domingo, 30 de marzo de 2014

CONAN EL DESTRUCTOR — EL WRESTLING HYBÓREO

Afiche foráneo: la cosa es mostrar a
un
cachas superpoderoso con un
enorme instrumento fálico en la mano
La comparación con el CONAN EL BÁRBARO rodado por JOHN MILIUS resiente este filme de RICHARD FLEISCHER. Aquella cinta estaba equilibrada, fascinaba, era romántica, e intentaba explorar qué avatares sufre una vida violenta y sometida a la violencia, cómo sus repercusiones achataban las perspectivas y moralidad del que la sufría y prodigaba.

Entre esta reflexión, alumbrada por la cita de NIETZCHE que hace de proemio, no se descuidaban la acción, la aventura, ni el homenaje. Finalmente, la partitura de BASIL POLEDOURIS enfatizaba los momentos de introspección en que Conan (ARNOLD SCHARZENEGGER), cumplida su venganza, largamente anhelada, tiene ante sí una vida cuya energía ignora cómo emplear.

Toda la enfocaba a asesinar al embaucador THULSA DOOM (JAMES EARL JONES), quien había edificado un fantástico castillo de rutilantes naipes merced al discurso, la oratoria populista que aturdía por su hipnótica resonancia y lo que aparentemente transmitía. Embrujaba a un populux que sentía necesidad de trascender lo fútil y arduo de su existencia en una época primitiva, madurando entre las ruinas de una Atlantis imperial (¿remedo de una Norteamérica que se agotó y desplomó?) y las criaturas mágicas que alentaban en ese mundo, atrapadas entre predios humanos que tanto los veneraban como acosaban.

El Wild Bunch de la Era Hybórea; MAKO repite rol, como
SCHWARZENEGGER y, entrambos, salvan, como pueden,
el filme (pero apenas)
Milius (y cuanto OLIVER STONE consignara en su libreto) emplearon Conan el Bárbaro para trazar una parábola sobre el Hombre y la Historia, usando a los protagonistas y adjudicándoles concretos roles. Thulsa Doom el carismático líder populista con una Propaganda espléndida pero venenosa. La hija del rey OSRIC (MAX VON SIDOW) bosquejaba lo veleidoso de las altas clases sociales, hartas de ocios y caprichos, que se entregaban entonces a lo estrafalario, ignorando su riesgo, Conan, esa fuerza primitiva y constante, como un agente implacable de Dios, o el Destino, que tumba toda obra humana, indiferentemente a como estuviese construida.

Imágenes promocionales de Conan con las aguerridas
féminas del filme. La reina TÁRAMIS (SARAH
DOUGLAS) camela a Conan tocándole la fibra romántica,
cosa extraña posea un existencialista como el bárbaro
Fleischer se limita a plasmar unas andanzas de tebeo (mal cómic) que refleja el estado de la colección del cimmerio (¿o cimmeriano?) por entonces. Si bien Milius admitió fiarse más de las pinturas de FRANK FRAZETTA sobre Conan (por temor a las incongruencias que los “escribas apócrifos” de ROBERT E. HOWARD —SPRAGUE DE CAMP y LIN CARTER— habían impostado al personaje) para hacer su filme, Fleischer siguió, al dedillo, la ambientación de las viñetas, que no siempre dibujaban JOHN BUSCEMA o TONY DE ZÚÑIGA. En ellas, al menos, resistía cierto poso de calidad.

Aureola a Conan el Destructor (esparcimiento de noventa minutos y rápido consumo, sin más pretensión que obtener rápidos ingresos —abundantes, a esperar— y retener la franquicia) la leyenda urbana (ignoro cuánto de exacta) de que el guión original, de ROY THOMAS y GERRY CONWAY, sufrió mutilaciones y degradaciones sin fin-sin fin a manos de la productora. STANLEY MANN hilvanó la carne restante en el MONSTRUO DE FRANKENSTEIN que filmó Fleischer.

