Un cuarteto que ha inspirado otros, como el de THE BIG BANG THEORY, por ejemplo. A destacar, la 'asediada' ELAINE BENES (JULIA LUISE-DREYFUS) |
Nueve temporadas y ciento setenta y dos
episodios jalonan la existencia de esta sitcom.
Al comienzo, en su primera y titubeante temporada, serie nacida por probar,
tema que posteriormente reflejarían en la saga, nadie creía que Seinfeld se convertiría en un icono
televisivo cuyo formato rompería con determinados estándares de producción de
la pequeña pantalla, copiándose como norma en lo sucesivo. Dos ejemplos
palpables de esa ‘revolución’ son FRASIER y FRIENDS
(o léase: el refrito de Seinfeld y Frasier.)
Y, como CHEERS, Seinfeld vio
amenazada su existencia apenas nacida. Pero ahí estaba un obstinado que veía en
el proyecto virtudes que despreciaban los demás. Al cabo, en la robustísima
novena y última temporada, vemos que el riesgo se recompensó con el título a la
mejor teleserie del siglo XX, y quizás mantenga ese título por largo tiempo.
Es cierto que, vista desde “afuera”, Seinfeld parece protagonizada por cuatro
desquiciados con diverso grado de locura; el más normalito es JERRY Seinfeld,
cómico judío neoyorkino que vehiculiza la saga. De apariencia ordenada y
responsable, encarna un estereotipo del neoyorkino de Década 90 que,
curiosamente, también refleja AMERICAN
PSYCHO: alguien intachable, de recursos económicos, pero incapaz de asumir
el compromiso. Cambiaba de pareja semanalmente, como hace Jerry. Estaban, ya
entonces, criticando un sigul que definiría la infértil década.
La "base secreta" donde JERRY SEINFELD y sus amigos (GEORGE COSTANZA -JASON ALEXANDER-, Elaine Benes -Julia Luise-Dreyfus- y KRAMER -MICHAEL RICHARDS-) reponían fuerzas |
Jerry tiene un amigo del instituto,
GEORGE COSTANZA (JASON ALEXANDER), el ejemplo del hombre medio común universal,
con complejos, rechoncho, de calvicie galopante, inseguro y neurótico, listo a
dar salidas de tono espectaculares que dañan más su ya pobre autoestima. Anda
siempre preocupado por su ropa, manifestando un agudo lado femenino.
ELAINE BENES (JULIA LUISE-FREYFUS) fue
novia de Jerry, pero mantienen una amistad que les hace recaer en las
relaciones sexuales una vez. Por probar, vaya. Elaine, vegetariana que come
pescado y carne, y maldice a quien viste pieles (aunque compre a George un
costoso gorro de marta cebellina) orea aptitudes feministas en las que no cree
tampoco. Parece la crítica a las feministas que, faltas de la capacidad para
ocupar un puesto, enseguida agarran un estandarte resonante, como que las
discriminan por su sexo, y montan un escándalo. La vida apalea a Elaine poco después,
poniéndola en su lugar. Y mucho más abajo de donde pretendía estar.
Jerry Seinfeld en "inspirado fotograma" donde imita ante su ex novia, Elaine, a su superhéroe favorito: SUPERMAN |
Pero el alma de la serie es KRAMER (MICHAEL
RICHARDS). Desgarbado, desordenado, caradura, metepatas, el vecino gorrón de
Jerry, su contrapunto también, empezó como un secundario peculiar, mas su
vívida gestualidad (digna de HARPO MARX) fue situándolo a la cabeza del
cuarteto. En las dos últimas temporadas alcanza su apoteosis, y creo que no
puede entenderse el éxito de Seinfeld
sin él.
Seinfeld es fiel retrato de la Humanidad y las
relaciones personales, las filias y fobias que poseemos, compartimos,
detestamos en otros. Pocas series pueden afirmar tal cosa, pese a los dólares
invertidos en ellas (ALLY MCBEEL). Podréis
entender mejor esta apreciación mía si os solicito que visionéis Seinfeld y Frasier, y descubriréis que la más lujosa producción (que también
recomiendo por su gran calidad) drena para sí ideas de Seinfeld, telecomedia sin embargo mucho menos premiada que Frasier.
