sábado, 21 de diciembre de 2024

FELIZ NAVIDAD, VENTUROSO AÑO NUEVO Y GENEROSOS REYES MAGOS

 

Cierro un nuevo arco y me encamino a la celebración del Año XVI de existencia de este blog. No siempre he acertado, algunas críticas pudieran mejorarse, otras lo compensan destacando por su interesante contenido. Hogaño cierra con la noticia de publicación de RUNNERS y la de CABALLEROS DE FORTUNA – READY REAPER. De Runners ya he avanzado suficiente material (aunque más hay que añadir): toca empezar a preparar el promocional de Ready Reaper.

En el plano gráfico, BIANCA BLAZE continúa acumulando páginas a sus andanzas. Sigue brindándome satisfacciones personales. Un vistazo retrospectivo muestra qué enorme progreso ha sucedido desde aquél ahora lejano 2012 en que decidí retomar los lápices y el entintado y sacar esas historias que sólo a trazos podían contarse, tras una estéril década de absoluta ausencia de ánimo para dibujar.

Lo conseguido es bastante, mas no mucho; debo seguir mejorando. Cada día se produce un avance, aunque parece a mi exigente criterio que no.

La incógnita envuelve a 2025. Evito valorar turbulencias políticas y sociales inminentes. Parece la cosa promete eventos siniestros. En lo referente a mi actividad, pues destacar que ambas novelas pueden producir inesperados beneficios (calidad para tanto, poseen) y durante el año tenga mucho que comentar al respecto. Puede ocurrir lo opuesto. Empero seré positivista y confiaré vengan venturosos acontecimientos. De por sí, que vayan a existir esos libros, tengan hueco en las estanterías y amplia difusión, comentario, es una enorme novedad y estupenda noticia. Más avances.

Espero sigáis continuando leyéndome en 2025.

Como addenda:

Recordaros que los animales NO SON JUGUETES. Son muy bonitos de cachorros y atraen el interés de ese insistente niño malcriado que tenéis por casa hasta que descubre que el cachorrito crece, sus necesidades también, y es mejor abandonarlo en el campo, desorientada víctima de las ruedas del primer camión que pase.

Tened alma y consideradlo antes de regalar mascotas. Sienten. Padecen. Agradecen. Poned de una puñetera vez coto a las exigencias del malcriado y educadlo como es debido y Dios manda.

miércoles, 18 de diciembre de 2024

PHANTAMS II – EL REGRESO — EL HÉROE HELADERO Y EL HOMBRE ALTO

 

Afiche. Esto de la pulcra bola de
metal, pinchos y taladros aparte,
¿es un elíptico homenaje a 
ROLLERBALL (la buena)?

Sospecho TERRORÍFICAMENTE MUERTOS estimuló sobremanera a DON COSCARELLI ‘obligándolo’ a imitar SAM RAIMI (a quien cita en plan homenaje en cierto macabro momento de la cinta) y añadir esta secuela de su onírica saga. Coscarelli no es un gran director, bastante competente sin duda; quizás la impericia dominara sus primeros filmes, empero halló excelente fórmula para disimular sus deficiencias y encajárselas al público sugiriéndolas aciertos: esto son pesadillas.

Los sueños son incongruentes per se y ¿quién diablos puede criticar un sueño; mejor, su incoherencia? ¿No podemos hasta volar si lo desea el extraño y desconocido mecanismo de los onirismos (tengan o no significado premonitorio o sexual)? Por eso, Coscarelli te deja en la tesitura de decidir si lo que ves es en gran medida una realidad que enlaza de modo fantabuloso con la imaginación o, por el contrario: nuestros vagabundos héroes, a la caza del aterrador/inefable Hombre Alto, agonizan tirados en una cuneta, o “viven” sobre la losa de una funeraria esos cinco o seis segundos que el cerebro tarda aún en apagarse por completo, inmersos en una aterradora fantasía plagada de violentos seres deformes de dimensión adyacente, antes de ser embalsamados. 

Atraería a PHILIP K DICK sin duda este supuesto, un escritor alucinado que siempre andaba cuestionando la realidad (la suya, primero) y adjudicando vidas e identidades paralelas a sus personajes.

No sé si la norma aún opera, pero en tiempos de Coscarelli y Raimi aducían que la mejor manera de recaudar dinero en el cine era filmando una cinta de terror. Argumento ligero, a grandes rachas estúpido (no en estos casos referidos), amigotes de secundarios, algún órdago sexual y raudales de sangre, navajazos, tripas por el pavimento. Y muchas dosis de susto con suspense de aderezo.

