Afiche. Siempre he encontrado siniestro a CAPITÁN AMÉRICA pues procede de un experimento que MENGELE emprendía en la realidad |
…y de una ucronía de resonancias nazis
a otra adaptada a la pantalla de plata tras un decoroso paso por las viñetas.
Dos “mensajes”, entre otras cosas, he creído ver en este filme de JOE JOHNSTON.
El primero es el sutil mensaje de que
realmente los nazis no la tenían liada parda en la Europa de la Segunda Guerra
Mundial, ni antes. Todo el poderoso mal oculto bajo las banderas con cruces
gamadas del Reich Milenario lo
causaba un agente secreto con tendencias pseudomesiánicas (aunque ‘adorase’
cierto culto “pagano” nórdico), JOHANN SCHMIDT, comandante de una mesnada de
fanáticos más ultras que los SS de HIMMLER, aunque vistiesen el mismo oscuro
uniforme confeccionado por HUGO BOSS (¿a que ignorabais eso?).
Competente actuación de HUGO WEAVING como CRÁNEO ROJO, el 'HAUTMANN NAZI' que, en virtud a su maldad, quedó así de desfigurado |
Schmidt, “víctima” de un experimento de
mejora eugenésico, emprendido por “la versión buena” de JOSEPH MENGELE, el DR.
ERSKINE (STANLEY TUCCI, especie de EINSTEIN zarrapastroso pero capaz de
portentosos acontecimientos), manda en el III Reich más aún que HITLER, desprende la cinta. Los nazis (incluyamos
en este término a todo alemán de la época que nos ocupa, aunque ni comulgase
con el ideario nacionalsocialista y lo odiase con toda su alma —que los había—)
son una fuerza fantasmal de dudoso poder/influencia que pasea por la devastada
Europa según lo que Schmidt, el temible CRÁNEO ROJO (vendría filtrado de la DIVISIÓN TOTENKOPF de THEODOR EICKE),
dicte. No el FÜHRER, a quien Cráneo
anula metafóricamente cuando dispara el arma de energía que desintegra a los
burlones capitostes nazis que visitan su guarida alpina llena de cacharros de
HI/TECH retropunk.
Por otra parte, CAPITÁN AMÉRICA (CHRIS
EVANS), nunca llega a tocar a un nazi; combate enmascarados (detalle
importante), tropas que desprenden regusto a los clones de STAR WARS; son más amenazadores que los STORMTROOPERS por su uniforme, pero, al mismo tiempo, son una masa
falta de identidad.
En ningún momento vemos a esta elite con
un rostro identificable. Son autómatas a los que Capitán América y su pandilla
(“supurada” de MALDITOS BASTARDOS, ‘tomados’
a su vez de los ÁGUILAS AULLADORAS
liderados por el NICK FURY de los cómics) hacen titánicos estragos pese a estar
equipados con un armamento inferior al del potente enemigo. De nuevo, he aquí
la analogía de DAVID contra GOLIAT, tan cara a la América que su TV y cine
vende, la superación del débil ante el poderoso.
El bizarro luchador por la libertad sitiado por los robots de HYDRA; una peculiar "perversión" 'ideológica' que transmite el filme |
Que las fuerzas de Cráneo, denominadas
HYDRA, no tengan faz le conviene a Johnston y al público en general, pues así
el Capitán puede tundirles como desee y cuanto quiera. No vemos a un tío cuya
cara se licúa tras recibir una hostia del experimento eugenésico americano
perfeccionado, sino una careta de soldador de diseño que recibe golpes,
puñaladas, tiros, sin transmitirnos un ergio de empatía por su sufrimiento, el
cual moderaría el castigo.
