viernes, 29 de septiembre de 2023

AMAZONAS EN LA LUNA — BULLSHIT OR NOT? [YES]

 

Desabrido afiche que resume el
disloque de la cinta en sí, por
muy impregnada de cameos de
actores hoy famosos (u otros que
fracasaron) que esté

Voy a sumarme al vapuleo que recibiera esta cinta en su estreno y prevengo al lector contra este disparate que contiene una divertida idea por entero desaprovechada (lo que duele), y es, precisamente, el corto que titula a un filme que es un puñado de disparatados sketch, de un humor a lo ATERRIZA COMO PUEDAS, empero dislocado y con estúpidos fragmentos aburridos, que no comprendes cómo los incluyeron en el metraje final, si no fuese porque esto tiene toda la pinta de haber sido urdido entre amigotes directores que persuadieron a no sé quién de Universal para financiarles la penosa ocurrencia.

Una sensación de ser superado material trasnochado, zombificado, impregna la mayoría del proyecto, donde embuten los ingeniosos pedazos del citado corto amazónico que parodia a PLANETA PROHIBIDO. Lo poco que ruedan excita interés y hasta algunas buenas risas. El espectador que no esté atento pensará que ésta es una cinta de ciencia ficción barata cincuentera donde hallaremos todos los divertidos dislates característicos del género de entonces, tanto en la literatura, las viñetas como el cine.

Nombres absurdos para aparatos simples (una esfera de reloj), años-gamma, cohetes-pepino, misandria de lycra, uniformes que terminan degradándose en los chándales que atavían a los de STAR TREK, plastificados personajes chulescos y un prepotente capitán que salva el día gracias a su garbo, labia, y sex-appeal. Vaya, cuanto exponía LESLIE NIELSEN en Planeta Prohibido. Una perversión del tono de gallardía y arrojo que FLASH GORDON caracterizara en sus tiras dominicales, vaya.

Esto, esto y más cómicas ironías sobre películas
cincuenteras de ciencia ficción espera ver. Y ¿qué
me encuentro? Un puñado de desabridos cortos de
cuestionable buen gusto/humor dilapidando lo
divertida que hubiese sido esta parodia de 
PLANETA PROHIBIDO

Uno piensa encontrará eso, como este Scriptor, cuando, de pronto, le insertan una cadena de cortos de escaso o ningún humor. Contiene no obstante cierta irreverente mala leche que, hoy día, convierte en un artículo tabú total a esta cinta de JOHN LANDIS (creo que un cineasta de fantasía y comedia que prometía por Década 70, y vete a saber dónde, o cómo, acabó). Ejemplo: el segundo corte, el de Pethouse, donde la espléndida modelo se pasea por completo desnuda todo su metraje.

Hoy empiezan a berrear desquiciadas las irracionales femirulas y sus vocingleros esclavos-pelele eunucos, y se acabó la diversión. Irracionalidades que van transformando las normales (recalco: normales) relaciones adultas consentidas en una gymkana de miedos al borde de la histeria. Mientras, las violaciones grupales de adolescentes se duplican, y aquí no pasa nada. Hacia allí, el femirulismo no mira. Menos, su caterva de esclavos-eunucos peleles.

Igual de peculiar es el corto de los “negros desalmados”. Varios actores negros se exhiben mostrando una chulería de Negrolandia Rica que exige encima al espectador donaciones para pagarles un tratamiento que les libre de ser prepotentes y arrogantes. Otra cosa tan políticamente incorrecta que censurarían al instante hoy. Debíamos tener la sensibilidad más recia entonces, o era mucho más amplio el sentido de la autocrítica y la reflexión sobre los vicios de una etnia supuestamente impoluta y victimizada.

