domingo, 2 de julio de 2017

BARB WIRE — LA DISTOPÍA Y LA FURIOSA

Afiche. Pese a mis especulaciones sobre lo
triste que debe ser la consideren sólo una
mujer objeto, PAMELA ANDERSON sabe
explotar ese recurso. Parece no importarla
Poquísimo bueno a señalar de este producto de lucimiento de PAMELA ANDERSON (LEE). Tampoco en esto la película puede destacar. Los momentos fetish alegran tu día (especialmente si te va el rollo), pero como este tipo de ejercicios se valoran de forma global, el incentivo del prieto cuero cincelando la silueta de la Anderson no basta.

Barb Wire se encuadra en una tanda de cintas de principios de Década 90 cuya factura oscila entre la purria y lo deleznable. Ni son de culto, que ya es grave. TANK GIRL es otro desgraciado experimento (acaso más fallido) que comparte la baja factura de Barb Wire, cuyos realizadores ni se partieron lo mínimo-nimio el tarro en darle empaque.

Veamos (debió ser el planteamiento): tenemos a la tía buena de Canadá que viene bronceada de menearlas en la playa; una historia distópica de Norteamérica balcanizada y nazis a lo estadounidense (¡vaya originalidad!), clima de ¡anarquía! en calles de lo que sería el pre SOGUETTO, un dibujo de tribalpunk basado en repetidos clichés estériles. Empero… ¡esto debe venderse! Que la crítica es feroz. Ah, bueno, ¿qué tal si lo hacemos estilo CASABLANCA? ¡Tribalpunk con la tía buena canadiense!

Casablanca… ¿eh? Hum. Vende. Hay mucho pirado de esa película todavía. ¡Un clásico! Vale vale vale. ¡Cuela! Adelante.

Producen una mierda llena de tiroteos díscolos y uniformes SS con estereotipos de villanos irrisorios inútiles incluso en las viñetas donde esta bizarra bombshell vio la luz. Cierto: el papel lo soporta todo. Hasta situaciones como las filmadas puede tolerarlas. Aunque, cuando se transfieren a flesh and blood, interpretándolas, las proezas priápicas imposibles se hacen absurdas… el invento se desploma. Entero.

Neonazis de pacotilla indiferentes a las espléndidas virtudes
que la aguerrida BARB WIRE manifiesta 
Como los atributos de la Anderson fajada en látex dejaron de fascinarme a los pocos minutos del metraje, empecé a pensar en esta señora. Había que terminar la peli. Me concentré en eso: imaginar qué pensaba Pamela Anderson cuando estaba haciendo este manido aburrimiento. Se lo propusieron.

Porque: venden la película por la presencia de su esculturalidad curvilínea. Nada más. Ni drama, trama, SFX. Otros detalles anejos. Y si la juzgamos por la expresión: se atisba poca materia gris tras los sensuales labios. Imaginemos, sin embargo, que hay verdadera sustancia intelectual ahí dentro. Una licenciatura universitaria, lograda con esfuerzo. ¿A esto me veo reducida: a bibelot de babosos?

Pues a estos tribalpunk también les deja fríos. (Anda, que si
llegan a ser los HERMANOS FORSON...)
Miren ustedes, señores guionistas, señor director: la película es basura. La trama está clonada de un clásico, los diálogos son para matar a pellizcos al escritor, las situaciones desdramatizadas, pueriles. Hay materia para dar empaque a la propuesta. Uno en que mi lucimiento físico realce mi lucimiento actoral también. ¡Que tengo lleno el cacumen!

Ajá. Sí. Vale. Entendemos. Haz lo que te decimos. Cobras por fachada. No por ingenio. ¿Quién te has creído? ¿VIVIAN LEIGH? Andando, a bambolear el cuero, digo, el culo.

¡Cuidadito conmigo, tía, que seré padre de un ejército de
clones que conquistará una galaxia!, dice el de la izquierda.
(Parece igual de desafortunado lo de que Barb Wire se rebote
porque la llamen "muñeca")

Sería profundamente frustrante esta situación, ¿verdad? Ignoro si el caso se dio. Si, de verdad, Pamela Anderson es lo que ves y tiene el coeficiente justo para ir tirando. Mas no dejo de considerarlo: Pretendo demostrar que soy más. Sin embargo, ¡me confinan a un estereotipo (que me labré pensado trampolín de mis demás facultades) que perpetúan en una película que, años más tarde, aun me producirá sonrojo reconocer haber hecho!

El elenco (y el técnico) de este filme ¿debe andar por esas consideraciones? Pero la pa$ta es la pa$ta, y sin duda en su momento, esto, pensó la Anderson, me retornaría al futuro. Proporcionará filmes de mayor entidad. Categoría. Que: jamás han llegado. En fin: ¡triste es la sabiduría que nada reporta al sabio, Pamela! Y Barb Wire sólo te consiguió esto: un destello de gloria que el tiempo apaga e imputa defectos. Lástima.