viernes, 29 de junio de 2018

WONDER WOMAN — LA PRIMERA FEMIRULA VENGADORA

Afiche. Desde las entrañas de la
antigua Grecia a la Europa
socavada por la Gran Guerra;
en resumen, la película

Los graciosos encantos de GAL GADOT, interpretando a esta hembra alfa, no deben hacernos olvidar que estamos ante una conseguida (pero no mejor) versión antianira de CAPTAIN AMERICA, THE FIRST AVENGER. Como autor, preciso, sentiría vergüenza de firmar este libreto. Puedo aprovechar ideas marginales que quedan, como flecos, de alguna historia que haya visto, leído, o conocido. Pero, fuera de la parodia, ¿mimetizarla? No. Aún queda integridad en este ancho mundo. (Y así me va.)

Critican las adaptaciones cinematográficas de DC COMICS por contener incoherencias que, al parecer, los mundanos rivales más coloristas y luminosos de MARVEL STUDIOS no están cometiendo, o disimulan con mayor fortuna. Podemos hasta ser más indulgentes con ellos pues percibimos que los Marvel van un poco como en broma. No se toman tanto en serio como los veteranos iconos de DC, que parecen envueltos siempre en una bruma trascendental wagneriana de seriedad de ocaso de los dioses.

Una de las incongruencias de este refrito pseudofemirulo con sargazos mitológicos de CAPITÁN AMÉRICA está en el desembarco de las fuerzas alemanas en la playa. Vemos el barco; vemos los botes; vemos a los boches hollar la arena de Temiscira. Y les vemos tundidos de mala manera por la saltimbanqui versión fémina de los 300 del cine. Empero ¿qué fue del barco, y sus potentes cañones, que no cubren a sus tropas apaleadas, y su radio o telégrafo para informar del hallazgo al alto mando?

Antianiras que entrenan sin descanso para el Gran Día de
librar a este afligido ancho mundo de ARES y sus guerras
Todo discurre para que haya romance entre DIANA y STEVE TREVOR, así como que la superdotada andróctona tome partido sin vacilar del bando de Trevor. Dijo: ¡Somos los buenos! Y la joven, bien intencionada, bastante ingenua, aceptó su palabra. Se mete de cabeza en el fregado arropada por su feroz entrenamiento espartano y la fe en leyendas mitológicas confiando destruir al padre de todas las guerras, ARES, a quien identifica en el bando germano, también sin vacilar. Derrotado, vendrá la Pax Aeterna.

La fuga de Trevor también plantea dudas. En medio del cataclismo que origina, ¿alguien podría seguir su rastro aéreo? ¿Por qué lo buscan con barco, cuando sería más lógico que otro aviador decidiera seguirle? ¿Cómo ese navío consiguió identificarle, si al parecer los medios de comunicación quedaron invalidados? ¿Debe importarnos? ¿De qué otro modo iban a motorizar a Diana a decantarse por los aliados, ganando la Primera Guerra Mundial por su bello rostro sino?

Tengo dudas... tratándose de una copia de CAPTAIN
AMERICA, ¿esta es la versión fémina de CRÁNEO ROJO?
DC va a remolque de los éxitos encadenados de Marvel. Copia (con poco pundonor) los hitos estelares de la competencia esperando obtener victoria resonante. Arranca una buena taquilla al espectador, al que sin embargo tanto le da ver algo de IRON MAN como de BATMAN. La cosa es que le entretengan con calidad y coherencia.

Sólo los freakies bien metidos en la pomada van viendo cómo las cosas son de uno u otro bando, qué poca originalidad, o lo contrario, tiene ésta o aquélla otra producción, cómo se copian unos de otros… o solo uno (DC) al otro.

Y estalla el amor entre ellos, aunque los hombres no sirvamos
para nada. Es interesante ese breve detalle de dotar a DIANA
de unas gafas estilo CLARK KENT para disimularla entre
la población londinense. carente de sus superpoderes...
Puede incluso Wonder Woman pecar de apresuramiento. Visto por los ejecutivos de WARNER/DC que el supercrossover que tiene Marvel montado rinde de puta madre magistral, ellos, repito, ¡a calcar! Su Everest es LA LIGA DE LA JUSTICIA, supuesto de tratarse del sumun de todos sus éxitos, emulando a THE AVENGERS. Así que van rodando a toda prisa filmes de los integrantes de La Liga para obtener réditos.

