viernes, 25 de septiembre de 2020

PIRATAS DE VENUS (CARSON NAPIER 1) — BURROUGHS, ANTICOMUNISTA

 

Cubierta de "reciente" edición
nacional. Lo objetable estimo
se encuentra dentro

Aprovechando la nueva moda por Venus, glosaré esta (tosca) saga de EDGAR RICE Burroughs, rey de la ocurrencia improvisada, algo “heredado” de las aventuras de JOHN CARTER. Mas en Barsoom consigue que el virginiano te caiga bien. Simpatizas con sus tonterías y desatinos (recurrente hecho en la obra de Burroughs: John Carter —o Carson Napier— descubre algo, o se entera de algo, y lo entierra en su memoria, siendo empero dato o hallazgo crucial, hasta el momento en que, de haberlo tenido presente, hubiera evitado un desastre) y los vas pasando. Aunque es una tolerancia que no evita la crítica.

Además, el sensual fetish barsoomiano y su fértil imaginario ayudan a crear esa complicidad con reparos. (Aun así, la saga marciana no deja de ser traslación del Destino Manifiesto estadounidense: el protestante, o calvinista, blanco imperialista pone pax en un vasto reino fraccionado, lleno de facciones nativas tumultuosas, que luego domina.)

Y si ‘empatizas’ con John Carter, comprendiendo es hombre del siglo XIX, vet del bando sudista, con idiosincrasias sureñas sobre la galantería, la esclavitud, la lealtad y la acción, Carson Napier es un ario prepotente engreído que cae mal desde su primera aparición, impresión que agrava el relato de sus penurias en Venus, supuesto hervidero de vida.

EDGAR RICE BURROUGHS (con cara
de pillín), otro autor frecuente en este blog,
aventurero de ajetreado currículum que
se enriqueció con el nudista de la jungla
TARZÁN. En este Venus, Burroughs nos
sorprende con sus ideas políticas (muy
templadas, empero) contra el comunismo

[Como hasta hace ¿dos años?, lo era la remota luna de Titán. Suponían había líquenes tapizando su suelo, exhalando no sé qué flatulencia letal para nosotros, pues detectaron precipitaciones de ¿aminoácidos; materia orgánica? desde sus nubes, lo cual permitió especular sobre los líquenes o algo más fantasioso reptar allá. Todo eso ya no es noticia. ¡Ahora triunfa Venus! (A ver cuánto dura.)]

Obsesionado Burroughs con el exhibicionismo, el longevo forever young y la telepatía, también esta historia contiene esos elementos. Mas, en Venus, los baraja de descuidada forma. Napier, falso de Hollywood, ingeniero visionario, aventurero de Década 30, vago esbozo de DOC SAVAGE, tuvo durante su infancia un preceptor hindú que le enseñó ¡la telepatía y la proyección astral (¡vaya tutor, macho!)!

Así embauca al “telegrafista” (supongo es Burroughs) que, mediante contacto telepático, referirá sus andanzas en Marte, planeta al cual quiere ir a bordo de un prototipo del V-2 nazi (interesante dato), aunque un error matemático le lleva, encima de potra, a Venus, donde rigurosas teorías científicas suponen todo es puro páramo. Pues no, señor.

Napier descubre la arbórea civilización Amtoriana, a los mendas de Vepaja y se enamora de la inmarcesible/intocable DUARE (pálido calco de DEJAH THORIS; donde aquélla es fuego y sexo, esta elitista beldad es retraída, enfundada en túnicas polinesias). Napier se mete a pirata (tras circenses aventuras), capitaneando a un grupo de valientes guerreros aborígenes, ¡algunos alados!, quienes, sin su liderazgo, no obstante nada valen.