Pero, niña, ¿tú qué has visto? Es remarcable la torpe
actuación de WILT CHAMBERLAINE como BOMBAATA.
Cosas del intrusismo profesional
Thomas y Conway rechazaron las críticas mostrando su guión. Quien lo leyó (más leyenda urbana) lo consideraba muy superior a lo rodado. Sospecho que sí. Tanto Thomas como Conway pretenderían hacer un acercamiento respetuoso, y bastante aproximado, a lo que Stone y Milius crearon. Son competentes narradores. Thomas, el Marvelizador, “conocía” a Conan, y sus adaptaciones son muy aceptables.

No creo, sin embargo, que su historia difiriera tanto de las imágenes vistas. Quizás su libreto prestara más protagonismo a la figura del cimmeriano (¿o cimmerio?) sofocando las paridas bufonescas de MALAK (TRACEY WALTER), un estúpido alivio cómico que está de más en bastantes planos. Revienta la película.

MALAK (TRACEY WALTER), se encarga de cargarse
la película, con su actuación bufonesca y sobrada de
secuencias y planos. Mako: convence un tanto
[Malak sustituye la trascendental filosofía que impregna el primer Conan, que ahuyentaría espectadores. Habiendo un payaso en la película, rebajaban la clasificación de “por edades” y contentaban a los lerdos.]

La médula de Conan el Destructor sigue siendo explotar el relato NACERÁ UNA BRUJA. Su clímax (la crucifixión de Conan) ya estaba filmado, así que tuvieron que buscar una argucia argumental que sustituyese el crítico episodio y mantuviese la tensión dramática.

La sustitución del “cabalístico” Thulsa Doom por THOT AMÓN (PAT ROACH) es magro beneficio y plantea cuestiones como: si es un hechicero tan poderoso, ¿por qué sucumbe? ¿Por qué, ávido del poder que puede otorgar la joya que sólo puede tocar JEHNNA (OLIVIA D´ABO), no inmediatamente la secuestra y fuerza a tomar el prisma? Concede a Conan y su brigada de rescatadores tiempo (sobrado) para salvarla y firmar la sentencia de muerte del brujo.

THOT AMÓN (PAT ROACH) ni de lejos se
puede comparar a THULSA DOOM. Su papel
genera más intrigantes sobre su capacidad de
los que debiera sugerir
La lucha (libre) en la sala de los espejos es otro ejemplo notable de las limitaciones de la inteligencia, o imaginación, de los artífices del filme. Si Thot Amón estima un peligro grave a Conan, ¿por qué juega con él? Siendo ese hombre-monstruo, debió yugular al bárbaro ipso facto. Y ¿por qué mutó a hombre-monstruo? ¿No es un temible mago? ¿No pudo conjurar espíritus, o un hechizo fatal para Conan? Y ¿cómo no tiene abyectos esclavos que luchen por y para él? La cadena de preguntas parecidas puede ser laarga.

Sólo contaba: mostrar qué neumática estaba la D´Abo, qué torpemente interpretaba su rol WILT CHAMBERLANE (BOMBAATA) y explotar la fibrosa y extravagante presencia de GRACE JONES (ZULA).

Aun Schwarzenegger parece indiferente. Intuiría lo barato de todo (la historia, el planteamiento, los diálogos…) y se limitó a cumplir con su planning de rodaje sin florituras. Tenía que brear (sicarios aparte) a dos monstruos (uno, residuo de los relatos de LOVECRAFT) en una escombrera de lo que fuera la epatante Atlantis.

La extravagente GRACE JONES, como ZULA, reparte leña.
Recuerdo que muchos lectores de L
A ESPADA SALVAJE
DE CONAN se quejaban de que Zula era hombre. Bueno,
la magia del cine tiene estas transexualidades
¿Y cómo el siniestro dios DAGGOT tiene tan poco poder? Porque AKIRO (MAKO) lee en las tablillas del templo (maldito) que su resurrección supondrá el apoquelipse total. Empero… salvo esos roncos berridos y unos relámpagos, Daggot no hace nada notable. Sucumbe al afilado acero de Conan como cualquier otra alimaña que lo incordiase.

Conan el destructor puede aliviar una sobremesa en que ni se exija demasiado y no sea mejor la alternativa. Este filme roza el péplum casposo de GORDON SCOTT y STEVE REEVES; si no cae en él es por algunos cuidados aspectos de su producción. Quizás Conan no mereciese esta secuela… que parece, dicen, estar por encima del reciente remake. Siendo así… ¡Milius, acude y recupera a Conan!

Vuestro Scriptor.

Adjunto:

lunes, 24 de marzo de 2014

CONAN EL NÓMADA — Y OTRAS PASIONES MASCULINAS

BORIS VALLEJO, en la estela de FRANK
FRAZETTA, deja esta potente portada...
Poseyendo más méritos, el singular del recopilatorio de las aventuras del cimmerio (¿o cimmeriano?) sigue siendo la adaptación del cuento NACERÁ UNA BRUJA, donde CONAN es crucificado. Este hito parece el más trascendental de cuantas andanzas pueden narrarse de Conan. Tal vez porque el cruel castigo al que le someten emula al de JESÚS. Si CRISTO pudo hacerlo, ¿por qué no Conan? Hay una historia rara ahí, una comparación, que… ¿me explico?

A continuación leemos EL DURMIENTE BAJO LAS ARENAS, tebeo con claras referencias lovecraftianas. Está más que comprobado qué vínculo-e-influencia el solitario de Providence tuvo sobre ROBERT E. HOWARD, así como que sus Universos ficticios podían tener más nexos comunes de lo supuesto. Esta historieta, pues, rinde homenaje a esa amistad y ascendiente referido.

...que Fórum no repite; nos suelta esto, de
calidad discutible. (Tanto meterse con
Vértice,
y mira por dónde)
Pero el atractivo dominante sigue siendo Nacerá una bruja. En esa épica gráfica, JOHN BUSCEMA afirma en el colectivo la imagen que FRANK FRAZETTA realizó del cimmeriano (¿o cimmerio?), apoyándose en mandobles de extrema ferocidad. ROY THOMAS hace un pequeño esfuerzo para mostrarnos las rudezas del mundo que Conan tomaba a caballo y punta de sable, según delata el diálogo que sostienen la usurpadora SALOMÉ y KHUMBANIGASH, oficial del traidor CONSTANTIUS. Leemos:

«…Tendrás tu turno con ella, antes de que muera.
«Olvidas que tuve ese placer hace semanas… muchas veces

Vaya, la Era Hyborea no era ese sitio tan chachi que pretenden. Había algo más que tajos en el torso y cabezas cortadas: violaciones. Actos retorcidos y viles. Thomas quiere también mostrarnos que la heroína ha sufrido más de lo habitual (pudrirse en una mazmorra inmunda, con grilletes hiriendo su carne), y destaca un episodio de violencia que generalmente se solventa con una frase oblicua oculta bajo un montón de casquería e incendios, donde el agresor suele ser un pestilente degenerado hirsuto de ojos inyectados en sangre, no un refinado oficial.

Splash-page, donde el torvo CONAN ya
tiene a la piva de rodillas, lo clásico en
este tipo de tipos
Pese a la brutalidad el suceso, TÁRAMIS no refleja estragos psicológicos, y se lanza en brazos del musculoso salvador bárbaro pidiendo que le dé más de eso que él llama amor. Su fortaleza anímica, comprobamos, supera la de los bíceps del campeón.

Otra secuela ninguneada procede de las lesiones que Conan podría haber sufrido en sus manos, atravesadas por clavos. Cierto: no sé Medicina; ignoro qué secuelas permanentes podría dejar semejante tormento. Pero ¿incapacitaría a Conan para la esgrima? No lo parece. Está el tío como nuevo. Ávido de venganza.

El volumen lo cierran dos relatos superfluos; uno incluso que no es de Conan, sino la adaptación de un texto del exégeta de Howard, L. SPRAGUE DE CAMP, protagonizada por un asiático intrigante que recuerda demasiado a FÚ-MANCHÚ. Comparados con Nacerá una bruja, estos cómics son lentos, tortuosos, salpicados de oportunos lances para confirmar al lector que sí, el héroe es Conan, y no NAYLAND SMITH.

