viernes, 28 de abril de 2017

SIN PERDÓN — EL WESTERN DEFINITIVO

Nunca hubiera existido SIN PERDÓN si
SERGIO LEONE no hubiera reescrito el
western al modo spaguetti
CLINT EASTWOOD ha recibido suficientes encomios por este filme como para añadirle unos cuantos más que, en el fondo, no van a mejorar la excelente calidad del relato, un potente, lúcido, desmitificador/revisionista guión que llevaba años durmiendo en un cajón a la espera de director. Resalta todo lo auténtico que tenía el Salvaje Oeste, algo muy distinto de aquello que plasmaban diversas facetas de la ficción. BUFFALO BILL popularizó un tanto la imagen falsa/fantabulosa del Oeste en su espectáculo itinerante, donde WILD BILL HIKOCK precisamente no destacó por buen hacer.

En el Este, el Oeste era mezcla de ruindad, despiadados indios asesinos, riqueza y vastas graves planicies donde el audaz podía hacer fortuna, aunque la muerte también rondara. A un tiempo era boca al Huerco, y al otro, al paraíso material que todo emprendedor (con o sin escrúpulos) andaba buscando. Una mezcla de ilusión, magia, glamour y miedo recorría las calles de las populosas urbes situadas a levante.

Fue empero imponiéndose la irreal, la de cowboys siniestros de sombrero negro y los del blanco Stetson que defendían la ley a ultranza respetando suerte de Nuevo Manual de la Caballería Andante/Galante versión norteamericana. Las dime novels populares de la época ayudaban a incrementar esa sensación de aura dorada lejana en la pradera.

WILLIAM MUNNY llevaba años rehabilitándose; pero la
apremiante necesidad lo incitará  a hacer un "ultimo
trabajo" como el de los viejos tiempos
Esto lo refleja BOB EL INGLÉS, tirador-sicario seguido por un biógrafo, BEAUCHAMP, que reescribe sus hazañas procurando ampliar su gloria, enmarcada en los pequeños libros que redacta sobre él. Beauchamp dibuja inmensa semblanza quijotesca de Bob, hasta que la realidad aplasta a ambos la cara, representada por la ruda simpleza del sólido sheriff LITTLE BILL, gobernante férreo, menos veces amable, de Big Whiskey.

Little Bill encarna al Oeste, como WILLIAM MUNNY al desperado más feroz que circuló por aquellas desérticas tierras. Hubo hombres crueles, pero cuando los comparamos con otros, hasta contemporáneos, su maldad no es tampoco suceso de veras extraordinario. Otra vez la distancia amplia las leyendas urbanas, según va borrando, o procesando, encumbrando, desvirtuando, a figuras como las dos citadas.

Y, de golpe, la cruda realidad. El rostro de BOB EL INGLÉS
lo refleja con toda intensidad
Beauchamp, entusiasmado con las mentiras heroicas y difícilmente contrastables que Bob el Inglés fue surtiéndole, en su interés y para mayor aureola de su nombre, se topa con un Oeste no indómito, pero sí superviviente, con fascinantes reglamentos propios, y descubre que su biografiado ha estado adulterando muchas verdades. Little Bill sí es a quien conviene retratar, con justeza, porque no alardea; trata a diario con personajes peligrosos que primero disparan y luego preguntan, muestra una versión del carácter humano que desdeña las patrañas, curtida en el día-a-día con la dura violencia.

Poco épico/noble tenían renombres como los EARP. WYATT fue encumbrado por un Beauchamp que le tocó vivir. Pero era un proxeneta asesino a sangre fría que, junto a sus poco fiables hermanos, propiciaron los acontecimientos del mitificado OK Corral. No querían competencia en su “otra actividad”. Y se encargaron de no tenerla.

