Portada de ANTONIO GARCÉS para la edición nacional de ULTRAMAR. Fue el primer libro que leí de la saga. Y esperaba publicar los míos en esta editorial, y en este formato... |
¡Conseguido! SIR RICHARD FRANCIS BURTON,
ALICE HARDGREAVES y PETER JARIUS FRIGATE, cabezas destacables del aguerrido
grupo de supervivientes que emprendió, una vida antes, la costosa peregrinación
a la Torre de las Nieblas, el hogar HI/TECH de LOS ÉTICOS, ha penetrado dentro
y obtenido respuesta a las incógnitas que el autor de la extensa saga, PHILIP
JOSÉ FARMER, fue sembrando en sus líneas.
Llegar allí, saberlo todo, recompensa todas sus fatigas y afanes, la
abrasiva dureza que ha brindado un planeta diseñado para ser un paraíso (que el
Hombre de nuevo emporcó con vilezas, miserias, guerras y villanías-a-la-carta) y
que ha acabado transformado en un singular, y acaso, hedonista Círculo del
Infierno de DANTE.
Farmer emplea su dinámica y larga narración
para hacer un determinado análisis sobre la Humanidad. El resultado, sin llegar
a ser del todo/completamente negativo, desprende amargura. Es acre. Ocre, si me
apuran. Merced a la fantástica premisa de contar la existencia de un mundo
poblado por los resucitados comprendidos entre la Era de las Cavernas y 1984, y
cómo tan diversa mezcla de razas, creencias e individuos (ingrediente básico de
todo) reaccionan e interactúan con sujetos de culturas diametralmente opuestas,
Farmer hace ver que, aun gozando de cierto confort (buena comida gratis, clima
benigno, extinción de taras y enfermedades), y un mensaje evangélico que insta
a los revividos a alcanzar un Paraíso Aún Mejor gracias al esfuerzo de redimirse
y tender a la paz y la bondad universal, el Hombre preferirá ser una bestia
carnicera que depredará a su vecino debido a atavismos muy incrustados en
nosotros, y quizás inextirpables, y que tampoco queremos perder.
PHILIP JOSÉ FARMER, ya en el MUNDO DEL RÍO, según consignó en uno de los libros. ¿Qué oscura sapiencia oculta esa socarrona sonrisilla... o sólo es eso? |
Farmer también empotra la idea de que los
alienígenas (todo-bondad y con conocimiento superior, a años-luz de nuestras
habituales mierdas diseñadas para el puteo general y ¡a discreción las
disparen!) pueden contemplarnos como un interesante elemento de estudio antes
que criaturas sentientes y con potencial para ser alguna vez sus iguales.
Sólo les interesa de nosotros: ¿cómo
reaccionarían grupos de vikingos sanguinarios y cowboys de finales del siglo XIX puestos a vivir juntos? Y dándoles
tiempo (mucho) para amistarse, enemistarse, aliarse, enfrentarse bajo
determinadas férulas morales y condicionamiento buenista, ¿evolucionarían en
nuestra dirección (que se supone es la buena-y-correcta) o seguirían
exterminando y masacrándose in saecula
saeculorum?
Cubierta foránea de la novela reseñada. Me gusta más la de nuestro país |
¿Así nos ven los aliens (aparte de
algunos otros ejemplos filmados por Hollywood)? ¿Cobayas? Estos ETs, que han
reformado, empleando una ciencia casi inimaginable, un planeta para
acondicionarlo en el quasiidílico
Mundo del Río, los Éticos, ocupan sus sillones para caderas cómodas y
pesquisan, cuan voyeurs estelares, el
día-a-día de la heterogénea masa y anotan los resultados. Sin posterior
compasión por los observados. Descartables, como ratas de laboratorio con las
que experimentar.
LOGA, el Ético rebelde, convence al
individualista y combativo Burton de que proceden así. Los Éticos, afirma, son
una patulea de hipócritas meapilas que fingen querer un vasto Bien para la
Humanidad (la última y perfecta integración con Dios), pero cuanto les interesa
es su estudio antropológico-sociológico efectuado en el Mundo del Río. Lo de la
Segunda Oportunidad es farfolla para encandilar ingenuos. (Mas Loga bien oculta
sus propios y egoístas fines para derribar el supuesto nefando plan de sus
camaradas.)
