el público de Izquierdas verá en estos mensajes una agresión totalitaria fascista intolerante de la plutocracia atlantista clerical monárquica reaccionaria, aunque la evidencia sea tan imparcial como palmaria.

La vuelta de Don Camilo no respeta exactamente el contenido del segundo tomo; mezcla episodios del primero y el segundo en torno al esqueleto de una tragedia real ocurrida a orillas del Po por entonces: la tremenda inundación que aparece retratada en la cinta.

El primer Don Camilo terminaba con el exilio del vehemente párroco a un remoto pueblo montañés. Las cosas políticamente se habían caldeado de súbito y sin motivo justificado (causa similar forzó en el recopilatorio de cuentos su expulsión de su Pequeño Mundo —para él, paradisíaco—) acabando las cosas como solían terminar en el pueblo: a palos. La autoridad eclesiástica le sentencia y parte a su nuevo destino.

DON CAMILO de nuevo salva a PEPPONE de un apuro. Es
la victoria que pone colofón a su agradecido regreso a su
amada parroquia, donde nada iba como debía sin él
Ahí arranca la segunda entrega; mantiene el espíritu ‘didáctico’ de la predecesora, procurando no alienar al público y ser respetuoso con las opiniones ajenas. Los hechos declararán ante al espectador y que, de nuevo, éste elija. Ellos se limitan a actuar, a poner carne y hueso a sucesos más/menos disparatados de una gente apasionada que mezcla todo lo que pueda combinarse en un conflicto en el que se reflexiona, como suele suceder, a posteriori (haya, o no, desventura). Preguntándose si había, o no, para tanto.

Don Camilo retorna, más agradecido que triunfal, a su pueblo bajo el aguacero casi constante que derivará en la citada inundación de las Tierras Bajas. Allí, sin embargo, no llega para atalayarse calmo en su campanario, controlando las pasiones de su parroquia desde una proverbial imparcialidad. Se mete en todo fregado que le alcance, ora aliándose a Peppone (si ve que su causa lo merece), ora enfrentándosele si percibe que es un desmán, más si está mandado por la calenturienta ideología (u órdenes externas recibidas) que ideado por el magín de su viejo amigo/adversario, tan entrañable como el cura, pero no por ser párroco o comunista, sino por ser, ambos, hombres honestos y responsables.

En plena emergencia, Don Camilo supone el soporte anímico
mientras Peppone es el físico
Encuentran un espacio de entendimiento que una vez aquí disfrutamos, empero que las “Nuevas Generaciones” (agresivas, hostiles, sectarias) políticas destruyen y desprecian hoy día. Va quedando, pues, lo sencillo, aun ingenuo, de estos dos personajes, de quienes algo valioso aún podríamos aprender. Respeto, ante todo.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

LOS ÁNGELES, NOVIEMBRE, 2019 — UN ANIVERSARIO APÓCRIFO

Inevitable el afiche sea del gran
DREW STRUZAN. Por Dios, ese
hombre también está más que
vinculado al cine de Década 80.
Es
casi el cine de Década 80

No dejo pasar el mes, en especial, de este año, sin recordar que, en 1982, nos estaban ya preconizando qué iba a ser nuestro futuro; o sea, hoy. Urbes masificadas dominadas por inmensas arcologías, coches voladores, colonización de los Mundos Exteriores, unas amotinadas máquinas orgánicas capaces de sufrir y sentir que volvían a la Tierra para obtener detalles de su manufacturación y poder vivir más Más MÁS tiempo. Replicantes. Los esclavos del Mañana-Mañana.

Una fuerza policial, en apariencia secreta, se ocupaba de retirarlos, no ejecutarlos, pese a que los replicantes poseyeran todas las credenciales (quizás, más) para ser también considerados seres humanos.

Iluminaba el lluvioso ambiente de tenebroso barroquismo el neón insomne; por esta ciudad californiana, RICK DECKARD cazaba chachareando la jerigonza de un idioma compuesto por las principales lenguas habladas. Salía a matar. A acumular remordimientos.

