viernes, 10 de febrero de 2012

PÁJARO EN MANO – EL LEM APÓCRIFO

En su interior, el relato. Portada:
DOMINIC HARMAN
Aun sin desmerecer la clara calidad de esta novela corta de EDUARDO GALLEGO y GUILLEM SÁNCHEZ, cuyo extenso currículum convence de la veteranía de sus letras y la incisión de su imaginación, la obra puede definirse como un chute de morfina para el lector de ciencia ficción-en-español. Elegante, amena, con ocurrentes apreciaciones, sin embargo su anodino desarrollo no arriesga lo más mínimo-nimio. No son DAVID R. BUNCH. El lector al que describo está domesticado en ciertas tramas que aceleran lo suficiente, pero poco, su pulso, instándolo a seguir el interesante relato. Es un lector conservador (que vota a izquierdas) que no quiere experimentos ni desafíos con su ficción; detesta los personajes marginales que, no obstante, adora cuando protagonizan filmes o cómics.
Pájaro en mano forma parte del número once del ASIMOV CIENCIA FICCIÓN, surtido de historias y comentarios que hacen lamentar la desaparición de esa publicación. Es la confirmación de que este país se llena la boca (y los blogs, y los foros) de CIENCIA FICCIÓN, pero, a la hora de la verdad, nasty de plasty. Compras, las mínimas. Apuestas por el género: estéticas. Apoyo por los autores: nulo. Y lo certifica el reciente, e igualmente lamentable, cierre de NGC FICTION!, que alguien señala como augurio de una cascada de otras desapariciones. Esto constreñirá la opción de publicación de numerosos autores, haciendo monopólica la firma SCYLA (léase: PLANETA), que solo editará material de sus escritores “adictos” (sabemos a quiénes me refiero, ¿verdad?).
Los autores, EDUARDO GALLEGO y GUILLEM
SÁNCHEZ. Lo lamento, no sé quién es quién

