jueves, 23 de octubre de 2014

EL PODEROSO THOR, 4 - CALMA TENSA — REAL POLITIK

Portada de ALAN DAVIS, uno de los
atractivos del recopilatorio
Visto desde fuera, se puede sospechar que los engranajes de la producción tebeística estadounidense (en algunos títulos, como el presente) no giran tan correctamente como debieran, o se espera.

Este recopilatorio recoge unos números que desprenden interesante trascendencia sobre cómo los superhéroes (me arriesgo a decir que en general) interactúan con los problemas reales tanto de su Universo de ficción como del nuestro, fluente manantial de argumentos “a adaptar”. Con un poco más de diálogo, pudo ser hasta polémico.

El poderoso Thor, 4 – Calma tensa, impacta de lleno contra la violencia radical y racial de los Balcanes, siendo incapaz de darle solución pese a que estos bizarros iconos, paladines de intachable proceder, están habituados a resolverlo todo con elegancia y justicia, pues por la dama ciega de la balanza están bendecidos.

Los diferentes merecen masacre, sin
importar las consecuencias
Reconozco que, alejado bastante tiempo de la colección,in albis pues de sus “actuales avatares”, ver a Thor monarca de Asgard, tras el óbito de ODÍN, me produjo desconcierto. Evidentemente, no un planteamiento audaz, sino desatino, pues Thor, concebido para la acción pura y dura, quedaba así trabado por las responsabilidades administrativas que impone el trono, uno fantástico que entrelazaba, a modo, su destino con el del mundo ramplón y codicioso que habitamos.

Thor está ya incapacitado para blandir MJOLNIR y aplastar Gigantes y tiranías; un nuevo impasse se impone: la diplomacia. El enemigo al que castigar contundentemente por sus fechorías debe ser tratado con cortesía, y establecer tratados mezquinos con él en nombre de la paz, la estabilidad, el comercio. Thor abomina ese mercado. Bien pronto regurgitaría la comida ante tales componendas.

Entre estas, incitar la ira de THOR
No es reliquia artúrica, enclaustrado en el sitial, que admirar y que, en papel secundario pese a su majestad, oír expresar su larga sabiduría.

Tal es el planteamiento que DAN JURGENS, MIKE GRELL y GEOFF JOHNS brindan al DIOS DEL TRUENO. Un dictador balcánico inicia un pogromo contra los acólitos del culto a Thor (valioso argumento a explorar: cómo la presencia de ídolos “paganos” afectan a los ‘omnipotentes’ credos monoteístas; en qué situación queda un Dios intangible, ante deidades corpóreas) y, en defensa de sus fieles, Thor emprende una cruzada “intervencionista”.

De inmediato entra en acción el Pentágono. Aquí sólo intervenimos nosotros, sugiere su postura. Describen riesgos y peligros de toda naturaleza debido a la delicada territorialidad del problema: Rusia por un lado, Latveria por otro. El Pentágono envía a TONY STARK, dentro de su piel acorazada, a imponerle a Thor que, en virtud de la real politik, esos acólitos sean martirizados. Sin futura esperanza de justicia y reparación.

Dos hombres envenenados por la
real politk que ofusca a Thor
Thor no comparte, ni comprende, tal demanda de una autoridad mundana, esclava de oscuros intereses alejados del bien común que afirma defender. Los débiles deben ser protegidos. Es su lema. Procede, pues, consecuentemente.

Se hace un nítido dibujo de la obscena realidad cotidianamente descrita en los telediarios. Intereses inmorales, impuestos por los lobbys, hacen y deshacen. Condenan o salvan a capricho, o la fluctuación de la Bolsa. Principios fundamentales, inherentes a los superhéroes, son violados sin escrúpulos. ¿Cómo esos enmascarados luego pretenderán presentarse como salvadores y agentes de paz si toleran un genocidio?

No hay auténtico conflicto moral. Repulsa firme ante el atropello. Thor es clasificado enemigo automáticamente y condenado por la Administración USA, en tanto el ladino y maquiavélico DR. DOOM recibe apoyo por su actuación “moderadora” en la zona. En la famosa Guerra contra el terror, ¿sería también un caro aliado?

Splash-page alegórica: los mercados
contra los principios humanitarios
Todo esto resalta con la lectura de este cómic, embellecido por el veterano ALAN DAVIS. Pero su trama no es trabajada a fondo. Todo queda casi al albur, en desprender sensación de que IRON MAN es lacayo cómplice de una nociva política norteamericana de intervención egoísta, y Thor, dignificado por los principios humanitarios que le motivan, se transforma en beligerante amenaza a aplastar.

Es el modo deficiente como la producción está actuando. Los superhéroes no pudieron impedir el 11-S/2001 y esa tara les empuerca en tareas que chirrían con sus ideales y personalidades. Van un poco zombis. Dando traspiés en una repentina oscuridad llena de historias muy potables que terminan corrompiéndose por maltrato o abandono.

Demasiada actualidad puede matarte, parafraseando el título de la canción de QUEEN, y esto está pasándole a unos superhéroes que no debieron abandonar la cándida ingenuidad del mundo de 1963.

Otra alegoría: sólo Norteamérica
parte el bacalao mundial. Si algún
otro osa rivalizar con ellos, el
CAPITÁN AMÉRICA te endiña...
aun por la espalda
Esta historieta deja negros cristales de reflexión, cómo los superhéroes ya no están supeditados a su conciencia y sentido de lo correcto, sino a opacas maniobras internacionales donde Estados Unidos se erige interventor único cuando le interesa, negando tal recurso al resto del mundo, aun a Asgard, que acude en socorro de los necesitados, lo que afirma hacer USA cuando le conviene “intervenir”.

Ponerse al servicio de esa hipocresía basta para atragantar y rebelarse a estos bravos defensores del bien y la justicia. Lo que de continuo nos predican que hagamos y debamos luchar. En cambio, la real politik transforma a los justos en criminales, y a los canallas, valiosos instrumentos de sus componendas, en héroes. Buen plan, ¿eh?

Vuestro Scriptor.

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