Hay diversas críticas (bien urdidas, eso sí) que
hoy día serían condenadísimos anatemas que
enviarían a la hoguera al instante esta cinta, tan
pobre en lo que fuesen sus expectativas previas

Y acabé la reseña. Bueno, cuando crees que la película terminó (lamentando que no sea, en realidad, Amazonas en la Luna, ese espectáculo “sexista” de tías potentes y bravos terranos que salvan in extremis una situación caótica con monstruos —iguanas tuneadas— y regresan invictos a la Tierra, muestra del imperialismo habitual en aquellos años, y hoy es un espantoso anatema), te encajan un desenfadado corto protagonizado por CARRIE FISHER, cuya actuación de ingenua vestal pueblerina disoluta, muy distinta de la antianira de Alderaán de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS, hace delicioso el corte. Para los amantísimos de los cameos: sale ANDREW DICE CLAY, con lo cual ya remato la reseña. Si es pobre… es porque la materia prima original es peor, pese a sus agudas críticas a la cultura de consumo de la industria audiovisual de vídeo.

viernes, 22 de septiembre de 2023

ESTACIÓN DE TRÁNSITO — UNO HABLA (MUCHO) EN UN SOFÁ (II)

 

Fantasiosa portada foránea que
miente más que ilustra; quien
espere ver naves y demás, va
listo, como me pasó a mí. Es
el cebo gráfico para prender el
interés del lector desnortado. De
otro modo, no venden libros

Curioso que una escuálida novela tan mediocre pueda dar para tantos conclusivos verbos. Pero se debe a que su baja calidad justifica los desprecios de los restantes géneros por la ciencia ficción. La ciencia ficción es el género más castigado y denostado junto al pulp por discriminatorio atavismo. No importa otros géneros tengan sus colosales truños también; son “otro género”: exonerados de forma automática. Mas la ciencia ficción… Será perpetuo patito feo aunque eclosione en hermoso cisne; para su desgracia, y su salud, debe cuidarse más que los demás géneros. Dicho esto:

Estación de Tránsito sugiere ser una idea trekkie de una base orbital transitada por seres de la Vía Láctea, teniendo sus más/menos en un entorno más/menos violento o divertido, aun didáctico. Especie de ejercicio de tolerancia y pragmatismo, abrir la mente del lector al concepto de que los de ahí afuera no son todos antropomorfos, arios o nubios. (Es una argucia comercial, porque el lector o espectador “simpatiza” más con un ser que se le parezca, aunque su piel tenga otro color o tentáculos —ALIENS y PREDATORS son paradigma—, que con una col parlante o un pez andante.) Es lo que se espera de la ciencia ficción: la maravilla pseudopredictiva que igual resulta metáfora de una situación sociopolítica que se critica al amparo de ser un futurible.

CLIFFORD D. SIMAK hace parte del enunciado, empero desdora todo el concepto al centrarlo en esa cabaña perdida en esos pagos de la América Profunda, en plan EVIL DEAD, consiguiendo reducir mucho la singular paradoja que sugiere, per se, el título. Lo hace tan local, lugareño, mínimo-nimio, como son extenuantes las reflexiones filosóficas circulares de ENOCH WALLACE, pese a que describa criaturas semejantes a medusas o similares. ¡Hasta el Pequeño Mundo de DON CAMILO tiene amplitud galáctica a su lado!

HEINLEIN no es uno de los
grandes de la ciencia ficción por
que sí; se lo curró a lo grande. Y
en esta novela hace más y mejor
que todo lo que SIMAK pretende
en su tediosa novela

Detalle sugestivo de la tediosa obra es, sin embargo, el concepto de la “fuerza espiritual”, cuyo planteamiento propone ser borrador de la Fuerza de STAR WARS. ¿Lo sacó de esta lectura GEORGE LUCAS? Puede (lo dudo). Aun así, Lucas fue mucho más astuto al darle carácter indefinido a la Fuerza, describiéndola como carismática aura con propiedades quasimísticas. (Lo de los MIDICLORIANOS lo obviamos ahora, ¿eh?) Simak le roba encanto a esto también; la anota como sedante energía ‘transformadora’ que permite la pacificación de la cofradía esta descrita en el libro, mas necesita ser catalizada por una máquina… que tampoco es máquina. La Fuerza es algo que no necesita artefactos para fluir o manifestarse. Lucas así la hizo más atractiva. Simak… un recurso de engreído.