El equipo de demolición recorre los desolados
pagos de EE.UU. parta enfrentar la más peculiar
amenaza vecinal que se pueda imaginar

Entre los amigotes podría haber uno inesperadamente talentoso que despuntara, siendo capaz de dignificar la película, teniendo posterior ambigua suerte en el mundo del cine, caso de querer labrarse carrera en el celuloide. Hasta propiciar secuela y todo eso.

Con esa supuesta influencia de EVIL DEAD II, las propias señas de identidad de Phantams, Coscarelli recupera para la acción al heroico heladero REGGIE, quien, al estilo de ASH, entra en una ferretería y, junto a su perceptivo pupilo, la vara de zahorí que les guía a través de esos marginales condados y pueblos fantasma de Estados Unidos tan aludidos por STEPHEN KING, en pos del Hombre Alto según cosecha difuntos en campos santos, se fabrican una panoplia casera que incluye lanzallamas y una molona “chata” de cuatro cañones (dos unidas por bridas) que piensas: con esto el tío parte el alma al Hombre Alto y a su puñetera madre; qué caña puede dar. Mas se limita a una cuádruple descarga y tira el valioso artefacto. ¡Estando aún en plena zona de peligro!

EL HOMBRE ALTO y sus mejunjes que le surten
de esclavos para sus desconocidas tramoyas de
otras dimensiones. Debo admitirlo: junto con
POSESIÓN INFERNAL, esta saga es de la
más imaginativa dentro del género del terror

El cine de terror tiene cantidad de afectos donde no me incluyo. Soy de los que lo repudia; eso no excluye que sepa reconocer la imaginativa calidad o interés de algunas cintas, como las nombradas. 

El cine de terror se basa, ardides primitivos de susto e impresión aparte, en una sucesión de imbecilidades que los personajes que aparecen cometen con completa alegría y desprecio de sus vidas. Ese absurdo es lo que le reprochamos los detractores. Situaciones de lógica, o que el instinto rechaza: ¡allá que van! ¿Qué puede pasarme? ¡Pues que te hinchen a mojadas, te descalabren a martillazos, o te diseccionen con una motosierra, arrancándote una algarabía de alaridos desenfrenados!

El secuaz que cae en la trampa prevista para
nuestros héroes; la sangre, indispensable en
estas arquitecturas del horror visual

Aparta las sagas de Coscarelli y Raimi de ese común denominador del cine de terror el carácter combatiente de sus protagonistas. Las recortadas, las motosierras, las hachas… prodigan justicia a las deformes aberraciones que pretenden devorar el alma a estos personajes. Eso cuadra con el primordial instinto de supervivencia que late en nuestro interior, despreciado en otras deleznables producciones que sucumben al olvido por su mediocre falta de originalidad. Por cierto… ¿cuánto CONAN es cine de terror al estilo Raimi o Coscarelli, dada la naturaleza sobrenatural de las abominaciones que extermina?

viernes, 13 de diciembre de 2024

SLASH MARAUD (Nºs 1 Y 4) — EXCESIVA PULCRITUD

 

Portada. Primer núiero. Admito
el riesgo que tiene reseñar una
historia de esta extensión en
base a dos ejemplares. Empero
sospecho las apreciaciones son
extensibles al cojunto

Los autores, DOUG MOENCH y PAUL GULACY, cocrearon a SHANG-CHI, el díscolo hijo de FU MANCHÚ. Mientras el Mortífero Mandarín concebía planes de humillante conquista mundial de todo lo Occidental, bianco y caucásico, su ingrato retoño empleaba sus habilidades marciales (cargadas de una densa filosofía oriental propia de la serie KUNG-FU, de DAVID CARRADINE) para combatir al malvado padre, o sus secuaces.

En esta miniserie postapoqueclíptica de nuevo aúnan sus talentos; sugieren pudiera aun inspirarse en V, la serie de los lagartos disfrazados de humanos y vestidos con monos rojos que pretendían jalársenos. Los primeros episodios eran prometedores (o nos lo parecían en aquellos 80, donde éramos tan impresionables) aunque luego degeneró a dramas minúsculos que eludían el trauma y ansiedad que significara tener en órbita invasores estelares que cualquier día podrían recibir más hostiles y numerosos refuerzos.

