viernes, 9 de mayo de 2025

TERMINATOR: TEMPEST — MUCHOS LEÑADORES PARA TAN POCA LEÑA

 

Portada número 2. Dark Horse
busco pegar fuerte al final de la
Década 80 con títulos tan icónicos
como éste. No obstante...

El guión de JOHN ARCUDI es tan mediocre como insustanciales son sus diálogos. Hay no obstante algunos aciertos significativos en esta miniserie de 1990 (concebida como prólogo o soporte promocional a TERMINATOR 2, EL JUICIO FINAL) que deben destacarse. Arcudi parece no vio bien el primer Terminator; sugiere oyó graznidos por alguna parte, vio a lo lejos destellos que inspiraron “su imaginación” y los editores de la naciente Dark Horse dieron el V.B. al texto pensando arrancaban una lucrativa licencia a una Major (Marvel, DC). Algo como: Johnny, dale caña, ¡no importa el disparate! Empero publiquemos algo YA, que sabes lo voraces que son los de STAN LEE. Alegarán nuestra incapacidad para sacar esto adelante y nos arrebatarán la licencia.

Arcudi lealmente cumple el despropósito. El lápiz de CHRIS WARNER, comparable al de JOHN BUSCEMA en su cénit, remarca esta saga: acaso es su único atractivo para tenerla. Le pongo el reparo de que sus musculosas figuras frisan lo irreal, hasta en un tebeo de estas características. Se ve el hombre le pasa lo que a SIMON BISLEY: tú dame un guión cañero donde pueda demostrar mi habilidad dibujando la anatomía sobreexpuesta a las pesas. ¡Verás qué pasada! Dibuja pues hypervitaminados Terminators. Reclamo que debió atrapar el interés de indecisos chavales de entonces. Para mí, era la curiosidad por ver qué derroteros podía tomar en las viñetas la idea de JAMES CAMERON. A qué insospechados pagos podía llevarnos.

Esplendor muscular y bombshells
para atrapar el interés del lector
por esta colección. Nunca hemos
visto cómo recubren de carne a un
TERMINATOR. Empero algo me
dice que no es así

Si todo se redujese a lo gráfico, Tempest habría cumplido admirable sus objetivos y esta reseña estaría casi finita, ¡ensalzado! el trabajo de Warner. Mas una historieta es mucho más que buenos trazos; éstos deben soportar/ilustrar un argumento. Ideas que resaltar, desarrollar. Porque el tiempo que vas a emplear a estos desatinos puede invertirse en cosas mucho más prácticas.

(Sobre la edición de Norma Editorial señalo que la minúscula letruja de los textos es de crimen. Sobraba espacio aún en los bocadillos para hacer mayores las letras, señores.)

Irrita la vulgaridad del tratamiento de Arcudi del fenómeno Terminator. Sospecho que podía consultar con Cameron aspectos que le generasen dudas, aunque se ve fue tan de sobrado que pensó se bastaba solo; cuanto consignase en su saga haría canon. Su ambición quedó bastante frustrada, sin embargo. Repasemos los hechos:

Muestran en Terminator cuánto cuesta destruir a una de esas cosas (SARAH CONNOR dixit). Aguantó bastante castigo, se burló de las ametralladoras, lo atropelló un dieciocho ruedas que consiguió estropearle una rodilla tras arrastrarlo cantidad de metros por el abrasivo asfalto. Le metieron un explosivo entre las costillas, ¡y siguió guerreando!

En Tempest, ¡Arcudi envía a través del Tiempo (esa extraña sustancia compleja, como se esforzó KYLE REESE en hacer comprender a los escépticos policías) a TRES Terminators, así como a un nutrido comando de soldados de JOHN Connor, que se apoderaron de una Máquina del Tiempo, decididos a matar al DR. HOLLISTER, quien según Arcudi configuró a SKYNET, no el MILES DYSON de Terminator 2! Parece que la garantía para atravesar el Tiempo es hacerlo despelotado. Mientras sea así, el número de viajeros es intrascendente.

¡Hasta en Rusia conocen a Terminator!
¿Cómo una nación sometida por el yugo
comunista tantas décadas contempla estos
mitos gráficos: con pasmo, envidia o
un sutil desprecio de partido?

Arcudi acumula triviales diálogos insustanciales para alargar una trama que debiera ser trepidante página tras página por sus elementos constitutivos. Sabida la resistencia de un Terminator, ¡ver que una ambulancia atropella a uno partiéndolo por la mitad aviva la pregunta: ¿Arcudi vio la cinta del 84?! ¡Sólo la prensa hidráulica detuvo al T-800!

Positivo detalle que Arcudi hace es que para Skynet es más vital garantizar su desarrollo que matar a John Connor como sea (aun aniquilando a Sarah). En esencia, eso es todo Terminator. Y Skynet lo logra. Propicia su nacimiento. Hollister se encarga de hacerlo.