jueves, 23 de febrero de 2017

(PELIGROSOS) EGOS SOBREALIMENTADOS

Prueba A de lo que es un ego que no tiene medida.
Menuda existencia debe ser la de este "escritor". El
párrafo de las novelas por venir y su gargantuesca
fama, casi impagables
Las capturas adjuntas proceden de una garla sostenida con un editor sobre el ego hinchado que manifiestan muchos autores, sean del campo artístico que sean. Estas capturas son vivo testimonio de un ego desmesurado que reacciona furibundo porque no sólo rechazan su texto que, según traslucen sus palabras, es la H*O*S*T*I*A, ¡además tienen la osadía de subrayarle deficiencias en él!

A estas alturas, empero, sospecho que se trata más de una elaborada broma pesada destinada a causar malestar a este editor. De serlo, no deja de inquietar la salud mental del autor, pues invierte tiempo en escribir una mierda para luego aguijonear con ella a este señor, que debe publicarlo, enmarcándolo además con dorados laureles. ¡Está escrito por MegaFulanito DeTal! ¡Atención! ¡Léanlo aun en todos los telediarios!

Pero trabajemos el postulado de un amateur (y le falta aún para tanto). Imagino al tipo: considerándose capaz, pergeña desde una idea difícilmente original (todo está escrito; nada hay nuevo) una narración que expone a “conocidos” en red social, esperando ¡aclamación! y ¡loas! al ser MegaFulanito el autor.

Vengo observando, desde que estoy en una red social, qué mal es para ciertas débiles ánimas. Las redes sociales han engendrado un insaciable monstruo vanidoso que no para en barras cuando le contradicen. MegaFulanito ha enseñado su relato a los amigos de red social, gente sin la adecuada formación encima, y le han piropeado a ¡alabanzas! hasta henchir su mínimo-nimio pero inflamado ego (cuanto más frágil-sensible, más exacerbado) hasta alcanzar insanos extremos de arrogancia.

Prueba B. En tono aún más pretencioso. Para ser
un espejo de escritores, ya que estamos, pone poco
celo en la ortografía, como tampoco se para en
corregir las palabras que escribe mal. Sólo cuenta
zaherir y menospreciar. Por cierto: pese a que afirma
que el texto ha sido ya publicado en otras fuentes
miente. No existe. Nadie, si de veras se ha remitido,
 se ha dignado a publicarlo
Internet está alimentando a los peligrosos narcisistas (los párrafos adjuntos lo certifican) gracias a las dosis de fatua estima mercenaria procedentes del Me gusta. Unos creen que esto de escribir (por ser la materia que manejamos en el comentario) es sentarse, teclear, engendrando así una obra maestra superior a la PALAS ATENEA brotada del pensamiento de ZEUS.

Sin lecturas, correcciones, referencias, trabajo duro. Decepciones continuas. Lo mando a MegaMenganito DeCual, lo “lee”, inscribe su comentario en mi FB, diciendo: ¡Eres la MegaHostia MegaEscribiendo, MegaFulanito!, y todo un rosario de “amigos” clonan su comentario. ¿Resultado? ¡Me siento un globo aerostático ascendiendo a la Luna!

El narcisista así se ve con el poder de enmierdar a cualquiera que le contradiga desde honesta óptica. ¡Cómo me rechazas, si en FB me ¡aclaman! sin parar por mi ‘literatura’! Veo eso en FB continuamente: trabajos mediocres ¡ensalzados! sin tasa por gente con parco entendimiento, mientras deciden ignorar obras que manifiestan verdadero tiempo/esfuerzo/dedicación. ¿Causa? El talento es cosa que asusta, también he descubierto. Y, al lado, está esto otro: la envidia. Pulula en internet.