Tras este detalle, Estación de Tránsito deja de interesar; es lo ya comentado de que pudo resolverse en doce mil palabras; su condensación la habría hecho más atractiva. Mas abunda en las referidas reflexiones cíclico/concéntricas filosóficas que, por su repetición, hacen abominable la historia, que temí fuese estilo dos hablan (mucho) en un despacho, sin apenas salir del minimalista escenario; esto promete el segundo capítulo. No se cumple. Es de las de Uno habla, mucho, en un sofá.

Por lo que recuerdo de su sinopsis,
prometía. Pero es Simak, ¡vete a
saber cómo te la cuela luego!

Este cuento luego atenta contra su pringoso pacifismo panteísta, elemento que lo hace repulsivo, porque el robo de la máquina-fuerza convierte la Galaxia en un campo de minas, comerciales ambiciones racistas y la sitúa al borde de la guerra. Wallace mucho criticar a los Bloques de la Guerra Fría, pero cuando le participan: Oye, que estamos al borde del conflicto, empieza a plañir, afanándose como loco para evitar ese desastre.

¿Qué lectura da esto? Que su aire trekkie de pringoso pacifismo estelar es pura filfa, que la fuerza da la razón, la practiquen aliens o humanos, la violencia impone, y que las aspiraciones de hipócrita feliz hermandad planteadas son fatuas, rollo de liberales de limousina para quedar bien en una veleidosa Zoociedad que por rachas y modas apoya causas, ecolojetas o humanistas, en las que no cree, para quedar bien en un papel couché no menos superficial y miserable. 

(TERMINA SIGUIENTE ENTRADA)

domingo, 17 de septiembre de 2023

X-FILES (SERIE) — ¿DE VERAS VER ES CREER?

 

Aparte de su esterilidad global,
esta serie describe Década 90;
es. quizás, su principal hito...

A esta legendaria teleserie le está ocurriendo como a THE MATRIX: su mítica se diluye año tras año, y no produce la misma sensación de expectación de cuando su estreno, o pocos años después. Pierde su halo de maravilla, que alimentan los fans de GILLIAN ANDERSON casi a la desesperada. Padece este otro “síndrome”: ¿cuantos “modernos” recuerdan BONANZA, o EL COCHE FANTÁSTICO, si no encuentran su reposición al zapear por la TV? Y, con el adoctrinamiento actual, seguro que “los modernos” las encuentran detestables tachándolas de heteropatriarcales o anejo disparate al instante. Desprecian contemporizar, negándoles su simpática voluntariedad, distinta a la del aterrorizado medio de producción actual.

Producción atenazada por la llamada AGENDA WOKE, la inclusividad de los cojones y demás progremierdas que considera a los gallos violadores de gallinas, culminando en la cultura de la cancelación (la censura progre, que es buena por ser de izquierdas) que hacen preguntarse si, en contraste, de verdad la censura franquista era tan terrible.

Según la Agenda W, ¿por qué FOX MULDER debía liderar el dúo que formaba con DANA SCULLY? ¡Debía ser al revés, además haciéndolo un retrógrado bruto ignorante para que Scully rutilase como ejemplo del femirulismo que combate el patriarcado para imponer el matriarcado, y afirmar que eso es igualdad! ¿No se trata, visto así, que un “ado” domine al otro? Entiendo, por exasperante que sea, que el femurilismo lo pelee; ¡es insoportable que haya peleles eunucos “progres” apoyándolo, traicionando a su sexo, trabajando para entregarlo al yugo de unas locas ladronas delirantes!

FOX MULDER y DANA SCULLY, la
pareja-sensación de la TV noventera, y
que todos esperaban ver encamados. No
llegaron a tanto. Perpetuaban el mito del
listo y el algo torpe acólito que, escéptico
en el caso de Scully, ayuda a anclar las
"elucubraciones" de Mulder a un ramplón
mundo nada fantasioso, hasta que...

