Así de desangelado nos lo han servido en España. Sin ganas, prácticamente |
JACK KIRBY, creo recordar, estuvo
implicado en la génesis de CAPTAIN
AMERICA; o lo dibujó, algo de eso. También trabajó para WILL EISNER y BOB
KANE. Lo cierto es que, repasando estas planchas entintadas por MIKE ROGER y D.
BRUCE BERRY, no puede soslayarse la comparación entre el enclenque STEVE ROGERS
y el no menos depauperado BUDDY BLANK.
Blank está en la estela nuncanada de los SPIDER-MAN que, repentinamente, ganan la bonoloto de superpoderes
masivos que lo transforman en el masca
del recreo. En este caso, Blank es seleccionado por la AGENCIA GLOBAL PARA LA
PAZ (acrónimo inglés: GPA) para convertirse en el O(ne) M(an) A(rmy) C(orp), y
combatir una criminalidad desbocada apoyada en una HI/TECH no menos delirante.
Las páginas de OMAC inducen reflexión, llevándonos a una senda ambigua; se asegura
que Kirby (autor ya maduro y fuertemente breado tanto por MARVEL como por DC COMICS,
donde ‘huyó’ confiando encontrar el respeto —perdido, pensaba— en Marvel, nada menos que por STAN THE MAN LEE) estaba perfilando diversas
inquietudes sociales en esta saga, cómo la HI/TECH podía alterar nuestras
vidas, pero a peor, pese a que estuvieran afirmando construir la más benefactora
utopía.
El esmirriado BUDDY BLANK se convierte, mediante magia eléctrica, en un superhombre justiciero y todo eso |
Y esto leemos, en efecto: distopía
abrigada de utopía. Blank mismo es víctima de sus compañeros (nulo avance moral),
y OMAC deberá combatir excesos y derroches del ego y la perversidad amparados
en los grandes prodigios obtenidos mediante la ciencia.
Y, para colmo, la GPA, delineada al
principio como fuerza de interposición y defensa contra el crimen, tampoco
juega tan limpio como pretende. Es detalle remarcable que sus agentes
aparezcan, teatralidades aparte (significadas en sus capas), con máscaras lisas.
O sea: no hay rostro que ponerle al mal que puedan cometer, identificar, y
culpar. Tampoco vemos sus ojos, espejo del alma, antesala de sus reales
intenciones.
Es un pensamiento positivo y lírico, big dinamo!, el que expresa esa teoría
de las inquietudes. Pero pienso que Kirby, empleando el condimento de sus
miedos al futuro, maleado pese a gozar de creaciones epatantes, tan sólo
pretendía conseguir el semanal, haciéndolo del modo que mejor se le daba:
derrochando raudales de energética imaginación enmarcada en las viñetas, mas
sin querer pontificar, ni nada parecido. OMAC
era la forma sugerente de vender algo al editor y enganchar al lector: la
distopía combatida por un superhombre mohawk,
en un entorno de oropel, muy mate debajo de su resplandeciente piel.
Y no teme a nada, ni siquiera a esa extraña aberración asesina. (Buen entintado, por cierto.) |
Es llamativa, asimismo, la forma, y
nombre, del principal ‘organismo’ que emplea la GPA para culminar su tarea
administrativa, y nutrir a OMAC de poderes: el HERMANO OJO, una IA orbital
cuajada de sofisticados sensores y escánares que tienen a todo el mundo entreojado.
Kirby no parece dar ninguna importancia a esta salvaje violación de nuestro
derecho a la intimidad (al parecer, los norteamericanos no lo consideran una
invasión), que merecería crítica, ya que estaba en actitud de diabolizar el
futuro. Dibuja a Hermano Ojo (¿analogía benevolente del GRAN HERMANO
orwelliano?) como un leal camarada artificial, y toda su panoplia de artilugios
espías un necesario mal menor para mantener el orden.
De nuevo, la decisión: qué derechos y
libertades sacrificamos por mor de la seguridad. Estimo que, en ningún
instante, Kirby pensó que Hermano Ojo podía emplearse para algo distinto a
refuerzo de OMAC. Que la GPA podía contener un embrión de maldad y que ese
Ojo-en-el-cielo sirviera para fines nefarios, no para el concebido
originalmente.
El epatante futuro de OMAC no lo libra de seres como éste. Al parecer, gozamos de la última cirujía estética del mundo |
Pero si volvemos al “planteamiento social”
que “entierra” OMAC en sus vistosas
aventuras contra los más disparatados billonarios de rostro arrugado, o
esperpentos como el DR. SCUBA (ya te vale, Jack), Kirby también querría prevenir
que HI/TECH no significa, forzosamente, mejor vida. Progreso moral, evolución
ética.
Y cada andanza de OMAC remacha esto: la vieja simiente de perdición de cada Hombre
está ahí, dispuesta a reverdecer virulentamente y sembrar caos y destrucción en
la consecución de fines egoístas y explícitos. Es de señalar que, poco tiempo
después, al otro lado del Negro Atlántico, JUDGE
DREDD tomará, con mayor fortuna y eficacia, esa senda de la parábola social:
la desmesurada MEGA CITY ONE (en OMAC:
ELECTRIC CITY) podrá contener lo más deslumbrante y avanzado, pero persistirá
el rudo crimen cometido a la manera de las cavernas.
Ninguna cantidad de enemigos amilana a OMAC. En la versión americana, las planchas servidas a color |
OMAC terminó de modo dramático e inconcluso,
aunque suene contradictorio. Blank, arrancado del cuerpo supervitaminado de
OMAC, es arrojado a un terrible destino, mientras Hermano Ojo sucumbía con los
plomos fundidos. Al parecer, la distopía de Kirby no tenía suficientes
seguidores ni gancho, y se canceló abruptamente. Quizás creyendo que eso
reactivaría el interés por el personaje entre la masa de fans de EL REY
indecisa, aun desconcertada, con OMAC,
y pediría su retorno a los ruedos, pero entrando por la puerta grande. El
regreso fue de Kirby a Marvel, a LOS ETERNOS.
Otros autores, en diversos espacios, se
encargarían de que el mohawk a pilas
volviera, con suerte no mejor.
Una de las características de JACK KIRBY: los monstruos de una apariencia y textura cautivadoras (aunque, aquí, OMAC no piense lo mismo) |
OMAC, aparte de lo penosamente que se nos ha
servido el recopilatorio, desprende una sensación de abatimiento personal de
Kirby de alta intensidad, sensación de fracaso. Su plan de dignificarse,
acudiendo a DC Comics, rozó lo
catastrófico, y esa desazón se rastrea en su dibujo, a caballo entre la desgana
y el “acabarlo por cojones”, porque cobro por página, pero yastá. Kirby perpetúa en estas líneas sus abundantes tics
artísticos, mas arrojados con brusquedad, más que con habilidad.
No sé por qué, pero tengo la impresión de que el tal "MR. BIG" era una parodia de STAN LEE |
Para más inri, el entintado no acompaña
nada. Verdad obvia es que Kirby necesitaba de un entintador en condiciones (JOE
SINNOT, Mike Roger) para destacar bárbaramente. En manos de Bruce Berry, ¡naufraga!
Porque, admitámoslo, Kirby no era buen dibujante. Efectista, más que artista,
con gran control del dinamismo, los monstruos increíbles y los cacharros. Y en OMAC, las deficiencias de su talento, que
quieren verle como sigul significativo, destacan como excrecencias de un mal
trabajo.
OMAC, puede afirmarse con mínimo error, es el
primer cómic cyberpunk, con los
elementos de este subgénero perfilados con claridad. Y quizás por eso merece
mayor atención y respeto del, aparentemente, hasta ahora recibido.
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/
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