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Portada del nº 13. Bueno, vale |
Aquel sueño alocado de GEORGE LUCAS que
no obtenía financiación y causaba risa a los sesudos directivos de las
productoras donde recalaba su proyecto ha crecido hasta tomar tamaño colosal desarrollando
una industria que nutre las necesidades de un distinto número de personas. (He
aquí un ejemplo de vida útil y bien aprovechada.)
No ha sido tarea fácil, desde luego.
Lucas “llegaba” a un “panorama fílmico” dominado por géneros con tendencia a lo
fatuo y lo grandilocuente, como la cursilada del relato gótico, vaya, a las
marcadas depresiones, y lo abandona con un Star
Wars, Episodio III, LA VENGANZA DE LOS SITH, que recauda más de ochocientos
millones de dólares. Cojonudo. Y es desprestigiada ciencia ficción. Basada en
infantilismos. Con toques de puerilidad. Bestialidad de $ que se traduce en
sostenimiento de la industria, creación o persistencia de empleos, difusión de
tecnologías que se aplicarán, con distinto provecho, a otros filmes o
videojuegos, otra importante empresa.
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QUI-GON JINN listo a zurrar YODA |
¿Algún filme de WOODY ALLEN, o comedia
romántica, o dramón sensiblero, todo eso tan elevado y maduro que tiene
encandilada a la tan entendida crítica (atajo de esnobs ignorantes), ha
generado tantos ingresos y apoyado al Cine tan rotundamente? No.
En cambio, “el género más tirado” salva
la taquilla y sigue prendiendo la ilusión en nuestros corazones. Sus
detractores, ocurre, no logran (o pueden, o no quieren) ver el conjunto completo.
Resaltan apartados que tan extraordinarios resultados derrotan al punto. Star Wars es una leyenda que propagará
su eco a través del tiempo, cosa muy considerable; tiende a inmortalizar a los
que se implican en el proyecto.
Por meritorio que sea un filme como NELL, ¿tendrá tamaña repercusión? Tal
vez sea la enésima munición que foguee algún/na crítico del futuro, víctima de
prejuicios elitistas, para remarcar las dudosas excelencias de tal cine sobre
aquél otro, malo sólo por ser de evasión. ¡Ah, calamidad!
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Pásmense: Qui-Gon tenía novia aquí |
Y de la menuda simiente alimentada de las
filias y fobias de Lucas crece un robusto YGDRASSIL
de numerosas ramas cuyo esplendor ya pudiera ser menos saludable. Benefician a
todo el árbol, pero podemos apreciar cuánta, o qué poca, sombra proveen.
Contamos entre esas extensiones las
novelas que ‘desarrollan’ el Universo
Star Wars, atendiendo principalmente a conceptos mercadotécnicos más o
menos acertados… y ceban el hambre del freakie
obsesionado en la absoluta colección/posesión de cuanto refiera al fabuloso
Cosmos fluvial lucasiano.
Estas obras no deben entenderse como canon;
son Facetas (permitidme la analogía con mi Prisma Universo) que plantean
alternativas, más o menos luminosas, al relato original. El fervor freakie, empero, las estima también
“parte litúrgica”, lo cual no habla favorablemente de su capacidad crítica. Es
“evangelio legal” cuanto el autor de la idea consigne. Lo demás, literatura
apócrifa de controvertida calidad o influencia.
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JUDE WATSON. Hale, mira, qué contenta |
Y JUDE WATSON contribuye a dichos
“apócrifos” con una serie de novelas-relámpago de clara orientación juvenil,
infantil estoy por afirmar. Queda claro que lo que escribe no tiene la
contundencia de TROPAS DEL ESPACIO,
una historia para adolescentes. (Y que sus detractores quieren ver como el MEIN KAMPF de la ciencia ficción. En
fin.) Y algunas situaciones están tan ‘aligeradas’ que la sospecha se hace
evidencia.
Aprendiz
de Jedi describe los
“años mozos” de OBI WAN KENOBI, aún PADAWAN
de QUI-GON JINN. Ambos acometen distintas misiones en los más remotos y
exóticos (se presupone) escenarios de la Galaxia. (Todos, empero, muy similares
—en habitabilidad, sociología y política— a la Tierra.)
Entre las remarcadas influencias de Star Wars está el PULP. Este género se caracteriza por una serie de aciertos, y
varios defectos, entre los que destaca el manejo contundente de la prosa.
Siempre he admirado esa habilidad en un escritor, cómo puede emplear un conciso
grupo de palabras para impactarte y describir la situación, haciéndola vívida,
e inequívoco al personaje, sin tantas tonterías y telarañas como el gótico. (Esa
“literatura vaporosa”, donde el abuso de grandilocuentes adjetivos lo suple
todo, y sirve sólo para cubrir la amplitud estéril del ego del autor.)
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Pues mi modesto intento de imitar a LUCAS |
Watson lleva a lo esquemático, sin
embargo, esta eficaz concisión que alabo. Tan magro es su estilo que deja en
ayunas de todo. No traslada la sensación de que realmente estés en la Galaxia.
La pobreza de sus descripciones, aun psicológicas, lo impide. “Afirma” que “vives”
en los albores de Episodio I, inmerso
en un entorno así familiar, pero más parece nuestro mundo con cierta HI/TECH resultona. Menciona a los Jedi,
a la Fuerza; habla (sacando a debate) de YODA o MACE WINDU para darle cuerpo al
relato, entroncándolos con un extenso rol de otros Jedi, machos o hembras, y
cuño personal, que diversifican el ya vasto proscenio, pero sosteniendo sobre
todo sus tramas supersónicas de quizás cuarenta mil palabras.
Pero no es Star Wars; es un sucedáneo. Como una costra de corcho del tronco. A
duras penas conforta nuestra gana de aventura extraordinaria tal como hacen los
filmes.
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Entre tanto, TERHLI hace estas cosas |
Otro sigul pulp de estas novelas (que pienso fueron expresamente concebidas
así, para rendir tributo sincero a una de las fuentes de Star Wars) está en el viaje de las tres mil millas. Partiendo de un
punto central, los protagonistas acaban lo más lejos posible y enfrentados a
amenazas que los Jedis de las películas resolverían bien pronto. A ellos, les
cuesta.
Watson (ignoro qué méritos posee para
recibir el encargo que mecanografía), aparte de hacer que las mujeres cuenten
con un papel casi capital en los relatos, trata con superhéroes a los que ha
emasculado deliberadamente. Sus poderes oscilan entre lo poco y lo nulo, y los
enfrenta a supervillanos dignos del peor tebeo del mainstream, teatrales y dados al exceso discursivo estilo DR. DOOM.
Pero entretienen, y su equívoca calidad logra
que admires, todavía más, los Episodios
filmados. Quizás hubo mala suerte (pondero ahora) y adquirí (muy
económicamente) los libros más débiles de lo que se antoja una larga cadena, un
trabajo considerable que debe recabar nuestro respeto.
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Aquí, en actitud de "Lo pagarás MUY CARO, muchacho" |
Cuanto lamento es la poca intensidad como
Watson imprimió al párrafo la grandeza, el espectáculo, la dimensión, con que deslumbran
los filmes. No sé hasta qué punto su sexo es responsable. Revive el debate de si
las escritoras son más lúcidas que los autores, o al revés, y si pueden
acometer concretos encargos.
Vuestro Scriptor.
Documentación adjunta:
http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com.es/2012/11/addenda-george-lucas-vencido-por-los.html
http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com.es/2012/10/george-lucas-en-postura-confiada-ante.html
http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com.es/2012/04/star-wars-contra-star-trek-conclusion.html
http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com.es/2012/03/star-wars-episodio-i-la-amenaza.html