martes, 23 de junio de 2015

PROMETHEUS — GÉLIDA PRECUELA

Pues me dejó frío. Mucho escenario escabroso e inquietante de “planeta remoto” (el de PITCH BLACK es más creíble), mitad CGI, mitad lugar de nuestra Tierra, un escorzo de suspense basado en sobresaltos que ya conocemos (la génesis de los ALIENS como arma de destrucción masiva de corte biológico tenía algo de CLONES de STAR WARS), maquinaria espacial mucho más sofisticada que la de aquél lejano NOSTROMO de Década 80 (hay más dinero; la ciencia ficción es un filón constante de ingresos, y hay que invertir para ganar), con sus pantallas holográficas y tal, y bastante RIDLEY SCOTT “de regreso” a sus orígenes, o quizás cerrando un círculo. Tanto da.

Lo que me flipó: ¡que parcialmente su argumento desarrolla una idea mía, presente en FACTORÍA CINCO!, la de que la Humanidad es un invento alienígena creado con algún propósito. Mas en mi novela, los “INGENIEROS” poseían enemigos que complotaron para aniquilarnos mediante la devastadora Guerra T. En Prometheus: los Ingenieros deciden hacer tabula rasa de nuestra especie, sin conocer la causa.

JACK KIRBY ya exploró el asunto
aquí. Pero, como vivimos  la era de
la vanalidad y la ignorancia, pues...
Un fracaso, que nos considerarían, vete a saber. Han dejado eso ahí, por si estimulamos una secuela y seguimos sacando dinero al asunto. (Que lo harán.)

Pero: ¡cómo mola ver que Hollywood filma tus ideas exitosamente! Aunque… ahora no me voy a poner a batallar legalmente aduciendo que a mí se me ocurrió antes lo de la Humanidad como un experimento, cuando Dios sabrá cuántos más han cocinado el concepto, empezando por JACK KIRBY.

Para echar el rato… mientras no haya algo mejor.