viernes, 26 de febrero de 2021

EL CID — DE LA HISTORIA A LA LEYENDA

 

Afiche clásico. Norteamérica hace
caja con todo. Incluso con su hambre
de paladines históricos extranjeros.
Tanto querrían tenerlos...

Debemos agradecer a esta producción de SAMUEL BRONSTON que pusiera a España, ergo, nosotros, en un mejor papel, mucho más digno, del que anglos, gabachos o tudescos nos otorgan. La nación tenebrosa, rapaz, arisca, cruel, católica, imperialista. Toda su Leyenda Negra fomenta desprecio, mientras glorifica a los piratas ingleses que sin cuento nos saqueaban. Para eso, servimos los españoles, y más cosas malas (nazionalistas dixit).

Empero CHARLTON HESTON encarnó a uno de nuestros grandes héroes, otorgándole espuelas de paladín digno de pertenecer al Camelot del REY ARTURO. Interpretó a RODRIGO DÍAZ DE VIVAR en esta extensa cinta de ANTHONY MANN que, en verdad, pinta más una idealizada visión caballeresca del personaje que de lo que, en virtud a sus tiempos y ambiciones personales, fue, o pudo ser. Valoremos estas últimas palabras:

Vivir ahora en esta mediocre actualidad femini-orwelliana me fuerza a desviarme hacia escabrosos páramos del análisis puro de la película, los escenarios, actuaciones, castillos, anacronismos. Esta actualidad exige juzgar con sus estándares sociomorales a estas figuras históricas. Lo cual es brodignaniana memez y perjuicio para un riguroso estudio, aun divulgación, de la Historia. Como aficionado a la Historia (de la Historieta, y la otra), sé que parte de la mala fama atribuida a VLAD TÉPÈS surge de los mercaderes alemanes por las tasas que les imponía; que JUAN SIN TIERRA, rey, también tiene exagerada su (fundamentada) pérfida reputación debido a los monjes ingleses que puteó.

Un romance marcado por una sonada
tragedia. Hay elementos biográficos
de EL CID que parecen dignos de
novela de caballería, en serio

Por tanto, ¿por qué el Cid no iba a sufrir también la desacralización de nuestras Izquierdas Radicales, como pronto martirizarán a BLAS DE LEZO? El Cid, más que un símbolo de su ODIADO franquismo, representa la unidad de España, su lengua y territorio, lo cual, para su empeño de devastadora fractura a la que someten a España, donde el español, o castellano, es perseguido como un desperado, es intolerable.

La robusta figura de el Cid, tal encarnó Heston, supone grave perjuicio para esta fanática tropa sanguinaria. Una unida nación consciente de su Historia, basada en el ejemplo que el Cid sugiriera, lesiona a esta Izquierda fascista, porque, ante todo, desmonta todos sus bulos e impide convertir a sus dirigentes en los reyezuelos de Taifas que aspiran a ser, negando su falso cosmopolitismo. Y, entre lo más obsceno de estos individuos, está que según critican a España, ¡aclaman! la ambición de los nazionalismos excluyentes de ser Una-Grande-Libre, meta basada en una bastarda tergiversación de la Historia impropia del progreso social que pregonan. Aprueban sus tics “identitarios”, ¡según los prohíben en su denostada España!

El tiempo de el Cid contenía moros. Ora era mercenario castellano, o musulmán. Quieren no obstante verlo como un racista. Carajotada comunista más grande no puede haber (error: las hay). ¿No combatía con y para ellos; nos los gobernaba? En todo caso, ¡el Cid (como la película muestra) estaba por la integración, la convivencia y la tolerancia! 

El signo de esos tiempos: mezclas de cristianos y
moros por una serie de objetivos comunes. Si eso
no es integración, no sé qué puñetas lo es. Cómo
orea su grargantuesca ignorancia la progresía...

