Es oportuno contrastar este primer Superman
en gran pantalla con la novela comentada de WALTER TEVIS, donde el extraterrano posee similitudes
con los seres humanos (SAN DIOS ASIMOV o CARL SAGAN estarían trinando al
respecto; ¿qué posibilidades cósmicas existen para darse tal circunstancia, y
más en este Sistema Solar?) aunque de una casi extrema fragilidad que me
recordaba a la de CHRISTOPHER CROCKETT LA CRUZ. Tevis, más interesado en la exploración
psicológica o moral de cómo un alienígena de una cultura avanzada pudiera
corromperse, descuida aspectos esenciales, como el tamaño de Anthea o su
gravedad. Un “trapacero” como EDGAR RICE BURROUGHS no obvió la cuestión en las andanzas de JOHN CARTER en Barsoom. Y, esos datos, podrían surtir contingencias
que habrían enriquecido más la estupenda novela de Tevis.
En las antípodas del débil THOMAS JEROME
NEWTON (¿lo hizo Tevis así, a posta? Deja pequeños apuntes que sugieren era fan
de las viñetas y DOC SAVAGE) está KAL-EL, oculto bajo el disfraz del
ingenuo y aún timorato CLARK KENT. Como Newton, cayó a Tierra. aunque durante
la Gran Depresión. Empero, distinto a Newton, pronto exhibió tales poderes
sobrehumanos que casi nada podría haberle impedido ser dueño del mundo, como
pretendió ROBUR.
En cambio, como SON GOKUH, este huérfano pone
al servicio de la Humanidad que le acoge sus asombrosos poderes, esperando
construir junto a los Hombres un mundo mejor, que destierre guerras, penurias,
enfermedades, del planeta y alcance una idílica utopía. Superman guiará,
instruirá. Mas no liderará (JOR-EL dixit).
Teoricemos un poco sobre Superman y sus
padres, JERRY SIEGEL y JOE SHUSTER, judíos de adscripción. Y no dicho desde
marco xenófobo, sino de examen de conductas que harían heredar al hijo gráfico
quizás de forma subconsciente. Más aún importantes si Siegel y Shuster hubiesen
sido inmigrantes recientes a los Estados Unidos Trump, no descendientes de
primera generación.
El pueblo judío ha sido la víctima preferente
de todas las irracionales fobias del resto de comunidades a lo largo de la
Historia. Arranca en LOS DIEZ MANDAMIENTOS; y qué decir de LA LISTA
DE SCHINDLER. Por tanto, la suya ha sido (y será) lucha constante por
integrarse en las comunidades no-semitas, pelea continua por demostrar que las
fobias hereditarias contra ellos están injustificadas. Sangran si les hieren,
se duelen si les insultan; persiguen construir algo que armonice con el resto
de los no-elegidos, acabando por aceptarlos. Conviene observar que entre ellos
hay tantos cabritos e hideputas como en todos los demás pueblos del globo. La
santidad escasea aquí.
![]() |
La guarida subterránea del paródico LEX LUTHOR. Una cosa que me llamó la atención de esta cinta es que el guionista es MARIO PUZO, hombre tan "relacionado" con la Mafia... |
¿Qué hace pues, Kal-El, instruido por la
benévola férula de JONATHAN Kent (admirable el de GLENN FORD; no concibo otro
padre putativo de Superman como él)? Integrarse. Inhibir sus poderes semidivinos,
porque mostrarlos le hará distinto, apartándole de la masa cargada de
prejuicios, lo obligará como a todo monstruo a vivir aislado, en remoto punto
del mundo, donde acumule rencor a su pesar contra los mezquinos seres humanos a
quienes tanto puede ayudar. La imagen que muestra LEX LUTHOR, en cualquier
encarnación como le presenten (aun esta cómica/paródica de GENE HACKMAN —que
consiguió no imagines un Luthor distinto—): recelo, envidia, pavor disimulado
de argumentos, pero, sobre todo: ODIO por lo que no será jamás: generoso,
desprendido, bondadoso, inspiración noble/hacia la nobleza.
Ser Clark Kent, de aire desfasado, ayuda a
Kal-El a marginarse para ver sin tapujos las singularidades del mundo.
Insignificante, ignorando, despreciado, la gente le olvida y se desinhibe, muestra
su verdadera faz, disimilada tras falsedades sociales. Superman no es tan
ingenuo como para despreciar el peligro que unas palabras amables y falsas
actitudes políticas pueden ocultar. Que bajo la apariencia de Clark Kent
descubre.
![]() |
El crimen no paga, señor Luthor; y hay un nuevo sheriff en el planeta. Advertido queda, alopécico genio del crimen |
Este Superman abrió la explotada al máximo hoy senda del cine de superhéroes. Lo curioso es que esta cinta no ha quedado desfasada, pese a carecer del epatante aparato de SFX actual. Al contrario: mítica, casi reverenciada, es admirable compendio de todo lo positivo que el personaje desprende, y no concibes ninguna figura de Superman que no sea la del fallecido CHRISTOPHER REEVES.