miércoles, 3 de mayo de 2017

NO PODRÁS SALIR — NI TÚ QUEDAR IMPUNE

Cuanto más pienso en su argumento,
menos lógica le veo. Hasta la evasión
más popular debe tenerla. Es lo que
diferencia al escritor del vulgar
juntaletras
Quienes llevan años leyéndome conocen mi afecto por este tipo de vapuleada literatura, pese a contar con numerosos adeptos. La denuestan por su baja factura, argumentos, economía, tamaño, extensión. Esté dedicada a un lector en principio poco culto, al que la literatura sesuda, la Alta Literatura, aturde, aburre, abruma, agobia. La muestra de mi querencia por el pulp es el panteón que le erigí en LAS GRAVES PLANICIES.

Una cosa, empero, es que aprecie mucho esta literatura (acaso porque la maltratan; es como ponerse de parte del débil, defender causa perdida), y otra que tope con una de estas despreciadas gemas presentada de forma fraudulenta y lo calle.

De un tiempo a esta parte, en las redes sociales especialmente, se aprecia convulsa actividad por propagar/defender las novelas de a duro, editando nuevos títulos de una nueva hornada de escritores que creo expresan el mismo cariño por el infamado género que manifiesto en el primer párrafo. Este producto pertenece a esa “new wave” citada.

Un sigul del pulp patrio es que sus autores eligen alias anglos quizás por miedo, y no infundado, a que un nombre castizo espante al potencial comprador. Un apellido anglo da sensación, merced al poderío del cine y la ficción general que llega allende el Negro Atlántico, de tener marchamo glamoroso que alguien llamado ‘Antonio Santos’ no daría. Va a ser uno de los nuestros lo mismo que un mericano, enga ya, ¡amos allá!

Un veterano con una extensa producción
a la espalda. Seguro que, aunque se
canibalizara, no robó a nadie obras
El autor (¿o pirata?) de este pulp firma como DAMIEN WAKE. Los puestos en la ficción al instante van a reconocer la ironía. Bueno: Mr. Wake ofrece historieta que transcurre en Gran Canaria, preñada de desmembramientos y casquería gore, así como un nutrido plantel de personajes de mayor/menor calado que mueren o sirven de aturdido elemento dramático/suspense/pista para alcanzar el clímax.

Vale: nuestra piel de toro cuenta con escabrosos episodios de salvajismo criminal dignos de la peor tradición anglosajona, por continuar con la previa digresión. Pero lo de un leñador psicópata masivo que parece escapado de lo más remoto de los bosques canadienses e inquilino de fétidas roulottes con familia de tarados endogámicos, delata demasiado su verdadera procedencia. Su no insularidad.

Brioso, Mr. Wake “describe” este descuartizamiento de incautos confiando en una cosa: nadie va a descubrir su crimen. ¿Cuál? Pues… ¡no ser autor del relato! Un avispado canario, he intuido, ha hallado en alguna parte (vía internet-Amazon) un relato gore, lo ha traducido con habilidad, cambiado lo que fuese de Maine (o, ya que estamos, Canadá) por ubicaciones canarias, ofreciéndolo a la venta.

Lo más divertido:nuestros autores pulp
(terror, CF, western...) se diversificaban
a través de un dédalo de alias
Eso se llama PIRATERÍA, Mr. Wake. Los pioneros del pulp patrio, los CLARK CARRADOS, GLEN PARRISH, o MARCIAL LAFUENTE ESTEFANÍA, se lo curraban, aunque se canibalizasen. No saqueaban trabajos ajenos de alguna fuente ignota. ¿Qué lo delata? Términos que han sido literalmente traducidos del inglés; porque en España la policía no es tan incompetente; porque tenemos una eficaz Guardia Civil que sin tardanza investigaría esos crímenes atroces que el autor describe; porque aquí no hay Departamento de Homicidios, sino Grupo, Unidad, o Brigada. Porque ¿qué puñetas hace un policía irlandés estilo BRUCE WILLIS (que encima no sabe gaélico) incrustado en Personas Desaparecidas de Las Palmas? ¿No hay agentes patrios para sustituirle? El empaque (¿o complejo de inferioridad?) del anglo como protagonista para potenciar la novelita…

Conviene alertar del atraco. No todo vale, aunque esta era de internet dé a entenderlo. Hay una sensación íntima de pundonor que obliga aún a hacer las cosas con decencia. Y robar so pretexto de que esto es pulp, ergo: basura, cuatro piensan leerlo, nadie va a descubrir el asalto, no es ninguna excusa para robar.