Basta de esto, aunque esta enojosa digresión la añado para fijar ciertos elementos que están deteriorando el espectáculo y el ocio a gran velocidad. X-Files aparece en Década 90 para convertirse en notable éxito gracias, pienso, a la excelente química existente entre sus protagonistas, la construcción de sus sombríos secundarios y el poder de dejar en duda al público sobre si lo que relatan es real, o producto de una alucinación colectiva producida por lo que tú quieres ver/creer, una intoxicación química o, en verdad, hay algo que, de momento, es imposible describir sino con teorías más/menos fantasiosas. Estupendo equilibrio conseguido con esmero que deja episodios memorables y disparan al triunfo a la serie en una década bastante estéril, por otra parte. Es como si, tras la hyperactiva Década 80, los 90 necesitasen un respiro… que dura ya casi treinta años.

Lo fundamental de X-Files era sembrar la duda, el pretender despejarla y sugerirnos que podemos ser parte de un complicado proyecto de bioingeniería en la que, al menos, el Gobierno de los EE.UU. colabora con alienígenas. Las series como X-Files alcanzan un momento en que se retroalimentan, crean su X-Verso, empezando asimismo su decadencia que, recuerdo, comenzó a manifestarse cuando DAVID DUCHOVNY dejó la saga unas temporadas. Anderson seguía manteniendo el pulso, pero no era tan lo mismo. Y, luego, el reemplazo…

Documentación oficial/oficiosa aparte, la ciencia ficción fecundaba muchos episodios de la serie, que incluía el humor o la hosca reflexión; recuerdo el capítulo en que el maquiavélico FUMADOR, parodiando a FORREST GUMP, relata que, de haberle publicado sus cuentos del género, no se hubiera dedicado a putear a la Humanidad desde la secreta agencia donde trabajaba. Es eso de si los Yankees hubiesen contratado a FIDEL CASTRO. ¿Sería Cuba hoy dictadura? O si las galerías de arte berlinesas hubieran acogido mejor las pinturas de ADOLF HITLER, ¿hubiese habido Segunda Guerra Mundial? La labor del Fumador: ¿era resentimiento global, o mera actividad secreta?

Y con el T-1000 llegó el relevo. No ofrecen el
doméstico
glamour de sus predecesores, ¿verdad?

Un talento puede exprimir con gran éxito anécdotas como avistamientos de OVNIS o según qué relatos “bizarros”; en X-Files se creó una santísima trinidad (CHRIS CARTER, Duchovny y Anderson) que produjo un memorable serial. Espero no decidan hacer su remake y que siga la Agenda W, porque fijo arruinará su recordada leyenda urbana.

viernes, 15 de septiembre de 2023

UNA HISTORIA DE LA FRONTERA, AÑO XIII — EMPIEZA EL XIV

 

Algunas de la "predicciones" que
contiene este libro, que pensaba eran
sólo ocurrencias a propósito de la
obra en sí... ¡están cumpliéndose!
Y lo peor: ¡me quedé corto! La
realidad SUPERA la ficción

Otro aniversario. Siempre supe que este blog tendría longevidad, porque supone un importante escaparate de mi actividad. No puedo ocultar que esa actividad, aunque incesante, no tiene todo el reflejo editorial esperado en ese Septiembre de 2010, cuando era inminente la aparición de RECALIBRADOS y LAS GRAVES PLANICIES. Se demoraron un poco, empero eso permitió preparar el camino para que el público tuviera firme referencia y qué podía esperar del contenido de ambas obras.

Por desgracia, los acontecimientos de carácter social, o político, de nuestra actualidad han conseguido, con enojosa frecuencia, infiltrarse en lo que debiera ser un mero/lúdico comentario sobre influencias que han fecundado las páginas tanto de las novelas como las viñetas de BIANCA BLAZE®. Un sedante rasgo de frivolidad en medio de este caos.