Este recopilatorio incluye LA PLAGA DEL LEOPARDO VERDE, de WALTER JON WILLIAMS (¡aclamad al escritor!), novela corta asimismo, y al contraste (esas odiosas comparaciones), se abre cierto abismo (poco profundo, pero de sombra enojosa) entre la calidad de uno y otro relato. Williams presenta un texto construido con prosa que pretende, dentro de cierto clasicismo, ser novedosa, más que innovadora, anzuelo para prender al lector. Pájaro en mano no arriesga nada en ese sentido. Todo transcurre en una plácida y familiar estructura lineal que homenajea sin desdoro las aventuras de IJON TICHY escritas por STANISLAW Lem.
Cómo este relato recuerda
las divertidas aventuras de
IJON TICHY
Vale: la fórmula funciona, ¿a qué cambiarla? A Gallego y Sánchez les sirve y se sienten cómodos trabajándola. Saben que escribiendo así obtendrán la aclamación del público al que dedican la historia. Imposible censurarles por eso. Más aún, les apoyo porque, básicamente, aportan variedad al género. Gusto. Color. La pregunta es: ¿apoyan ellos “una historia de la frontera”, tan divergente en cuanto a… hum, estilo?
Pájaro en mano refiere, en un conseguido tono irónico (sigul de Gallego y Sánchez, leí), una embajada antropológica a cargo de BASÍLIKIS AZPÍRIZ (¿familia del autor de LORNA?) al planeta ORNITIA, donde el patrón-oro-religión es el ave, en toda la gama concebible. Las clases están establecidas según su importancia dentro del reino avícola, y los nacidos en las castas inferiores no podrán jamás llegar a ser, pongamos, águila real. Morirán empotrados en un escalafón donde, las “aves” reinantes, les explotarán alimentando además la vana ilusión de que progresarán si trabajan duro, sin rechistar, y con abnegación.
Que quedan muy lejos de
la temática y el estilo de
DAVID R. BUNCH
Ornitia, situado próximo al centro de la Galaxia (e, incongruentemente, tiene noches) es importante porque orilla un fenómeno cósmico que permite los viajes supraluz con mayor facilidad. Esto es codiciado tanto por el GOBIERNO CORPORATIVO estelar, del cual es súbdita Basílikis, y que financia su embajada, como por los HIJOS PRÓDIGOS, rivales de la Corporación, y provistos de una superioridad militar abrumadora, o así se nos describe.
La Corporación (cómo nos ha marcado ROLLERBALL) quiere acceder a Ornitia de buen grado, respetando su idiosincrasia, leyes, costumbres, etc., cosa que se presume no harían los Hijos Pródigos. Pero Basílikis, según se desarrollan ciertos sucesos (que pondrían a Ornitia al borde de la anulación como ente político, quebrando gravemente sus finanzas, basadas en una economía de aves —vale, Holanda comerció con tulipanes. Pero pronto tuvo que volver a la realidad del vil metal—, sagradas en el planeta), empieza a sospechar que la Corporación bien podría estar respaldando a los ornitófobos que habitan el sur del mundo, donde viven según un estándar más usual al resto de la Galaxia.
Los autores (y aquí, un reproche: al ser obra a dos manos, ¿quién la escribe? Corren, de este modo, el no recibir las alabanzas merecidas por su trabajo, como también evitan la crítica al que la pifió) describen la pajaril sociedad de Ornitia y sus costumbres de apareo (de vergüenza ajena, la verdad, aunque al tal ANICETO ZAMPULLÍN —vas bautizado, hermano— poca parecía quedarle) tal como Lem, merced a Ijon Tichy, lo hace de su barroco Universo. Aunque admiten que escriben con cierta “mala leche”, no la he visto. A Pájaro en mano le falta. Hay sarcasmo, sí; tan tenue, que es inofensivo.
Al loro con el contenido de estos dos comentarios. Hay
para debate profundo y sacaerle los colores a algunos/as
No es un disparo a bocajarro, vaya. Es relato amable y divertido, con el que los autores tratan de criticar un mal endémico, sea en la Tierra o en su Universo, el de que los más ineptos, los envidiosos, los oportunistas sin mérito ni agallas, sólo rapacidad, ocupan puestos de dominio o control. Basílikis está impostada en un grupo que pone la ética y el sentido común por encima de los rigores asépticos de su profesión, al revés de su rival, RANDOLPH THUNBERG (anda, con el apellido del guionista de BEN-HUR), y el premio por tal adhesión a los estándares es, en efecto, merecer sus prebendas.
Hay algo empalagoso, o me lo ha parecido, en esta MESA REDONDA de los antropólogos estelares, que, por sus nombres y apellidos, suponen la evolución de una cultura donde el mestizaje triunfó. Y, desde luego, admito que tal reunión es el contexto idóneo para que los autores desarrollen en él muchas más fábulas igual de asombrosas.
Esa profunda melancolía, o decepción, la vamos a compatir
o experimentar muchos como la cosa siga en este plan
(imagen extraída de la web de NGC FICTION!)
Ahora, la salida de tono. Por los elogios vertidos a los autores, y ciertos comentarios publicados, infiero que los responsables de esta publicación forman un anillo (un compacto nudo) donde todos aman las mismas obras, las publicitan, comentan. En resumen, comparten estilo literario. Conocidos, viejos amigos, no miran bien a todo prometedor aspirante que merodee con sus relatos por allí por el simple hecho de que sus letras no tienen el plumaje del color adecuado, ciñéndonos al texto. Y eso me preocupa: este grupo decide quién merece consideración, o no. Divulgación u ostracismo. Ser parte del vínculo. Paradójicamente, Gallego y Sánchez critican eso, en Pájaro en mano. Mas ellos no deben temer nada. Están elegidos.
Vuestro Scriptor.

Documentación adjunta: