viernes, 6 de abril de 2018

READY PLAYER ONE — COMENTARIO SIN AVANCES (O SPOILERS, COMO DICEN LOS MODERNOS)

Cubierta de la novela. Referente a los
tiempos de
LOS INMORTALES, los
videoclips, CORRUPCIÓN EN MIAMI

Pese a tenérmelo muy recomendado (y confío en la fuente), aún no lo he leído. Aun así, realizo esta digresión sobre una distopía que dirige en su versión para la pantalla de plata $TEVEN $PIELBERG, el REY MIDA$ de Hollywood. Más: por lo referido sobre el libro, hasta era ineludible lo hiciese, pues gran parte de la CultuPop referencial presente en esa realidad artificial a la que huye la Humanidad afligida por las carencias propias del momento que viven para obtener cierto consuelo, es obra suya. Directa o indirectamente.

Me veo, empero, obligado a hacer una (ODIOSA) comparación con mi SOGUETTO, distopía (bien explicado lo tengo) protagonizada por un adolescente suicida que, empero, demora matarse pues sostiene compromisos morales que estima ineludibles, quedando por tanto ligado a su brutal cotidianeidad.

GABRIEL T no tiene una realidad “paralela” computarizada a la cual evadirse cuando las cosas se le ponen chungísimas. Debe apechugar con lo que sea. Por bestial que sea. No tiene un oasis pixelado donde vive “otra realidad”, siendo un personaje de rol, porque su enemigo puede atraparle sin previo aviso. Le obliga a estar de guardia permanente. Eso pasa factura. Al organismo. A su concepto de la vida, la realidad, sus relaciones.

No obstante, tanto mi protagonista como el de Ready Player One comparten la misma “pasión”: Década 80. La de la Mítica Movida. La que ‘crece’ año-tras-año hasta hacerse inmarcesible acontecimiento fantabuloso, si no del siglo XX, de todas las eras acaecidas.

Afiche del filme. Tiene toda la pinta de
ser un DREW STRUZAN. Como debe
ser; ¿acaso no magnificó desde sus
carteles también Década 80?
Los lectores de Soguetto (y de Ready Player One, por la información que poseo) habrán descubierto qué infinidad de referencias a Década 80 pueblan el libro. La música casi toda pertenece a ‘entonces’. Gabriel “se compara” con personajes como MAD MAX (la espectacular cabalgada a bordo del Panzer Kunts la hace sentando en el asiento de un Ford Falcon). Mitómano, no es; qué va. (La mitomanía es tema que me gusta abordar.)

¿Qué tiene Década 80 para que sufra tal glorificación? La viví. Como muchos de mis lectores, seguro. Y, eso: veo a cada año hacerla más grandiosa. Pese a detractores que la estiman hortera. Pero si la escudriñas con atención, la comparas con las décadas después sucedidas (para mí, bastante estériles. Computadoras y celulares aparte, poco han dado bueno), aprecias que era más auténtica que todo lo presente, refrito de ese ayer.

Eclosionaron hitos/mitos como RAMBO, INDY JONES, TERMINATOR, ROBOCOP; tuvimos el REGRESO AL FUTURO, los GOONIES, una PRINCESA PROMETIDA, STAR WARS… Y esto, ¡a vuelapluma! Como empecemos con la música, ¡no acabamos! Porque esos mitos/hitos del ayer siguen presentes. Hoy te fabrican un triunfito de las pelotas, berrea algo que pondría histérico al irreverente FORD FAIRLANE, ¡y ya pasó! Pero PAUL MCCARTNEY sigue activo. ¿Lo entendéis? No es sólo nostalgia. Hay algo… sólido.

Bueno, aunque parezca inmodesto. Pero
también esta novela contiene fuerte eco
de "aquellos tiempos". Obligado citarla
Magia difícil de repetir. Ilusión. Maravilla por el porvenir. Y piensa en el cine actual… ¿no refresca/se remite a los iconos citados? Perviven de un modo u otro a través de remakes más/menos afortunados. Lo más espectacular que gozamos ahora es el cine de superhéroes…, secuela inevitable de cuanto gigantesco incubó Década 80.

Inmortales Década 80 Forever. Eso oye Gabriel. Y, en su fosco presente, cuando hace contrastes, seguro que más comprende cuánto se ha perdido. ¡Aquello era CultuPop! No esto, que diría THULSA DOOM. Década 80, valorado el hoy, parece haberse convertido en nuestro necesario refugio virtual por anhelo de tiempos más simples y mejores. Niñez.

[Envidiosa nota final: si Soguetto hubiera aparecido en EE.UU., fijo que ahora estaría anunciando que negociaba la cesión de derechos porque NEIL BLOMKAMP, o alguien similar, pretendía adaptarla al cine… ¡Cuántas oportunidades perdemos por carecer de ese olfato comercial en Europa!]