viernes, 15 de noviembre de 2024

AVENTURAS EN EL PLANETA DE LOS SIMIOS — CUESTIONABLE ADAPTACIÓN

 

Cubierta de JOHN BUSCEMA.
¿Por qué "aventuras", si cuanto
sufren esos perplejos astronautas 
son desventuras? Curiosidad
gráfica de la que no hay que
esperar demasiado. Quiero decir:
aventuras DESPUÉS de...

GEORGE TUSKA ilustra el guión de DOUG MOENCH que traslada a viñetas la cinta protagonizada pocos años antes por CHARLTON HESTON y que dejaba esa desazón en el que la veía: en especial, si era de los creacionistas acérrimos o de un intransigente fanatismo religioso. Ese filme vulneraba la Primera Ley Bíblica emanada de la Voluntad de Dios, es decir: El Hombre es Supremo y Gobernará supremo, aun a sus semejantes, con quienes no compartirá la Creación, sino que los más poderosos permitirán por conveniencia dejar algunas migajas a unos cuantos, quienes le sustentarán en el dominio a cambio. Luego hay revoluciones, defenestraciones, Torres de Babel y demás Plagas, empero la Primera Ley es nítida: Homo Super Ones.

Allí, el Hombre es atrasada especie parasitaria vegetariana (lo dudo) que husmea el aire para captar con finura el aroma del cuero y el lubricante de rifles para escapar a tiempo de… los Simios preponderantes, que se entretienen diezmándolos para preservar sus cosechas o los cazan, ergo deporte, ergo como cobayas, sin tener mayor escrúpulo que el nuestro con las designadas “razas inferiores”. La Humanidad padece una extraña regresión cavernaria, siendo incapaz de articular incluso monosílabos. Ese es el golpe que en fotogramas ofrece El Planeta de los Simios, distopía inédita donde los realizadores resaltan la aparente banalidad/fragilidad de nuestras certezas o dominios.

El origen del marketing 
gráfico aludido; la verdad:
esta ilustración es más
devastadora y reveladora
que la dinámica de Buscema

Para un Marvel expansivo que rastreara ingresos por doquier, era natural quisiera rentabilizar también en TBO lo que primero fue una mediana novela de ciencia ficción. Sin embargo, estas adaptaciones arrastran taras. No sé hasta qué punto el lector medio, que no viera ninguna de las dos primeras partes, advirtiera dichas deficiencias, o si las relativizó. Vuestro Scriptor adquirió este volumen (edición limitada-numerada; algún día costará una pasta) recordando que, tras las adaptaciones de las películas, El Planeta de los Simios adquirió aliento propio; desarrollaron historias sobre ese material. Esos ramales: podrían contener la sazón ausente en las adaptaciones. Era un intrigante territorio virgen que merecía examinarse, difiriendo a medida que avanzaba de “lo consagrado”, un campamento-base desde el cual enviar… expediciones exploradoras.

Problemas: Tuska no era el autor adecuado. Cierto: era un ilustrador respetado y cuyo trabajo despertaba interés. Tenía tirón. Aunque era un dibujante de superhéroes. En sus viñetas, el sarcástico, cínico y descreído TAYLOR tiene toda la traza del HÉRCULES que esbozara en THE CHAMPIONS. Una maciza figura que tiene la mala suerte de expeler los absurdos diálogos que Moench le hace decir, vulnerando casi todos los parlamentos de las películas. Se han tomado diversas licencias; en algunos casos, hasta desafortunadas. Sobre NOVA… Bueno, sigue siendo el trivial bibelot de los filmes.

Ese Taylor debía estar más acomodado con el rebelde aunque ‘ordinario’ Charlton Heston, hombre “en buena forma” pero incapaz de derribar de un puñetazo un templo. Moench, que hiciera un excelente trabajo con DOC SAVAGE, se deja llevar por no sé qué extraño carácter ricano-Marvel de decir cosas como ¡Vaca Sagrada! ¡Apestoso esto, apestoso aquello!, frases que jamás dices en la puñetera realidad sin parecer un capullo.

GEORGE TUSKA hace un gran
trabajo... Problema: traduce a unas
viñetas de reflexión filosófica-
dramática los estándares del
mainstream superheróico

Para más inri, Tuska no encuentra los mejores/dramáticos encuadres, y así, las planchas finales, las de la Estatua de la Libertad semisepultada, las dibuja desde ángulo erróneo. Las priva del dramatismo de la película. El ‘sustituto’, ALFREDO ALCALÁ, no mejora tampoco la cosa, aunque su Taylor (idéntico en rasgos a su BRENT) bordea algo más el concepto del hombre “en forma” aunque no Modelo RAMBO. Toda la caterva de simios sigue siendo esa acartonada patulea aterradora de fractura del canon bíblico, y pese a su aparente protagonismo, menudean por el escenario como peculiares secundarios con momentos destacados por mor del contexto de la historia narrada.

¿Es pérdida de dinero comprar este volumen? Tiene el atractivo de su curiosidad, desde luego; mas si la idea es leer qué pasó después, ese objetivo lo incumple. A gusto del lector queda.