No cuento más sobre BLADE RUNNER. ¿Quién no la ha visto, amante del género de la ciencia ficción, quedando arrobado por su portento cyberpunk? Puede gustar más o menos; indiferente, no deja. (Y, aburrida, no es. Es noir computarizado, ¿vale? Lleva, por tanto, su carga de análisis, reflexión y suspense.)

Un mero ejemplo más de "entonces"; lo
que debemos a LUCAS y SPIELBERG
en cuestión de moderno cine y evasión
Tampoco pienso extenderme sobre la novela de PHILIP K. DICK de ¿SUEÑAN LOS ANDROIES CON OVEJAS ELÉCTRIAS?, porque bastante literatura ya se ha escrito al y sobre el respecto. Cambias el nublado perpetuo del Invierno Nuclear por el temporal de lluvia, plasmando el resto del muy modificado relato en celuloide.

Sí deseo recordar un par de cosas. Muchos de sus actuales apasionados amantes en su momento la criticaban a muerte. Empero, en algún momento, les visitó el paráclito y los que ¡encomiaban! CASABLANCA como sumun del cine, ahora tenían un nuevo bibelot sobre el cual discursear babeantes: ¡Blade Runner! ¿No la ha visto usted AÚN? Usted no sabe de cine, imberbe.

Otra es que Blade Runner se benefició de la colosal revolución sociocultural que fue Década 80. Casi todo lo (remarcable) de entonces es mítico hoy, y sus desafortunados remakes (ROBOCOP, STAR WARS, CAZAFANTASMAS…) las hacen aún más inmensas. Una fuerte sensación de nostalgia produce visionar estas producciones. Cuanto más piensas en Década 80, su influencia actual, más especial se hace. Es como el fenómeno de La Movida. La vivías ignorando que estabas en La Movida. Se supo hubo una Movida al acabar. Luego, la estéril aridez de Década 90 la hizo legendaria.

Y otro importante icono de entonces, tanto
por la audaz imagen en general como por
la BSO. ¡Eso es música, amigos míos!
¿O no se extrañan esas composiciones?
 
Década 80 (Nuevos Románticos aparte) huele a videoclub. A VCR. Al tufillo a plástico recalentado que desprendía el VHS tras haber visto, o grabado, algo. Aunque teníamos el “morbo” de la Guerra Mundial Terminal amenazando extinguirnos, recuerdo la Década como una sana mezcla de ingenuidad y maravilla (viva en su cine) y audaz desafío al futuro que nos alcanzaba… sin Soylent Green, aunque sí con la madurez y la pesadilla de la hipoteca.

Un tanto estaba preconizando lo que se avecinaba este filme de RIDLEY SCOTT (quien, como HARRISON FORD, creo, se ha hartado de decir tonterías a posteriori sobre la humanidad o no de Deckard). Entonces, nos dejó clavados en la butaca del cine con sus fantabulosas estructuras alumbradas con neón y la publicidad mural que apenas llegaba a las oscuras simas de las sucias calles. Mas, como la vasija de PANDORA, en su fondo quedaba la esperanza, como sugería el final (versión cine 1982), donde Deckard y RACHAEL huyen a solanos bosques, supongo que canadienses. Aún podemos ver Sol.

Remember, remeber… es 2019 y lo único que vuela, aviones aparte, es nuestra nostalgia.

viernes, 22 de noviembre de 2019

LA VUELTA DE DON CAMILO — SIGUEN LAS CRÓNICAS DE UN PUEBLO


«Stràziami se sacó del bolsillo una tarjeta que depositó encima del yunque y Peppone paró de martillear.
—Devuelvo el carnet —dijo Stràziami—. Esto ya no es un carnet de partido, sino una cartilla de vigilado especial.
—Dices mal, Stràziami.
—Digo bien. Mi libertad me la he ganado arriesgando el pellejo. No estoy dispuesto a renunciar a ella

Portada. Nótese la importante tirada de
ejemplares. Hoy día no existen, pese a
ser el manual de supervivencia del
ciudadano medio frente al "Gobierno
Progresista" que amenaza imponerse.
Sospecho que, en tal clima, estos libros
deberán pasarse a hurtadillas, de modo
clandestino, antes de que los quemen
Aunque no forma parte del grupo de cuentos que siguiera al primer Don Camilo (de gran repercusión), este fragmento, revelador por otra parte de una forma tiránica de pensar, sigue a un relato presente en este segundo volumen.