Cubierta "de entonces" con los
elementos casi más descriptivos de
lo que el lector puede encontrar 
al leer estas andanzas... de un
aparente Tarzán importado a Venus

Destino Manifiesto, de nuevo. Entre lo enervante de la historia está que, pese a la promesa del enlace telepático, este “superhombre” no contacta una sola vez, ni cuando temía moriría al caer al Sol, con su “biógrafo”; ni notifica el hallazgo de vida venusiana. Olvida su pasmosa facultad mental, o al V-2 que lo llevó al planeta, poderosa máquina que desaparece de la novela apenas Napier la abandona, y que hubiera convencido de su terrana procedencia a los vepajanos. (Por no hablar de su uso tecnológico.) Burroughs lo sublima a las desventuras de Napier, la gramática vepajana y la crítica al comunismo, plaga también en Venus, que embroma a las confundidas masas obreras indígenas para derrocar a sus elites arborícolas y constituir un paraíso obrero de igualdad, aunque sólo sus líderes gozan de los privilegios que prometieron repartir equitativa y universalmente.

La áspera trama sugiere agotamiento, hastío, en Burroughs. Aun inconfeso miedo a no poder superar el éxito de John Carter (no puede, en efecto), lo cual sugiere eso atascó su creatividad. Indiferente quedas al destino de Napier, tras ser capturado al final.

viernes, 18 de septiembre de 2020

1990: LOS GUERREROS DEL BRONX — THE WARRIOS (EN MALO) MOTORIZADOS

 

El afiche prometía más leña y
espectáculo que todo el conjunto
de la inmencionable cinta

Otra incalificable “evasión” que canibaliza, sin decoro, THE WARRIORS y 1997: RESCATE EN NUEVA YORK, aderezado al spaguetti-punk (por darle una identificación) como lo cocinaban el regidor, ENZO Castellari, y su equipo. Mas debemos reconocerle osadía y ávido instinto de rapiña. Sospecho empero que la cosa iría así: ver The Warriors lo puso de rictus erectus, en su tasca favorita gritaron el “argumento”, y cuando JOHN CARPENTER estrenó la de Nueva York, ¡el apoqueclipse caníbal! Ya está: en las andanzas cínicas/ácratas de SNAKE PLISSKEN aparecieron las piezas ausentes en su indescriptible MONSTRUO DE FRANKENSTEIN. ¡A rodar a lo ED WOOD!

Ocurre que: mientras los directores norteamericanos de esas cintas son tíos competentes, con su particular concepto de la acción, el enfoque, la historia, cómo presentarla, etc., procurando darle pulcro remate (obviemos ahora las invasivas manos de los productores que deformaron ‘su’ visión), Castellari puso a danzar a los bufones metidos a actores que interpretaron esta… lo que sea, para exprimir a un indulgente público las perras que rentabilizaran la película y agobiarnos, futuramente, con más desaciertos parecidos.

Sinopsis: una rica niña bien (ni he hecho esfuerzo mínimo-nimio de medio memorizar el nombre de los mendas, ofuscado por las horteradas con ramalazos homoX del vestuario), huye al Bronx, neoyorkina boca del Huerco. Es 1990. La decadencia social creó este Soguetto tribalpunk en la Gran Manzana. La pasma, el enemigo, no patrulla; el Ejército: ausente; el Gobierno Federal deja que los mendas de las inmensas hombreras, los pinchos en los codos y demás macarradas posean esta zona de la ciudad sin más (jajajaja. Enseguida un Gobierno con armas nucleares va a permitir semejante segregación.)

¿Ustedes creen que mendas con estas pintas son
delincuentes letales como los que se suponen
han convertido el Bronx en boca del Huerco?
¡Pero si parecen listos para un carnaval homoX!

La pija billonaria huye de su malvado tío, o así, y de una fusión que convertirá su empresa en una Corporación quasiomnímoda. Se opone, no sé por qué, y refugiándose en el Bronx piensa puede frustrarlo todo. Su ángel de la guarda la salvará de los mendas brutales, creerá. Mientras que en Rescate la presencia policial impide que unos entren y otros salgan, la pija penetra sin problemas en la zona conflictiva. Vale. Mola. Factible, ¿eh?

La agreden patinadores maquillados, llega el Macarra Macho Alfa en su moto japo, nace un romance entre ellos en el caótico “imperio” que FRED WILLIAMSON (el negro arquero prepotente de LOS NUEVOS BÁRBAROS) gobierna con extravagante soflamas de ganster a lo BUMPY JOHNSON. El pariente ambicioso contrata a un corrupto pasma, el enemigo, para rescatar a la niña, y cristalizar sus planes. (El poli la caga, por cierto.)

