Afiche, Nadie se esperaba lo que contenía esta cinta. Revolucionó el cine, causando infiltración mayor/menos en todos los géneros |
«Mira,
todos nos movemos en el mundo de la fantasía. No existen los vampiros ni los
hombres lobo. Tú en cambio te mueves en la violencia de la vida real, y yo con
eso no puedo, de verdad.» (WES CRAVEN a QUENTIN TARANTINO tras abandonar la
sala al ver la escena de la amputación de la oreja.)
Escena que causó impronta; colocó a ese desgarbado
desconocido de modales aun abruptos en la órbita más superior del cine, y, por
ende, el interés de todos los aficionados con dos dedos de frente y prejuicios
mínimo-nimios. Porque aquí entra en juego el sibaritismo; y no me parece mal, siempre
éste respete todos los géneros, excepto la auténtica basura aun hecha a posta, permitiendo gocen de iguales oportunidades,
no sólo los queridos por esos engreídos críticos que ¡ensalzan! o hunden algo
por capricho… o prejuicios. Abundan éstos mucho.
La revolucionaria, aun innovadora, ópera prima de Tarantino disfrutó de una
inmensa suerte. El guión cayó en las manos adecuadas, personas que fliparon al
leerlo, pulsando los convenientes resortes. De haber seguido su curso, de
Tarantino, que pensaba rodar Reservoir
Dogs por treinta de
los grande$ con apoyo de amistades, hoy día no sabríamos nada, o poco. Tal vez
la crítica se fijase en la película, en plan POSESIÓN INFERNAL. Otro indie
sacando cabeza (o intentándolo) como SAM RAIMI, o aun GEORGE MILLER. Esperando ganar
más pa$ta para rodar algo mejor, que se estrenase en mejores salas para acceder
a más mercado.
De cachondeo antes de ir "al trabajo". Ya nos avisa TARANTINO de que algo "anormal" estamos a punto de presenciar en estos diálogos |
Flota por ahí el sargazo de que si
Tarantino mejoró esa película protagonizada por CHOW YUN-FAT, si se inspiró
además en esta, aquella, la de allá… Vale. Sí. Ajá. De haberse inspirado en la
cinta hongkonesa (que he visto; Tarantino se basó), el “tío de las pistolas” la
hizo superlativa. Atrapó un concepto prometedor proyectándolo a la Luna, adonde
no se atrevieron a llevarlo los ‘padres de la idea’.
Otro éxito del filme de Tarantino es que,
pese al atracón de literatura noir
o policíaca que engullera, refleja la vida real, un poco teatralizada quizás. Recordamos
qué grandes e incisivos, procaces, diálogos los “señores de colores” se
disparan. Es en ese teatro donde descubrimos la literatura, porque los auténticos
maleantes no hablan así. Son mucho más ásperos, con escaso interés por las
referencias CultuPop, sea visual, escrita, musical, como hacen los mendas de
Tarantino. Son directos. Llanos. Simples. Racistas. Desagradables. Esa es la
gran virtud de Reservoir Dogs: dicen
las cosas como son.
Otro de sus momentos icónicos |
Pintó a una fracción de la Humanidad enemiga de las chuminadas nacionalfeministas que ahora quieren primen en todo. Son tipos bordes, pistoleros letales, y se expresan de modo tan cortante/contundente como han aprendido en la calle, la trena, en enfrentamientos con otros machos alfas. Gente que ODIA las tonterías.
El “nuevo
mundo” que perfilan en no sé qué despachos los “chicos de los botellines”, con no sé qué sobrevenidos complejos
sociales volubles, ODIA que haya machos alfas compitiendo por el territorio,
por ver quién mea más lejos, y dónde. En pos del éxito. Los ODIA… según
alientan a las sexistas hembras alfa discriminadoras. ¿Eso es, realmente, IGUALDAD?
Señores: el mundo real, el miedo real. Los monstruos auténticos. Olvídate de los capullos de las películas de terror. Estos tíos (sobre todo, el de la izquierda) sí te harán mucho daño... de verdad |
Ahora imponen algo fantasioso “morado”
(pues el “rosa” también es machista) que atenta contra la realidad que conocemos, nos rodea,
sufrimos. Tarantino puede ser, sino un dios, sí un semidiós mientras se maneje por
“sus” territorios. No obstante, es ídolo a abatir, a derribar por la misma
mierda feministamente correcta que ha
hundido STAR WARS. La que estamos
viviendo es era procelosa, llena de resentimiento, manipulación y dominación; quiere
extinguir a “dinosaurios” como Tarantino para reemplazarlos por peleles eunucos:
¡el hombre menstrual!
Y os aviso: o cortamos sus orejas, o nos castran. Están masacrando la libertad de creación y expresión, que malean a su antojo, como sólo las más recias dictaduras saben hacer.