GIOVANNI GUARESCHI comprendía a la Humanidad de tal modo que muy pocos autores, y me arriesgo a añadir, psicólogos, pueden. Mientras que otras firmas, del gusto de clasistas, necesitarían dos mil palabras para concretar un estado de ánimo, o describir al personaje, Guareschi empleaba cincuenta, si llegaba, acertando de manera precisa y ampliamente descriptiva. Acaso en eso (aparte del vaivén de sus tiempos, que tenemos la miseria de revivir) radique su éxito. En saber cómo era la gente, qué la motivaba.

Don Camilo nace durante una convulsa postguerra. El ODIO y la revancha perduran (lo harán años) en el aire y respiran, con frecuencia “aroma de garrotazos”. Tanto el cura como PEPPONE, el camarada alcalde, suelen sumarse a las somantas de palos. Es un clima asombroso de violencia y, al mismo tiempo, de comprensión y solidaridad, que hace exclamar al CRISTO clavado en la cruz con quien Don Camilo departe (y de quien recibe Sus admoniciones y regañinas), esta gente está loca. Algo de eso hay. Como exagerado apasionamiento exacerbado.

Guareschi, anticomunista confeso, tampoco confiaba en la Derecha. En los agrarios y capitalistas con quien Don Camilo se enfrentaba a veces. Junto con Peppone, adversario-aliado, compartía el desprecio por la explotación a la que los terratenientes querían someter a los obreros (que, por tanto, protestaban con razón), aunque sabe recelar de las soflamas de la Izquierda, pues sabe que, para esa gente, antes es la revolución que la libertad. La Izquierda, despertad de una vez, lectores, NO ofrece la libertad. Sólo una “vigilancia especial” que tolera al ciudadano alguna prebenda previa al envío al GULAG.

Un aún saludable GIOVANNI GUARESCHI,,
cuya ágil puma literaria nos hace mucha falta
hoy día. Sus émulos son pálidos fantoches
que causan decepción
Con su opinión política, los cuentos contienen asimismo un marcado aire de humanidad, tragedia y humor. Reconstruyen Italia, pasan hambre, piden sacrificios demasiado onerosos, más bien que mal, día-a-día, van tirando, esperando llegue la pax y la prosperidad. Y luchan, entre tanto, aspirando a la reconciliación.

Guareschi podría ODIAR a los comunistas, empero por Peppone “y la banda” sentía un particular cariño que le hacía bruñir su lado más humano y fraterno, alejado de las inflexibles consignas de un Partido dictatorial que, con hábil astucia, se hacía abanderado de las necesidades del populux para medrar y luego, imponerse totalitario.

Era cuanto Guareschi pretendía resaltar en esos enfrentamientos rurales: el cinismo hipócrita de la Izquierda. Roba todo cuando nos pertenece (arte, opinión, libertad), lo monopoliza y, a continuación, ataca. Pensaba que esos terribles días habían pasado. Porque la Historia da lecciones. Erraba.

Vivimos una dramática situación política (conste para el porvenir) en que la Izquierda más radical, cancerígena y ensangrentada quiere el Poder, a cualquier coste, moral o ético. Emplea sus lemas habituales y zombificantes consignas sobre una población tan acomplejada que es incapaz de enfrentárseles.

Dura ilustración que querría no incluir
en este comentario; pero hace directa
alusión a cómo la Izquierda entiende
la opinión "del otro"
Mediante “revolucionarias” lindezas, que desnudan su salvaje sentimiento destructor de ODIO, radicalizan a una adoctrinada juventud que prefiere la revolución a la libertad. Al disidente niegan palabra y argumentación, signándolo de enemigo y deshumanizándolo, previo paso al exterminio. Eso, según alardea de “respeto y tolerancia”… que desprecia.

No soy más que uno cuya opinión es ahora peligrosa por mor del clima de represión e intolerancia actuales, impuestas por quienes más luego las critican… si vienen del “bando opuesto”. Y destaco mi insignificancia pues desearía que estas palabras tuviesen tal alcance que hicieran reflexionar a muchos (sólo eso: meditar) para que vieran EL EMBUSTE, disponiéndose, si quieren, a rechazarlo.