Una cosa es apoyo por amistad. Otro: por seguidismo necio. Un amigo DE VERDAD, apoya; pero también señala tus yerros. Hace crítica constructiva. Por desgracia, se cultiva una Sociedad hedonista (¿puede proponerse mejor ejemplo de esto que una red social?) que detesta el esfuerzo, aceptar errores propios que obliguen a trabajar para eliminarlos, cuando es más mucho cómodo culpar a otros de sus fallos. 

sábado, 18 de febrero de 2017

EL NOMBRE DE LA ROSA — AGRACIADA ‘VÍCTIMA’ DEL PARÁSITO REAL

Tanto por el enigmático título, como la
imagen tenebrosa del afiche, muchos
se sentirían prendidos a conocer el
contenido de la propuesta
Prestigioso long-seller, por encima de su impresionante calidad literaria y la barroca trama que aúna lo histórico con el suspense de una investigación holmesiana (como delata el nombre del agudo franciscano protagonista que desvela el origen de los asesinatos), hay que reconocer que, de no ser por su adaptación al cine, esta obra de UMBERTO ECO constituiría otro grueso volumen olvidado en las estanterías, ignorado por la mayoría, salvo una deleitada minoría que disfrutara de su contenido.

En fotogramas fue cuando alcanzó mayor popularidad, introduciéndose en el doble, o triple de hogares, que hubiera conseguido sólo con una tanda de reseñas literarias elogiosas. El efecto de simbiosis entre ambas artes ha sido beneficioso para las dos vertientes creativas, en este caso vemos. Lo importante es que el cine, el parásito real, admita que dependa del resto de Artes para subsistir, no se envanezca creyéndose superior al resto, como no es. Sólo narcisistas arrogantes que disimulan su ignorancia con una soberbia superior al común de los mortales podrían negar esta evidencia, echando por tanto porquería sobre el Séptimo Arte, al que consideramos un ingrato zángano debido a esas lerdas opiniones altaneras pero miopes.

También, al hilo de la cuestión literaria, hay que admitir que, por desgracia, nuestro país es de leer poco. Al libro, la lectura en general, se lo considera un mal, un enemigo. El lector: un loco. Poca pedagogía se hace para cambiar este "modelo". Menos inversión para adaptar a la infancia/juventud al sano hábito de la lectura/ querencia por el libro. Se insiste mucho en la formación física, pero apenas en la cultural. Así, padecemos la fatal fuga de cerebros tan denunciada, cuan pose estética de moda, pero no paliada. Por ningún Gobierno, no importa su adscripción política. Todo se queda en evanescentes intenciones insinceras.

Parecieran seguir ese ejemplo nazi de conseguir una juventud aria atlética pero descerebrada, alimentada con Propagada y Dogmas Adoctrinadores que no deben cuestionarse, sino obedecerse, sin sombra de juicio crítico, para conseguir una masa adulta domesticada en la ciega adoración al líder o sus seguidores, incuestionables.

Como en otras felices ocasiones: la alianza libro/cine fue afortunada, repito. Gran novela. Estupenda película.

miércoles, 8 de febrero de 2017

TANK GIRL (PELÍCULA) — REPELENTE EXTRAVAGANCIA

Afiche foráneo. Tantos díscolos colores
no podían presagiar nada bueno. Así fue
Dentro del sueldo de los actores, en general, del personal responsable de un filme, está publicitar loablemente la empresa en la que han participado. Uno de los actores de esta película (un conocido veterano) promocionó, elogioso, el esperpento. Viéndole con atención, adviertes empero qué esfuerzo pone al buscar palabras que justificasen este crimen perpetrado con alevosa impunidad diurna.

Destacó lo arriesgado del proyecto, cuan conscientes eran de la peculiar aventura que suponía, que la directora echaba el resto desafiando convencionalismos, etc., etc., etc. Pero ahí estaban esos rasgos, procurando aparentar serena confianza, fracasando en el notable intento.

Los autores de algo que tienen la ¿fortuna? de ser elegidos por el parásito real, el cine, para traducir palabras y/o viñetas a fotogramas, deben tentarse las ropas temiendo qué tropelía pueden cometer con su trabajo. STEPHEN KING parece el que mejor lo lleva. Habituado/resignado a ver reventadas sus novelas, sustituidas sus intrigas o avatares por una “iluminación” súbita que el productor/guionista han tenido considerando que eso mejora su obra, supongo que amortigua el golpe recibir los cheques por los derechos de autor/publicación. Imagino que comprende que, pese a todo, habrá quien compre su novela apoyándose en la plataforma publicitaria que ha supuesto la película. Y eso, amig@s, son ingre$o$ bien recibido$.

Pese a todo, la protagonista trataba de ajustarse a
la irreverente piel ácrata de su par en las viñetas
ALAN MOORE lo lleva fatal. Conocido es. Cómo despotrica (con razón) contra quienes han masacrado su labor. Innecesario extenderme al respecto. Está fresco, reciente. Acaso lo ennoblece el que, además de que su nombre no conste en créditos, no cobre lo que le devenga la producción. (El efecto de ventas por publicidad, sin embargo, sigue actuando en su beneficio también. No tan amargo debe serle, en el fondo.)

JAMIE HEWLETT y ALAN MARTIN debieron (si son unos cachondos, pues no) llevarse las manos a la cabeza cuando vieron que su irreverente cazarrecompensas en blindado era alterada hasta lo irreconocible en esta ¿película? que sólo supone una sucesión de idiotas ocurrencias gamberras de golpe llegadas en un ambiente de apoqueclipse madmaxiano protagonizadas por un estrambótico equipo femenino cuyas imbecilidades sin cuento constantes terminan irritándote. (Aquí ocurre lo opuesto a los casos King y Moore: ¿leerme yo un tebeo cuya película es tan infame? ¡Ni hablar!)

¡Que fui la Naranja Mecánica malvada de El Trueno Azul!
¿En qué mierda de película me habéis metido? Digooo...
¡Maravillosa adaptación! ¡Espectacular dirección! ¡Más!
(Esto cuando el de atrás le cuchicheó que cobraba por
hacer promo también)
Imagino que los responsables del generoso desatino pensaron: Bueno: la pelona ésta está liada con un canguro antropomorfo. O sea: bestialismo. O sea: podemos retorcer la historieta hasta el infinito y más allá. ¿Quién va a quejarse? Pues mira: los lectores.

Por supuesto, la película se dio el castañazo padre. Locuras: mínimas-nimias. Pasadas con vago regusto sediento a DUNE, ídem. Que el malo esté mecanizado a medias: muy visto. ¿No hay otros recursos con los que destacar la producción; tanto cuesta seguir lo dibujado en las viñetas? Tanto, parece. La cinta me parece una abominable aberración, y punto. Carece del incisivo fresco desenfado de MYSTERY MEN, digno ejemplo a imitar. Por lo tanto, recomiendo NO la veáis, se envíe al ostracismo, borremos de nuestra mente, como a LOS INMORTALES II. Prefiero resaltar lo siguiente:

Están todos para pegarles 27 tiros. ¿Y STAN WINSTON
hizo estos maquillajes y tal de las boñigas peludas esas?
¿Qué obliga a desfigurar así relatos que funcionan perfectamente en su formato original y que, con alguna licencia o dos, pueden trasplantarse tal cual a la pantalla de plata? ¿Qué arrogancia promueve el que sus “sugerencias” lo mejorarán? ¡Vaya engreimiento! ¡Pero si han comprado esa historia gracias a las virtudes que les han prendido! ¿A qué faltarlas? Es insolente falta de respeto desgarrar ideas ajenas de esa manera, y me solidarizo con Moore cuando denuncia. 

Hay un esfuerzo intenso, desvelos, esperanzas, tras la concepción de tu obra que merece elemental respeto. ¿Por qué matarla de ese modo? Protestemos. ¡Evitaremos más desastres como ésta Tank Girl!

miércoles, 1 de febrero de 2017

TANK GIRL (TEBEOS) — ANTI TODO ANTE TODO

Portada que anuncia cambios en el
veterano personaje: ¡a color!
Esta colección de historietas cortas, semiautoconclusivas, creadas por JAMIE HEWLETT y ALAN MARTIN en 1988 (¡para treinta tacos va!), se encuadran dentro del ‘fenómeno’ conocido como “cómix”, pensado para lectores creciditos que encuentran atinado que impregne las viñetas un tanto de sexo/erotismo, violencia macarra, lenguaje inapropiado, barbaridades satánicas y/o irreverente sentido del humor. Que esté más o menos logrado, todo, ya depende de la habilidad de los autores.