Claro, que no hay tebeo de estos barbáricos
sin
femdom sáfico con el que exaltar a las
masas lectoras
Resalto estos apéndices pues evidencian de qué forma una industria como la del tebeo, con un personaje lanzado a todo vapor hacia las tiendas y estanterías de los lectores, debía canibalizar lo que fuese para hacer su camino y permanecer en el top ten de ventas. Aquí corresponde criticar al lector ciego, que adquiere lo que sea (por sucio, deleznable, lamentable, que aparezca) y además lo reclama con avidez. Aunque en su momento ayuda al sostenimiento del icono, esas olvidables historietas acaban envenenando la lealtad del seguidor, pues descubre qué falta de respeto por ellos siente la editorial. Les arroja cualquier basura seguros de que la adquirirán. Un poco de juicio, o distanciamiento, crítico nunca viene mal.

Pero no debemos esperar de este Conan (quizás, de ninguno; por extensión, imagino, de toda la ficción encuadrable en la espada-y-brujería) más que un rato de deleite con ciertos regustos. Pretenden compensar la nulidad del relato con el arte de los dibujantes, confiando obtener, en conjunto, un acabado digno. Mas Conan, según ERNIE y CATHY FENNER, es: “Los lectores de los libros de Conan —chicos adolescentes y hombres adultos con valores propios de la adolescencia— se deleitaban con las fantasías machistas de la serie: mata a todo malvado que se mueva, haz arder todo lo que no se mueva, rapta a la heroína díscola y conviértela en tu esclava.”

Ni monstruos que están ahogándose,
como delata este de la viñeta de los
ojos saltones
Son, en efecto, reflejos de una aguda ginefobia nacida de hombres bastante inseguros de sí… y su sexualidad. Es evidente que englobar absolutamente a todos los lectores de Conan (o la espada-y-brujería) dentro de esa descripción, es injusto y parcial; hay lectores que comprenden las limitaciones del personaje, reparan en sus carencias, y pasan a otra cosa, inquietudes serias, complacidos con la ración de ocio recibido.

Pero hay una (triste) mayoría, ahí hincada, que firmemente cumple ‘los preceptos’, un poco extremistas, de los Fenner. Si les examinamos con cierto detalle, son personas que anhelan la capacidad de violencia-e-impunidad que el macho musculoso despliega, con tan poco sentimiento (o remordimiento) moral como para usar como un trapo a la mujer (dueña de emociones) que coprotagoniza el relato (generalmente, una guayaba Playboy), y un afán de dominio priápico que, en su vida cotidiana, no consiguen jamás.

Ni el sadomaso; el malo es un chino
vicioso, un eco, podemos sospechar, del
pánico norteamericano al Peligro
Amarillo preconizado en Ming, el
Despiadado (primo de este otro chino)
No sé cuánto corresponde denostar esas figuras. Conanno deja de ser, como JOHN CARTER, o ELRIC DE MELNIBONÉ, una fantasía que dura lo que tome su lectura, o la conversación en que surja el tema. Vivirlo, idolatrarlo, es ya lo inquietante, pero antes de ser sentenciarlos con rigor y lanzarlos al infierno, recordemos otras ‘pasiones viriles’ ampliamente aprobadas, como los deportes. El fútbol, por ejemplo. Muy raro es que un freakie de Conan salga a la calle a masacrar personas (porque suelen ser gente fondona, más bien miope, e insegura), quemar edificios y violar pivas.

Sin embargo, el fútbol… Y ahí está: deporte rey. Pasión de machos muy heteroX que, no obstante, pierden el culo por esos jovencitos atléticos. Estos forofos me dan más que pensar (y malo) que los freakies de Conan… a los que se condena sin apelación, sin embargo, cuando un episodio aislado de violencia resalta sus lecturas, pero jamás se reprende con energía suficiente los asesinatos habidos en y por el fútbol…

Vuestro Scriptor.