Es por la salud de nuestro futuro. ¿Queréis legar una dictadura de Izquierdas a vuestros hijos? Permitidles, entonces, gobernar hoy.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

FRANCO DERROTA A EE.UU — O LA MEMORIA HISTÓRICA PROHIBIDA

Míralos. Amigos desde siempre. La coyuntura histórica los
obligaba a exhibir esas impresionantes sonrisas de aliados.

Por otra parte, los pueblos que olvidan su Historia, están
condenados a repetirla. Al adulterar nuestra Historia como
están haciendo los "historiadores" adictos al Régimen de
Izquierdas presente, están abocándonos a la repetición...

Celebrándose la efemérides del fallecimiento del Caudillo (invicto según el NODO), convendría reseñar la cuestión que exhibe la imagen. Los victoriosos Estados Unidos de las Américas, tras hacernos pasar hambre y necesidad, privado del Plan Marshall (ése de la aguda sátira cinematográfica), sumamente escrupulosos con los dictadores, aterrizan aquí (como los Reyes Magos, cargaditos de millones) y abrazan al “repulsivo dictador” como si fuese su mejor superamigo del mundo. De toda la Historia.

La real politik, señores. Había que combatir al comunismo, y España (esa palabra que tantas llagas produce en la boca de la progresía) era óptimo candidato a útil aliado. Ya había demostrado su furia anticomunista antes, ¿verdad?

Esto también es Memoria Histórica, pero una que la progresía a la que le rompe la boca pronunciar España oculta al populux, tergiversando una “Memoria Histórica” que esconde, de forma ruin, los genocidios republicanos sobre religiosos y personas de ideología opuesta a la suya. Sus “historiadores” a sueldo (esas benditas subvenciones, ¡el día que falten…!) falsean, adulteran y manipulan los hechos a fin de que encajen en una Nueva Historia orwelliana en la que, ¡por fin!, los republicanos ganen la Guerra Civil.

Más adelante, el imperante perroflautismo de fluida habla politiqués (ése que HOY se niega a condenar al socio $ociali$ta por la sentencia de uno de los más graves casos de corrupción económica que imputa a la Izquierda, desnudándola como un ente voraz de dinero público que malversa para crear una vasta red clientelar y, de paso, pagar la hipoteca del chalet de la Casta que habita el Mesías del Republicanismo Populista) se encargara de diluir, en un espeso caldo de contradicciones, monsergas y soflamas que ayuden a mantener su muelle vida de vagos apalancados y subvencionados, el drama, reduciéndolo a embuste de la Derecha, carente de todo escrúpulo. Nunca hubo Guerra Civil. No fue ni “sobresalto”. Esto era un paraíso estilo EuroDisney.

Es Historia también. Hay que recordarla también.

viernes, 15 de noviembre de 2019

LA HUIDA (FILME) — CRIMEN SÍ PAGA


Afiche. La ley se impone a escopetazos del
12. Sobre todo, si escapas al ritmo de los
fotogramas de SAM PECKINPAH
WALTER HILL y SAM PECKINPAH vieron en esta novela de JIM THOMPSON elementos dignos de resaltar y que el escritor, por lo que fuese, desechó o se le escaparon. Tenía una idea in mente, que transcribió. Los autores primero mencionados, sin embargo, inyectaron brío, más nervio, a la huida de DOC y CAROL MCCOY por los parajes tejanos, pintorescos por sus sheriffs de blancos sombreros y botas de cowboy.

La cinta es puro made in Peckinpah, una forma de relatar hechos que le distinguían de cineastas contemporáneos, o pasados. Su impronta se ha hecho notar, tónica, en el cine de Hong-Kong, como JOHN WOO testimonia. Empero, mientras que para el asiático la violencia es un exceso absurdo de acrobacias y sadismo, para el norteamericano era algo estético, artístico, bello.