Una (tediosa) "contrapartida" a la saga de Farmer. Un indicio de qué es "buena" ciencia ficción |
Ese apocalipsis de malvadas razones
activa el gen de indocilidad innato de Burton, per se curioso e inquieto, para sublevarse al Plan. Aquí, Farmer
detiene lo justo el relato y plantea, un tanto socarrón: ¿también crees que la
Tierra podría ser un área de pruebas tutelado por frías y vastas inteligencias,
etc., y que apenas lamentan nuestro sufrimiento, que aun podrían alentar
mediante agentes armados de ciertos mensajes? Ya sabes, tipos como BUDA, JESÚS
o MAHOMA. Gente con un maletín que contiene mandamientos de grave calado y
repercusión. Modificando arraigados tribalismos.
¿Es posible? Y ¿desde cuándo pasa? ¿Es la
idolatría nuestra auténtica religión, y un Panteón politeísta a lo que nuestro
instinto nos impulsa a adorar, porque actuábamos así en el inmaculado y Remoto
Pasado? Piensa: creemos que ELVIS vive, pero dudamos que exista Dios.
Interesante evidencia de fetichismo, ¿eh?
Farmer era así de listo; impregnó una
sólida narración de aventura (que era lo suyo, por otra parte; pertenecía a la
—denostada— Generación LESTER DENT-MAXWELL GRANT) con un sutil mensaje de gran
potencia que germina en tu mente con fuerza y firmeza para hacer remarcable la
saga.
Era de esperar: el concepto, gigantesco, debía generar propuestas de otro autores. Sobre su calidad... No sé |
Oh, sí; los combates, duelos y su tensión
dramática están muy bien. Inspiran. Motivan. Ejemplifican. Los situó ahí para
que el Muy Importante Mensaje (¿nos
estudian seres sin compasión y que incrementan nuestras aflicciones con
determinadas influencias externas además para medir nuestra reacción?) no
agobiase al lector. Jugó a un juego arriesgado, pues la mayoría de seguidores
de la ciencia ficción, atracados de soberbios escrúpulos ‘intelectuales’,
hubiera preferido que nos amargara todo el largo Mundo del Río especulando Especulando ESPECULANDO con cada vez más
alambicadas, tediosas y arrogantes suposiciones sobre la trascendencia del Muy
Importante Mensaje antes que entretenernos con una “frívola fábula aventurera”.
A esos lectores les dan sudores y
agujetas los relatos como El laberinto
mágico, al leer las activas acrobacias de sus concursantes. E imponen, como
enemigos de las camisetas mojadas, que la ciencia ficción sea un
elegante/elitista páramo de grandilocuencias literarias y fárrago de adjetivos
sin mayor finalidad que infundir considerable hastío.
No sé quién dio tal poder a esos lectores,
asesinos con blogs pretenciosos que deben ser leídos-consultados y su opinión
venerada so pena de exilio. Pero tienen una considerable influencia y fuerza y
aun marcan (editorialmente) el camino. Relegan a los autores como Farmer a la
excomunión y el olvido, incapaces de respetar una variedad de propuestas. Con
su reaccionaria doctrina, van convirtiéndolos en exóticas piezas de culto y
colección; incluso niegan qué trascendencia tuvo su obra, pues odian que sea un
pilar (sólido basamento) para su querida, desnutrida y desnaturalizada sci-fi hard.
Un ejemplo de mala ciencia ficción. Pero si es un exitazo, ¿cómo se explica? Su baja calidad, ¿no la haría fracasar? |
Luego echas un vistazo a la cartelera, a
ciertas listas de ventas y autores, y ves que son las más “circenses” y las que
tienen regusto a serial las que triunfan. Y, de “rebote”, su éxito mantiene “vivas”
estas escuálidas propuestas “sólo para pijos”.
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/
Toda la saga:
Y esta curiosa apreciación sobre qué es ciencia ficción "seria":
http://www.tierrasdeacero.com/beta/gen/index.php?mod=lib&sec=autva1&autaut=38