Adjunto:

martes, 18 de marzo de 2014

EL LIBRO DE ELI — EL APÓCRIFO FILME DE SÓLO UN PEREGRINO

Afiche foráneo: Tú yo yo, Señor. Tú y yo.
Lo eché de menos viendo este filme
Comparándolas, el DREDD de PETER TRAVIS parece muy inspirado, visualmente hablando, en esta cinta de los HERMANOS HUGUES, que, a su vez, se apoya en varios puntos (como el del canibalismo) en el SÓLO UN PEREGRINO de GARTH ENNIS y CARLOS EZQUERRA. Hay diferencias, claro. La amenaza de plagio gravita sobre nuestras cabezas.

Siempre he sospechado que los derechos de Sólo un Peregrino los posee una major que está buscando la oportuna conjunción planetaria para rodar la película. Pero, otros, deben haber estimado que tanto el personaje, como su ambiente, cuentan con estímulos excesivamente poderosos como para dejarlos en un semiolvido improductivo.

Y abordaron la aventura, pues, de filmar un émulo de bastante calidad que no defrauda. Eli, el peregrino ¿invidente? que interpreta DENZEL WASHINGTON, es una versión light del Peregrino del cómic. Aquél es una pieza de integridad y convicción que, sintiéndose acompañado por Dios (nunca su espada justiciera; Ennis es lo suficientemente listo como para saber que así transformaría al expeditivo personaje en un maniqueo demente irrisorio), ejecuta Su obra por el desamparado páramo que es el mundo ahora, tras el Máximo Estrago del Fuego.

Tras el Máximo Estrago de una guerra nuclear, el Sol es un
gran enemigo... como la radiación, aunque la película obvia
ese detalle. El mundo parece un espectro descolorido
El peregrino Eli no se siente impulsado a extinguir al Mal allá donde surja. Tiene una misión superior: entregar la última Biblia del mundo en un remoto recinto, la isla-prisión de Alcatraz (peculiar ironía), donde un grupo de intelectuales intenta recuperar la cultura de nuestra civilización, fulminada por un flash nuclear, tres décadas antes. A Eli lo impulsa una voz interior… allende su cuerpo.

Tal misión lo impide, por tanto, arriesgarse, meterse a héroe. Cuando topa, a distancia, con los moteros/libreros que matan a los peatones en la carretera, Eli no interviene. Agazapado tras los escombros, es testigo del crimen, mientras a sí mismo se repite: No es asunto tuyo.

El predio de CARNAGIE, un remedo de Bartertown, aunque
sin su "salero" visual; otro hito para el peregrino Eli
El Peregrino, nuestra medida de comparación, habría musitado: “Tú y yo, Señor. Tú y yo” y luego exterminado a los asesinos, “escoria atea” que afeaba aún más el aterrador mundo tras el Fuego. Una oportunidad más de supervivencia que daba a los justos de salir del apuro. Bastante tenían ya con el día-a-día.

Carnagie, que sabe que la Palabra puede
mover montañas, como la fe. Como malo,
le falta carisma. Parece un
yuppie codicioso.
Hace añorar a HUMUNGUS
Empero, ambos terminan descubriendo que el llamado Buen Libro posee un mensaje nocivo, obceca. El Peregrino se percata, tarde, de que intoxica con un predicamento de intolerancia que apenas el Nuevo Testamento, más “suave”, modera. Eli, que el Buen Libro exige una obediencia, cuando se debe interpretar como una guía moral que tienda a la elasticidad, la tolerancia. No vivas por el contenedor, sino por la enseñanza noble de su contenido. También lo comprende tarde.

[No creo, sin embargo, que la Biblia sea el único libro religioso que ofusque, obceque y fanatice hasta extremos de peligrosa e intolerante alienación. Por su secuela, el Corán parece todavía más peligroso, restrictivo y sectario.]

Aquí le vemos cuidando de la invidente madre de SOLARA
(futura predicadora) y de ella. A GARY OLDMAN le cuesta
sacarle la mala entraña a este tipo
En todo caso, ambas parábolas esperan insertar en el lector/espectador la idea de que un pleno sometimiento a estos textos, su inflexible lectura literal, no engendra buenos fieles, sino peligrosos ascetas capaces de cometer los más espectaculares e inhumanos crímenes en nombre de un distante Altísimo al que, sinceramente, no Le importamos. (Gracias, Padre Eterno.)