El líder de la banda de macarras (y algunos de
sus leales macarras, al fondo). Inexpresivo, no
se despeina ni ensucia en forma alguna. Vaya
salvajes del Bronx, tíos

Tonterías a docenas, taimados traidores atusados, esperpentos por un tubo, combate final, absurdo desenlace caótico. Castellari, contento, se despide hasta el próximo bodrio.

Lo remarcable de tal infrabasura es que existe. A Castillari le solaza su mediocridad. Más: la rueda. En España NO tenemos la “pasión” de cometer estos pecados. Sé que lo mejorarían. Sin embargo, soberbios complejos progres y necedades pijas estilísticas impiden lo hagan (mejor). Una (mal vista) evasión distópica macarra poligonera que podría sorprender por un acabado profesional. En cambio, y porque se ve da dinero (algo despreciable, hasta hace poco), copian la fórmula norteamericana (donde está el ca$h, dicen, no el talento —jaja—) de la comedieta marca SANDRA BULLOCK, o el terror WES CRAVEN, pues es más económico, resultón (vaya; y luego ¡reniegan del cine EE.UU.!). 

Por otros esperpentos fetish no quede. Ya que
estábamos en harina, ¡emporquémosnos con
ambigüedades a tropel!

Eso, o tediosas grandilocuencias dramáticas feministas inaguantables de la postguerra. El escapismo, la evasión, se condena en este país, a todo nivel, pensando traicionan no sé qué pureza artística latente sólo en sus exquisitas seseras izquierdistas. Nuestros directores carecen del descarado desparpajo audaz de Castellari. Viven encumbrados en un Parnaso de inventada excelencia hitchcockniana. Castellari amó el dinero, satisfizo sus neuras, siguió en la brecha, quizás deleitando a un delta de público apenas exigente. ¡Un mérito! Siendo mejores que él, ¿por qué aquí no le imitan?

martes, 15 de septiembre de 2020

UNA HISTORIA DE LA FRONTERA, X ANIVERSARIO — COMIENZA EL AÑO XI

Estaba en puertas. Por tanto, debía
promocionarlo. Y un blog, en aquél
entonces, vestía mucho. Helo aquí

Hace una década (¡década!) activé este blog. Un año más repito: para promocionar mis novelas próximas a publicarse (RECALIBRADOS y LAS GRAVES PLANICIES), así como ofrecer mi parecer, más/menos atinado, interesante, o aburrido (puede pasar; a veces la testosterona sufre bajonas; o la lucidez decide tomarse un —inoportuno— descanso), sobre libros, filmes o temas diversos que me atrajeran. Prolongaba mi labor en TEBEOSFERA, esa alma mater envenenada, a la que debo algo más que una instrucción ardua (empero bien venida). Aquí paro. Rememorando lo positivo de la experiencia.

En Tebeosfera aprendí cosas, mas el resto surge del esfuerzo de esta década. (Por eso, al principio, las reseñas tenían más de mil palabras —lo requerido en el otro espacio—. Descubrí que poquísimas almas estaban decididas, o tenían la voluntad, de prestar tanta atención al texto. Pasé ochocientas. El problema mejoró, mas apenas. Ahora rondan las seiscientas… y quizás sean podadas. La ‘cultura’ se ha vuelto telegráfica gracias a las redes sociales. Y más visual. Desaparece pronto la concentración.)

Sin embargo, soy escritor; el pundonor exige explayarse acá/allá, mostrar vocabulario, cultura, lecturas. Me ha costado mucho desarrollar mi estilo. No pienso tirarlo a la basura ahora. Sería como haber perdido lamentablemente el tiempo.

Seguiría esta otra novela con muy poca
diferencia de tiempo. Acaso la que mejor
refleja el concepto encerrado en el
epígrafe
una historia de la frontera
Diez años han dado para mucho. Como que, dos años después de nacer Una historia de la frontera, ‘esbocé’ su blog hermano (¿o hermana?), con la también declarada intención de promocionar mi faceta gráfica. Otra cosa que, desde 2012, ha ido perfeccionándose… a costa de esfuerzo, a su vez. Por desgracia, lo bullente y retorcido de la situación actual ha hecho que tanto uno como otro blog aborden cuestiones ajenas de su concepto original. Aunque reparo que, en el total de la gestación creativa, también aportan algo; filtran elementos narrativos aprovechables de algún modo. Lo amargo hace que lo dulce lo sea más, será la moraleja.

