Afiche para una nueva mirada a un mito aburrido y cansado por culpa de una tanda de ostentosos mediocres |
Este hombre debe ser el aficionado más
feliz del mundo. Está tocando (casi) cuanta ficción inspiradora de alto nivel
quiere. Implicado en los nuevos episodios de STAR WARS, llega a ellos curtido en las aventuras espaciales de la
competencia de la Doble Santa Trilogía: Star
Trek, esa versión cósmica de la Conquista del Oeste llena de individualistas oficiosos y oficiales reglamentarios.
Sin duda, sujeto ambicioso que está en la
línea de suceder, por méritos propios, tanto a GEORGE LUCAS como STEVEN
SPIELBERG, a quienes podemos considerar pilares fundamentales de las más
conocidas sagas de ciencia ficción y aventura fantástica de las últimas décadas
y la CultuPop referente ineludible.
Atribuyen a Lucas haber sacado a la
ciencia ficción del guetto donde
vetusta crítica mal intencionada la había recluido. El género, por respetable
que es, por anticipaciones acertadas y visiones peligrosas que posea, ha sido
siempre maltratado por una minoría estúpida y clasista dispuesta a negar
méritos a todo cuanto le desagrade en atención a anquilosados cánones
culturales.
Nuevas caras para viejos conceptos que corrompieron con ideas sublimes que llevaban a callejones sin salida. Esta vez, MR. SPOCK tiene corazón, aunque le cuesta demostrarlo en público |
Su prodigiosa habilidad para persuadir,
grácil verbo y dardo en la palabra, enquistó al público en contra de la ciencia
ficción. A la CF le ocurre lo que al tebeo; se etiqueta de “cosa de críos”.
Nada respetable. Que una y otro estén manteniendo fuerte a la industria del
esparcimiento, no parece mérito que dignifique, sino suerte de “maña de judío”
que amasa avariento dinero sacrificando la pureza sublime del Arte.
Aquí debemos estar por las cagadas
góticas y las pavadas de JULIA ROBERTS o WOODY ALLEN. Si después su recaudación
es ínfima, o el interés general del filme apenas convence, no supone desdoro
para la crítica venenosa a la que aludo. Hay que ¡aclamarlos! porque así lo
dictaminan, ¡y guay de llevarles la contraria! Te ponen el capirote con orejas
de burro de zumbao que degusta tebeos y películas de monstruos. ¿Será crío?
Puesto que J.J. ABRAMS está tomando cuanto quiere de STAR WARS, tampoco se priva de mostrar impresionantes obras de ingeniería, impensables en la saga anterior |
Lucas, con Star Wars, demostró que la ciencia ficción puede ser un elegante
vehículo excelente tanto de ocio como de Propaganda. Imagino que jamás tuvo tal
intención. Se limitó a rodar una idea posteriormente arrolladora, carismática.
Prendió la imaginación de millones; ensanchó, como nunca, fronteras
encorsetadas por escrupulosos miramientos localistas.
Abrams ara ese surco. A posteriori, se antoja que remozar Star Trek era, a un tiempo, fácil y
difícil. La creación televisiva de GENE RODDENBERRY acumulaba tal cantidad de
hediondez autocomplaciente sobre el núcleo del concepto que resultaba fácil
meter el bisturí y cortar toda su gangrena arrogante e inútil. Formaba como un
nítido sedimento geológico.
Cartel de la (mal) disimulada versión trekkie de EL ATAQUE DE LOS CLONES |
El ejemplo en que me apoyo es Star
Trek X: NÉMESIS.
Aburrida, mal interpretada, semeja un sarao de trekkies lleno de bromas y (auto)referencias que únicamente ellos,
clan cerrado y discriminatorio, entendían, y donde unos pocos feos punks vandálicos irrumpían, malogrando
la convención de chándales y pijamas.
Creo que Abrams miraba todo eso
denostándolo. Preguntándose por qué algo con tal potencial debía languidecer
así. Estar en manos de tanto incompetente y actor aburrido de su minúsculo rol.
Y entra ¡a saco! renovando la propuesta
de Roddenberry, quitando toda la pus sin compasión. Esto es lo difícil, pues el
sectarismo trekkie es tope
reaccionario. Tocarle los sagrados bemoles a su incompetencia inoperante tiene
¡peligro, WILL ROBINSON, peligro! de excomunión in saecula saeculorum, amén.
El mérito de Abrams, no obstante, queda
atenuado (y cómo) por el hecho de estar ‘recreando’, con gran elegancia, eso
sí, Star Wars. Las dos cintas hasta
ahora filmadas siguen, a modo, pero muy evidentemente, patrones figurados por
Lucas.
En el Star
Trek de 2009, Abrams convierte Vulcano en el Alderaan trekkie. La nave del rencoroso y desesperado CAPITÁN NERO (ERIC
BANA), es la Estrella de la Muerte. Grande, aparatosa, “futurista”, emplea un
rayo para hendir la corteza planetaria y abrir un canal por donde inyectarle
materia roja, que colapsará el mundo creando una singularidad cósmica.
Saca un calco del planeta Hott. Y,
mirando atentamente, CHRIS PINE, el nuevo JAMES T. KIRK, se parece bastante al
HAYDEN CHRISTENSEN de EL ATAQUE DE LOS
CLONES. Su actitud altanera y temeraria también compatibiliza con la del
indócil padawan ANAKIN SKYWALKER,
¿eh?
Aunque ruinosa, he aquí la versión del Superdestructor del Imperio Galáctico. ¿Será por tener cosas de Star Wars en Star Trek, hombre? |
Pero donde verdaderamente Abrams no logra
ocultar la emulación, donde está empotrando argumentos de Lucas, es en INTO DARKNESS. Es El ataque de los clones, si no plano-a-plano, sí en esencia. El imperioso
KANG (BENEDICT CUMBERBATCH) es un clon que intenta recuperar a sus camaradas, también
refinados por una avanzada eugenesia, para liderar la Federación, a un paso de
una guerra estelar. Vaya, ¿no suena de algo?
Aun el combate que MR. SPOCK (ZACHARY
QUINTO) sostiene con Kang sobre las arcologías de San Francisco… ¿no semeja la
frenética persecución que Anakin hace por capturar al sicario que atenta contra
PADMÉ (NATALY PORTMAN) en Coruscant?
La mujer que robó el corazón a Mr. Spock. Cosa muy agradable, porque aumenta el carisma del personaje, ya marcado, repudiado, por su sectaria Sociedad por culpa de su naturaleza mestiza |
Abrams está regenerando Star Trek pero desde la sólida osamenta
de Star Wars. Si alguien desea elogiar
su labor, puede hacerlo con toda tranquilidad. Agitar el ruidoso e improductivo
avispero trekkie tiene mérito. Mas
que eleve loas recordando la impronta de Lucas.
Empero, dado el alto nivel de tirria e
irritación que por Lucas sienten (sólo por haber triunfado con “niñerías”),
también querrán negar esta clamorosa evidencia, e imputar a Abrams toda
originalidad.
Vuestro Scriptor.