Ocurre que… para estos radicales… el único español bueno es el que se sienta un mierda, y el Cid genera ejemplo de dignidad inadmisible para ellos. No es ‘progresista’ tener una noción de España unida. Que ingleses y franceses en Norteamérica o Canadá hiciesen tropelías con sus indios, ¡no lo censuran! Somos nosotros los “genocidas” (debiendo penar por eso siempre), calificados así por una patulea de subvencionada basura intelectual y politicastros republicanorracistas nazionalistas codiciosos, mas todos muy “progres” y, por tanto, exceptuados de todo reproche.

No obstante, aún podemos detenerlos. Pensemos qué nocivos son estos “proletarios” con chalets en zonas pudientes. Son malignos, sobre todo, por haber instaurado una ideología fascista en base al primitivo concepto Sith de que, si no me votas, eres mi enemigo. A eliminar. Ni el Cid era tan extremista. Y, sin embargo, ya ven… así estamos.

viernes, 19 de febrero de 2021

EL CAPITÁN ALATRISTE — CUANDO EN ESPAÑA NO SE PONÍA EL SOL

 

Cornudo eres, Fulano, hasta los codos,

y puedes rastrillar con las dos sienes;

tan largos cuernos y tan tendidos tienes,

que si no los enfaldas, harás lodos.

 

Capa y espada española con un
deseo aleccionador o instructivo;
emplea el recurso del "continuará".
Ficción histórica que incluye a
 grandes personajes reales 

FRANCISCO DE QUEVEDO, mediante ese poema, orienta sobre la cotidianeidad durante el siglo XVII. En 2021 seguimos igual. Empero ahora usamos computadoras para demostrar que estamos encallados donde empezamos, quizás aun antes de iniciar la “genocida” Reconquista. (Manda wevos la gachona.)

ARTURO PÉREZ-REVERTE, según el (algo tendenciosillo) prólogo de JOSÉ PERONA, al crear esta saga literaria pretendía ilustrar a un alumnado idiotizado por “la progresía” sobre el día-a-día del Siglo de Oro Español, tras descubrir qué pobrísimo (y sectario) contenido ofrecía de la Historia de España un libro de texto de su hija CARLOTA. A ese laudable afán didáctico le sumó sutil crítica política, obligado por la fuerza de los sórdidos sucesos de estos años.

Presenta diversos personajes ficticios que entroncan con renombrados reales de ese tiempo (FELIPE IV, CARLOS I de Inglaterra, el CONDE DE OLIVARES, VELÁZQUEZ…), anublados por la influencia despótica inquisitorial. Años de gloria, de apoyo a las artes, de guerras en Europa, que agotaron nuestro crédito, tanto económico como diplomático. La narración, en primera persona, la efectúa un adolescente que queda, por promesa a un moribundo, a cargo del sicario DIEGO Alatriste, traumatizado por sus recuerdos bélicos, destinado a vivir capital aventura de grave riesgo.

[Es importante, estos días del tiránico pensamiento políticafeministamente correcto, destacar este dato. Fascinado biógrafo, el chaval traza la semblanza admirativa, legendaria, del veterano soldado trotamundos. Espera imitarle. Hoy día, con la figura del ídolo masculino tan cuestionada como amenazada de extinción (sustituido por una guerrera disneyana sometida a los colectivos LVDORA+), que se pergeñen historias en las que un varón sirva de paradigma, por su ética o valores, a impresionables jóvenes, empieza a ser auténtica rara avis.]

El (co)autor, ARTURO PÉREZ-
REVERTE, periodista, me han
comentado, con talento para
meter "el dedo en la llaga". Pues
estos últimos días deben estar
dándole material para explayarse
a gusto con según
quiénes

Conjunto al relato didáctico-aventurero de este atormentado (anti)héroe, está la taimada reflexión política a la que aduje, impostada con intención acusatoria, tanto a unos por su dejadez como a otros por la artera manipulación-distorsión que hacen de la Historia.

Debido a esa perversión, y pese a haberlo estudiado, ahora leo sorprendido que, una vez, el Imperio Español la Tierra toda abarcaba. Era tan influyente como temido y respetado (y ODIADO). ¿Puede el lector coetáneo, educado en la aviesa/deliberada quiebra de nuestra patria, sus valores y principios, el acoso a nuestra lengua común, imaginarlo? ¿Que nos temiera la Europa que hoy por doquier nos acompleja y desprecia? ¿Que la Italia pontificia necesitase nuestro V.B. para regirse? Caray, que según leí en Wikipedia, ¡Australia debe su nombre a un navegante español, no inglés u holandés, “lo usual”!