Espero que la década que hoy empieza siga sumando más éxitos; mantenga este rigor flexible, tratando los distintos temas de un ameno modo interesante. Descontando las reseñas para Tebeosfera, sumo más de mil doscientos comentarios (importante trabajo) entrambos blogs. No tantos pueden decir algo similar.

Y puesto que va a cumplirse la década de su publicación, haré esta apreciación, que nadie supo evaluar. Ni siquiera quienes la comentaron en su momento. Y hubo agudas reseñas. En Recalibrados, la Humanidad, o sea, nosotros, se había extinguido. Lo que quedaba era sus semblanzas. Los PROBETAS, o PURIFICADOS, en Marte, o en El Monte Olimpo, eran humanos modificados para ser "superiores" (al misándrico modo progrevegano). O sea, no eran como nosotros, con nuestras virtudes o defectos. Los currantes del supercontaminado El Valle (la superficie terrestre) habían sido genéticamente recalibrados para beber o respirar tóxicos sin perjuicio. Por tanto, más modificación. Ya no eran humanos, como nosotros.

La historia de GABRIEL T se cuenta hacia
atrás. La que deba aparecer ahora, cuenta
su más "tierna" infancia...
Ni GABRIEL T, superviviente de ahora (o casi), lo era ya.

Por eso en El Valle se obcecaban por imitar Décadas pasadas (como Década 80, con su obsesión por ver EL IMPERIO CONTRAATACA en versión original no-remasterizada), esperando recuperar la humanidad perdida, a nuestro entender. Sentían muy dentro el irreversible cambio, y anhelaban recobrar la perdida esencia prístina. Les conectaba con Dios, o la Naturaleza, algo sobrenatural, cosa imposible con los estériles tubos de ensayo, incapaces de procesar almas.

Diez años acaban ahora. Otros diez empiezan ¡ya! Seguimos leyéndonos. Continuamos en la brecha.

jueves, 10 de septiembre de 2020

EXCALIBUR — LA TIERRA SIN REY: RUINA

Afiche. De momento, película
insuperable. Deja en el público
duradera impresión de brujería
y batallas que dignifica al mito
sobre el que filman

Obviando lo de que JOHN BOORMAN y ROSPO PALLENBEG se basaron en LA MUERTE DE ARTURO de SIR THOMAS MALORY, preciso que el cineasta inglés despliega no obstante una vigorosa obra visual, audaz, revolucionaria, que entusiasma y captura desde casi el principio. La partitura de WAGNER resalta la crudeza o corpulencia de un relato sobre caballeros ‘medievales’ acorazados (con armaduras de siglos después) y una brumosa magia cuyas raíces proceden de mitos celtas, o aún más antiguos, fábulas sobre el esplendor, la decadencia, como castigo de NÉMESIS, y posterior regeneración.

Atacaron Excalibur por no ser “exacta” a la Historia. Cojonudo. Estimando que el mítico rex quondam, rex futurun yacente en Avalon está en entredicho, que si fue personaje ficticio, un remedo de CUCHULAIN, o un capitán de caballería romano, o alguien que, por accidente, cometió un heroísmo notable y coronaron su memoria “legendificándolo” así, decir la carajotada de “Historia” ya demuestra la base intelectual del crítico.

Boorman alegó que filmó al personaje épico de hazañas fantabulosas que le ¡ensalzan!, porque sólo lo de EL CABALLERO VERDE, o la demanda del Grial, ya tiene su miga, como para que hablen de “la Historia”. Y, aferrado a esa premisa, rueda el mejor monumento visual sobre la Tabla Redonda y sus esforzados Caballeros nunca hecho, o hasta ahora. (Aunque esté ese precedente de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS…)

