viernes, 19 de febrero de 2021

EL CAPITÁN ALATRISTE — CUANDO EN ESPAÑA NO SE PONÍA EL SOL

 

Cornudo eres, Fulano, hasta los codos,

y puedes rastrillar con las dos sienes;

tan largos cuernos y tan tendidos tienes,

que si no los enfaldas, harás lodos.

 

Capa y espada española con un
deseo aleccionador o instructivo;
emplea el recurso del "continuará".
Ficción histórica que incluye a
 grandes personajes reales 

FRANCISCO DE QUEVEDO, mediante ese poema, orienta sobre la cotidianeidad durante el siglo XVII. En 2021 seguimos igual. Empero ahora usamos computadoras para demostrar que estamos encallados donde empezamos, quizás aun antes de iniciar la “genocida” Reconquista. (Manda wevos la gachona.)

ARTURO PÉREZ-REVERTE, según el (algo tendenciosillo) prólogo de JOSÉ PERONA, al crear esta saga literaria pretendía ilustrar a un alumnado idiotizado por “la progresía” sobre el día-a-día del Siglo de Oro Español, tras descubrir qué pobrísimo (y sectario) contenido ofrecía de la Historia de España un libro de texto de su hija CARLOTA. A ese laudable afán didáctico le sumó sutil crítica política, obligado por la fuerza de los sórdidos sucesos de estos años.

Presenta diversos personajes ficticios que entroncan con renombrados reales de ese tiempo (FELIPE IV, CARLOS I de Inglaterra, el CONDE DE OLIVARES, VELÁZQUEZ…), anublados por la influencia despótica inquisitorial. Años de gloria, de apoyo a las artes, de guerras en Europa, que agotaron nuestro crédito, tanto económico como diplomático. La narración, en primera persona, la efectúa un adolescente que queda, por promesa a un moribundo, a cargo del sicario DIEGO Alatriste, traumatizado por sus recuerdos bélicos, destinado a vivir capital aventura de grave riesgo.

[Es importante, estos días del tiránico pensamiento políticafeministamente correcto, destacar este dato. Fascinado biógrafo, el chaval traza la semblanza admirativa, legendaria, del veterano soldado trotamundos. Espera imitarle. Hoy día, con la figura del ídolo masculino tan cuestionada como amenazada de extinción (sustituido por una guerrera disneyana sometida a los colectivos LVDORA+), que se pergeñen historias en las que un varón sirva de paradigma, por su ética o valores, a impresionables jóvenes, empieza a ser auténtica rara avis.]

El (co)autor, ARTURO PÉREZ-
REVERTE, periodista, me han
comentado, con talento para
meter "el dedo en la llaga". Pues
estos últimos días deben estar
dándole material para explayarse
a gusto con según
quiénes

Conjunto al relato didáctico-aventurero de este atormentado (anti)héroe, está la taimada reflexión política a la que aduje, impostada con intención acusatoria, tanto a unos por su dejadez como a otros por la artera manipulación-distorsión que hacen de la Historia.

Debido a esa perversión, y pese a haberlo estudiado, ahora leo sorprendido que, una vez, el Imperio Español la Tierra toda abarcaba. Era tan influyente como temido y respetado (y ODIADO). ¿Puede el lector coetáneo, educado en la aviesa/deliberada quiebra de nuestra patria, sus valores y principios, el acoso a nuestra lengua común, imaginarlo? ¿Que nos temiera la Europa que hoy por doquier nos acompleja y desprecia? ¿Que la Italia pontificia necesitase nuestro V.B. para regirse? Caray, que según leí en Wikipedia, ¡Australia debe su nombre a un navegante español, no inglés u holandés, “lo usual”!

Éramos LA superpotencia. Para lo bueno, como lo malo. Y algo que he notado, de los historiadores más/menos reputados que he consultado, es que acentúan más los defectos que las virtudes. Caen en el cainismo deplorado como EL defecto patrio. Incluso parecen negar los fallos y vergüenzas de los países vecinos, nada ejemplares a su vez. Todos tienen qué callar. Mirad Estados Unidos, que ahora persigue a COLÓN y a nuestros pobladores por “masacrar” indígenas. ¡Cómo olvidan las matanzas a sus indios! Con filmar BAILANDO CON LOBOS, ¿todo queda superado?

Adaptación cinematográfica que no
he visto; empero corría la voz de que
no era mala aunque tampoco 
entusiasmaba. Ya diremos

Nuestras divisorias huestes radicales de Izquierdas siempre han pugnado por acomplejar al español. Sórdida empresa a la que ha contribuido (sigue haciéndolo) un sector de la Derecha, confiando “congraciarse” así con una Izquierda que la desprecia e insulta sin tapujos, hundiéndola ante el (ignorante) electorado. Por su culpa, debemos maldecir los sufridos esfuerzos de los mal pagados Tercios de Flandes (ese nuestro Vietnam). Haber circunnavegado el planeta. Creado naciones hispanoamericanas o completado los mapas entonces en blanco. Civilizar el páramo. Para esta carroña, no son motivos de orgullo, sino de abominación.

España, en este su Siglo de Plomo, vive un delirante proceso de orwellización que hubiera escandalizado a todos los Alatriste. No ya a Quevedo. Por mor de esa izquiedoreescritura, secundada por la pasivoderecha, veremos cumplido el que los pueblos que olvidan su Historia, están condenados a repetirla. Y no sus éxitos; sino sus miserias.