Mas El libro de Eli expresa un aire de pausada reflexión religiosa respetuosa ausente en Sólo un Peregrino. El PREACHER Ennis quería contar algo fuerte con un Peregrino unidimensional (en apariencia). Los Hermanos Hugues recurren a planos lentos, una fotografía cercana al blanco y negro y una BSO de vago contenido “arcangélico” para esbozarnos el enésimo western del mundo tras el Día Después.

Llega un forastero a la ciudad, y... Cuánto juego da ese
concepto del
western; el hombre sin nombre, del que nadie
sabe nada... vete a saber cómo es capaz de liarla
Este concepto ha cambiado en los últimos tiempos. El mensaje de que la supervivencia sería mucho más azarosa, si no imposible, se hace más fuerte, diluyendo el optimismo inefable de MENSAJERO DEL FUTURO, donde reiniciar la civilización está a golpe de conmutador, una vez, claro, eliminen al obtuso villano malvado que impide conectarlo.

El libro de Eli contiene otras notas curiosas: en ese mundo tras el Máximo Estrago (nuclear, parece), no son los jóvenes el gran valor necesario para la recuperación o la reconstrucción, sino los maduros. Tanto Eli como CARNEGIE (GARY OLDMAN) tienen cultura, conocimientos, recuerdan el ayer y, a modo, Carnegie intenta retomarlo.

Solara ve en Eli algo ausente en su entorno, y le sigue hasta
el desconocido punto final de su peregrinaje; para ambos, un
largo viaje de descubrimiento personal
Se ha erigido cacique/sheriff de una población tipo el Bartertown de MAD MAX — BEYOND THUNDERDOME, donde su férula no escatima crueldad para mantenerse en el poder. Más aún: espera extenderlo.

Otro detalle, y significativo del mayor ‘conocimiento’ del planeta tras una asoladora descarga de armas nucleares, es que los supervivientes, y sus hijos, serían ciegos (esto lo “preconicé”, no obstante, en FACTORÍA CINCO, permitidme la inmodestia). La idea de que todo podría volver a funcionar “de aquella manera”, registrada en fábulas similares, habían soslayado este peliagudo tema de la desaparición, o fatal merma, de la capa de ozono.

Esta "simpática" pareja de ancianos desvela la causa de que
se examinen las manos de todo forastero; es otro nexo de
unión con
SÓLO UN PEREGRINO, por ende
Cuanto contaba, según el caso, era narrar una vibrante (o patética) hazaña que evidenciase que nuestros mejores valores se impondrían al barbarismo rapaz de las bandas de degolladores motorizados. (Supongo que es algún tipo de resonancia psicológica generada en el Holocausto.)

Pero, pese a estas sugerentes “puestas en escena”, El libro de Eli no concluye de forma pesimista y que el mensaje: Cuidemos nuestro valioso mundo. Es irrecuperable, cale en el espectador más hondamente. Busca/ofrece solución, esperanza, continuación/regeneración, espíritu americano de superación, que reposa en los pequeños hombros de SOLARA (MILA KUNIS), que se lanza a la carretera para ¿transmitir el mensaje?, ¿difundir la Palabra?, predicar ¿qué?, si su conocimiento de la Biblia es superficial.

El desamparado Getsemaní de Eli. No recibe beso de JUDAS
pero tampoco estos tipos tan perversos se ceban con él. Aun
el villano que interpreta RAY STEVENS parece ser canalla
porque no había ocupación mejor en este erial postnuclear
Ni quiera recordaba decir amén para consagrar la bendición de la mesa. Vaya ¿apóstol?, ¿papisa? guerrera.

Tampoco  Carnegie es el villano habitual: es un tirano cultural, consciente del poder que la Palabra Adecuada tiene. Su fin no llega en una ordalía de destrucción, en épico duelo contra el héroe. Recibe un lento “castigo bíblico”, y se le condena, además, a ver cómo esquilman su ruinosa torre de Babel, su ciudad, los saqueadores que dejaron de temerle y respetarle.