En principio, Moench procura respetar/desarrollar esos conceptos para darle cuerpo a su historia. Así, Slash Maraud, el hosco solitario experto luchador (indispensable en estas fábulas) cruza unos mutado Estados Unidos donde los peludos invasores (dan repelús, cierto, empero ¿miedo? Sus actos sí, mas les quitan hierro su apariencia de rabiosos peluches viciosos) han sembrado los genes que convierten la Tierra en su hábitat nativo. Su mundo decae, descubren e invaden el nuestro, lo modifican a su comodidad. En resumen: lo tópico/típico. Salvedad: licuando a la Humanidad, aceleran el proceso.

Una curiosidad: compárese esta
cubierta con la primera de
LA
GUERRA DE LOS MUNDOS
de KILLRAVEN. ¿Homenaje
o ironía?

Las primeras páginas de inmediato remiten a LOS SEÑORES DEL CIELO; Slash Maraud elimina abominaciones mutadas, o de origen extraterrano, que tienen reflejo (con más imaginación) en la novela de JOHN BROSNAN. Perturbador dato. ¿Fue antes la novela, o el TBO? Las fechas indican fueron primero las viñetas. ¿Brosnan se inspiró en él? No. Tampoco cuadran las fechas. Y, conociendo el proceso de producción-publicación, advertimos estamos ante un asombroso caso de telepatía. Brosnan, Moench-Gulacy recibieron una simultánea teofanía creativa que cada cual trabajó como mejor consideró. Concuerdan bastante en lo de la mutación exacerbada del planeta y los monstruos sueltos para mayor castigo de los atribulados supervivientes en la superficie. El resto difiere.

Comparten a partes iguales los autores las pegas de Slash Maraud (donde este flagelo de incluir por obligación el inclusivismo WOKE actual ya aparece, llevado con inteligencia, describiendo a veleidosas misándricas exageradas tipo GRACE JONES y relaciones homoX-lésbicas, más algún ramalazo fetish). Moech, al menos en estos dos números, se revela comedido en las fantásticas posibilidades que la historia poseía. Ignoro cuánto DC Comics estaba “supervisándole”; aunque, suponiendo tuviera creativo cheque en bianco, limitado/conservador aparece, sugiriendo temer explorar los más remotos confines de su concepto. Audaz los atraviesa en cambio Brosnan. Llega adonde Moench-Gulacy no.

La pega mayor la encarna Gulacy. Su estático dibujo es frío, refractario. Apropiado en Shang-Chi, que instaba a cierta parsimonia reflexiva, alejarse del explosivo histrionismo del mainstream superheroico, aquí es una tara. Los personajes son planos, de relieve vago, cuan arquetipos propios de un western de Década 50 y, empeorándolo: en un entorno de supervivencia extrema, de vivaqueo entre ruinas (los CAMBIANTES invadieron, pero ignoramos qué artefacto emplearon para imponerse contumaces), de aprovechar desechos… todo está limpio. Impecable. Los vehículos: nuevos de trinca.

Las "excitantes" muertas de acción
quedan un tanto desmerecidas por
el meticuloso pero frío dibujo de
PAUL GULACY. En conjunto, no
obstante: obra puro Década 80

GEORGE LUCAS acertó al “afear” sus naves espaciales; tenían un coherente desgaste, uso. GEORGE MILLER mutiló y llenó de abolladuras e implementos el V8 de MAD MAX y demás merodeadores. En cambio, Moech-Gulacy procuraron que Maraud y equipo de tics de historieta (otro fallo) parecieran recién salidos de la boutique o los coches del concesionario. Como sucede con otras tantas obras, Slash Maraud invita a mejorar el concepto sorteando sus defectos.

Nos queda como curiosidad que lamentas estuviese tan desaprovechada. No requiere grandes cambios, o mayor violencia (que también, que el episodio del tren tiene psicodélicos cojones), sino ser consecuentes con su relato.

viernes, 6 de diciembre de 2024

REGRESO AL PLANETA DE LOS SIMIOS — EMPIEZA LA DECADENCIA

 

Colorista afiche foráneo. Ya visto,
sabes de qué va la película, y te
ahorras la entrada. Pena de
material malogrado

El éxito de la zoodistopía de El Planeta de los Simios (que magnifica la novela homónima incluyéndole claroscuros ignorados por PIERRE BOULLÉ) impulsó una secuela que contenía rasgos prometedores. Empero hicieron que el refrán se ajustase como anillo al dedo a la cinta: nunca segundas partes, etc. (aunque esto es harto discutible). Otro factor a destacar en esta película es que empieza la decadencia de la jugosa Franquicia Simios tomando aceleración. Malograron los aspectos de interés que contiene y pienso que por querer ceñirse como second skin al mensaje iniciado con la interpretación del exhibicionista CHARLTON HESTON, que repite aunque en plan guest starring de lujo.