NEWMAN (WAYNE KNIGTH), cartero y vecino de Jerry; su 'alter ego' a modo y supervillano de la sitcom. También protagoniza algunos momentos épicos |
Y creo que la razón subyace en que Seinfeld es la misma, esperpéntica y
dramática vida que nos rodea. George Costanza, con sus estridencias, parece
imposible que exista; nadie puede ser tan George,
hasta que recordamos a no sé quién, que hizo no sé qué, y, sí, fíjate,
igualito-igualito que George. Hacer esto, en el caro reino de la evasión, tiene
un precio, y puede ser que no te lleves tantos premios como un elegante acabado
glamuroso con un romance entre medio para nutrir su sustancia (Frasier).
Y todos, ¿a qué negarlo?, pretendemos ser
Jerry Seinfeld, la sota de oro de la comedia (guapo, con dinero, e ingenioso),
pero vamos descubriendo que somos más George que nada, pidiendo a Dios no acabar
siendo Kramer, aunque sus dotes de supervivencia son tan agudas que siempre está
a flote, sin conocerle oficio ni beneficio.
Michael Richards como Kramer; conforme la serie avanza, se advierte su importancia en ella. Por cierto, por Seinfeld pasaron muchos actores que repetirían en FRASIER |
Los personajes fueron desarrollando tics
que les destacaban de otros protagonistas de series, detalles que podemos
encontrar en numerosas personas. En Frasier
esto está más atenuado; el sibaritismo de los HERMANOS CRANE tiene algo de
falso, pese a que el papel couché retrate
figuras muy parecidas a ellos. Y Frasier
también la protagoniza un cuarteto (unos FANTASTIC
FOUR de alta sociedad) que mimetiza al neoyorkino.
Estas personas se van rodeando de
secundarios que realzan sus figuras, como el obeso cartero NEWMAN (WAYNE
KNIGHT), archienemigo de Jerry, o el esperpéntico GEORGE STEINBRENNER (LARRY
DAVID, amigo de Seinfeld y co-creador de la serie), pasando por una fauna
singular, como el TÍO LEO (LEN LESSER), el SOPERO NAZI o los padres de Jerry y
George, en especial, FRANK Costanza (JERRY STILLER), todo un caso, capaz de
traumatizar a la misma ESTATUA DE LA LIBERTAD, si se pone.
Jason Alexander encarnaba al neurótico George Costanza. La vida misma, sí señor... |
Todos juntos van formando una estructura en
la que Seinfeld reposará en las
sucesivas temporadas, mostrando un comportamiento muy propio del cómic. Poco a
poco, las referencias a la historieta, de una gran agudeza por otra parte
(dignas apreciaciones que los críticos del tebeo deberían ponderar), y su forma
de proceder, se va adhiriendo a la serie, lo cual le brinda aún más mundanidad
que la que esboza Frasier, cuyo
auto-Universo, manado de Cheers, era
asimismo rico, pero no tan fresco. Aunque no lo señalo como un demérito, pienso
que, librados a una suerte de supervivencia, Seinfeld demuestra más capacidad pues posee menos escrúpulos y
tiene más recursos. Aun así, en premios y nominaciones, no le fue mejor.
El grupo caracterizado para la que iba a ser última secuencia de la sitcom. Luego buscaron un final mucho más inesperado |
Son igualmente recomendables los diálogos
que se disparan el cuarteto (QUENTIN TARANTINO los tuvo también presentes para RESERVOIR DOGS), como sorprende la forma
despiadada como entre ellos se tratan o lo hacen con sus semejantes. Ejemplo: George
compra las invitaciones de su boda más económicas, y su novia, SUSAN (HEIDI
SWEDBERG), muere envenenada a consecuencia de lamer la tóxica goma adhesiva de
las solapas de los sobres. ¿Reacción de George ante su lápida? Hablarle de los
cambios producidos en los NEW YORK YANKEES, donde él trabajaba, embargado por
una inmensa sensación de alivio al no tener que casarse…
Vuestro Scriptor.
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