Rueda un tema con el que se identificaba: el perdedor que logra triunfar. McCoy está entre rejas. Urde un plan para abandonarlas, lucrándose de paso. Y procurar salir tan indemne y rico del trance como sea posible. La película despide corrupción por doquier; a la novela, más interesada en imprimir en el lector una moraleja moralista (el crimen NO paga), cuesta vérsela. En sus párrafos, es casi tangible la esencia del Deux Ex Machina a fin de que la trama avance. En la versión filmada, todo cuesta trabajo.

Los sujetos corruptos abundan en esta historia; mucho
mejor descritos, con motivaciones más simples y directas,
que en la novela

Se maquina el robo; sale mal; las traiciones se intuyen sin esfuerzo; los malos (RUDY) son retorcidos y crueles, dejándolo bien claro casi desde el primer fotograma que ocupan. Mas Doc McCoy despide una aureola de buen samaritano criminal que la siempre competente interpretación de STEVE MCQUEEN envuelve en mayor glamour. Te cae bien el tío. Quieres que escape, salga muy bien librado.

Y los momentos en que se lo complican, abundan. El arrojo, la violencia, la fortuna, le permiten superar trabas. Carol procura seguirle, mostrando un temple que en el libro, aunque nos afirman está, también en ocasiones cuesta vérsele.

RUDY es un sádico que tiene la suerte de dar con gente
dispuesta a colaborar con él, ora por vicio, ora por miedo.
Este también mejora, con respecto al del libro
Tenemos la enorme fortuna de que guionista y director nos ahorren los capítulos en que los McCoy pasan penurias según van al santuario de criminales, y que Thompson, tengo claro, desarrolló para impostar su mensaje de que la delincuencia es sucia, arrastra secuelas hasta letales. Aquí no hay un semimítico refugio al que ir, sino el empeño por cruzar a Méjico para reiniciar su vida como mejor pudieran.

Cruzándose con sujetos más propios del TBO que de la novela negra. Matones un tanto “aviñetados” que obligan a Doc a lucirse con su escopeta de corredera del 12 en el hotel, el duelo culminante de la película. Hasta allí Rudy se arrastra con su rehén, la furcia que acaba pagándolo caro (y confirmación de que hay mujeres que gustan de los hombres violentos, lo cual comporta hematomas), siguiendo algunos lógicos pasos que se intuyen en la novela. Es otro paradigma de Divina Providencia en Acción. Simplemente aparecen en la puerta del bungalow que ocupa la pareja, donde McCoy lo mata de modo estúpido.

¡Misión conseguida! La huida se corona con la ayuda
inesperada de alguien que quiere una tajada, modesta, y
que simpatiza con los perseguidos
Doc sostiene un enfrentamiento con el maleante, aunque un tipo tan malo merecía morir de modo más doloroso, o destacado. Lo importante, en todo caso, es destacar qué cambio sufrió la mentalidad moral norteamericana, conmocionada por el magnicidio de JFK, el acoso al KKK, Vietnam, proceso ocurrido en un plazo de tiempo relativamente corto. Llegó un cínico desencanto generacional dDocescrito en su cine. Mientras la novela procura aleccionar, la película glorifica al villano. Le brinda aureola de héroe, y a la autoridad, la del dragón que obstaculiza su meta. Al revés del libro.

Peculiar la metamorfosis, y más en una Sociedad que parecía inmutable en unos principios tenidos por sagrados.

viernes, 8 de noviembre de 2019

LA HUIDA (NOVELA) — CRIMEN NO PAGA

Portada (una de tantas). Imagino que
eligieron a esta pareja porque así el
que vio la película sabía de dónde salía

Consideran a JIM THOMPSON uno de los pilares del noir, quizás hasta el hard boiled. Personalmente, creo está sobrevalorado. Supo estar allí en el momento indicado. Se forjó por tanto una reputación que no sé si aún dura. Es como los escritores de ciencia ficción de Décadas 30 ó 40. Estaban allí, levantaron algo, su mérito consiste en ser pioneros. Mas parte de su producción es defectuosa porque, o no tenían tanto TANTO talento como sus fans les asignan, o la simple ola de los tiempos ha enmohecido su obra.

Quedan como una curiosidad de unos tiempos color sepia al contraste con la actualidad. No sé cuánto conviene leerlos por mor de su reputación de clásicos. Conocerlos, sin duda. ¿Mostrar esa veneración que muchos sienten por ellos? Parece más discutible.

A Thompson (y otros; DONALD WETSLAKE parece resistir mucho mejor) le sucede esto. Escribió en un momento particular sobre sujetos específicos y luego la actualidad los ha deslustrado. Un ejemplo está en la más afortunada versión de cine, rodada por SAM PECKINPAH con libreto de WALTER HILL. Vieron las posibilidades de una sugerente idea que Thompson desdeñó, o ignoró, o se ciñó, más estimo, a directrices editoriales del momento de publicación. No le dejaron desmelenarse… si sabía.

JIM THOMSON sonriente; supongo que feliz por los
logros acumulados durante su prolongada y
reputada/respetable carrera
Hubo un tío en Hollywood, HAYS, quien determinaba el buen gusto y censura de las películas. Esto en sus albores, vaya. Entre otras lindezas, las mujeres no podían mostrar un aire masculino, o excesivo, de agresividad (impedirlas portar armas, por ejemplo), y lo más devastador: ¡exponer el ombligo! (Al parecer, era el fetiche sexual del menda.) Pienso que ese rigor, en muchos extremos absurdo, aplanó a Thompson en esta novela. Me explico.

Westlake, en el prólogo de A QUEMARROPA (el título más conocido de THE HUNTER), cuenta que el protagonista de la novela, PARKER, debía morir porque lo demandaban los cánones de entonces. Quien la hace, la paga. No podemos tener malas influencias envalentonando a elementos de la Sociedad que, por otra parte, no precisan de influencias externas. Se bastan solos. La editora sin embargo, intuyendo potencial en Parker, animó a Westlake a que le dejara vivir. Obedeció, y ahí está: un icono del noir.

El protagonista de La huida, CARTER “DOC” MCCOY, es un afable cincuentón cuyo Reverso Tenebroso es ser un despiadado criminal, como evidencian sus actos durante la huida hasta el santuario mejicano para delincuentes de El Rey. CAROL, su más joven esposa, tampoco tiene desperdicio. Se alían a un psicópata de nula autoestima, RUDY TORRENTO, que aún es más peligroso por mor de su avanzado desequilibrio mental. Dan un golpe, todo se complica, es una auténtica pesadilla alcanzar El Rey.

Cubierta edición foránea. Una de tantas
que existen. ¿Libro célebre
per se, o por
su versión cinematográfica?
Thompson se empeña en escribir dos cosas: la primera que el crimen no paga. Cierto que Doc y Carol consiguen evadirse, empero su fuga está tan plagada de problemas, contrariedades y peligros que mejor quedarse en casa, en un empleo modesto aunque suficientemente pagado, que escabullirse acosados a Méjico con los bolsillos repletos de dólares y encontrar asilo en un sitio donde todo es cada vez más Más MÁS caro. Y lo peor: no puedes abandonar el lugar. Quedarte sin pasta equivale a ser un paria, y de condición indeseable. De nuevo el Crimen No Paga, muchacho. ¿Quieres verte así? Piénsalo mejor.

La otra cosa es que casi todo sucede por intervención de la Divina Providencia. Un Deux Ex Machina que, de pronto, hace que Rudy dé con la ubicación del matrimonio, aunque ni tenía posibilidad mínima-nimia de hallarlos. Su muerte resulta absurda. De pura chamba. ¿Hace falta un taxi? Aparece apenas lo piensan. Incongruentes detalles así.

A esto, sumemos que el estilo literario de Thompson tampoco es colorista. No es un audaz JAMES ELLROY. Sin embargo, convenía leer esta novela. Para ver si justificaba su fama.

martes, 5 de noviembre de 2019

REMEMBER, REMEMBER… V DE NOVIEMBRE — V DE VENDETTA ES FICCIÓN, REMEMBER, REMEMBER…


Una de tantas portadas de una ficción que
ha devorado al acontecimiento histórico
que anima al protagonista de esta
penumbrosa distopía
....que hay quien cree que esa es una forma factible de gobierno.

El fallido intento del mercenario GUY FAWKES de explosionar el Parlamento inglés, con sus ocupantes  dentro (España le pagaba —dinero bien invertido, de haber tenido éxito—), se inmortaliza como una celebración más/menos contra el Sistema. (Lo chungo del Sistema es que le NECESITAMOS, porque, policía o bancos aparte, el Sistema es también escuelas y hospitales. Seguridad Social.)

Estamos en una sangrienta época electoral (conste para la posteridad, del clima por tanto que anima esta entrada) donde todo está disparatado y disparan en todas direcciones sin mirar víctimas colaterales. Es el trágico resultado de los Tres Grandes Cánceres que asolan al país: el republicanismo, los nazionalismos y los populismos (todos los “ismos” letales). (Creo que dos de esos tumores son simbióticos; otros carcinomas a citar serían la corrupción y el hipócrita cinismo de los políticos.) Imposible extirparlos, impiden el auténtico y necesario progreso que la nación necesita.

Y aunque no lo parezca, caveat lector, esto está relacionado con la fecha y V de Vendetta. Méritos artísticos aparte (en su conjunto), tiene una única virtud política que NUNCA sus acólitos le reconocen: desconfía de los líderes. Fue la principal lección que saqué de su lectura, temporibus illis (cuando aquí nadie sabía quién era ALAN MOORE).

Algunos sugieren que su estructura política puede aplicarse a la vida real. Funcionaría como Estado. ¡Absurdo! Estos apóstoles de V (el de Vendetta) desprecian la tendencia humana a la envidia, la corrupción, la inmoralidad. Piensan que, echando al Rey, poniendo una acracia plena a pleno rendimiento, convertirán esto en Jauja al día siguiente, pues todos los ciudadanos se comportarán formalmente, respetando el espíritu de igualdad-solidaridad-fraternidad-legalidad del Nuevo Orden.

Los Dinamiteros de Sociedades deben
recordar que luego toca reconstruir. Y a
ver qué levantan con los escombros. No
sea que lo malo conocido sea peor que
lo bueno por prometer...
No funcionó en Francia, cuna de todo esto. ROBESPIERRE modeló el futuro KGB. NAPOLEÓN ambicionó un Imperio Europeo librando costosas guerras. ¿Y la igualdad-fraternidad-solidaridad-legalidad; dónde quedaron?

Nuestros procelosos días lo son más por mor de las bestias inhumanas de los populismos de izquierdas. Buscando la desintegración de la Unidad de España y la destrucción salvaje de sus principios constitucionales, todo les vale. Todo “inspirado”, más/menos, por la máscara-que-sonríe y su viciado predicamento. (¿A cuántos manifestantes has visto llevándola? ¿Saben siquiera de qué va-de dónde sale? Estos son nuestros tiempos.)

Hablan de ayudar al necesitado populux, cuando el populux necesitado les importa una mierda. Su angustia es su pretexto para apoderarse del Poder y jamás soltarlo. (Pensad en STALIN & Cía.) Una vez tengan las riendas, su Policía del Pensamiento nos pondría a palos en marcha, con gulags u otras medidas de represión extras. En sus labios, las palabras “democracia” o “libertad” son inmundas, están cargadas de veneno mortal.

Sólo recordad de V de Vendetta, que seguro inspira a más de una de estas alimañas, una cosa: RECELAD DE LOS LÍDERES.

viernes, 1 de noviembre de 2019

INTO THE BADLANDS – 3ª TEMP. (FINAL) — INTO THE DRAGON BALL

Promocional de la saga. Muy a lo
RONIN de FRANK MILLER, por
cierto, ¿verdad?, ¿eh?

Como predijera, conforme la serie avanzara, introdujera nuevos personajes, debiera crearles pasado que contuviera aun consistencia mínima-nimia, el espectáculo exigiría a su vez ir in crescendo, para sostener la enorme tensión que iba acumulando un episodio tras otro Tras Otro TRAS OTRO y, de paso, aclarar, o peor, inventarse, misterios que rodeasen/atormentasen a los participantes de este neofeudal futurismo distópico.