Esa consigna era el pacifismo pringoso en que la ciencia ficción suele revolcarse apenas te distraes. Hay admirables obras antibélicas del género (THE LAST AMERICAN, CUANDO EL VIENTO SOPLA) que abruman por la crudeza como exponen las secuelas de una guerra nuclear. Mas abundan las que son vertederos ideológicos izquierdistas (ESTACIÓN DE TRÁNSITO) que ocultan una cosa: predicando un mensaje antibélico en Occidente, procurando desarmarlo, beneficiaban al Bloque Soviético, que no toleraba en absoluto esa prédica… que sí subvencionaba entre sus abyectos satélites de Occidente, un Accidente (no Occidente) estilo LISA SIMPSON, que enseguida se escandalizaba y clamaba ¡desarme! criticando hipócritamente las posturas defensivas occidentales para demostrar su vestal compromiso moral con la pax, según el otro bando se rearmaba,.

El perplejo reemplazo de TAYLOR,
el astronauta BRENT. Esa postura de
chulería de poco le va a servir en el
hirsuto mundo en que aterriza

Eso hacen: perpetúan el mensaje pacifista de la primera entrega mientras orillan las posibilidades más aventureras que correspondían ir introduciendo en la saga. Muestra es que, en la comunidad simia, los beligerantes gorilas deciden expandirse hacia la Zona Prohibida (donde está el auténtico meollo de todo lo que debiera seguir filmándose de El Planeta de los Simios) para ampliar sus cultivos pues corren riesgo de hambrunas.

Un ejército gorila (¿trasunto de los atlantistas bélicos?) emprende camino a las peladas sierras del herético páramo, según los eruditos chimpancés (¿exaltación de los intelectuales izquierdosos de las Universidades de ambas Costas?) deploran la violencia y demás, pero se intuye lo hacen por mero postureo intelectual. Deploran que los gorilas quieran el exterminio del humano parasitario, más tierras, so pretexto del hambre. Pero los chimpancés no ofrecen alternativas, tan listos como son. Los orangutanes hacen lo que les mande el Guardián de Todos los Secretos: ZAIUS. Son réplicas de nuestras corrientes de exaltados, sequiturs e indecisos localizables en cada etapa histórica o social.

En esto, aterriza BRENT, siguiendo la estela cósmica de TAYLOR. Pronto descubre de qué va la cosa, “hereda” a NOVA (el lindo bibelot sin más objeto que lucir bikini), le dan un piojoso taparrabos y acaba preso de unos mutados con un cuajo impresionante que pueblan los ruinosos subsuelos neoyorkinos. Con su poder telépata pretenden parar la ofensiva simia. Fracasan, porque son unos mandrias cagaos capillitas del culto de la Bomba Omega; por pura pereza, desprecian utilizar sus poderes y residuos de tecnología para, cuando menos, contener a los simios pues están luchando por su supervivencia.

Dada la corriente antibelicista que
estaba adquiriendo la Sociedad (la
de Vietnam, ojo), ¿son comparación
despectiva los gorilas de los militaristas
mientras los chimpancés elogio de los
pacifistas? Ese cerro al fondo: escenario
de la teleserie M*A*S*H (entibélica)

La pieza clave vuelve a ser Zaius. Sospecho que el joven científico Zaius debió tener una experiencia con humanos ‘listos’ (o los mutados de las túnicas impolutas) y la llegada de Taylor exaltó sus viejos terrores. Por eso apoya entusiasmado el genocidio gorila. Quiere atajar el cáncer antes de que su metástasis les devore. Sabe que en la Zona Prohibida habitan amenazas de considerable gravedad que pueden barrer la civilización macaca.

En vez de contar todo eso, deciden criticar a los megalómanos belicistas del siglo XX; diseñaron el Arma Final, mientras ardientes se desintegraban en un conflicto mundial, y eso debe destacarse sobre todo lo demás. Relatar una emocionante historia con los elementos aquí bosquejados no podía ser; parecía herético pecado, agravio social, porque era mejor posicionarse como antibelicistas (ese antibelicismo de liberales de limousina); daba caché. Relevancia social. Sacrificar el esplendor de esa saga era precio tolerable.