lunes, 27 de marzo de 2017

FALLECE BERNIE WRIGHTSON — PERDEMOS OTRO COLOSO

Pienso imagen acertada para adornar
el comentario. ¿Esto, gótico? ¡Si rebosa
barroco por todas partes!
Nos sorprende hoy la noticia pese a que el óbito sucedió (según fuentes) el 17 del corriente; otros, que fue el 18. No importa: acaba de írsenos otro coloso de la ilustración y la historieta que va a tener, si no difícil, casi imposible relevo.

Porque vengo apreciando que entre las nuevas firmas pujantes, sobre todo, hay una uniforme atonía de líneas que hasta dificulta poder diferenciarles. La escuela brotada de los primeros días de los rebeldes fundadores de Image está muy asentada. Como réplica a cuando JACK KIRBY ponía el canon. Sucesores/imitadores ensanchan el nido sólo para sentirse más cómodos en su seno. Han perdido la audacia de ser ellos. Individuales. Innovar. Caracterizarse.

Wrightson tenía (aunque siempre perdurará gracias a su vasto legado gráfico) una forma ‘de expresarse’ inconfundible. Perseguíamos su labor a través del Universo de la Historieta para quedar nuevamente asombrados con ese pletórico barroquismo cargado de marañas de inquietantes sombras.

Debo admitir que, aunque precoz lector de tebeos, de engolfarme joven en las viñetas del mainstream, fue admirar Admirar ADMIRAR su LA COSA DEL PANTANO lo que verdaderamente me “forzó” querer dedicarme a este proceloso mundo de las viñetas. Hablo de una edad temprana, de cuando RUFUS, o VAMPUS, existían como alternativa a los superpuñetazos y las histriónicas cóleras de DR. DOOM.

Elaborada tinta "a lo Wrightson" de NICO DELORT. Una
clara muestra de su extensa influencia en otros autores
Los lerdos clasifican el trabajo de Wrightson de “gótico”. En realidad, es de un sublime barroquismo recargado que evoca los mejores grabados decimonónicos (de DORÉ, HEINRICH KLEY, por ejemplo) que siguen teniendo una fuerza que, insisto, dudo los nuevos autores del trazo mimetizado consigan transmitir a la posteridad. Wrightson también ha influenciado (poco en mí, admito, pese a mi deseo de imitarle entonces), y sus “continuadores” se empeñan en seguir eso también: imprimir su huella de forma nítida, inequívoca.

De manera barroca. No gótica. Lo gótico es frío, ramplón. Sucio y oscuro. Limitado. El barroco de Wrightson rebosaba esplendor, fuerza, bravura. Identidad.

Nos queda tu legado. Lamentaremos, empero, perdernos lo que aún podías ofrecernos.