domingo, 21 de agosto de 2011

¿NEGLIGENTE TRATO DE FAVOR?

El diestro en pose priápica a lo Superman.
Detesto a los que torturan animales por
ego o placer. Si quiere demostrar cojones,
que trabaje en una mina
Muchos cometen el mismo crimen con un resultado muy distinto. Unos soportan una cruz por su crimen; otros, una corona.” –JUVENAL
Ha resultado que el fallecido en el accidente del diestro ORTEGA CANO es un pariente lejano (lejano-lejano) mío. Me he enterado del vínculo a raíz del deceso. Disipo ya mismo la impresión al lector de que pienso aprovechar esta plataforma para expresar una indignación consanguínea o algo así. El asunto compete a familiares mucho más directos y, tal el estado del asunto, a la Justicia.
Sí voy a destacar un hecho que ha ido aflorando en los últimos días y que parece ser es una munición que están reservando para el proceso, aunque también afirman que procuran ocultarlo. No es algo extraordinario, una conspiración tipo X-FILES, sino el modo (nauseabundo) como el mundo funciona en ciertos casos.
Hay un responsable de los hechos y que probablemente termine en el banquillo donde sus excelentes y costosos abogados se encargarán de exculpar, procurando enmierdar la memoria del difunto de paso. Esto funciona así. Es de escándalo, pero c´est la vie.
No está mal, de siniestro total
El suceso al que quiero aludir es que se sabe “AHORA” que el prodigio del toreo y dolido viudo de la folclórica (esta es clave de todo el tema) estaba tajado desde antes de las ocho de la tarde. En el pueblo del que era natural el fallecido había causado inquietud (llamémoslo así) su conducción temeraria. La Guardia Civil, ese Cuerpo tan esforzado y mal pagado, que tantos sacrificios ha hecho, hace, y hará en el futuro por nuestra seguridad y tranquilidad, apercibió (creo que es la forma correcta de escribirlo) al famoso (esta es clave del tema) EN TRES OCASIONES sobre su ‘errático’ pilotaje. TRES VECES le llamaron la atención.
Bien: si a mí, o cualquier lector, la Benemérita le pilla haciendo eses por la carretera, invadiendo el carril contrario, circulando por el centro de la vía, tajado, de inmediato los agentes te paran, te multan y, si te pones farruco, debido al valor que aportan los vapores etílicos, te endiñan dos hostias y te empapelan con lo que quieran. Y ahora demuestra el abuso: es su palabra (sagrada) contra tu testimonio de inmundo borracho.
Pero el caso es que la Benemérita (a la que sí, tanto le debemos) aquí se plegó (por no decir arrodilló) ante el señorito famoso sufrido viudo de la folclórica permitiendo que matara a alguien en un accidente de tráfico que PUDIERON EVITAR obligando al figura a pararse en la cuneta y mandarlo a su casa en taxi LA PRIMERA VEZ.
Tras conocerse estos hechos, su conducta desde
luego empaña un abnegado historial. ¿Qué están
haciendo: alterando el escenario del crimen para
así poder exculpar al famoso ídolo del toreo y
sufrido viudo de la folclórica, lo que le autoriza a
hacer lo que le apetezca y a quien quiera?

Supongo que los agentes implicados en el suceso estarán sumamente orgullosos de su competencia y conducta, sus superiores les habrán asegurado que han manejado bien el asunto. Los famosos están por encima de la ley y deben quedar impunes/exculpados de todo; debemos mimarles. Tranquilos: nosotros estamos aquí para limpiar sus cagadas, es el lema de la Benemérita y los Nacionales, ¿no? Cargaremos a algún pringao el marrón y aquí sobornos, digo, haya paz y gloria.
¿Podrán mirar con absoluta frialdad estos agentes a mis parientes sintiendo libres sus consciencias de toda culpa, después de saberse todo esto?, me pregunto.
Vuestro Scriptor.