Pienso imagen acertada para adornar el comentario. ¿Esto, gótico? ¡Si rebosa barroco por todas partes! |
Nos sorprende hoy la noticia pese a que
el óbito sucedió (según fuentes) el 17 del corriente; otros, que fue el 18. No
importa: acaba de írsenos otro coloso de la ilustración y la historieta que va
a tener, si no difícil, casi imposible relevo.
Porque vengo apreciando que entre las
nuevas firmas pujantes, sobre todo, hay una uniforme atonía de líneas que hasta
dificulta poder diferenciarles. La escuela brotada de los primeros días de los
rebeldes fundadores de Image está muy
asentada. Como réplica a cuando JACK KIRBY ponía el canon. Sucesores/imitadores
ensanchan el nido sólo para sentirse más cómodos en su seno. Han perdido la
audacia de ser ellos. Individuales. Innovar. Caracterizarse.
Wrightson tenía (aunque siempre perdurará
gracias a su vasto legado gráfico) una forma ‘de expresarse’ inconfundible. Perseguíamos
su labor a través del Universo de la Historieta para quedar nuevamente
asombrados con ese pletórico barroquismo cargado de marañas de inquietantes
sombras.
Debo admitir que, aunque precoz lector de
tebeos, de engolfarme joven en las viñetas del mainstream, fue admirar Admirar ADMIRAR su LA COSA DEL PANTANO lo que verdaderamente me “forzó” querer
dedicarme a este proceloso mundo de las viñetas. Hablo de una edad temprana, de
cuando RUFUS, o VAMPUS, existían como alternativa a los superpuñetazos y las
histriónicas cóleras de DR. DOOM.
Elaborada tinta "a lo Wrightson" de NICO DELORT. Una clara muestra de su extensa influencia en otros autores |
Los lerdos clasifican el trabajo de
Wrightson de “gótico”. En realidad, es de un sublime barroquismo recargado que evoca
los mejores grabados decimonónicos (de DORÉ, HEINRICH KLEY, por ejemplo) que
siguen teniendo una fuerza que, insisto, dudo los nuevos autores del trazo
mimetizado consigan transmitir a la posteridad. Wrightson también ha
influenciado (poco en mí, admito, pese a mi deseo de imitarle entonces), y sus “continuadores”
se empeñan en seguir eso también: imprimir su huella de forma nítida,
inequívoca.
De manera barroca. No gótica. Lo gótico
es frío, ramplón. Sucio y oscuro. Limitado. El barroco de Wrightson rebosaba
esplendor, fuerza, bravura. Identidad.
Nos queda tu legado. Lamentaremos,
empero, perdernos lo que aún podías ofrecernos.