Diana es una maternal luchadora por la paz, insiste. Y ahí está, en los albores del siglo XX, dispuesta a desfacer entuertos bélicos doquiera aparezcan. Te hemos visto en acción en la Gran Guerra, maestra. ¿Cómo te fue durante la Segunda Guerra Mundial? Ah, ya. Steve ROGERS, otro capitán, estaba allí para ganarla. No eras necesaria, imagino.

Y ésa sí sería un pedazo de historia que contar.

viernes, 22 de junio de 2018

LOS BURDELES DE AD-DARA — BELLO Y CONMOVEDOR

Portada de un recopilatorio magnificado
por la excelencia del dibujo

El fallecido ALFONSO AZPIRI lega un volumen lleno de encanto y magia con elementos eróticos de muy buen gusto. Reproduce, a modo, relatos de LAS MIL Y UNA NOCHES y alguna que otra fábula aneja. Empero, la primera aventura parece sugerirnos una de trascendencia extraterrestre. Una reina es destronada, tras brutal batalla, y castigada con la deshonra de ser convertida en prostituta del reputado burdel de Ad-Dara.

En el establecimiento, de notoriedad muy extendida (¿allende los Mundos Exteriores?), la versan en los muchos y estimulantes placeres carnales. Ofrecida a numerosos viajeros atraídos por la fama del lugar, aquellos que la derrotaron consideran que esta sucesión de vejaciones aumenta su victoria sobre la otrora altiva soberana. Con el tiempo, y la ayuda de un abnegado guerrero, cobra venganza sangrienta pero descubre que ahora su palacio y corte es el burdel, al cual regresa desentendiéndose de su antiguo linaje.

Destacan del volumen ésta primera, aquella en que aparece un agotado GENIO DE LA LÁMPARA, quien, por sus muchos años de servicio, recibe de su agonizante ALADINO el regalo de una noche de placeres como jamás el ente habría imaginado, y la que cierra el álbum, que, sin duda, es la mejor, por su trabajo de los personajes profundo, resonante.

El prometedor acabado a lápiz lo resalta
luego el trabajo a acuarela
La última historieta relata el drama de una ladrona que, “salvada” de la mutilación al llegar victoriosas tropas a Ad-Dara para recibir de recompensa los favores de las hetairas por sus éxitos, es codiciada hasta extremo de mórbida obsesión por un elevado, impío y sádico cortesano, que disfruta torturando a la infortunada joven.

Ella tiene un amante, otro ladrón, que por amor acomete los peligros que encierra el palacio donde retienen a su amada, hasta que descubre que la muchacha, para evitar ser dolorosamente maltratada una noche tras otra por su actual dueño, se ha desfigurado. Esto logra exacerbar más la vileza del amo, y concita el desprecio del bizarro amante, que la abandona al cruel sujeto sin el menor escrúpulo o vacilación.

Un repentino aliado, el fornido guardaespaldas del cortesano, intenta aliviar la situación de la joven; mezcla de EL FANTASMA DE LA ÓPERA y QUASIMODO, como ambos acaba mal. Igual que la muchacha, pues sufre noche tras noche tormento hasta que, un día, el silencio hace sospechar que la muerte la arrebató al fin del cruel destino.

La obra derrocha tanto talento como
sensualidad; de buen gusto
Este tomo merece justificados elogios. Pero voy a desviarme un tanto de la propagación de ditirambos para realizar la siguiente digresión, que no va muy desencaminada:

Vivimos una fuerte reacción de reivindicación feminista. Hay elementos que la motivan. Pero a esta reclamación la acompañan unos… excesos… que pueden resultar asimismo perniciosos. El Feminismo rampante que ‘ataca’, de volverse quasitodopoderoso… ¿acabará prohibiendo obras como la que reseño, al estimar que dan ofensiva imagen cosificada e irreal de la mujer? (Recordemos la bella línea délfica como Azpiri las ilustraba.) No es improbable. Hay ya un antecedente. La directora del Museo de Arte de Manchester ha retirado una obra pretextando algo como lo expuesto poco más arriba.

No lo parece; pero este fragmento
está relacionado con la obra
También plantean prohibir la pornografía. Los burdeles de Ad-Dara puede estimarse porno. Soft, pero porno. Y una vez ilegalicen el porno, detrás irá el Arte. Porque un oscuro conciliábulo de fanáticas (eso que en SOGUETTO defino como IMELDITAS), apoyadas por género masculino en su onda de progrerreclamación, podría decidir qué cuadros, novelas, música…, deben ser censurados atendiendo a brumosos criterios ‘morales’.

Confiemos esa sombra de fememccarthismo intolerante sea sólo eso: niebla, y podamos seguir disfrutando de creaciones como este TBO, pues su mutilación, o desaparición, pedida por aquellos/as que tanto TANTO critican tiempo pasados donde imperaba la Censura, perjudicaría la totalidad del Arte. No es cuestión mínima-nimia.

viernes, 15 de junio de 2018

DARK CITY — LOS TÍTERES Y SUS AMOS

Argenteo afiche con sutil evocación a
METRÓPOLIS. DARK CITY es más de
tensión que de acción; aunque la contiene

ALEX PROYAS fue uno de esos directores de nueva hornada de Década 90 que tanto prometía. Lo siguiente que ha hecho (acaso se salve SEÑALES DEL FUTURO) ha demostrado que se ha diluido. Nos conmocionó con la adaptación del miniserial gráfico THE CROW gracias a la combinación de maquetas urbanas claustrofóbicas empapadas de lluvia casi constante, una versión americanohongkonesa de dinámicos tiroteos y ese TOP DOLLAR que daba un contrapunto cínico e iconoclasta al torturado difunto héroe.

Empero, se nos fue. Mientras SAM RAIMI se ha mantenido en su constante casi siempre, dejando huella nítida de su artesanía al rodar escenas, Proyas ha ido amalgamándose hasta mezclarse con ese río de insípidos directores de dramones de sobremesa que obliga a preguntar: ¿Qué ha pasado, Alex? Entiendo no quisieras pasarte toda la vida en el sombrío set urbano de maquetas y un toque de SFX. El mismo autor llega a provocarse para saber hasta dónde puede llegar su talento, variar, mostrarse versátil. Sin embargo, procura no olvidar sus orígenes. Como Raimi. Tú… te has difuminado.

Una mutación incontrolada e inesperada que tiene poder
quasidivino. Pero parte del tiempo vive atormentado al
ignorar quién es en realidad
Dicho esto, profundicemos en una película que, otrora, permitió soñar con una versión del fantástico contemplada desde proyectos de urbes oscuras tipo Gotham City cargadas del encanto de lo añejo, de cuando no había computadoras diseñando (o, en atención a la reseña, “sintonizando”) el metraje. Esos modelos trocaban los bits en sólido. Tangible. Nos conciliaban con nuestra niñez.

Me pregunto por qué Dark City recrea Década 50. Puede que fuese por capricho. O por hallarlo interesante. Como si de esos años llegase un efluvio de originalidad, o candor, que permitía hacer más dramática la trama. Por especular, propongo querían realizar una parábola sobre el mccarthismo, y que los OCULTOS eran esas gubernamentales fuerzas (FBI sobre todo) que escrutaban a los ciudadanos estadounidenses a la caza de los ROSENBERG de turno.

Amos de títeres borrados y recreados una vez tras otra
para obtener un conocimiento remoto y arcano
La “impresión” mental que modifica una vez y otra a los humanos abducidos recluidos en esa versión del Asgard Marvel con mates edificios ramplones era la misma voluntad del ciudadano por adaptarse a tiempos cargados de prejuicios y persecución y mostrar la cara leal acorde con lo que el Poder quería de uno. Que Dark City retrata una Norteamérica subterránea (siempre nocturna) aguardando al hombre capaz de romper con todo lo tenebroso y arrojar luz sobre una era que se las ha apañado, bajo otro disfraz, para sobrevivir hasta nuestro presente.

Pero creo es cuestión meramente estética. Imitar una época más avanzada (ahora) estaría preñada, si no de neón y vinilo, de CDs, tiroteos salvajes, descarnada violencia tribalpunk que suprimiría la tensión con la que Proyas pretendía anegar su película. Y, bueno, también está que fue cuando realizaron los primeros “avistamientos” de OVNIS tipo ROGER CORMAN... ejemplificados en los Ocultos…

El gigantesco laboratorio que está a punto de colapsar.
Como sus habitantes, no sabe dónde está ubicado
Los 50 eran un momento de coyuntura, ¿sí? Entre los Años Nazis y el Movimiento Hippie que cuestionaba todo de forma insolente. Los Años Nazis generaban sujetos adeptos al Poder sin debatirlo. Eso parece tampoco convenía demasiado a los Ocultos en su ansiosa búsqueda de su inmortalidad a través de infinitos ensayos con nuestros recuerdos y nuestro carácter. Querían algo de brío, desafío. Lo otro, demasiados contestatarios, excedían sus deseos. ¿Qué queda? Década 50. De transición.

También plantea un leve dilema sobre si Dios nos tiene en su versión de Dark City y nos contempla inmersos en un gigantesco estudio sociológico para probar después con una Humanidad .02 más dócil con sus “oscuros designios”. O vete a saber qué. En todo caso, el espíritu humano parece llama constante de rebelión capaz de abrir brecha en los más densos muros hasta encontrar la salida al luminoso vasto océano y el amor verdadero.

viernes, 8 de junio de 2018

CIUDAD (BARREIRO & GIMÉNEZ) — UNA HISTORIA DE LA FRONTERA

Una de sus portadas. Talmente: una historia
de la frontera

La historieta europea, en su conjunto, es tan grande y magnífica como la oriunda del otro lado del Negro Atlántico. Posee singularidades y carácter propio, como identificativas manchas del leopardo, aunque también defectos que no conviene ignorar u ocultar; el pecado no estaría en la crítica constructiva, sino en callar esas deficiencias pues se perpetúan. Todos (autores, lectores) salimos perdiendo.

Y uno de sus defectos es que no saber terminar sus historias. Construyen una fantabulosa ensoñación gráfica llena de interesantes perspectivas. No obstante, a la hora de rematar, defraudan. En eso, los norteamericanos llevan ventaja. Consiguen el Big Bang que los europeos diluyen en anodinos finales tipo: «¿Y esto es todo?»

También lastra al cómic europeo el que, no sé por qué causa, éste se considera sólo la producción franco-belga. Todo cuanto no proceda de allá, no es TBO europeo. Parece un rasgo… xenófobo… de la idiosincrasia local, que hace excelsior! cuanto sus paisanos produzcan. 2000AD no es europeo; MORTADELO Y FILEMÓN, tampoco. ¿Por?

Nuestro hombre y héroe. Quiere hacer
eso que retan los anuncios de la TV: ser
distinto, único, diferente. Acabará
ansiando su antigua y supina vida vulgar
 
Empero aquí estamos, ante una producción ilustrada nada mínima-nimia aparecida en talleres franceses aunque sus autores bien que se expresan en nuestra lengua materna, con un sólido acabado y una imaginativa narración que ayuda mucho a defender nuestra calidad, comparar al alza entre lo que producimos “aquí” y en Marvel o DC.

Barreiro y Giménez diseñan una historia que va de que, parafraseando a OSCAR WILDE, se sufren dos momentos trágicos en la vida: cuando se desea algo y luego se obtiene. Ciudad relata cómo un currante anodino, harto de la cotidianeidad que siente le oprime con cadenas invisibles, atrapado en una relación moribunda, sin futuro, una noche emprende el que será el viaje más estremecedor y adrenalítico de su vida.

Lo hace sin proponérselo; paseando, inmerso en sus cuitas, de pronto nota que el dédalo sombrío de calles por las cuales camina son desconocidas. Algo ha cambiado. De modo sutil. No hay forma, encima, de retornar a lo familiar, lo seguro. Todo lo que ahora cuenta es avanzar, Avanzar, AVANZAR, en ese interminable viaje (el del héroe, por ende) donde un error puede costar la vida.

Pedía estimulantes cambios y, fíjate, obtiene un aluvión de aventuras aterradoras por la alta dosis de devastación que conllevan. Está bien ver tiroteos en la TV o el cine. Vivirlos… amigo, ¡vaya experiencia pavorosa!

El vasto escenario, interminable. Sin
aparente fin ni horizonte
A este héroe lo acompaña una prostituta que se encontró en su misma situación: un día, las calles se volvieron distintas, enemigas. Lleva más tiempo en la Ciudad, que descubren semeja un titánico ente con extraña inteligencia caótica, lleno de recovecos y singulares sujetos variopintos, más náufragos del asfalto y el ladrillo, que como pueden sobreviven o combaten a la Ciudad y sus muchos, cambiantes y escarpados relieves.

Ciudad ofrece una salida a quienes parezcan merecerla. Nuestros esforzados héroes consiguen ese premio. Pero, en el último momento (aquí es donde el final flaquea), descubren que hasta esa salida puede tratarse de otro giro macabro de la Ciudad, que acaso estuviera alimentándose de las emociones y vivencias de sus ocupantes raptados en otras urbes, a los que brinda crueles formas de perecer o hacer leyenda… urbana.
Enriquece esta novela gráfica de Giménez y Barreiro la Historia de la Historieta. El dibujo en particular, de un maestro reputado que vuelca en el B/N de estas planchas todo su considerable talento. Es toda una Historia de la Frontera, en efecto, eso de que tu vida normal sufre un cambio radical y peligroso que lleva hasta donde no se pensaba llegar. Esa permutación pone a prueba. Interesa poseerla, deleitarse con el tesoro de sus viñetas.

viernes, 1 de junio de 2018

TED 2 — DECEPCIONANTE

¿Volvieron, de verdad? Porque sólo se
quedaron en el intento. Fíjense en
WAHLBERG, el zonbi

Poco que ver con la primera parte, provocativa e irreverente, donde presentaba el problema familiar de unos personajes arraigados en una zona de confort estupefaciente y cómo se resistían a madurar pues comprendían que estaban, de manera instintiva, al borde de una situación irreversible.

A grandes rasgos, seguimos en esa zona de confort drogadicta (parece ser el único motivo para realizar una secuela, a priori), que incluye a algún secundario. Continuamos en ese canto mórbido a la adicción que prefiere ignorar qué terribles efectos producen las drogas. Porque aunque los realizadores en algún momento afirmen que, no, no, tíos, en serio; sabemos qué dramáticas son y cómo destruyen vidas, no sólo las de los yonquis, sino de quienes les conocen o rodean, y sólo rodamos una peli en la cual exageramos las cosas, pero, te aseguro, comprendemos lo profundo del problema, no. Mienten. Ensalzan el consumo de drogas, transmiten la impresión de que ir fumao por la vida es la vida, y todos los que no sean así son unos fracasados atontaos sin wevos de existencias grises y tolais perdidos que os den, amén, in saecula saeculorum.

Cierto es que incluyen un sutil guiño al efecto dañino de las drogas. Mas, tan suave, que parece un cómico choque de coches accidental con efecto mínimo-nimio. El mensaje sigue siendo: colócate. Pasa de las normas. Son para pringaos lamebotas.

El peluche procaz y su esposa; en serio. Para que digan que
sobre fetichismos está todo escrito. Oh, aquí empiezan la
avalancha de problemas que componen la trama del film
El peluche borde que te partía la caja en la primera parte tiene todavía varias caídas que te inducen alguna risa… suave. Carecen sus ocurrencias de la espontánea fuerza original del metraje del fantástico rompedor que suponía la anterior entrega, no obstante. MARK WAHLBERG semeja un zombi. Por la cara. En la primera, era ese drogata adolescente de más de treinta tacos que arrostraba la difícil decisión de crecer, comprometiéndose con su novia y dando el complicado paso del matrimonio.

La unión fracasó; se divorció; se deprimió. Sigue en esa onda. Pasa por el metraje a empujones. Un poco sugiere el que: tengo un contrato, así que haré lo justo y aprobado para no complicarme la vida con temas legales y cobrar el cheque. Puede decir el tío luego lo que quiera. Empero un atento vistazo a su actuación le desdecirá rotundamente.

Los problemas legales llevan a TED  a contratar a una novata.
Sus migrañas son el pretexto para defender el consumo de
estupefacientes. Oye, debíamos elegir. Ganó el alcohol

Ted 2 va, de verdad, de compromiso social con las minorías. Es una parábola sobre la exclusión/aceptación de aquellas personas que, por una causa u otra, son aparte de la mayoría. Aunque, dicho en plan bestia, o sea, en plan Ted: va de maricones. Y cómo debemos aceptarlos con normalidad en la Sociedad. Los irreverentes autores han querido mostrar un cariz humano/comprometido haciendo esta película que “denuncia” cosas, sospecho que por alguna velada presión (como sufriera KEVIN SMITH con JAY Y BOB EL SILENCIOSO CONTRAATACAN) del poderoso e influyente lobby homoX.

Manifiestan el desarraigo, discriminación, borderías, empleos inferiores, o de categoría menor a la que en verdad correspondería por méritos, por ser distinto a la mayoría. Todo ese baldón que recae sobre colectivos determinados (o sea, el homoX; los demás, hasta el feroz feminista, son pretexto). El cómo hacen la ‘denuncia’ la centran en la lucha de Ted por ser considerado humano. Emocionalmente puede tener todos los aprobados; por biología, ni uno, se ponga como se ponga.

Una especie de ardid DISNEY al final permite a Ted obtener
la humanidad. Bienvenido al colectivo, compadre
Esto abre, no obstante, la polémica sobre si, demostrando aquello que consideramos nos hace humanos, las Inteligencias Artificiales serán incluidas. o no, en el catálogo de la Humanidad. Pero esa polémica será en otra reseña. La verdad es que, Ted 2, va de chistes, contados; observaciones graciosas, con cuentagotas. ¿Lo importante? ¡Os apoyamos, amig@s!, y lo demostramos sacrificando un conspicuo hito del gamberrismo fílmico a vuestro Moloch multicolor. Triste. Temo vivamos otro modo de mccarthysmo.