Afiche de un fracaso. Ésta sí que no pasa a la posteridad por méritos; no se hace de culto y gana luego importancia |
El espectador debe prepararse para visionar
una cinta larga, PRETENCIOSA, lenta, que, pese a estar envuelta en una fuerte
inversión económica, como manifiesta el derroche de SFX y los más elaborados
escenarios “futuristas”, está apenas inspirada, es poco original. Existe un
precedente de su argumento llevado al cine. Y, en comparación, con mucho más éxito
e impacto. Todo su artificio no consigue iguale a la primera, ese set abarrotado de extras, aquélla que
hoy es MÍTICA, pese a que la Especializada Crítica la masacrase sin piedad en
su momento de estreno.
Esa Excelsa Crítica hoy día la tiene ¡ACLAMADA!
evocando no sé qué paranoias de recuerdos sobre qué experimentaron la primera
vez que la vieron. Estamos casi a comienzos de Década 80. El fárrago de CASABLANCA
los tiene a todos adiestrados en qué es lo IN
y qué lo OUT. Está explotando la
CultuPop que ahora arrasa, engendrando los títulos míticos e iconos del cine
que tanto amamos (platónicamente, claro).
¿Qué es este Tenebrismo lluvioso que rodó
RIDLEY SCOTT, el de LOS DUELISTAS? Una
urbe llena de neones comerciales, coches voladores y tonterías varias de la
ciencia ficción (¡Uf! ¡Puf! Donde esté un buen clásico gótico…), aunque esto de
los seres diseñados con ingenética y la neosclavitud… la búsqueda de la
identidad mediante la longevidad, que permita borrar el fraude de los recuerdos
artificiales, ser uno mismo… tiene su aquél.
El nuevo BLADE RUNNER no se enamora de una replicante vestida años 1950, sino de un "ser rayo" (véase MODERAN) u holograma. Otra cosa que no convence |
Sin embargo… no, no. Olvídense. Son
majaderías “futuristas”, ¿distópicas, es el término? Donde esté un clásico
gótico…
Sí. Ajá. En el presente, esas Autoridades
Críticas se deshacen en elogios. Cada fotograma encierra un tesoro
visual/filosófico que sólo los MUY CULTOS (ellos) comprenden. Batacazo en
taquilla, en su momento. Ahora: CLÁSICO indispensable de la videoteca.
Ya en materia: me ha decepcionado esta
presunt(uos)a secuela. Calca toda la trama de EL CORAZÓN DEL ÁNGEL. Plantea más enigmas de los que pretende
esclarecer, aunque deban servir para sostener a la misma película. Pienso que a
los autores del libreto (los del primer Blade
Runner) parece sufrieron un ataque de jactancia. Consideraron que enharinar
la producción en soporíferos planos casi estáticos, una marea de secundarios
sin alma y contradictorios indicios que dicen algo que luego desmienten, procurando
construir un recargado suspense, iba a hacer digna a esta “continuación” de LA
MÍTICA.
Absurdo es, para empezar, que el
megamillonario WALLACE, aquél que te deja roque con su tan parsimonioso hablar,
fabricante de revolucionarios NEXUS de vida “ilimitada”, sea ciego. ¿No puede
implantarse ojos Nexus, más fuertes e inteligentes que los de los ingenéticos
que los crearon? No. Ahí está el plutócrata, tanteando con su ciberimplante la
oscuridad, procurando ver algo
mientras perora metafísicas abstractas.
RYAN GOSLING parece seguir en su papel de DRIVE. El hombre sin duda le echa lo que
debe a su interpretación, ¡pero es un tío refractario; cómo le cuesta expresar
emociones! Y, claro, falta el Malo. Ese ROY BATTY medio gurú, medio filósofo
superpoderoso, que ofrezca dilemas a RICK DECKARD sobre la vida, la muerte,
quién merece o no vivir.
Está la ninja
esa que por programación sirve leal a Wallace. Pero carece del carisma de
Batty. Las escenas fuera de Los Ángeles remiten a JUDGE DREDD. Un buen intento de mostrarnos más de un ancho mundo
descorazonado, aunque también se desaprovecha.
De colofón, esta imagen de la "precuela"; para que no la olvidemos ni menos aún sus conspicuos méritos |
¿Qué rebosa este Blade Runner 2049? Tedio. A mansalva. Aburrimiento. A espuertas. Me
desconcertó FURY ROAD, ya admití.
Aunque de todos estos remakes,
"secuelas" y "Episodios" (cuyo heraldo de pésima calidad
general fue la horripilante "recreación" de ROBOCOP, el MICHELÍN atlético)
que están estrenándonos, es la mejor. Muy mucho.
Menuda decepción. Para esto, dejadlo todo
como estaba. Olvidad esta “secuela”.