Qué lejos estaría de imaginar cuando le tomaron esta foto qué notoriedad alcanzaría |
Sucedió hace días, no es que me haya
enterado hoy. No obstante, su deceso me arranca esta sencilla reflexión. Sir Christopher
Lee (sin entrar en detallada biografía; tampoco creo que deba apilar una más a
las numerosas que hayan podido escribirse en el ínterin), el DRÁCULA de la
productora británica HAMMER, encarnó durante
su dilatada carrera actoral numerosos papeles, con mayor o menor acierto, o
recuerdo.
Seguiría recordándosele por el del
chupasangres avecindado en un ruinoso castillo en alguna parte de la remota
Rumanía, con la capa de forro rojo, el ademán cautivador y la sensación de
decadente nobleza dispuesta a cometer todo tipo de depravaciones porque eso le
pone y desafía todo convencionalismo, divino o humano. Es su marca de fábrica,
como las drogas y el sexo el sigul de los rockanrroleros.
Y continuaría ahí, encasquillado en un
rol del que no le sacó ser el hombre de la pistola de oro (¡qué segunda
intencionalidad —sexual— tiene eso!), al parecer in saecula saeculorum, si no fuese porque su carrera experimentó un
“brutal” relanzamiento gracias a papeles ofrecidos por TIM BURTON, GEORGE LUCAS
y PETER JACKSON.
Para muchos, sin duda el papel que lo ha inmortalizado definitivamente, ¡pese a su extensa carrera actoral! |
Fans de lo icónico. Freakies de la serie B.
Guardianes de las matinés.
Su rostro enjuto, las maneras de
aristócrata vil, el enfoque poderoso del modo nuevo, espectacular, de hacer
cine para atrapar a millones y Millones Y MILLONES de espectadores, la calidad
(más o menos deplorable) de los guiones que interpretaba… cautivaron a muchos
que ignoraban existiera, y como estamos en lo que estamos últimamente, se
lanzaron a fagocitar todo dato sobre él y ¡aclamar! al caro ídolo como al hallazgo
del siglo.
Cuando otros muchos, veteranos, mayores,
más callados, le conocíamos… de viejo. Qué risa producen esos esperpentos
arribistas, veleidosos de la momentánea novedad. ¡A buenas horas, mangas
verdes! Vengo, cuando tú vas.
¡Ahí, un buen rif de guitarra, maestro! |
Todo esto me lleva a ponderar: Lee ha triunfado
como nunca en la senectud. Se ha
inmortalizado, como no podría hacerlo como Drácula,
como CONDE DOOKU, porque, no lo neguemos: quien aparece en la Doble Santa
Trilogía, es inmortal ya.
La edad, en esta era de internet, es un
valor que desprecian. Posee sin embargo cualidades importantes: la experiencia,
la paciencia, el conocimiento. Un enfoque que difícilmente muchos jóvenes
atolondrados y que creen que la juventud lo es todo, y desapareces tras los
cuarenta, poseen. En este caso, ya veis, insisto: Lee se ha ganado incontables
fans y prestigio que no tenía cuando era Drácula siendo ya anciano. Da que pensar,
¿eh?
Gracias por las horas de esparcimiento
servidas, Mr. Lee.