lunes, 26 de agosto de 2013

EL LABERINTO MÁGICO — EL MUNDO DEL RÍO/4

Portada de ANTONIO GARCÉS para
la edición nacional de
ULTRAMAR.
Fue el primer libro que leí de la saga.
Y esperaba publicar los míos en esta
editorial, y en este formato...
¡Conseguido! SIR RICHARD FRANCIS BURTON, ALICE HARDGREAVES y PETER JARIUS FRIGATE, cabezas destacables del aguerrido grupo de supervivientes que emprendió, una vida antes, la costosa peregrinación a la Torre de las Nieblas, el hogar HI/TECH de LOS ÉTICOS, ha penetrado dentro y obtenido respuesta a las incógnitas que el autor de la extensa saga, PHILIP JOSÉ FARMER, fue sembrando en sus líneas.

Llegar allí, saberlo todo, recompensa todas sus fatigas y afanes, la abrasiva dureza que ha brindado un planeta diseñado para ser un paraíso (que el Hombre de nuevo emporcó con vilezas, miserias, guerras y villanías-a-la-carta) y que ha acabado transformado en un singular, y acaso, hedonista Círculo del Infierno de DANTE.

Farmer emplea su dinámica y larga narración para hacer un determinado análisis sobre la Humanidad. El resultado, sin llegar a ser del todo/completamente negativo, desprende amargura. Es acre. Ocre, si me apuran. Merced a la fantástica premisa de contar la existencia de un mundo poblado por los resucitados comprendidos entre la Era de las Cavernas y 1984, y cómo tan diversa mezcla de razas, creencias e individuos (ingrediente básico de todo) reaccionan e interactúan con sujetos de culturas diametralmente opuestas, Farmer hace ver que, aun gozando de cierto confort (buena comida gratis, clima benigno, extinción de taras y enfermedades), y un mensaje evangélico que insta a los revividos a alcanzar un Paraíso Aún Mejor gracias al esfuerzo de redimirse y tender a la paz y la bondad universal, el Hombre preferirá ser una bestia carnicera que depredará a su vecino debido a atavismos muy incrustados en nosotros, y quizás inextirpables, y que tampoco queremos perder.

PHILIP JOSÉ FARMER, ya en el MUNDO
DEL RÍO, según consignó en uno de los
libros. ¿Qué oscura sapiencia oculta esa
socarrona sonrisilla... o sólo es eso?
Farmer también empotra la idea de que los alienígenas (todo-bondad y con conocimiento superior, a años-luz de nuestras habituales mierdas diseñadas para el puteo general y ¡a discreción las disparen!) pueden contemplarnos como un interesante elemento de estudio antes que criaturas sentientes y con potencial para ser alguna vez sus iguales.

Sólo les interesa de nosotros: ¿cómo reaccionarían grupos de vikingos sanguinarios y cowboys de finales del siglo XIX puestos a vivir juntos? Y dándoles tiempo (mucho) para amistarse, enemistarse, aliarse, enfrentarse bajo determinadas férulas morales y condicionamiento buenista, ¿evolucionarían en nuestra dirección (que se supone es la buena-y-correcta) o seguirían exterminando y masacrándose in saecula saeculorum?

Cubierta foránea de la novela reseñada.
Me gusta más la de nuestro país
¿Así nos ven los aliens (aparte de algunos otros ejemplos filmados por Hollywood)? ¿Cobayas? Estos ETs, que han reformado, empleando una ciencia casi inimaginable, un planeta para acondicionarlo en el quasiidílico Mundo del Río, los Éticos, ocupan sus sillones para caderas cómodas y pesquisan, cuan voyeurs estelares, el día-a-día de la heterogénea masa y anotan los resultados. Sin posterior compasión por los observados. Descartables, como ratas de laboratorio con las que experimentar.

LOGA, el Ético rebelde, convence al individualista y combativo Burton de que proceden así. Los Éticos, afirma, son una patulea de hipócritas meapilas que fingen querer un vasto Bien para la Humanidad (la última y perfecta integración con Dios), pero cuanto les interesa es su estudio antropológico-sociológico efectuado en el Mundo del Río. Lo de la Segunda Oportunidad es farfolla para encandilar ingenuos. (Mas Loga bien oculta sus propios y egoístas fines para derribar el supuesto nefando plan de sus camaradas.)