Nunca debieron colocar a su viejo camarada como trofeo;
todos morirán por eso. Otra acertada faceta del filme sobre
el Oeste: lo nada racista que era. Esa fue una noción que
el colono del Este introdujo en sus graves planicies
Little Bill es leal retrato de Wyatt Earp. Pero honesto. Carece, perdido en Big Whiskey, del Beauchamp que ¡aclame! hasta su más mínimo-nimio gesto al desenfundar. Hay que dudar, de llegar a tener su escriba, de que sus andanzas conmovieran sin embargo a la masa del populux, a quien habían cegado las candilejas del teatro donde Buffalo Bill recreaba al Legendario Oeste. El populux sólo ansía le distraigan. Ama la mentira ilusionante de la ficción sobre la prosaica relación de hechos, aunque sean sangrientos.

Eastwood no obstante filmó al Oeste en su desamable esencia con excelencia. No había vertiginosos pistoleros infalibles, sombreros blancos caballerescos. Sólo putas rajadas, asesinos avejentados de trémulo pulso, rudos policías, farsantes e ingenuos del Este que ven la luz en el Oeste.

domingo, 23 de abril de 2017

QUERIDO BILLY — …DEJA UN BONITO CADÁVER

La alegórica portada refleja la soledad
territorial donde se desarrolla la novela

y la que contienen sus protagonistas
Pocas veces encuentras una novela escrita con tal elegancia y habilidad. Percibes sus cualidades desde el primer párrafo. La pulcra elección de palabras engancha de forma irremediable. LARRY MCMURTRY, dramaturgo experimentado en la temática del Oeste, relata una “biografía” desmitificadora de BILLY EL NIÑO llena de reflexión, algo de humor y perdurables personajes perfectamente perfilados.

Querido Billy empieza como crónica salpicada de humor. Mas, conforme nos introducimos en su trama, se torna más oscura, bordeando lo siniestro. El narrador, un acomodado señor del Este, preso de una intensa fiebre por cuanto supone el indómito Oeste, que ‘vive’ a través de las ficciones de las  dime novels (la narrativa económica “de a duro” que aquí ‘acaparó’ MARCIAL LAFUENTE ESTEFANÍA), hasta el extremo de él mismo convertirse en un reputado prosista del género, termina yendo al Oeste, donde conoce a Billy antes de ser la tremebunda leyenda urbana que le imputan hoy día.

Retrata a un joven feo, menudo, desorientado. Acomete al mundo a punta de revólver porque considera es la forma correcta de tratar con él. El escritor intenta darle, en todo momento, pátina de piedad a este hosco muchacho propenso a la violencia so pretexto de su dura existencia, que careció de marcos educativos adecuados, buenas influencias que enmendasen sus pasos. En aquellas graves planicies de Nuevo Méjico cuanto tuvo fue el “haz antes de que te hagan” y la lección de que llegarás más lejos con un revólver empuñado que con una palabra amable. Con ligera incomodidad, acaba admitiendo que la maldad arraigó mejor en Billy pues ya de por sí estaba torcido al Reverso Tenebroso.

LARRY MCMURTRY, para que conste. (Este señor está ya
más mayor)
No obstante, Billy contaba con un patrón positivo: el cowboy JOE LOVELADY, hombre paciente, amable, honesto, viudo, cuyo asesinato arrancará sinceras lágrimas de consternación a nuestro Scriptor, el apasionado burgués del Este breado por las penurias de la silla de montar, los piojos y las incomodidades del indócil Oeste, lugar que le produce aun así tortuosa relación amor-ODIO. El noble ejemplo de Lovelady, por desgracia, no deja apenas huella en Billy, quien, a veces, le detesta o desprecia.

Nuestro Scriptor hace vigorosa imagen de otros personajes claves en la destrucción de Billy, la cual le convierte en glorioso mito de una época y territorios que tienen más de fantabuloso que de real. El Oeste auténtico era más fascinante que aquél que transmiten novelas o cine. Numerosas historias menudas componen un poderoso mosaico de situaciones que la ficción ha deformado hasta transformar a sujetos de sombrío historial en virtuosos colosos homéricos por mor del ansia norteamericana de competir con, y luego querer anular, la mitología universal del Viejo Continente.

Otra "del Oeste" y galardonada con
excelencia. El palmarés de McMurtry
incluye no obstante ficciones más
actuales y temáticas distintas
Pero la mayor virtud de esta novela reside en su estilo. Elegante, en efecto. Esmerado. Cuidado. Selecto vocabulario. Produce afable efecto quasibalsámico zambullirse en sus páginas, por las cuales te deslizas como acariciado. Aprecias con qué habilidad va transformando McMurtry su divertido comienzo en algo más desamable, emponzoñado por la aportación de algunos concurrentes al relato.

Rompe al fin con el mito que nos ha quedado del arisco Billy el Niño (ninguna mención al amorío que sostuvo con el ranchero JOHN TUNSTALL, reemplazado aquí por la sádica LADY CECILY) revelando el nombre del verdadero ejecutor de Billy. La bala que le mató no partió del revólver siempre citado, sino de otro aún más diestro que se han empeñado, los historiadores serios, en ocultar. Por cuestión de romance y sexo.

Hay amores que matan. Y desamores que rematan mejor, como Billy comprobó. Su muerte consigue dejar esa amarga semblanza en el paladar de nuestro narrador, similar a la que produce terminar esta agradable novela “del Oeste”.

martes, 18 de abril de 2017

THE AMAZING SPIDER-MAN 2 — IRON MAN.02

Afiche. Tensión, peligro, alto voltaje en el
luminoso Times Square neoyorkino
El aparatoso derroche de millones en elaborados SFX que hacen real lo intangible, no disimula (al menos, para mí) qué aburrida es esta película cuya factura supera con creces los trabajos previos de SAM RAIMI.

Pero recordemos: Raimi recogió el testigo una vez Sony negó a JAMES CAMERON la exorbitada cantidad presupuestada para adaptar Spider-Man a la pantalla de plata. (Creo que lo que pedía rebasaba algo el coste de TERMINATOR 2 y, seguramente, es lo que, al final, han invertido en este Spider-Man 2.) Escogieron a Raimi porque podía hacer películas que parecían de cien millones con diez.

Raimi, amante de las viñetas, de este personaje también, realizó lo mandado con lo mínimo-nimio. No sé si, en su fuero interno, luego se diría que, triunfando, dispondría de más $ para realizar proyectos de envergadura, que le dieran respetabilidad, más que reputación, o secuela de Spider-Man con más medios.

Arrolló. El riesgo corrido era grande. Pero la fortuna apoya a los preparados. Raimi lo está. Cierto: tiene firma definible que agradecen sus fieles. Por ella, sobresale del resto, comercial pero anodino (tara que aqueja a la literatura), y que no se distinguirá por nada nunca. Al mismo tiempo, empero, esa firma característica perjudicará siempre su carrera. Aunque dirigiera un LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ que supere al clásico, siempre será el tío de POSESIÓN INFERNAL para la crítica de alcurnia.

Fotograma alegórico interesante: Todo el mundo será tuyo
si te arrodillas y me adoras, tentó SATÁN a JESÚS. En este
caso, Satán son los superpoderes. Mas PETER PARKER
también rechaza la tentación
Y sus Spider-Man (aun el inefable tercero) dejaron huella, secuela, presencia difícil de olvidar que estas nuevas películas, pese al entregado hacer del equipo, no consiguen borrar. Primero, y desde mi prisma particular, el chaval que hace de PETER PARKER no es Peter Parker. TOBEY MAGUIRE sí era P.P. Reflejaba la imagen de ese chico tímido/apocado víctima de los obtusos matones del cole, que ama a la bella del instituto desde lejos, deprimido por las nociones de su humilde extracción, las condiciones sociales que le rodean, las negras/nulas perspectivas laborales posteriores.

Y, de pronto, ¡accidente cósmico marveliano! Obtiene ¡superpoderes! Una máscara. Y, con ella, nueva identidad diametralmente opuesta a la que ofrece día-a-día. Con la careta puesta, emerge algo reprimido que no es malo, sí insolente, audaz, descarado, altruista y valeroso como pocos en la Historia pudieron serlo.

Haciendo amigos y vecinos, salvo que éste está gagá y
a base de ansiolíticos también. Distorsiona la realidad, no
tiene autoestima... será supervillano eléctrico perfecto
El nuevo Peter Parker es la identidad enmascarada sin antifaz. Tiene todas las trazas de ser un chulo contenido que pretende le veamos como el chaval amilanado/agobiado-esmirriado con los problemas de salud o financieros de la sufrida TÍA MAY. Se pone la máscara aunque no la precisa. Por los tics del personaje, es valeroso, audaz, heroico, etc. Pero su identidad secreta: lo desmiente.

Han buscado su Reverso Tenebroso: ELECTRO, que frisa emular al indestructible/quasitodopoderoso DR. MANHATTAN. Muestra además semblanzas con el PROFESOR CHIFLADO de JERRY LEWIS, un mangoneado nuncanada que sufre ¡accidente cósmico marveliano! trocándose inédita amenaza letal. Cuanto guarda su identidad civil tiene garras, que usa sin mesura, siendo malvado a plazos o tiempo completo. No como el sufrido Peter Parker, que bien pudo imitarlo. Pero eligió el Bien.

¡Tres supervillanos en esta peli! Sí que está fuerte SPIDER-
MAN esta vez. Aunque, para lo que hace este DUENDE
VERDE, haberlo reservado para otro título
Tampoco es agraciado este nuevo DUENDE VERDE, que está casi para “matarnos” a la pobre GWEN STACY, y luego patrocinar una cuadrilla de siniestros armadurados que despiden entera la influencia que Iron Man está teniendo en el Marvel de cine. Para que comprendamos qué le hace enloquecer, justificar sus crímenes, entregándose a la villanía, le dibujan como un inadaptado niño rico que pierde la fortuna por codiciosos tejemanejes corporativos, la chaveta y tiene una enfermedad genética terminal. Pauvre!

De colofón, aparece el (cyber)RINOCERONTE. ¡Mucha leña, para tan poco leñador! Recapitulando: la larga relación emotiva con Gwen, junto al viacrucis personal de Peter, alargan demasiado una aventura a la que la salva la factura técnica. Pero por poco.

jueves, 13 de abril de 2017

SEMANA SANTA — OTRA VEZ...

Como te descuides, acabas en un trastero, cambiando el
sentido de tu oración. No sé cuál sería la auténtica reacción
de toda es Humanidad si nos prohibieran Semana Santa,
ajustándonos a, no sé, celebrar acontecimientos políticos
...las calles rebosan fervor religioso, sincero o de compromiso, y elaboradas procesiones inciensan las vías según se disparan innumerables flashes de las cámaras o los celulares. Palpita el sentido, según tambores y cornetas invaden los rincones más mínimos-nimios de los hogares por donde las ornamentadas cofradías pasan. El sector hostelero, este año al menos, frota jubiloso sus manos. ¡Ventas! ¡Ocupación! ¡Turismo desbocado! Tradición, religión y lucro: aunados durante siete días.

Hace algún tiempo, una lideresa política propuso la abolición/extinción de tan señalada celebración por mor de su ostentosa naturaleza religiosa. Vivimos en un Estado ora aconfesional, ora laico, y esto de consagrarnos a los fastos de una antigua confesión ofende ciertos sentimientos.

Otra lideresa política saltó como una tigresa para defender la Semana Santa en virtud a los fuertes ingresos que produce, amparándose lo suficiente empero en el corte religioso/tradicional que las jornadas presentes poseen. Hay algo de interés personal en la conservación. Gusta de la Semana Santa, la disfruta como puede, se honra de comparecer ante las cámaras para que la población afecta a estas fechas, aunque no sea votante, vea comulga con su emoción, y ante la duda, les vote. Es de los nuestros, en el fondo, pueden pensar.