Suelen describir Captain America, the first Avenger como un espectáculo competente
pero sin la efectividad de, por ejemplo, IRON
MAN; ha convencido, sí, ajá, mas no epatado ni entusiasmado. Empero, si la
razonamos bajo la óptica del “baile de máscaras”, podremos apreciar que es
filme cargado de Propaganda tendenciosamente militarista. Muestra que el
enemigo no es alguien, sino algo que puede recibir tanto castigo como nuestro
instinto sádico desee. Sigue, a modo, el planteamiento nazi de cómo tratar al
judío, al que antes de masacrarlo desvirtuó como sujeto, desfigurándolo con
estereotipos hirientes y caretas, tales como la nariz ganchuda, el mentón
prominente, una personalidad zorruna. Así, el pueblo no veía a alguien linchado
por desaforados de las JUVENTUDES HITLERIANAS, sino algo inmundo que merecía
morir. So pretexto de los uniformes espectaculares, Johnson hace igual. América
ahora está en guerra, y el malo no merece compasión.
Y un camarada que perder en combate para que el inastillable Capitán sepa qué es el dolor y lo humanice: SEBASTIAN STAN como BUCKY BARNES |
Por eso no aparece ningún nazi combatiendo
al “hombre estrellado” que “tiene un plan” (el
enemigo no es humano; martirízalo como quieras), sino malignas máscaras que
se mueven con mecánica precisión para destruir el mundo e imponer una doctrina
abstrusa que desborda los miserables planteamientos hitlerianos milenaristas.
STEVE ROGERS, alter ego de Capitán América, merece reflexión. Se elige de entre
la masa a un joven incapacitado físicamente para la guerra merced a su ardor
guerrero inextinguible y el desprendido hálito de su ánima (el candidato idóneo
que perseguía Erskine, un hombre bueno invulnerable a la corrupción gracias a
su férrea convicción moral, cualidad amplificada por su suero). Rogers es un
lotófago de la Propaganda, tan lerdo que no puede ver más allá del toque del
clarín estridente y el bombardeo de consignas que la pantalla titilante del
cine arroja entumeciéndole ojos y sesos.
Alguien ducho en masacres bélicas pero que no las ve mal, sólo "gajes del oficio"; TOMMY LEE JONES (cansado) es el CORONEL CHESTER PHILLIPS |
Cree absolutamente todo cuanto pregona la
persuasiva voz-en-off (que nunca miente, ni se equivoca). Y actúa en
consecuencia, sin análisis, cebados sus sueños de glorioso sacrificio
(masoquista) por la patria, ideales apenas diferentes de los de cualquier nazi
adicto al Régimen; sólo les distinguía el idioma.
Cuando por fin traba contacto con la
guerra, Rogers encara a hombres socarrados por ella. Le toman por un farsante
afeminado embutido en un colorido disfraz de opereta. ¿Es eso un soldado? ¿Uno
que abrasó nazis en un búnker con el lanzallamas y oyó OYÓ sus alaridos? ¿Vio
al camarada roto en dos debido a una mina? ¿Presenció cualquier otro horror
bélico? No. Actúa en distintos escenarios vertiendo Propaganda escoltado por
coristas vistosas, las que en realidad desea ver la soldadesca.
De saltimbanqui afeminado (para las tropas) a superhéroe; cómo es la gente y sus opiniones |
A Rogers-Capitán América le ahorran las
tribulaciones de la guerra (mutilaciones, genocidios, camaradas muertos de modo
horrible) porque entonces se desplomaría. Vería el mundo real que tenazmente se
ha negado a presenciar erigiendo un denso muro de consignas a su alrededor.
Empezaría a cuestionar y preguntarse cosas. Capitán América, pese a su
rutilante lema de defender la libertad y la democracia, no es distinto al
poster de reclutamiento de UNCLE SAM
dibujado por FLAGG. Promociona una idea totalitaria belicista que para
extenderse, sobrevivir, apela a la defensa de lo opuesto.
Qué suprema ironía: el ejemplar ario puro perseguido por el III Reich resulta ser su verdugo. Como para no tener esa cara de cabreo, ¿eh, SCHMITD? |
Le fabricaron una guerra estéril para
aislarle del horror, las preguntas, las decepciones. Y anónimos enemigos de
cartón piedra, pero maqueados de Hugo Boss, para que la farsa, además de completa,
fuese estilizada. Y así seguir combatiendo con la conciencia tranquila y
limpia.
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/
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