Un joven e ingenuo ARTURO, quien
ignora su ascendencia, a punto de hacer
un gesto simple empero cargado de
responsabilidad y presagio
Podemos evocar, por ejemplo, EL PRÍNCIPE VALIENTE, “contemporáneo” de ese entorno de lánguidas damiselas y castos caballeros enfrascados en temerarias empresas, donde dibujan a Arturo como un REY BALTASAR, o al REY DE OROS de nuestra baraja. Poca variedad ofrece la semblanza de Arturo. Es un venerable monarca, imbuido de justicia, bondad y nobleza, que inspira a cuantos le rodean a imitarle. Atrajo a la flor y nata de la hombría, la generosidad y la caballerosidad. Es imagen intocable, maniquea, de cartón piedra andante-parlante, cuando no lo instalan en el trono, desde donde truena sentencias, consejos o admoniciones. No es joven guerrero audaz; otros pelean ya por él.

Boorman decide mostrar la íntima “suciedad” pagana que preña al mito artúrico, concebido empero con fin ejemplarizante. Empieza con UTHER, quien engendra al niño al sufrir vehemente espasmo de lujuria, embaucando a modo para que acceda a su petición a MERLIN (un Merlin soberbio, por cierto, lejos también del “canon” que del enigmático druida hay, encarnado por NICOL WILLIAMSON). Merlin tiene visión de futuro. Atisba esperanzas en Arturo. Enlaza la prosperidad de la tierra sufriente con el vigor del rey. Entronca así la milenaria tradición de fecunda fortaleza entre el país y el hombre. 

Dos caras de la misma ciencia arcana. El
leal druida MERLIN, y MORGANA, bruja
hermanastra del rey Arturo, arquitecta de
su Ragnarok, mediante MORDRED.
(¿Veis algo curioso en los nombres? ¿Como
por cuál letra empiezan?)

Antaño decían que al rey lo elegía Dios. Arturo es el paradigma: lo designan las potencias arcanas que invoca Merlin, fuerzas que harán de Dios en su drama. Que Arturo traicionará al abrazar el cristianismo. ¿Sobre qué rompe Excalibur, forjada al estilo de Mjolnir? Sobre el cáliz cristiano del peto de LANZAROTE. Sigul de cuán débiles están esas abstracciones ya, caracterizadas en las armaduras negras, no argénteas, como la de Lanzarote. (Y curioso, dada la similitud entre el Grial y el Caldero de Sangre celta.)

Ilegítimo que ocupa el trono al extraer Excalibur de la roca, herencia y fuente de poder y designación. Luego, aconsejado derecho por Merlin, levanta Camelot, copia de Valhalla, y concibe su ruina sin remedio, que acelerará la rencorosa MORGANA (otra Morgana singular, que hace HELEN MIRREN) mediante el fruto de su incesto: MORDRED.

Boorman embroma con los caballeros blindados, la bélica puesta en escena en paisajes neblinosos o profundos bosques milenarios, desviando la atención de la bastarda ruindad que carcome a Camelot. Lanzarote, superhéroe de la caballería, comete adulterio con GINEBRA, sellando ambos el destino de esa era maravillosa. Boorman, lo que pone en pantalla también es el Ragnarok. Los dioses de Asgard conocen su Apoqueclipse. Arturo supo del suyo. Debe someterse al oscuro designio. Le queda una esperanza, que deposita en Excalibur: el retorno a ese próspero esplendor, imperecedero esta vez.

viernes, 4 de septiembre de 2020

LA MUERTE DEL REY ARTURO — NÉMESIS CASTIGA DURO

Portada con alusión a la agonía y orden
final que ARTURO da: "perder" a
Excalibur para que, en el futuro, sea
blandida por otro que nos saque de un
apuro fatal

El Maestro GAUTIER MAP (presunto autor de esta vibrante narración con resonancias líricas) finiquita grandiosamente en este libro la gloriosa época artúrica. CARLOS ALVAR, prologuista, sugiere pudieran ser varios escritores, reunidos bajo mando único, quienes en verdad concluyeran la saga, más centrada en LANZAROTE DEL LAGO que en Arturo, lo cual asombra.

Y es cierto: intuyes la firma de, al menos, dos escritores. Lo refleja cómo rematan algunas frases, o párrafos. Uno de ellos hace referencia al “valor de una espuela”; tal modismo no vuelve a citarse, empero. El otro, suele “abusar” de la imagen “gran duelo que no se hubiera oído a Dios tronando”, fórmula práctica que ahorra palabras y hace descripción completa de la honda emoción que produce el suceso al que se aplica.

Me sorprendió la agilidad (aunque “racanee” la riqueza de detalles a los que estamos más acostumbrados, sobre lugares, personajes, equipo, etc., en esta era telemática del libro-tocho) y capacidad de absorción que tiene un relato del 1200. Es Plena Edad Media (espero acertar) y creemos es, esa época de justas, trovadores y suciedad generalizada (fanatismos religiosos aparte), una era tosca, oscura, pobre en todo sentido. La literatura de entonces se antoja algo cantado, más que escrito, y si estaba en papel, cuesta precisar el estilo, la forma académica, las pobres modas literarias a seguir.

La popularidad de aquél se refleja en la
de éste, manantial auxiliar de más míticas
respecto al Rey Arturo y su fantabulosa
corte de héroes errantes.... y supervillanos
fanásticos
Comparo este libro con la literatura pulp, donde eligen con cuidado las palabras para generar potentes emociones al lector, pese a su descriptiva concisión. Muy popular, por tanto. Abunda la acción (de nuevo, ceñida a diversos elementos descriptivos fijos, como lo de la “cortante espada” o la “lanza introducida hasta la madera”, o el golpe que “hiende la cofia hasta los dientes”), el suspense y el colosal drama. Cuentan el Ragnorak de un principesco estilo de vida y su sucesión, época de caos y estériles pagos, así como asienta una oscuridad que tardará siglos en volverse gris Grey. Pende sobre todo el cristianismo (Arturo, rey instruido, era de misa y confesión diaria), y se obtiene el perdón por pecados de orgullo o vanidad excesivos mediante la miseria eremita de una estricta penitencia.

El mito artúrico poseía doble función social. La primera: convencer al populux de que el vigor del monarca se enlaza con el del reino. La república, de tornadizos gobernantes, era (ES) un disparate; la salubre fortaleza del monarca garantiza la prosperidad, aunada a su buen juicio (complicada cosa, casi siempre). Su taumaturgia beneficia a todos sus súbditos. Luego, el de freno moral para templar a despiadados déspotas cuyas copias, su nobleza, azotaba a la plebe sin compasión, haciendo a veces malabarismos (JUAN SIN TIERRA, aun VLAD TÉPÈS) con la Iglesia, duro adversario que le disputaba poder, privilegios, influencia. Hasta Arturo dobla la cerviz ante Roma, a cuenta del conflicto que genera el adulterio de GINEBRA con Lanzarote, feroz guerra descrita como “que no tendría fin” y que tenía consternado, temblando, al mundo… artúrico.

Fotograma de la mejor cinta sobre el
ciclo artúrico (de ecos celtas):
Excalibur.
Pese a la beatería que muestran
todos los personajes, la obra contiene
fuertes trazas de paganismo fantástico
Lanzarote, descrito en sus gloriosas hazañas a como HOMERO dibuja a HÉCTOR y AQUILES (hombres de fuerza y resistencia sobrehumanas), aparte del dechado de virtudes que le coronan (nobleza, coraje, piedad, generosidad —lo que esperaban fuesen los nobles reales a quienes narraban estas épicas, con escaso éxito—), actúa así más por profunda barrena de remordimientos que por naturaleza. Le atormenta amar a Ginebra, engaño que afrenta a Arturo, descrito como el más noble monarca, reina la cual acaba muriendo, en una miserable abadía, del mismo mal: mala conciencia.

El mito artúrico “ensalza” los defectos humanos; es incluso obra fatalista. Mientras persigue insertar virtudes a imitar a viles gobernantes que derrochan vileza, habla de imperfecciones: Arturo, bastardo; Lanzarote y Ginebra, adúlteros; GALVÁN, vengativo; MORDREZ, traidor codicioso; la espléndida corte de Camaloc, corrupta. Es compleja estructura fantástica, pródiga en detalles, la que este libro desvela con todo lujo… de detalles, esplendor éste que Némesis al final castiga, por exceso de vanidad, quizás.