Con un poco de suerte, y más habilidad por parte del equipo de guionistas y actores, así como directores o avezados productores (no de los tocapelotas que van haciendo cretinas “mejoras” que empuercan el trabajo hasta hacerlo irreconocible), tales cambios pueden encajar. Hacer que todo, con algún chirrido más/menos leve, siga su curso de óptimo modo. Eso ha sucedido con la tercera temporada, salvo que… han ido exagerando cada vez más, exponiendo al peligro de lo incongruente lo previamente rodado.

Algo que exigía Into the Badlands era indulgencia con las acrobacias chinas estilo TIGRE Y DRAGÓN de todas sus peleas. (Esta vez, más.) Los personajes despedían solidez, sugerentes la mayoría, y el escenario, cuando menos, era provocador. Cautivador, incluso. Desconcertaba el refinamiento de alta costura del vestuario y el que, siendo un futuro postapoqueclipse, no hubiese más roña, chatarra, miseria, visceralidad, en ciertos planteamientos. Léase: extrañabas a WEZ, a HUMUNGUS, a AUNTI ENTITY. Ese alocado/desesperado mundo madmaxiano, la lucha frenética por la gasolina que LA VIUDA refinaba en sus territorios.

LA VIUDA, mortífera combatiente. Su personaje debería
tener todo el poder de Badlands. Es metáfora sobre los
engaños comu-populistas que disfrazan un hambre 

total de gobierno absolutista
[Que debía ser el leit motiv de la saga: asediarla, atacarla, seducirla, aliarse contra o con ella, para tener el control de las bombas, el petróleo, la gasolina, todo ese complejo (Humungus dixit). Estaban emperrados empero con las amapolas y la heroína que producía. Bueno. Un fallo ya antes comentado.]

Luego estaba la extraña ciudad del Mañana-Mañana, Azra. Sugería ser el Avalon en la cual el Mundo del Pasado-Pasado perduraba. Más a trancas y barracas que en pleno rendimiento de fortaleza moderana. Pero funcionaba. Para surtirles de Ciencia del Ayer.

Azra ha resultado un espejismo digno del Sydney del final de MAD MAX BEYOND THUNDERDOME. Más: una peligrosa tribu de fanáticos quasireligiosos, guiados por el mesiánico PILGRIM, considera que Badlands es Azra, Tierra de Promisión. Todo repunta en interés. Los personajes van mostrando más facetas de su carácter. La Viuda, que semeja crítica del populista, sigue “seduciendo” con un mundo comunista de iguales cuando cuanto ansía es el poder, total. Dos principales héroes emprenden un peligroso peregrinaje por los límites amurallados de Badlands, evocando recuerdos que les estragan y hallando enemigos que tienen cada vez más Más MÁS poder.

PILGRIM y su sumo sacerdotisa, como THULSA DOOM.
Otra metáfora de los absolutismos a través de la religión y
la manipulación de las creencias y la necesidad del populux
¡Esto parece la búsqueda de la Fuerza Infinita de SON GOKUH y VEGETA! Ser los guerreros definitivos capaces de derrotar, en plan LOS SIETE SAMURAIS MAGNÍFICOS SIETE, cualquier ejército que se les oponga, indiferentes al número, capacidad, armas. Masacres mil. Vicisitudes a cientos. Amigos que se truecan los peores enemigos, un par.

Dos personajes recuperan su nebuloso superpoder. Uno de ellos, el protagonista. Cosa que, sin embargo, podías sospechar desde el primer episodio. Y lo hace no obstante en un momento tan tardío como crítico: al morir. SUNNY se convierte, por obra y gracia de los guionistas, en el Espadachín que Fue y Será, un ARTURO que resucitará para salvar a Badlands (y su hijo) de los nuevos peligros que jamás veremos, por desgracia, debido a la cancelación de la serie.

Nuestros héroes, el arrepentido y el pícaro. A SUNNY le ha
caído una paternal carga que ahonda sus remordimientos
por una vida asesina que le sigue acosando sin tregua
Auténtica pena. Pues nos han dejado con el fuerte prurito de querer saber qué venía ahora. Más exageraciones, supongo. Aun así, la recapitulación de Into the Badlands es muy positiva. Pocas aventuras de su laya tienen este estupendo acabado. No han metido sensiblerías o cursis historias moñas. Han sido fielmente estrictos con su espíritu fundacional. ¡Bien!