Fíjense el mogollón de Humanidad (otra vez) que ¡clama!
por la imagen. El negociazo inherente a todo esto. ¿De
veras debe ser sacrificado por mor de una mal entendida
modernidad?
Debo reconocer que estas personas laicas que solicitan la extinción de las festividades religiosas (muy acendradas en nuestro país; tradicionales, por tanto) me inquietan, pues ¿por qué vamos a sustituirlas? (¡Que perdemos días de vacaciones, muchachos!) Leí la opinión en un diario de una persona de éstas que solicitaba ajustasen las fiestas religiosas a sucesos laicos. Perplejo quedé: ¿cuáles? ¿Qué vamos a celebrar, en lugar del Jueves Santo?

No se me ocurren más que fechas o sucesos con tinte de disparate. ¿El nacimiento de EINSTEIN, la proclamación de la Revolución Francesa como hito internacional que inauguró los Estados democráticos modernos; el Cuatro de Julio; el golpe de estado de FIDEL CASTRO? ¿Cosas parecidas? O sea: ¡nos desembarazamos de nuestras tradiciones, con su fuerte arraigo y carga de identidad cultural, para festejar acontecimientos foráneos! De puta madre magistral/laico.

Esto está muy arraigado entre nosotros. No sé si quienes
quieren eliminarlo son conscientes de su poderoso calado
Por otra parte, renunciar a esto es arrancar parte de nuestra propia esencia. ¿Qué pretenden imponernos: ese mecanismo productivo calvinista donde manda sobre todo amasar dinero, perdiendo de paso calidad de vida? Nos animan a tener cada vez más calidad de vida, aunque ya ven: ¡piden nos equiparemos con países laicos donde la calidad de vida se reduce a un trabajo avaricioso incesante que produce un infarto a los cincuenta años! ¿Qué has vivido; cuál fue tu calidad de vida?

No soy de Semana Santa. Pero aún menos de esta oleada ‘innovadora’ de su abolición o sustitución por entramados laicos sin base histórica, o tradicional, o de identidad local, que semeja más un capricho rabioso por afrentar que lógica argumentada. La multiculturalidad supone la extinción de la cultura propia, el desdibujo del individuo, que debe ser de todo sacrificando sus raíces. Sin ellas, ¿cómo va a prosperar?

lunes, 10 de abril de 2017

EL CAPITAL — PERDIÓ SU ALMA; GANÓ EL MUNDO

Producción gala donde se afirma que el
dinero es el amo. La inquietud que causara
a personajes que aquí se vieran retratados
la diluye un vistazo a sus ingresos
COSTA-GAVRAS realiza notable drama sobre el mundo tenebroso de las finanzas y sus desalmados agentes, biografía del ascenso de un pelotillero trepa de mediana edad cuya apariencia, originalmente anodina, camufla a un meticuloso ser ambicioso.

No es caso único, rara avis, en la banca o cualquier negocio. Sucede que nos centran en él para describir cómo un grupo de atildados señores con costosos trajes de corte elegante deciden sobre nuestras vidas, ilusiones y esperanzas sin el menor remordimiento del daño que puedan causar frustrándolas. El inquietante protagonista, cuyo triunfo se debe ora un tanto al azar, otro al cálculo, a veces experimenta mínimos-nimios complejos, pequeños deseos de hacer lo correcto.

Empero se impone su codiciosa esencia. En cierto momento, su esposa plantea: ¿Todo tu modus vivendi es el dinero? (amasarlo). Contesta: ¿Hay algo más? Con ese credo, se lanza directo a su consecución. No para en barras. Husmea oportunidades, las rebaña hasta el tuétano, oteando después dónde conseguir más con igual rapaz instinto.

A su alrededor, no menos ambiciosos pero más comedidos “asociados” recriminan su descarada actitud. Disfrazan su codicia respetando conservadores rituales pausados muy diferentes a la veloz voracidad desnuda que el hombre escogido para presidir el Banco Phenix (a quien estimaban manipulable títere de baja estofa, al cual contentar con varias prebendas anejas a su importante cargo) manifiesta sin recato. Revolviéndose contra ellos, aún.

Tentando al que consideran un manejable hombre de mimbre.
Acertada elección de GABRIEL BYRNE, porque, una vez,
fue el GRAN TENTADOR, el Diablo
Inversores norteamericanos, a cambio de un puñado de dólares en apariencia sustancioso, creen comprarle para rendir el banco, emplearlo como ariete contra la economía europea, debilitarla, fortalecer el predio estadounidense y luego, tras culparle de todo ante la opinión pública y devastado el banco, repetir el proceso, ganando más activos en el empeño. Este hombre intuye pronto juego sucio. Mediante accidentales colaboradores, frustra el plan, con un frío, envidiable y enervante estoicismo.

Incluye El capital destellos de información sobre lo que está ocurriendo. Empresarios y banqueros norteamericanos prepararon esta crisis económica para reforzar sus intereses, menoscabar a los rivales europeos, colocar a los Gobiernos en aprietos y laminar nuestros derechos sociales. ¿Lo peor? Es inevitable. Han tejido tal compleja e inexpugnable urdimbre, que todo intento de lucha es anecdótico.

La modelo internacional, de dorado, un capricho de doble
filo, un caro esparcimiento sexual que podría costar a este
ambicioso banquero más de lo que piensa
Podemos protestar. Pero a las megafortunas: se la suda. En cierto momento, a este hombre le reprochan su sueldo como presidente del banco (irrisorio, comparado con lo que sus discretos “asesores” obtienen). Se defiende con distinción y argumentos; el ideario comunista con cuyos preceptos le disparan ni podía ofrecer mejoras a esta globalización del capitalismo salvaje que, con sueldos y horarios de esclavo, oprime a parte del planeta.

El comunismo, HOMER SIMPSON dixit, funcionaba sobre el papel. La práctica demostró su estruendoso fracaso por lo mismo que cojea el capitalismo: el factor humano. La codicia. La ambición. El capital también retrata el egoísmo particular. Describe a hombres que saben que no hay más dios que el dinero. No lo poseemos. Nos domina. Aunque finge plegarse a nuestros deseos. Son sinceros al respecto, por desagradables y ruines que aparezcan. Su pragmatismo es el que está desolando el mundo, según acumulan riqueza personal, que es lo único que (les) cuenta.

Para muchos, los que moramos en la pobreza, amenazados
con mayor ruina: un canalla. Pero, para las altas finanzas y
sus sicarios: todo un héroe. Una gruesa capa de billetes le
protege de cualquier peligroso remordimiento.
Vemos en los telediarios tipos como él de continuo. No
importa lo que haya hecho: el Dinero le protegue
¿Qué hay fuera del dinero? ¿Ideologías abstractas que persiguen bondades universales predicadas, sin embargo, por gente que disimula su avidez del estatus que proporciona el dinero, o éste, hablando en nombre del populux? Una de sus aliadas intuye los tics de decencia de este hombre, lo anima a denunciar las prácticas insanas para poder sanear la estructura. Hay aún esperanza para nosotros.

Ni lo duda. Expresa razonamiento acertado y se aferra al dinero. No hay más, insiste. Si no, miremos en torno. Día-a-día cunden ejemplos que dibujan a este hombre, esa política. El pesimista final lo lacra indeleblemente: esto no tiene solución. Perdurará.

jueves, 6 de abril de 2017

¡LIANA ATACA! — ¡CUIDADO, HIJOS DE LA GRAN BREXIT!

Primera página de lo que presume ser una
muy excitante y extensa aventura gráfica
Estamos viviendo días “turbulentos” (al menos, en un plano periodístico-diplomático) desde que Inglaterra decidió abandonar Europa. Han descongelado a todos sus nazis y filonazis guardados en la nevera desde la Segunda Guerra Mundial (¿lo ignoraban ustedes? ¡Había tropa SS británica! Y muy orgullosos estaban), y están dando ¡caña!, sobre todo desde sus tabloides.

La feísima palabra, guerra, se ha citado con demasiada e indeseable frecuencia. La sucia prensa amarilla sensacionalista brexit, para desviar la atención sobre los graves colapsos sociales y económicos que se les avecinan, hacen lo que todos los fascistas xenófobos de su ralea: achacar a terceros, extranjeros ante todo, que consideren además débiles y tontos, sus serios defectos de carácter, educación y conducta.

Están cebándose con nosotros, los españoles. (Porque no tienen wevos de hacerlo con alemanes o franceses.) Faltaría más. Como siempre. Hispanofobia en ON. Funciona ahí fuera. Aquí… bueno, replicar ni se considera. Primero, porque Levante norte tenemos a nuestros propios brexit, cuya actitud no es conciliadora, y luego porque eso de defender la patria ha calado como que es de fachas franquistas y sabemos qué puede caerte encima si decides defender tu país, que alguna cosa buena, tiene. Con la amenaza de recibir ese baldón, ¿quién se expone le tilden de salvapatrias? De eso, no te recuperas.

Y, ¡Dios!, el Gobierno, no importa su ideología, no está por defender la nación que les alimenta ni a nosotros, sus parroquianos. Pondrán el culo, lo suyo, escudándose tras abstractos-nebulosos conceptos que tengan que ver con la economía, para disimular.

Cuaderno de bocetos. Duelo de brujos. VÍCTOR VON
DOOM parece caer ante el arrollador petimetre a vapor
del EMPERADOR CATACUMBA, hechicero
Hay que decirles, sin embargo, a los hijos de la Gran Brexit, que España no son las Malvinas. Pienso que sus militares más prudentes y responsables lo saben. Como que, si sus Royal Marines desembarcan en nuestras costas, la reina ISABEL va estar hirviendo para el té con ginebra que toma pelotas rebanadas de soldado brexit de aquí al siglo entrante.

Porque es verdad que España, en plan ejército-ejército, renquea. Lo nuestro es la guerra de guerrillas. Se nos da de puta madre magistral. Preguntad a las tropas napoleónicas. A las romanas. Lo que los furibundos hijos de JOHN BULL pueden encontrarse en nuestras serranías, como el país se ponga en plan AGUSTINA DE ARAGÓN, les hará desear que WILLIAM WALLACE vuelva a darles bien por el… pelo.

Esto, siempre y cuando el país reaccione así. No nos dé de pronto no sé qué escrúpulo progre o parecido.

En todo caso, y deseando que nunca pase nada de eso, yo, preventivamente, les lanzo ya encima a Liana FORSON. (Primera página de la elaborada novela gráfica donde participa BLANCANIEVES.)

domingo, 2 de abril de 2017

ROMA (SERIE TV) — Y OTRAS CONSIDERACIONES ANEJAS

Sin duda: para adultos, que también
merecen una serie cuidada y
bien interpretada
 
Roma, grosso modo otro invento de JOHN CONAN THE BARBARIAN MILIUS, compuso la vanguardia de la “nueva televisión” que inauguraba el siglo XXI. Otros títulos podrían ser LOS SOPRANO, THE SHIELD o DEADWOOD. Aun TAN MUERTOS COMO YO.

Esta “nueva televisión” se caracterizaba por mostrar de forma más desnuda relatos que, en cadenas “más conservadoras”, temían hacer pues podían perder un delta de espectadores que garantizaba su continuidad. Deberíamos entender ambos esfuerzo desde el ángulo de que el mercado es vastísimo; incluye amplia variedad.