Éramos LA superpotencia. Para lo bueno, como lo malo. Y algo que he notado, de los historiadores más/menos reputados que he consultado, es que acentúan más los defectos que las virtudes. Caen en el cainismo deplorado como EL defecto patrio. Incluso parecen negar los fallos y vergüenzas de los países vecinos, nada ejemplares a su vez. Todos tienen qué callar. Mirad Estados Unidos, que ahora persigue a COLÓN y a nuestros pobladores por “masacrar” indígenas. ¡Cómo olvidan las matanzas a sus indios! Con filmar BAILANDO CON LOBOS, ¿todo queda superado?

Adaptación cinematográfica que no
he visto; empero corría la voz de que
no era mala aunque tampoco 
entusiasmaba. Ya diremos

Nuestras divisorias huestes radicales de Izquierdas siempre han pugnado por acomplejar al español. Sórdida empresa a la que ha contribuido (sigue haciéndolo) un sector de la Derecha, confiando “congraciarse” así con una Izquierda que la desprecia e insulta sin tapujos, hundiéndola ante el (ignorante) electorado. Por su culpa, debemos maldecir los sufridos esfuerzos de los mal pagados Tercios de Flandes (ese nuestro Vietnam). Haber circunnavegado el planeta. Creado naciones hispanoamericanas o completado los mapas entonces en blanco. Civilizar el páramo. Para esta carroña, no son motivos de orgullo, sino de abominación.

España, en este su Siglo de Plomo, vive un delirante proceso de orwellización que hubiera escandalizado a todos los Alatriste. No ya a Quevedo. Por mor de esa izquiedoreescritura, secundada por la pasivoderecha, veremos cumplido el que los pueblos que olvidan su Historia, están condenados a repetirla. Y no sus éxitos; sino sus miserias.

viernes, 12 de febrero de 2021

REY ARTURO — LA LEYENDA DE EXCALIBUR — ¿QUÉ ESTOY VIENDO?

 

Un rey demasiado "moderno" y
truhanesco, éste, para un mito
tan antiguo, que parece un dogma.
A lo mejor es el tipo-rey al gusto
de la descerebrada progresía de
hoy, y por eso, fracasa

JOHN BOORMAN, con cuatro perras bien empleadas, más una hábil adición visual barroca al texto medieval de SIR THOMAS MALORY y escogidas oberturas de RICHARD WARNER, junto a una deliberada pizca de mitología celta y magia, rueda una obra maestra de este inmortal mito (con variante espacial). GUY RITCHIE, repleto de millones, ha empotrado tantas referencias cruzadas en su “visión iconoclasta”, junto a una mareante sucesión de flashbacks y contraflashbacks o personajes que sólo desorientan, en un arrogante intento de salirse de la tangente para procurar presentarse como innovador de la historia “que fue y será”, reconstruyendo la vida de Arturo PENDRAGÓN desde un punto de vista más centrado en sus cintas policíacas que en la perpetua tradición justiciera del rey y sus CABALLEROS DE LA TABLA REDONDA, que hunde todo en el desastre, por espectacular, en lo visual, que lo presente.

¿Qué estoy viendo?, me preguntaba. ¿DRAGONES Y MAZMORRAS? ¿SNACHT? ¿EL SEÑOR DE LOS ANILLOS? ¿THOR, EL MUNDO OSCURO? ¿ROBIN HOOD, versión de RUSSELL CROWE? ¿FURIA DE TITANES? ¿Qué? Faltaba el SHERIFF de Nottingham, porque, a modo, ¡JUDE LAW ya hacía de JUAN SIN TIERRA!

Y es imperdonable ausenten a MERLIN y MORGANA en una historia artúrica (decente).

La secreta aportación de PETER JACKSON al
filme. Había que meter elementos mágicos, ya,
pero ¿tan aparatosos?

