Afiche foráneo alternativo. Imagino que FRANK OZ aportaría algo al conjunto |
Vaya película aburrida. Grandilocuencia
poética y conceptos confusos de abstrusa orientación teológica que pretenden
engrosar una idea matriz de patas cortísimas. Y ahí está, ¡aclamada! por la
grey que denuesta con furibundo entusiasmo cualquier otro filme cargado de
energía y argumento. ¿Motivo? Es de marionetas audaces.
Sólo sostiene a CRISTAL OSCURO la vistosa imaginería visual de los monigotes de JIM
HENSON, desarrollada según el trabajo gráfico de BRIAN FROUD. El resto, la historia
en sí, es deleznable, antipática. Manida. Tira a un manojo de tópicos de la
fantasía y la sword-and-sorcery que
no acaban de encastrar del todo/completamente en la trama.
Debo insistir en que todo el notable reconocimiento
que recibe la cinta reside en los muñecotes. Algunos, muy siniestros, como para
aceptar el engañoso reclamo de ser Cristal
Oscuro un EL SEÑOR DE LOS ANILLOS
para infantes de corta edad merced a las marionetas. Los guiñoles malvados
acumulan unas dosis de sádico barroquismo que pudieran hacer saltar las
puritanas alarmas de defensa del decoro prepúber. Bueno, es también según les
dé y quién lo haga que actúe su maquinaria censora.
Los malos en torno al tablero de su juego de rol cabalístico |
Pero estábamos con una deficiente
película que, con los años, ha ido acumulando un prestigio que, difícilmente, y
siendo objetivos, posee. Es un constante giro cíclico el que se hace al evaluar
Cristal Oscuro. Son las marionetas.
El acabado de algunos escenarios y su propuesta. Nadie hace ver este o aquél
otro aspecto del argumento. Una vez y otra: ¡son los SESAMO STREET de Henson (cuya calidad es innegable, cuidado)! Ya
está. No se debe seguir barrenando. Sólo: venerar el filme.
Nuestro héroe de trapo y su novia, únicos supervivientes de su especie. Muestra ella más iniciativa que el héroe elegido. Se ve que ese día, en cuanto a guión, estábamos por romper moldes |
Nuestro héroe de trapo (auxiliado en
algunos planos por un actor real) emprende un viaje por un mundo gobernado por
el ahora desportillado cristal. Una suficiente explicación, depositada en un flashback, muestra las causas, la caída
de un “gran algo” del pasado, víctima del orgullo desmedido. Al romperse el
cristal, generó dos razas, una de aparentes sabios benevolentes, y otra de tiranos
deformes que subsisten de depredar las demás especies del fantabuloso escenario.
Hasta ahora, el género ha brindado
musculosos seminudistas que acometían la brava tarea de, a mandobles asesinos,
restaurar el orden y ganarse ciertos privilegios y prebendas, algún trono. Lo
vemos lógico. Coherente.
Este es de los buenos; lo ha jorobado todo cuanto ha aprendido. Pero aquí está afligido: se le ha roto el rosario hippie y no logra reunir las cuentas... |
El muñecote heroico cuanto tiene es una
flauta cuya apaciguadora melodía le ayuda en determinados trances. No es una
criatura violenta; lo educaron redomados pacifistas que eran, pese al tamaño de
su sapiencia, incapaces de usarlo para solventar el daño. Se sometieron a un
fenómeno astronómico milenario para iniciar la tarea unificadora. ¿Purgaban con
tan larga espera su pecado original? Podríamos intuirlo.
Pero es una torpeza del guión (otra más)
que trata de entumecernos con demagogias de aire trascendental y filosófico que
justifiquen su resonante oquedad.
Nuestro esbelto héroe de felpa es
arrojado a un mundo de lobos y perros comecojones con una misión suprema. ¿Qué
va a hacer, el pobre, si sus costuras se resienten y le han instruido en lo de
poner la otra mejilla? Ahí está, pataleando los barrocos escenarios de fecunda
y frondosa imaginación, confiándose a todos los Santos Sastres para no ser
devorado por alguna calamidad de esparto.
La televisiva BRUJA AVERÍA hace una aparición estelar; el esfuerzo la petrificó en la talla que aquí aparece |
Qué hermoso detalle toparse con una
hembra (también de relleno de miraguano) de su especie y fliparlo con su
existencia. El detalle chusco reside en que los sapientísimos hippies jorobados que le formaron (se
dice que con profundidad en abundantes materias, empezando por nociones de su
raza) no le advirtieron de las singularidades de las féminas de su pueblo. Así
se queda, con los drapeados a cuadros, cuando ella despliega sus alas…
Sinceramente, con enseñanzas tan
exhaustivas como las que brindan esos tíos, no se precisa lavativa.
La argucia que respalda a Henson, autor
del libreto, para dar médula a Cristal
Oscuro, es que la maldad y la bondad son elementos irreconciliables pero
indivisibles del sujeto, sea o no humano. Al astillarse el cristal, sigul del
Equilibrio (el tan buscado-defendido por el CAMPEÓN ETERNO, en cualquiera de
sus encarnaciones), las fuerzas antagónicas y simbióticas se dividen y
desarrollan un díscolo y abúlico estilo de cultura.
Los malos dirimen conflictos con estas espadas. En cuanto a concepto visual, el filme rebosa imaginación y barrocos detalles que no compensan las carencias del libreto |
Por fuerza, los malos de alambre, harapos
y ojos-de-canicas iban a centrarse en despachar y martirizar débiles enanitos,
conspirando para aniquilar a sus rivales, porque: A) lo llevan en la sangre; B)
es su sino. Esto estaba cantado. Tanto, como que el Mal liberado a sus plenas
anchas, además de ser entrópico, no conoce límites, y barrena cada vez más en
su vileza, hasta autodestruirse en un festín de discordia.
El lado bondadoso de los seres grandiosos
escindidos al quebrarse el cristal expone que el Bien, por sí, es bastante
inefectivo. Se deja arrollar, cae en mansedumbre aun perjudicial para su vida.
De hecho, la división que culturiza a nuestro héroe textil tampoco progresa.
Están como complacidos (hasta la improductiva soberbia) de su naturaleza
contemplativa, y no necesitan más. Qué colocones de autoestima se chutan.
Nuestro héroe de felpa y miraguano conquista a su novia rellena de guata con una tonadilla, aprovechando el paseo en barca por el río. Qué tendrán esos paseos... |
No les conduele, pese a su aparente/recto
sentido de la justicia, qué tropelías comete su lado perverso. Se limitan a
aguardar la señalada fecha. Acuden a reintegrarse y ser una sola entidad
confiando en que su pupilo de guata haga un trabajo que debieron ejecutar ellos.
Pero, son taaaan mansos, el peso de su sabiduría los ha gibado de forma tan
absoluta, que… Chaval, muévete tú, que sudamos la túnica.
Y, una vez reunidos, restaurado el poder
del cristal, que se torna diamantino y radiante, no les avergüenza el mal causado.
Sus víctimas no reciben la más mínima-nimia reparación, de elemental justicia.
Escapan, a planos superiores, asumiendo de manera imperfecta algunas culpas,
que no piensan empero compensar.
Esta vez, los malos, en blanco y negro, vigilando que no se les queme el cocido, so pretexto de adivinar el futuro |
¿Henson intentaba predicar que el Bien
debe contener cierta dosis de impureza para emprender su propia defensa, caso
de ataque (nada de entregarse a los leones, como los primeros cristianos:
¡pelead por vuestra vida!), y comprender qué daño podría originar de entregarse
al Mal? ¿Que debemos tener cierta picardía, para no ser víctimas de los muchos
desalmados sueltos por el ancho mundo?
Tal parece. Mas ¿tuvo que transmitir el
mensaje con tan tedioso vehículo? ¿No encontró un medio más convencional, pero
eficaz, para hacerlo?
Vuestro Scriptor.
También en: http://spnkgirl.blogspot.com.es/