Tank Girl se reviste a priori de características sugerentes para captarnos. Perdidos en el oleaje mainstream de superpoderosos, que aunque han perdido bastante de su inicial carácter didáctico (por dirigirse a un público juvenil que necesitaba patrones educativos concretos), sigue conservando ciertas señas del mismo, la presencia de una insolente tanquista cazarrecompensas australiana futurista en riña con la autoridad y consumidora de cerveza, puede sugerirnos bastantes atractivos. Llega un momento en que el lector (de cómic) gana canas; y, pese a amar las viñetas, descubre empero que precisa tramas más adultas que las de ciertas infantiles concepciones superheroicas. Ahí está Tank Girl.

De las primeras páginas. El grafismo irá
evolucionando, hasta caer en manos de
otros muchos dibujantes
Tank Girl ha dado más de lo que publica la edición reseñada de La Cúpula. Contemplamos sus titubeantes albores; el estilo gráfico refiere al MIKE MCMAHON de JUDGE DREDD, EL DÍA QUE MURIÓ LA LEY. Luego, como sucede con todas las concepciones que inicialmente precisan soporte, evoluciona, esta protoskin halla su propio trazo, orientando el glacis de su blindado adornado sui generis hacia donde piensa está su destino real, acometiéndolo con bravura irreverente para enmarcarse en la Historia de la Historieta.

No todos sus avatares tienen sesgo procaz y lúdico, de violencia insensata, como indican los tres primeros cuadernos. Tras Un trabajo en Australia (sátira a costa del filme Un trabajo en Italia), estampa Tank Girl sutil denuncia social. Señala abusos colonialistas blancos sobre los aborígenes, similares (o peores) a los practicados por los blancos colonialistas norteamericanos según se expandían al Oeste. Luego, da un giro brusco, para desconcertarnos con la historia del manicomio. Desencuaderna todo el modus vivendi/operandi de Tank Girl: el desmadre, las birras, los locos tiroteos.

Nada hay sacro o respetable para
esta irreverente juerguista bélica
Tank Girl gana o pierde, sin ser caso excepcional, según la comparamos con otros personajes (gráficos). Quedó claro la orientan a un público todoterreno, dispuesto a disfrutar con sus excesos (tampoco tan grandes o graves; un instinto comercial empapa sus páginas, y saben que obcecarse en mamarrachos intelectuales ilegibles, o marranadas supremas, retraerán compradores, y no estamos en lo del “arte por el arte”, abrazando una absurda bandera idealista que no evita la pobreza) o lectores que abominan de los supertipos de bizarros atuendos. 

“Los suyos” gozan más lo antisistema que tiene esta antiheroína, y que comparten. Desafía risueña el establishment corporativo conservador o el que está vendiéndose a los coches oficiales pese a haber jurado no hacerlo. Es su… heroína.

Sus andanzas, aquí lo vemos, fueron
al principio en B/N. Sólo la constancia
y popularidad la hicieron acreedora
del excelso color
Pero conviene señalar que, según el personaje avanza (quizás debería añadir ‘madura’), aunque cuide muchos de su primeros tics irrespetuosos, también debe adecuarse al mercado, sus necesidades, exigencias. Así que lo de “antisistema” iría asimismo diluyéndose hasta quedar en pose nostálgica del personaje para alegrar a sus primeros fieles, que la recuerdan de “cuando salvaje”. Mas Tank Girl (no sé, no he leído lo más reciente; ergo: teorizo) se habrá aburguesado lo bastante como para ser “apta todos los públicos” que esperan ver andanzas a lo MAD MAX (al fin y al cabo: transita el Páramo. O lo hacía, en las viñetas a las que me refiero) por encontrarlas también (necesaria) alternativa al cansino ancho mundo salvado in extremis por SUPERMAN una vez tras otra.

Tank Girl merece considerarse por lo que tiene de anecdótico dentro de la jungla de las viñetas. Depende de cada cual darle mayor o menor relieve a este dato ‘anecdótico’.