El mito artúrico es esperanza medieval por moderar a prepotentes nobles y despiadados reyes, pedirles sean más corteses, benévolos, con un populux ignorante, explotado, preso de supersticiones y diversos males, siendo uno la propia nobleza (otro, la Iglesia). Los autores de las rapsodas sin embargo nunca eludieron incluir un Reverso Tenebroso en este empeño a imitar de gentileza y pureza, cuan resignada aceptación de la imperfección del Hombre, por mucho que trabaje por ser mejor, aspirar a más. Recordemos:

Arturo es hijo del espasmo de lujuria de UTHER Pendragón con YGRAINE, esposa del DUQUE DE CORNUALLES. O sea, un bastardo. MORDRED también es ilegítimo (de Arturo). LANCELOT y GINEBRA ponen cuernos a Arturo. Socavan la Corte de Camelot diversas conspiraciones que afloran en distintos momentos. El fin de lo que, pese a todo, es gloriosa era de prosperidad y justicia, es inevitable, como constatación del sic transit gloria mundi est. Poética suerte de ley de la termodinámica: todo se pudre. Todo se va al carajo, por mucho tesón que pongamos por impedirlo.

JUDE "CAPTAIN SKY-DR. WATSON" LAW
se apunta a hacer de malo, como indica su
barroco vestuario de aguileña hombrera

Todo eso desdeña Rictchie, quien, subido al guindo del genio, hace del venerado Uther la roca donde encalla Excalibur (¿de veras es Excalibur? ¡Si parecía Mjolnir!) y a su legítimo sucesor, el rubio infante Arturo (cómo extrañé a NIGEL TERRY), un proxeneta o, al menos, ladrón/traficante buscavidas-portero de burdel. Sujeto curtido en la lucha por un asiático (!) en una Lundinium cuya mezcla de elementos arquitectónicos romanos con autóctonos construyen una urbe medieval provista de los sórdidos bajos fondos por donde brujuleaba JACK EL DESTRIPADOR.

Es más película de gansters que deseo por recuperar, con aires de “actualidad” (el habitual y compulsivo montaje de Ritchie, que tan bien va en sus filmes de maleantes, donde sí innova su puesta en escena, perjudica aquí) el viejo mito celta cristianizado. Las escenas en que Arturo, remiso a empuñar Excalibur, cortante espada de reyes en el correr de los siglos, a asumir su regio destino (bien pudo eludirlo exiliándose de Inglaterra; mas, no. 

Pues esto parece la alegre banda de Sherwood,
más que Caballeros de la Tabla Redonda, la verdad.
Aunque un punto, admitir a un caballero negro
(SIR SAGRAMOR, si mal no recuerdo)

Al final confiesa que se hace guarda de prostíbulo para ganar músculos y derrocar a su medio hechicero tío, VORTIGER, y salvar así la isla-nación de vikingos u otras atrocidades que asomen las astas por el horizonte), desciende a las tierras sombrías, no queda claro si es un flipe narcótico suyo o, de verdad, viaja a umbríos pagos. Me desconciertan asimismo las figuras femeninas, cuyo protagonismo es tan peculiar como casi mínimo-nimio; damas puestas de pegote. Porque debían salir tías; algo así parece.

En todo sentido: despropósito que se ha saldado con un merecido fracaso, pienso.

viernes, 5 de febrero de 2021

EL GUERRERO DEL OCASO II – LAS PROFUNDIDADES DE LA NOCHE — EL HUECO HÉROE SIN AGORAFOBIA

 

Portada. Hay un momento en
que sospechas que la única
razón para que exista este
libro (o su saga) es para que
el autor demuestre su talento
para describir pormenores 
cosméticos. El resto, lo que
debe importar, la historia,
la hace intrascendental

El autor, ERIC V. LUSTBADER, pudo consagrarse a la literatura de forma profesional merced al éxito del primer El Guerrero del Ocaso. Careciendo de ella, debo hacer ciertas especulaciones sobre lo no leído, apenas sintetizado en párrafos de la secuela, confiando ir acertando al realizarlas. Puedo empero hablar con propiedad de esta Parte II.

