martes, 15 de noviembre de 2011

MODERAN – ACERO, ¡MÁS ACERO!

Cubierta de JULIO VIVAS
para la edición española
Esta novela de DAVID R. BUNCH está viva. Júralo. Se contorsiona y retuerce entre tus manos desplegando un número de recursos tan impresionantes como es el arsenal del protagonista, FORTALEZA 10, municionado para la guerra total y eterna, según se ha dictaminado será la vida en el gran Moderan.
Exótica, exuberante, mañosa, poética, plagada de greguerías y onomatopeyas, de figuras simbólicas destinadas a recordar que el Hombre y su Conciencia no acabarán nunca muy lejos, por mucha cirugía de ‘reemplazamientos’ que medie entrambos, constituye sin duda una obra poco convencional, de culto. Durante el mayor Gozo, aparecerá ese viejo fantasma que anida dentro de cada uno y reflejará una imagen (LA imagen) al que pensaba haberse librado de ella para siempre mostrándole toda su vileza, debilidad y angustia, pese a cubrirla bajo el acero nuevo de duración ilimitada.
Moderan recopila los relatos, de distinta extensión, que Bunch fue escribiendo de 1958 a 1971, cuando aparecen en volumen único, revelador. Estamos ante otra obra que gana en riqueza y profundidad al percatarnos de que, procedente de una fecha muy anterior a la de su publicación, está saturada de aciertos, imágenes e imaginación. De predicción. Bunch plantea una efervescente distopía que pudiera ser la motriz del CYBERPUNK. Personalmente, siempre he estimado Moderan un “anti-LIMBO”, la otra distopía de BERNARD WOLFE, narración mucho más dinámica en la que, párrafo a párrafo, martillea (sí, ajá, ¡BIEN!) cada línea de la fábula de Wolfe.
LIMBO, de BERNARD WOLFE.
Siempre he creído MODERAN
la "crítica" a esta novela
En Limbo se prefiguran los ‘reemplazamientos’ que sufren los elegidos para la TIERRA DE LOS NUEVOS PROCESOS, culminando en su transformación mecánica. Músculos y órganos se extirpan y ‘reemplazan’ por eficientes máquinas de metal nuevo (la milagrosa aleación) que permiten a la Humanidad encarar la eternidad con automatismos y tiras de carne, pocas y minimizadas, con satisfacción.
Pero si en Limbo la “mecanización” busca la instauración de un orden pseudopacifista, que abomina la guerra y la violencia que han transformado el mundo en un extraño erial semiatómico (lo de siempre en obras de esa época que desconocía en profundidad las secuelas de una guerra atómica, y más como la descrita en la novela), en Moderan al Hombre se le intima a guerrear como una Máxima Contigencia para ocupar la mente y tener bien a mano brazos y martillos para machacar Machacar MACHACAR la ruda Vida y todas sus artimañas sensibleras, familia y niños incluidos.
DEATHLOK EL DEMOLEDOR (¡ahí,
nada!), otro ejemplo de cyborg, pero
muy distinto a los de BUNCH 
Moderan, la Tierra tras el aterrador estrago de LANDRY, cuando los botones de presión jodieron al mundo y dilucidó la Tercera Guerra Mundial sin vencedores ni vencidos, es una esfera de plástico que ha cubierto cuanto había antes en su totalidad. Contiene una pequeña salvedad, RUMBOVIEJO, donde la gente sigue siendo todo-carne y viven la aterradora vida de los todo-carne, cuando cada aliento (insiste INSISTE Fortaleza 10 en recordar) era una amenaza cargada de todo tipo de muertes.
Posee una determinada organización política y social que debe llamarnos la atención, porque, en la máxima cumbre de sus conquistas científicas, invitan al ciudadano a ser absolutamente malvado con sus semejantes, no a evolucionar en lo moral o lo ético. El negocio de Moderan es la guerra, y Fortaleza 10 es su mejor ejecutivo.
Los autores de Moderan, rehuyendo la hipocresía, han comprendido que la auténtica naturaleza del Hombre es la contienda y lo han surtido, en abundancia, de recursos para librarla sin fin-sin fin, con periodos de Tregua que aprovechan para rearmarse y reformar sus Fortalezas de once muros de acero para librar la siguiente batalla. Los no combatientes habitan viviendas de cúpula-burbuja (que parece guiño a la arquitectura de BUCKMINSTER FULLER) y tratan de sobrevivir al margen de los combates ideando modo de soportar (pues de eso se trata) la inmortalidad.
PETER WELLER como ROBOCOP (o ALEX MURPHY);
¡ajá! Este se acerca más a los moderanos, con pocas y
minimizadas tiras de carne y masivos-lentos de paso
El Sueño moderano, delineado para resistir siempre, en cambio no tiene la durabilidad que sus Constructores le estimaron. Posee fecha de caducidad, pese a que Fortaleza 10 y sus ruindades constantemente intenten negarlo. Él mismo, el multicondecorado y temido, envidiado-y-odiado, se percata tras unas décadas de que la vida en la tierra de los Nuevos Procesos no tiene objeto. Por todas partes empiezan a aparecer imágenes que anuncian, si no el fin, sí la falacia del Sueño.
Pero siguen aferrados a los automatismos, las guerras, las amantes de metal nuevo con interruptor incorporado, los escudos de vapor (cada mes el cielo tiene un color distinto) y otras tantas triquiñuelas que no rinden ya ni un mínimo-nimio beneficio al ciudadano moderano, por muchos bosques de hojalata y pájaros irisados mecánicos que planeen en los altos cielos y todos los vientos del ancho Moderan.
ARNOLD 'TERMINATOR' SCHWARZENEGGER, otro muy
popular cyborg, pero muy distanciado de los de Moderan,
al menos, en lo físico. En lo destructivo...
Bunch, mediante las especulaciones del antaño comandante de los BANGS, surtidas en abundancia, trata de analizar tanto nuestra moral como los aterradores abismos que se abren ante un inmortal. Oh, sí, Fortaleza 10 se jacta de esto, aquello y lo otro; se arroga, desde el corazón de su Fortaleza (10), de haber pateado con sus botas de acero nuevo la cara tanto al Tiempo como a Dios (Bunch, en ciertos capítulos, más que de ateo, se pinta de apóstata, pero en otros agradece el predio divino, y que Éste esté de nuestra parte, ajá, SÍ); se magnifica sabiéndose imperecedero y rabiosamente armado para afrontar la vida moderana.
Portada de la que parece la obra
originalmente publicada; demasiado
"bonita", alegórica. Muy estilizados
Pero luego, LUEGO, en ESOS MOMENTOS de introspección, vacila; duda; teme. Lo acosa sin cesar CESAR el recuerdo de su conciencia y la moral. Es un espectro recurrente que lo visita bajo distintas apariencias y lo deja turbado a su paso. Creía, al haber quedado reducido a la mínima expresión como persona (las tiras de carne) que en algún momento los Doctores que le hicieron ver y sentir sin anestesia cómo renacía para Moderan, cortaron el tejido donde reposaba su alma y, por tanto, la moral y los remordimientos. Pero ¡aun así siguen VISITÁNDOLO! Ni porque las autoridades le premien por sus altos actos de vileza y los anime en su Fortaleza (10), dejan de venir.
La obra de Bunch, dividida en tres secciones, parece oscilar entre la certeza de que el Hombre es un animal dañino irremediable pero que, dentro de sí, lleva la semilla de su redención, y que por mucho que trate de extirparla, ahí seguirá. Y dicha simiente, la moral, puede ser el Infierno que todos llevamos dentro.
Un malvado condenado a vivir SIEMPRE, con ese fuego quemando sus entrañas, ¿cómo podría soportarlo?
Vuestro Scriptor.

Sobre otro futuro de tiras de carne pocas y minimizadas:

http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/2011/05/alita-angel-de-combate-here-lies-boy.html