A veces, esos acontecimientos poseen tal fuerza que obligan a comprometerse, opinar, hasta deben reaprovecharse para gestionar los capítulos de una obra, como sucede en la semiprofética SOGUETTO, cuya copia de material político es importante. Cyberterrorismo y violencia callejera aparte, Soguetto relata la debacle de una Civilización, la Occidental, carcomida (como estamos viviendo ahora mismo) por extremismos “progresistas” que han despertado la innecesaria reacción de adormecidos extremismos opuestos.

Va siendo hora de regresar a las
refrescantes graves planicies

No obstante, ignoro, mientras publico esta entrada, qué depara al blog, o al hermano, este Año XIV que empieza ahora; permanezco en una nebulosa de propuestas que, de pronto, fracasan, se demoran, se interpone un imponderable, la economía… la cultura de la cancelación, la Agenda WOKE, las editoriales, cagadas de miedo con el que una obra ofenda a un colectivo y le monte un delirante pollo represor, mucho criticar al franquista censor, pero ¡vaya cómo son los de la actualidad!… podríamos arder en el aquelarre de lo políticamente progretransministacorrecto… miedo Miedo MIEDO corrompiendo el ámbito cultural.

Bueno, confío en que se formalicen esos proyectos finalmente, y este decimocuarto año de Una historia de la frontera sea en verdad harto venturoso.

viernes, 8 de septiembre de 2023

ESTACIÓN DE TRÁNSITO — UNO HABLA (MUCHO) EN UN SOFÁ (I)

 

Y, encima, Premio Nebula, toma
ya. Cuando en el capítulo dos leo
a dos tíos hablando mucho en un
despacho, ¡intuí el desastre! Se
confirmó. Por cierto, por chula
sea la portada, no os engañe

Una de tres: o CLIFFORD D. SIMAK era idiota, o un profundo ingenuo, o nos toma por imbéciles. Estación de Tránsito vertebra esa “reputada” ciencia ficción clásica que “los puristas” veneran con fanatismo pagano, escrita por un posible discípulo de SAN ISAAC ASIMOV. Es ciencia ficción de repulsivo pringoso pacifismo panteísta, idea que puede condensarse en veinticinco mil palabras, acaso, empero Simak la extiende casi doscientas plúmbeas páginas, parva a espuertas sin otro sentido que la pedante autocomplacencia.

Me asquean estas obras, ¡ensalzadas! por colectivos endogámicos con un anquilosado sentido también endogámico de lo que es el género. Estas historias carecen de méritos para tanto encumbramiento, porque en verdad son ensayos, copias de presuntuosas “profundas” reflexiones personales del autor que sólo enervan a quien busca simple ocio, un tema ligero pero excitante, en su contenido. Pese a sus defectos, MUCHO tendría Simak que aprender de EDGAR RICE BURROUGHS o SAX ROMMER. ¡No digo ya de LESTER DENT o WALTER GIBSON!

Ahí tenemos al farragoso misántropo hamletiano ENOCH WALLACE, al que, a mediados del siglo XIX, eligen (ignoramos por qué méritos) para ser anfitrión de unos transeúntes de la Vía Láctea con quienes, durante ciento y pico de años (la taumaturgia HITECH de su posada —antaño, su granja— impide envejezca) traba más/menos amistad. Wallace habita en una de esas apartadas regiones de la Norteamérica Profunda, atrasada, protestante, endogámica, retratadas en DELIVERANCE.

CLIFFORD D. SIMAK. ¡Cómo os
la he colao, tíos, y sim vaselina!
Por eso muestra esa feliz expresión.
Y que haya un considerable fondo
de fandom que aplauda este bodrio...

Hacer de hostelero es trabajo con (relativo) poco interés; Simak debió percatarse de eso a las cinco mil palabras: había acabado. Porque ¿cuántas veces puedes repetir lo de “vienen del espacio profundo nueve, son inteligentes que te cagas, civilizaciones antiguas que convierten a la nuestra en cavernícola, por su primitivismo atávico/salvaje imposible acceda a esta vasta comunidad de sensibilísimos trekkies quasisantos, hasta que no rechacemos toda violencia”? ¡Pues Simak lo repite un millón! ¡Qué récord GUINNES! Un escritor honesto lo hubiese concretado un par de veces. Simak insiste Insiste INSISTE.

Y, al loro: la CIA tiene entreojado a Wallace; esa CIA que sospechan participó en el magnicidio de JFK y, en EL AMERICANO IMPASIBLE, financió la guerra de Vietnam, u otras tropelías; el cine las refiere por mí. En plena Guerra Fría, tienen ahí a un elemento sospechoso al que se limitan a vigilar. ¿De veras, sólo eso; más, después de que descubran que es inviolable la casa de Wallace, éste no envejece, exhumen de su patio el cadáver de un alien…?

¡La CIA cae sobre Wallace durante uno de sus paseos para recoger el correo, de grado o de fuerza le sacan lo que quieran, y resuelven si es o no espía comunista! Ya sólo lo del alien debió movilizar a todos esos siniestros científicos del Área 51 para ver de qué va este Wallace. El muerto era evidencia de vida extraterrana y oportunidad de acceso norteamericano a una HITECH que podría situarles imperantes sobre el Bloque Soviético… y los aliados de la OTAN. Gobernar el globo sin dificultad.

Esta está mejor; cuando menos,
aventurera (que no violenta) y
entretenida. Empero claro,
cuando copias
EL MAGO DE
OZ
, ¿qué puede esperarse?

Pero, no. Simak elude todas esas consideraciones. Deja a Wallace sentado en su porche, preguntándose si debe, o no, contarle a la Tierra su tarea. E insistir en lo beneficioso que sería al planeta cederle sus conocimientos, que podrían impedir una guerra nuclear en ciernes, aunque eso podría suponer una traición a la Central Galáctica, que si no soy humano, si soy híbrido, si… Compartir, o no compartir, he ahí la cuestión… Toda esta agotadora puta mierda moñas capítulo tras capítulo.

El capítulo en que el tal FISHER intenta allanar su casa, y el caraja de Wallace permite haga, es paradigma de la absoluta incapacidad de Simak para tratar temas concretos. Porque, considerando la territorialidad como los estadounidenses defienden su propiedad, ese episodio pudo resolverlo diciendo: sal de mis tierras o te vuelo la cabeza, jodido maltratador. No. Compliquémoslo. Diálogo intrascendente y tonterías. 

Todo, para llegar al previsible final donde la paranormal sordomuda LUCY Fisher tiene un esperado propósito, adecuado a este tipo de obras, impregnadas de empalagoso buenismo ridículo.

Por lo que sé, a priori, esta
promete. Pero dudo ahora mucho

Por otra parte, la labor de Wallace podía desempeñarla el ABUELO DE HEIDI, o cualquier misántropo del Tíbet, la Patagonia, o Las Hurdes. No: debe ser un cateto de la América Profunda con acusado sentido del Síndrome de Hubris. El ombliguismo de Simak barriendo para casa.

¿Esta es la ciencia ficción de puta madre magistral? Por su ínfima e insustancial calidad, ni siquiera debieron haber publicado este libro. ¡Y encima lo galardonan! Muy mal debía estar el fandom. Muy menstrual.

(Continuará.)

ADDENDA: a fecha de redacción de este texto (05/09/23), empecé a leer ¡VIVA MARÍA! Su humorístico y ligero tono resulta REFRESCANTE después de tanta altiva digresión soplapollas presuntuosa antibélica.

viernes, 1 de septiembre de 2023

3:10 TO YUMA — HASTA LOS MALOS QUIEREN A SUS MADRES

 

Afiche. El hombre que disparaba
"la mano de Dios" y el granjero
que espera mejor vida a su costa

Remarcable western semicrepuscular dirigido por JAMES MANGOLD (ese que se ha WOKEcargado a INDIANA JONES) que en mucho supera a su primera versión, no sólo por su más impecable factura visual, a la vez desmitificadora, sino porque está mucho más logrado, detallado, el trazo psicológico de sus participantes, de las motivaciones que les impulsan hasta el cénit, el duelo final esperado en estas producciones.

El BEN WADE de RUSSELL CROWE muestra más hondos matices que el de GLENN FORD; es quizás la influencia en el cine de MICHAEL MOORCOCK: la ambigüedad de unos u otros. En el pasado, salvo excepciones, obligaban presentar en dos planos antagónicos a los concursantes en una balada de este tipo: el bueno lo era a ultranza (el granjero metido a superhéroe y que encarnaba a unos Estados Unidos casi irreales, íntegro hombre de familia, incansable trabajador calvinista, con el coco relleno de tonterías predicadas por su anglicano pastor, al que todo domingo escuchaba con temor reverente, pese a saber que, para los herejes protestantes, Dios ya te ha elegido, o descartado, según seas rico, o pobre, enemigo del papista conspirador, y que de soslayo desconfiado mira al judío) y el malo, aún más plano y falto de complicaciones. Un villano despreciable que anda por ahí baladroneando con las manos en las culatas de revólveres Colt anacrónicos (esos Peacemaker aparecieron al final del Oeste; tiraron de los empleados durante la Guerra de Secesión años) o cometiendo abusos execrables motu proprio o mercenario del ranchero sin escrúpulos que, curiosamente, es otra encarnación del triunfador elegido por el Altísimo para ingresar en el Cielo. Acaso le desvirtuaba la codicia sin mesura, enajenándole para querer más Más MÁS cada vez.

Lo ignoran aún, mas llegarán a un entendimiento
mayor al que se supone debe haber en hombres de
aparente posición tan antagónica. Su camaradería
será al final auténtica

La efigie del malo del Oeste era la angulosa de LEE VAN CLEEF y punto.

Empero realizadores como SERGIO LEONE o SAM PECKINPAH rompen el atavismo; desdibujan mucho la barrera entre unos y otros. Casi desprecian al granjero temeroso de Dios y las sequías y a su esposa a lo LA CASA DE LA PRADERA (tostón moralizante que impostaba la idea de la familia ejemplar USA, que en la vida real apenas cumplen; su cine asimismo lo muestra. —Los norteamericanos están obsesionados con parecer una familia católica mas fracasan por culpa de su anglicanismo—) para presentar rufos que tienen demasiados ángulos como para condenarlos de la manera absoluta que hacían antes. Cierto destacan Un Villano Capital y su patulea de brutales matasietes, merecedores de ese balazo en el corazón. Mas ceden el protagonismo a un antihéroe que no desecha un mordisco de codicia ni le asquea ejecutar por venganza.

Sin este previo tratamiento, este Ben Wade carecería de su embaucador carisma, como no se reivindicaría al final, aniquilando enfurecido a su banda cuando abaten a su tenaz custodio agrícola. Esta espontánea decisión moral la toma sobre la marcha, porque al adolescente hijo del granjero se lo deja claro en el hotel: si no fuese peor que ellos, no duraría cinco segundos en esa banda. Sin embargo… en ese gesto…

CHARLIE PRINCE. ¿Es por
lealtad al líder o algo más profundo,
romántico, es lo que te mueve, socio?

Mangold satisface lo que demanda la vista del público actual (acción, tiroteos, crueldad). Presenta a ese CHARLIE PRINCE (o PRINCESS, porque la obstinación por rescatar a Wade es clara pasión homoX, nada de lealtad entre camaradas de oficio; algo que pudieran haber esbozado de manera titubeante —y objetivo de la censura— en su previa versión) también dando más relieve a la narración, que explora campos como el coraje, la desesperación, la negación o la codicia, cómo los poderosos saben apretarnos las clavijas para hacer cosas temerarias a cambio de cuatro perras, miserable propina que, no obstante, salva nuestro día, aunque apenas a ellos les supone gasto.

Grata sorpresa, se suma digna a la lista de westerns que rompen esa ‘pura’ iconografía a lo JOHN WAYNE del valeroso cowboy del sombrero bianco (pese a tener algunas oscuras interpretaciones) y donde CLINT EASTWOOD supo pescar con gran éxito.