jueves, 18 de abril de 2019

LA PASIÓN DE CRISTO — SEGÚN MEL GIBSON

Uno de los tantos afiches. Reflexiono ahora
en que muchas de las críticas que esta cinta
ha recibido se basan en la pura envidia por
haber hecho una obra maestra

Obliga la fecha recordar la impactante y polémica película de Mel Gibson, en la que, con aparente crueldad, refleja el aterrador via crucis que JESÚS sufrió antes de ascender al Gólgota para protagonizar un trascendente episodio de la Historia.

Gibson eludió, de provocadora forma deliberada, las ‘ingenuas’ recreaciones que, de este martirio, se han filmado o caracterizado, de uno u otro modo, durante este tiempo. Los Cristos que procesionan ‘evitan’ mostrar el andrajo al que reducen a JIM CAVIZIEL para no escandalizar a quienes ven estas imágenes con mayor/menor grado de fervor o fe. Empero, sujetos a los hechos y a la violencia de la época, es una imagen falsa y endulzada de una salvaje realidad con la que Gibson quiso ser fiel. O, al menos, consecuente.

Todos recuerdan esas (y con razón) escalofriantes imágenes del Ecce Homo hecho un… ecce homo. Faltaría más. Aun así, la cinta acopia valores que suelen quedar solapados por la casquería. Hay dos momentos brutales: la flagelación y la crucifixión. El resto parece lo habitual en el actual cine de acción o policíaco. Por otra parte, el cine de terror tampoco es remilgado cuando decide descuartizar gente. ¿Se critica tanto? No. Ocurre que quien sufre es el Redentor, y toca sensibles e íntimas fibras del público.

El Sanedrín, corrupto, elitista, ahíto de privilegios que temía
perder, bien que se muestra sobornando a una parte pequeña
del populux para obtener su asesino fin. Culpar al pueblo
judío es falaz. Y así lo manifiesta MEL GIBSON

Es además película destinada al católico. Los cristianos en general pueden hallar algún grado de empatía con las escenas propuestas, pero son los católicos quienes, de verdad, sienten con mayor intensidad este padecimiento.

Aunque he mencionado que el filme posee otros méritos (presentarse en arameo y latín, las actuaciones, el poderío de momentos concretos del relato visual) donde unas figuras, por lo común maltratadas por la voluble Historia y los Evangelios, destacan sobre otras. Gibson, primero, refleja la época tal como era: el judío era un pueblo ODIADO por Roma y las tropas (auxiliares) no sentían ninguna simpatía por gente empecinada en su fe y el resentimiento de siglos de maltrato, y respondían por tanto con rápida violencia. Y lo hacen en un escenario similar al de un western-spaguetti, no en los precioso y limpios sets que suelen ofrecer LA TÚNICA SAGRADA o, pese a la querencia, BEN-HUR.

Si JUDAS ISCARIOTE representa al impulsivo socavado
por los remordimientos, PONCIO PILATO es el funcionario
aterrorizado trabajando en el peor lugar del ancho mundo

Sitio polvoriento, hostil, con la población fanatizada y tropas hastiadas de luchar contra toda una nación, tipos que ya de nacimiento repudiaban a los israelitas.

Uno de los llamativos personajes de la película es PONCIO PILATO. Irradia el estado de terror en que los romanos vivían bajo el imperio de TIBERIO, un emperador que suelen reducir al absurdo de su fealdad para, no sé por qué, tapar su brutalidad. Con la presión de un césar despiadado, Pilato se obliga a hacer lo que el envidioso y elitista Sanedrín exigía. Matar a un inocente, crear un mártir, dar origen, sin proponérselo, a una religión universal duradera en el tiempo… aunque ya no goce de su mejor momento.

Pilato es la angustia, el miedo del hombre corriente preso entre muelas de piedra que lo triturarán ignorando sus razones o la menor merced. La obstinación del Sanedrín por ver muerto a Jesús le produce el asco que devendrá luego en ODIO. No creo que la Historia trate a Pilato con la debida justicia. Es un extraño pelele que sirve para cierto cometido sin comprender sus circunstancias políticas o vitales.

Inevitable mostrar el sangriento estrago. Sin embargo:
la interesante e importante figura de MARÍA, que debe
contemplar impotente este salvaje martirio. Como madre,
¿qué llegó a sentir realmente?
 ¿ODIO por Dios?
Acusaron a Gibson de hacer una película antisemita por la insistencia del populux judío en matar a Jesús. Falso. Gibson mostró a una hipócrita casta corrupta de sacerdotes que sobornó a ruidosa gente (minoría dentro de la población de Jerusalén, ausente encima de las calles) para hacer su sucio trabajo. ¿Describir esto (que lo hace sin ambigüedad) es ser antisemita? Es, me parece, mostrarse demasiado puntillosos.

La Pasión de Cristo, en fin, es una de las grandes películas de la Historia. Evita las visiones cándidas para mostrar un sórdido periodo sangriento del mundo y la Historia, que no había tenido un adecuado retrato hasta ahora. Así debe contemplarse.