Alcanzas una edad, cultural sobre todo, donde las paridas de CSI:lo-que-sea, repelen. No digo ya de sitcoms o teleseries de supuesto contenido familiar/soft/blandito donde impera lo mismo que en CSI: pésimas interpretaciones, diálogos de diarrea, puestas en escena que priorizan la metrosexualidad de revista del que la protagoniza, no ceñirse a una realidad que, supuestamente, está retratando.

Volvemos a que debe haber de todo. Hay espectadores enganchados a la nada brillante mecánica de los CSI y series que la imitan. Y como cada copia puede contener taras que aumenten la distorsión, ¡imaginen ustedes cómo de espantosas son esas “secuelas”!

Mi favorita por obvias razones. Comparada con las memeces
peor interpretadas de
CSI:lo-que-sea, era pura realidad, tan
escalofriante como intensa
Pero existimos otros espectadores que gozamos con un producto elaborado, culto, o lo bastante para ni ser pedante como tampoco aburrido, con un elenco convincente que dona la fuerza de una interpretación trabajada en un entorno descriptivo acertado. Roma es ese ejemplo.

Milius, historiador, recrea una Roma sucia, mezquina, llena de batallas, ambiciones, grafitis obscenos y una procaz sexualidad desbocada que aún perdura, aunque se suponía no existía “en aquellos tiempos”. La pornografía y las pasiones carnales son eternas. Van más o menos cogidas de la mano a través de la Historia, y pienso que negarlo es una forma gazmoña y deshonesta de deformar hechos acaecidos.

Por educado pudor edulcorarlos, pues sí. A ciertas edades de la enseñanza. Pero a señores “de mundo”, ocultarles que esa cultura tenía prioridades carnales que nuestro cristiano concepto de la moral procura sepultar bajo repelentes hipocresías y represiones sexuales, es casi insultante.

El western ha dado sus peores caras en
numerosas películas. Pero en TV, como
en ésta serie, nunca
Roma también ofendía a la novela histórica, bastante metida en maquillar carencias y suciedades de épocas pasadas. Recrea un “tiempo pasado que fue mejor” cuando en absoluto lo era. Hay un miedo consciente al futuro (distopía cyberpunk/tribalpunk) y la Sociedad, con su esfuerzo por priorizar la novela ‘histórica’ sobre otros géneros, lo evidencia. Roma exigía el compromiso a ser veraz, contar que la mierda podía pavimentar esas calles de los ebúrneos templos y mansiones marmóreos.

También quiero anotar que, entre las personas “de cierta edad”, se ha construido una Roma idealizada que se resiente con brutalidad ante la Roma de la teleserie. Entre estas personas cunde la idea de una Roma victoriana, donde las “necesidades” se hacían con regulado orden cristiano, tan rígido como los fustes de mármol de las mansiones. Ignoran el drama de la esclavitud; piensan todos en Roma vivían como césares, y si el Imperio cayó fue porque terminaron convirtiéndose en maricones. Descuidaron sus deberes marciales por estar pensando “en otras cosas”. Nadie les ha contado la salvaje promiscuidad de TIBERIO, o la competición de MESALINA con la prostituta. ¡Nada! Acabaron amariconados y…

[Esto discutí una vez con alguien que “sabía” sobre Roma como nadie; se negó, de plano, a aceptar mi argumento de que las ambiciones personales y la pobreza disolvieron el Imperio. Insistía: ¡se amariconaron! Y punto.]

No podemos olvidar la que, afirman, fue la que lo originó
todo, este modo de presentar TV para adultos maduros
El contexto formativo de Roma, que se toma licencias, debo señalar, es un valor añadido a su resultado, que, a veces, parecía empero construir un argumento en torno a una escena porno que incluía el episodio. En la marea de mediocres teleseries “de policías”, destaca como la Roca Tarpeya. Suerte que tenemos una TV capaz de salvarnos de esas insulsas producciones, que sólo triunfan por su saturación, no su contenido.