Es novela sólida desde el (artificial) aspecto de que Lustbader dedica enorme cantidad de espacio (ergo: tiempo) a realizar profusas/prolijas descripciones del entorno, el clima, el vestuario, poniendo tónico acento en las gamas cromáticas de las nubes, los árboles, el atuendo o las estancias que su vacío héroe de cartón piedra, RONIN, bravo espadachín- guerrero sin par del vasto complejo subterráneo de el Feudo, visita, contempla, viste.

Lo demás es insípida narración intrascendental. No aburre, mas deja indiferente. Sugiere un proscenio inspirado por LA NAVE DE LOS HIELOS, luego por LA TORRE OSCURA y después de más MICHAEL MOORCOCK. Novela de corte fantástico-asiático, arranca en un gélido escenario que, sin embargo, pronto evidencia las carencias de Lustbader para realizar el paisaje interior de los personajes que pueblan su obra.

Moorcock puso de moda al “(anti)héroe con remordimientos” allá por Década 60. No quería héroes (de sword against sorcery) estilo CONAN, primarios, instintivos, sin más pensamiento que cubrir sus necesidades a mandobles. Quería más. Hurgar en la materia negra del alma del gladiador de turno, describirlo con más facetas personales, aun contradictorias. Así nace ELRIC, tullido que semeja analogía del yonqui, quien para gobernar, hasta su misma carne, depende de drogas y pócimas, al menos hasta que ‘adquiere’ Stormbringer. La fuerza vital ajena entonces fortalece sus enfermos músculos.

ERIC V. LUSTBADER en una
de esas poses de hacerse el
profundo e interesante

Entra entonces en juego el dilema de Elric: para vivir, ¡debo matar, incluso a mis amigos! Esto le proporciona suficientes atriciones como para acabar enloqueciéndolo. Le genera sombras. Planos. Refutaciones que debe bandear como mejor pueda.

Ronin, no. Toda su vida es un Deux Ex Machina. Estando previsto lo que pase, triunfaré por tanto. No tiene diálogo interno. Amaga Lustbader con darle algunas aprensiones, que pronto disipa, sin dejarle mácula alguna en su conducta, o pensamientos. Sucede igual con sus cicatrices. Recibe heridas de cierta gravedad, cuyas secuelas apenas suponen una línea casual en alguna parte del relato. Describir el color del ocaso importa más.

Las primeras páginas sorprenden por la colorida/meticulosa descripción del hielo y las tempestades. La nave que hallan “milagrosamente” (ahí empieza lo chusco). Después, en la página cien, ves que Lustbarder no ha contado nada útil, salvo alguna pizca acá/allá con carga de suspense para justificar su paleta de tonos y parte meteorológico. El lector adquiere entonces enojosa impresión de monotonía que tienta a abandonar el libro.

Arranca aquí. No haré mención
a qué referencia abriga el nombre
del protagonista, por obvia. Sí
destacaré el que, criado en un
"mundo subterráneo", el exterior
no le produce claustrofobia...

Enerva que Ronin, nativo de un Mundo Subterráneo tipo 12 MONOS, cuya ley ordena ejecutar a quien pise la superficie (como él hace), la cual creen devastada por las guerras hechiceras, cuando al fin topa con “superficiales”, éstos no lo acosen a preguntas sobre cómo es el Feudo, en todo sentido, por su ubicación, qué pretende Ronin de la superficie. Por qué la visita. Todo queda al albur de darle una bolsa con cuatro perras y enviarlo a un burdel, donde se amiga de una tusona de lujo que, a modo, se introduce en su pintoresco destino, que consiste en evitar el Apoqueclipse Definitivo a lo Torre Oscura.

Para impedirlo, debe matar a un invulnerable alien escamoso, que debe realizar, junto a tres socios más, una invocación estilo LOS CAZAFANTASMAS. Ahí quedamos, a bordo del velero que le lleva a la isla mítica (otro “mágico” apaño “fortuito”) donde los enigmas serán resueltos. Queda señalar que Ronin, lo que es matar con eficacia, lo finge. Es guerrero bastante mediocre, pese a las alharacas de Lustbader.