Afiche. No se han buscado a un plusmarquista, sino a un enclenque con pijama de freakie |
Los tres primeros episodios no auguran
continuidad al remake de la serie que
nos emocionara a principios de Década 90, aprovechando el rebufo creado por el
equívoco éxito del BATMAN de TIM
BURTON.
Sin ambages: me parece pésima. No me
gusta el arrogante elenco, el protagonista es un niñato que no contacta con el
público (seguro que hay un tsunami de
lectores dispuestos a contradecirme, resaltando un share brutal de estreno… que luego sin cesar va cayendo) y no me
creo que GEOFF JOHNS, que tan a la cumbre llevó al personaje, firme estos
guiones.
Detesto al nuevo BARRY ALLEN. Era más
simpático el que caracterizara JOHN WESLEY SHIPP (aquí aparece, en papel secundario
más maduro, y presidiario). Creaba química instantánea con el espectador. Te
deja frío esta suerte de JUSTIN BIEBER de los superhéroes. Recuerda al cani niñato de la moto del barrio, y
repele. No lo ves el genio CSI: Central
City que constantemente afirman es.
Y luego, esta peña de apalancados consumiendo valioso metraje de acción |
Que haya un aparato SFX más espectacular que en la serie de DEMEO y BILSON es un punto
a favor; que hayan atacado directamente con supervillanos, otro. Imagino que la
digitalización ha abaratado los costes, permitiendo alardes que la serie de
Década 90 sólo soñaba. Pero… ¿cómo de peligrosos son los supervillanos? Dos o
tres aspavientos coléricos y la descafeinada soflama habitual estilo DR. DOOM no
son cosa que deje honda impronta de la amenaza que presuntamente suponen.
Y aun siendo material DC COMICS… ¡qué referencia a TIERRA-X (de MARVEL COMICS) expresa! Copian la ingeniosa explicación que esa
saga daba para conciliar los superpoderes (en el Bien o el Mal) con las
personas comunes.
Buenoo. Las (odiosas) comparaciones. El montaje lo dice todo. ¿Cómo hemos llegado a esta degradación? |
Tampoco me gusta que haya una extensa sarta
de secundarios ‘respaldando’ a este inmaduro The Flash (de traje rojo sangre de toro estilo armadura IRON MAN y barato cuero de motero
macarra, no rojo fuerte, como el clásico.). Porque su número diluye (y
entorpece, demora) la importancia del superhéroe.
Un superhéroe es un guerrero solitario,
generalmente, con un sidekick, y
alguna ayuda accidental externa. Es solitario para mostrarnos que la fuerza del
Bien y sus rectas convicciones pueden derrotar gran marea de circunstancias
adversas. Ejemplifica su individualismo solidario con el pueblo; fortalece el
carácter. Un equipo de especialistas devorametraje
y al que han debido crear grandes semblanzas dramáticas para justificar su
presencia es eso: robarle importancia a The
Flash.
Compitruenos en uniforme de freakie subido. Esto sí es un kick-ass en toda regla, macho |
Me desagrada asimismo su juventud. Le
resta seriedad. No te lo crees maduro para la empresa. Y para más inri: DC Comics se ha lanzado a la recreación imberbe de sus iconos
(comenzó con SMALLVILLE) bajo una
“oscuridad” CHRISTOPHER NOLAN que acabará estragando al personal.
Marvel, más bien, más mal, demuestra nuevamente
saber sacarle delantera a la decana editorial en esto de los superhéroes, al
presentar una gama luminosa de figuras (hay quien dice desenfadada) mas con una
personalidad contrastable (he ahí el soberbio trabajo de ROBERT DOWNING, JR.,
como TONY STARK).
Pues tienen que comer muchos huevos duros para ponerse a la altura de la calidad de este profesional |
Este The Flash
imita el modelo GREEN ARROW (tampoco
lo recomiendo, por muchas temporadas que lleve) porque al parecer ha
funcionado. (No habla muy bien del criterio, o gusto, o madurez, de los
seguidores de esa serie. ¡Por Dios, que es un tío con un arco!)
No. Pronostico breve vida a este remake. Es más: me ha hecho añorar al
otro Flash, encontrando sus carencias
entrañables.