Una (tediosa) "contrapartida" a la
saga de Farmer. Un indicio de qué
es "buena" ciencia ficción
 
Ese apocalipsis de malvadas razones activa el gen de indocilidad innato de Burton, per se curioso e inquieto, para sublevarse al Plan. Aquí, Farmer detiene lo justo el relato y plantea, un tanto socarrón: ¿también crees que la Tierra podría ser un área de pruebas tutelado por frías y vastas inteligencias, etc., y que apenas lamentan nuestro sufrimiento, que aun podrían alentar mediante agentes armados de ciertos mensajes? Ya sabes, tipos como BUDA, JESÚS o MAHOMA. Gente con un maletín que contiene mandamientos de grave calado y repercusión. Modificando arraigados tribalismos.

¿Es posible? Y ¿desde cuándo pasa? ¿Es la idolatría nuestra auténtica religión, y un Panteón politeísta a lo que nuestro instinto nos impulsa a adorar, porque actuábamos así en el inmaculado y Remoto Pasado? Piensa: creemos que ELVIS vive, pero dudamos que exista Dios. Interesante evidencia de fetichismo, ¿eh?

Farmer era así de listo; impregnó una sólida narración de aventura (que era lo suyo, por otra parte; pertenecía a la —denostada— Generación LESTER DENT-MAXWELL GRANT) con un sutil mensaje de gran potencia que germina en tu mente con fuerza y firmeza para hacer remarcable la saga.

Era de esperar: el concepto, gigantesco,
debía generar propuestas de otro autores.
Sobre su calidad... No sé
Oh, sí; los combates, duelos y su tensión dramática están muy bien. Inspiran. Motivan. Ejemplifican. Los situó ahí para que el Muy Importante Mensaje (¿nos estudian seres sin compasión y que incrementan nuestras aflicciones con determinadas influencias externas además para medir nuestra reacción?) no agobiase al lector. Jugó a un juego arriesgado, pues la mayoría de seguidores de la ciencia ficción, atracados de soberbios escrúpulos ‘intelectuales’, hubiera preferido que nos amargara todo el largo Mundo del Río especulando Especulando ESPECULANDO con cada vez más alambicadas, tediosas y arrogantes suposiciones sobre la trascendencia del Muy Importante Mensaje antes que entretenernos con una “frívola fábula aventurera”.

Otra propuesta de qué es "correcta"
ciencia ficción. La premisa, aun con
interés, es asesinada por el escritor; ni
 convence ni contacta. Es una agotadora
montaña de adjetivos que sólo sustentan
el erudito ego del estimado autor. (Por
cierto, mi reseña es la unica de la novela)
A esos lectores les dan sudores y agujetas los relatos como El laberinto mágico, al leer las activas acrobacias de sus concursantes. E imponen, como enemigos de las camisetas mojadas, que la ciencia ficción sea un elegante/elitista páramo de grandilocuencias literarias y fárrago de adjetivos sin mayor finalidad que infundir considerable hastío.

No sé quién dio tal poder a esos lectores, asesinos con blogs pretenciosos que deben ser leídos-consultados y su opinión venerada so pena de exilio. Pero tienen una considerable influencia y fuerza y aun marcan (editorialmente) el camino. Relegan a los autores como Farmer a la excomunión y el olvido, incapaces de respetar una variedad de propuestas. Con su reaccionaria doctrina, van convirtiéndolos en exóticas piezas de culto y colección; incluso niegan qué trascendencia tuvo su obra, pues odian que sea un pilar (sólido basamento) para su querida, desnutrida y desnaturalizada sci-fi hard.

Un ejemplo de mala ciencia ficción. Pero
si es un exitazo, ¿cómo se explica? Su
baja calidad, ¿no la haría fracasar?
Luego echas un vistazo a la cartelera, a ciertas listas de ventas y autores, y ves que son las más “circenses” y las que tienen regusto a serial las que triunfan. Y, de “rebote”, su éxito mantiene “vivas” estas escuálidas propuestas “sólo para pijos”.

Vuestro Scriptor.

Toda la saga:
Y esta curiosa apreciación sobre qué es ciencia ficción "seria":
http://www.tierrasdeacero.com/beta/gen/index.php?mod=lib&sec=autva1&autaut=38