La moraleja de El libro de Eli, de contenerla, me parece algo confusa. Mas ofrece un digno, entretenido y respetable espectáculo. Bien hecho. Buen trabajo. Perdure, pues.

Vuestro Scriptor.

Adjunto:

martes, 11 de marzo de 2014

SÓLO UN PEREGRINO — EL APOCALIPSIS APÓCRIFO DE BILLY SHEPPARD

Portada del nº 1 (de 5). Dibujada por
MARK TEXEIRA. EL PEREGRINO:
pocas tonterías con este hombre
GARTH ENNIS rara vez defrauda. De un modo u otro, bajo su férula logra girar la tuerca de la situación que, por tópica que sea, se vuelve bruscamente inédita, o lo suficiente de nueva como para orillar lo original. Los grandes hacen eso, pues son conscientes de que nada virgen queda por contar (pues sólo existe una auténtica trama: el viaje), y se esmeran en narrar, pues, algo en lo logren sentirse cómodos.

Esto se nota en el especial deleite que el lector experimenta tras terminar la historia. En efecto: descubre siete mil influencias que, a su vez, son eco de otro relato, más o menos conocido. Pero el autor las encajó de tal forma que generaron algo quasigenuino. Al tiempo, la existencia de las referencias ayudan al lector: lo sitúan. Pisa terreno familiar.

Y en Sólo un Peregrino Ennis muestra qué intensa satisfacción le produce la fábula. La desenvuelve con soltura ante nosotros, esperando la paladeemos. Ennis es autor que siente ‘predilección’ por los arquetipos de fuerte carácter. El arquetipo tiene el ‘defecto’ de ser un ente unidimensional impulsado por estereotipos.

El peatón del fondo del océano Atlántico, desecado tras el
fuego; sólo tiene un amigo, y le basta. Estando Dios con él,
¿a quién va a temer?
Muchos westerns previos al spaguetti western los protagonizan figuras arquetípicas que, como robots, obedecían criterios sociales tradicionales impostados al héroe: noble, generoso, con envidiable sentido de la justicia y la mesura, de la fuerza y la violencia. Convencido heteroX casto, se reservaba para la no menos virginal novia, otro modelo cultural de pureza y de lo que esperaban de las jovencitas casaderas.

El PEREGRINO que Ennis “dibuja” (aunque su torva faz nos la muestre nuestro CARLOS EZQUERRA) es sujeto de una pieza. Sin grises. Todo es (y debe ser) blanco o negro para él, y tal tratamiento aguarda recibir. (Tal vez porque si demuestran compasión por él, se desconcertaría; se tambalearía, y acaso, descubriría su vacío interior, y todo su Universo colapsaría. ¿Qué sería de él, entonces?) Resume un puñado de estereotipos de Supervivientes del Máximo Estrago que las últimas décadas hemos “conocido” para nuestro solaz.

Siempre habrá gente desvalida, como el
grupo en que viajan los SHEPPARD.
Atención al joven BILLY; a la postre,
será un revulsivo para la conciencia del
inflexible Peregrino
Pero Ennis lo dota de pequeños matices que lo hacen, si no único, sí diferente. Llamativo. Tuve la suerte de leer, consecutivamente, Sólo un Peregrino y XENOZOIC TALES (o CADILLACS Y DINOSAURIOS). La grieta entre ambas obras es enorme, y permite valorar los estándares culturales de cada autor y cómo influyó el ambiente en ellos y su trabajo.

MARK SCHULTZ, que va exhibiendo un creciente dominio del dibujo en cada número de Xenozoic Tales, procede de un ámbito estadounidense caracterizado por ciertos tópicos culturales que su cine, potente maquinaria de su Propaganda, muestra con recurrente insistencia (derecho que poseen; para eso lo financian). Expone en el protagonista, JACK TENREC, un conjunto de esas “herencias made in USA” originadas en sus mejores convicciones.

A modo, Tenrec es un antihéroe. Otro individualista (la gran querencia americana) que va ligeramente contracorriente de lo establecido por un Poder moteado de corrupción. Como todo buen cowboy, Tenrec ama la Naturaleza. Es un paladín de DANU, esquiva cuanto puede su papel de héroe solar.

La posesión más valiosa de Billy es su
diario; nos aproximará a la imagen del
Peregrino desde el aspecto de un icono
incorruptible, una leyenda necesaria a
esa edad temprana
Pero aguarda que emerja del Máximo Estrago una fuerte, enmendada y norteamericana Sociedad. Lo cree posible. Es el MENSAJERO DEL FUTURO entre dinos.

Schultz esboza los rudimentos de un convencimiento nativo que a los cínicos europeos nos parece ingenuo.

El unidimensional Peregrino de Ennis no espera nada. Ni la resurrección. Su alma es un abismo sombrío para la que lo únicamente importante es llegar vivo a mañana y contarlo, el día-a-día sin más objeto que cumplir la (misteriosa) voluntad de Dios.

Ennis así empieza a desdoblar al Peregrino. Lo emplea para cuestionar, bromeando un poco, a los fanáticos religiosos, a los que descubre como almas perdidas, necesitadas de una poderosa áncora externa, pues nacieron anímicos de ánima. El Señor parece buen combustible y refugio.

Merece nuestra atención la labor del
español CARLOS EZQUERRA, que
aquí plasma otro personaje indomable
Schulzt no puede incrustar ese cinismo europeo a Tenrec, otro sheriff que combate una dominante Corporación Contaminante malvada, y que es incapaz de cometer el acto de brutalidad excepcional necesario para ganar, cosa que si dudar haría el Peregrino.

Acaba siendo Tenrec, personaje lleno de facetas y cualidades, el unidimensional, el acartonado. El Peregrino, de entrada plano, sólido, monolítico, empero guarda muchos terribles secretos que, parafraseando algo bíblico, lo semejan a un metal fundido en un crisol de penalidades y cuyas impurezas emiten reflejos varios a la espada que es ahora.

El Peregrino es hombre de pensamiento/acción. Y en un mundo donde el Máximo Estrago lo originó El Fuego (el Sol se expandió desmesuradamente y abrasó la Tierra —anticipo de la catástrofe-clímax de SEÑALES DEL FUTURO—), la vacilación equivale a extinción. Exige un temple anímico especial del que Tenrec carece. Pese a sus brujuleos, Tenrec tiene un hogar que lo impregna de valores, positivos o no.

CASTENADO, el terror de los fondos
oceánicos, se enfrenta, al fin, al terror
de los bucaneros de los fondos marinos
El Peregrino recorre el fondo del desecado océano Atlántico ejecutando, implacable, la (Misteriosa) Obra del Señor. Esta vez, terminar con la banda de salvajes bucaneros del atroz monstruo lisiado CASTENADO, mofa sádica del CAPITÁN GARFIO de PETER PAN (que, quizás, sea trasuntado por BILLY SHEPPARD, chaval de diez años y medio deslumbrado por el expeditivo carácter del Peregrino.)

Ennis no expresa abierta duda, o crítica, por Dios, sus Misterios y Designios, o la Biblia en concreto. Permite lo decidamos. El de Belfast creció en un ambiente dominado por la irracional violencia terrorista y fue testigo de las facetas más negras del Hombre. Schultz, no. Por eso sus personajes son tan radicalmente antagónicos.

La marca del Peregrino: la extinción
cierta del pecador
Tenrec aún cree en Dios. Ennis, no. O Lo cuestiona. Pregunta: Por qué señor, todo este dolor e injusticia. ¿De veras consuelas y amparas? Afirman que eres Bueno-Bondadoso-y-Omnipresente. ¿Por qué consientes toda esta maldad? Y, como el Peregrino constata, la respuesta del Altísimo es una intolerante (y Misteriosa) orden: No cuestiones. Cree. Después, todo será revelado. Una eternidad de placer vale el sacrificio de una pequeña vida de dolor. (Pero, ¡qué larga se hace esa existencia, bajo esas condiciones!)

No. No necesitamos este Dios. Y es lo que Billy termina enseñándole al Peregrino, una revelación que puede amenazar la firme integridad de sus radicales convicciones…

Vuestro Scriptor.

Adjunto: